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Actividad en la calle Huelga de hambre octubre 2018 Mujeres presas Vagos y maleantes

La Directa ha publicado en su página web un artículo sobre la convocatoria de huelga de hambre colectiva en las cárceles a iniciar el próximo 1 de octubre. Lo firma Vicent Almela y también se hace eco, como ha venido haciendo a partir de la convocatoria de huelga de hambre colectiva del último mayo, del contexto y antecedentes de esta propuesta de lucha y de los comunicados y opiniones de varios de sus participantes.

Cinco meses después de la huelga convocada en las cárceles por el primero de mayo, en la que participaron alrededor de 30 internos en diferentes centros penitenciarios del Estado español, algunos de los presos en lucha activa vuelven a convocar una huelga de hambre con el objetivo de continuar visibilizando la tabla reivindicativa de doce puntos y reclamar que se respeten los derechos humanos y la dignidad de las personas privadas de libertad. Mientras las estadísticas de muertes y suicidios en las cárceles no se detienen –según las respuestas dadas por el Ministerio del Interior a las preguntas parlamentarias del concejal de EH Bildu Jon Iñárritu, entre 2012 y 2016 se produjeron 768 muertes en las cárceles españolas, 126 de las cuales por suicidio–, esta tabla incluye «demandas básicas» para las personas presas, como la erradicación de las torturas y de los regímenes de aislamiento –donde los presos pasan al menos 20 horas encerrados en la celda y no tienen contacto con ningún otro interno–, el fin de la dispersión y el alejamiento de los presos de sus lugares de origen y sus familias, o simplemente que se respete la legislación vigente en relación a la atención sanitaria dentro de los centros, donde las competencias siguen dependiendo del Servicio General de Instituciones Penitenciarias (SGIP) –con las excepciones de Cataluña y el País Vasco– y no de los departamentos de salud de las comunidades autónomas, como obliga la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud aprobada en el Parlamento español en 2003.

«Está claro que la abolición de la cárcel no la conseguiremos de momento, pero si cada año nos vamos sumando más, estoy seguro de que conseguiremos que nos den nuestros derechos carcelarios. Y, si no lo disfrutamos nosotrxs, lo disfrutará la nueva generación que entre «. Con esta reflexión acababa José Ángel Martins Mendoza –alias Peque–, su carta de valoración sobre la huelga de hambre el pasado mes de mayo. En esta misma carta, proponía ya una nueva convocatoria de huelga de hambre por el primero de octubre y abría esta propuesta a debate, crítica y reflexión por parte del resto de presos y de la comunidad anticarcelaria.

La propuesta ha sido comentada y debatida durante los meses de verano por diferentes tomados a través de correspondencia, a pesar de las dificultades comunicativas que sufren mucho de ellos. Por el simple hecho de reivindicar sus derechos y denunciar las vulneraciones que sufren, muchos de estos presos tienen todas las comunicaciones controladas –cartas, llamadas y locutorios– están afectados por la dispersión y el continuo cambio de prisiones, y la mayoría de ellos están pagando sus penas en régimen especial de castigo y módulos de aislamiento. A pesar de las dificultades que les pone la SGIP para coordinarse, varias voces se han podido sumar al debate y la convocatoria gracias a los grupos de apoyo, como Tokata, La Corda, o el Grup de Suport a Presxs de Lleida, y han podido opinar en relación a la propuesta. Una de estas voces es la de Toni Chavero, uno de los presos más activos de la lista, que proponía que los presos que no quisieron o pudieron hacer la huelga de hambre, iniciaran un ayuno los días 1, 5, 10 y 15 de octubre, acompañado de escritos de denuncia al Congreso, al Defensor del Pueblo, al Consejo de Ministros y a la SGIP, con el objetivo de intentar abrir el “abanico” de posibles formas de participación “para que más personas presas participen” y se sumen a la acción.

También otros presos y presas como Carmen Badia –enferma de cáncer en la prisión de Zuera–, Oscar Rodríguez González –desde Puerto I– o Francisco Aroca –desde la prisión de Albocàsser (Castellón II)– han aportado al debate y se han adherido públicamente a la convocatoria de huelga. Este último hace una reflexión en relación al contexto actual: «Mucho se habla ahora de la situación de los presos políticos catalanes, pero ¿qué pasa con nosotros, los presos comunes? Nosotros hace años que estamos encerrados a grandes distancias de nuestras familias, que deben arriesgar la vida para poder vernos 40 minutos a través de un cristal. Y eso los que tienen recursos económicos para pagar el trayecto. Se nos aplica la dispersión como castigo o venganza de forma sistemática».

En su última carta, publicada el otro día en el portal de Tokata, Chavero anima al diálogo entre todos los participantes en la huelga, y a desarrollar una estrategia de no violencia durante la duración de la misma, ya que considera que hoy en día y con el contexto actual en las cárceles «la violencia no es una herramienta que pueda ayudar a crear una comunidad de lucha y conseguir nuestros derechos». «La cuestión es que cuanta más peña participe de la manera que pueda o quiera libremente, más ruido se hará fuera y más se podrá ver de lo que estamos haciendo, que es eso, luchar por mejorar las cosas», concluye.

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Actividad en la calle Huelga de hambre octubre 2018 Presxs en lucha

Reproducimos parte de una grabación de la presentación en Valencia el 20 de septiembre del último informe de la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura y de la charla ofrecida en la misma ocasión por un miembro de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía sobre la catástrofe médico-sanitaria en la cárceles del Estado español. Hablamos con dos compañeras de Familias Frente a la Crueldad Carcelaria de la situación de sus hijos presos, de los motivos, finalidades y formas de hacer de esa asociación, y de su último taller de cuidados mutuos, sobre gestión del estrés y salud emocional, realizado en Torrent (Valencia) el fin de semana anterior.

Cárcel=Tortura Familias Frente a la Crueldad Carcelaria Huelga de hambre octubre 2018 La cárcel mata Presxs en lucha Radio: Tokata Y Fuga

Ahí va una carta de Toni Chavero, desde la cárcel de Castellón II, recapitulando una serie de aspectos de la convocatoria de huelga de hambre colectiva que se iniciaría el 1 de octubre. Entre otras reflexiones, le da vueltas al tema de que haya diversas formas de participar, según las limitaciones, necesidades o deseos de cada cual. Explica cómo lo va a hacer él. Propone que se haga hincapié, mediante escritos específicos, en la catástrofe médico-sanitaria que sufren las personas presas y en la excarcelación de quienes padecen enfermedades crónicas. Se explaya sobre la necesidad de comunicación y diálogo entre las personas participantes, dentro y fuera, y anticipa la necesidad de un balance de errores y aciertos en lo experimentado durante 2018. Pide que se le escriba, pues perdió las direcciones de todo el mundo cuando le tiraron sus pertenencias a la basura en la cárcel de Villena, después del incendio de la celda donde le tenían. La dirección de Albocàsser y las de tdos los talegos donde hay personas que participan en esta lucha y quieren que sea público su nombre se encuentran en el último enlace de los que ponemos al final.

Cárcel de Albocàsser, septiembre de 2018

Salud y libertad, compañerxs de fuera y de dentro. Deseo que estéis lo mejor posible y que las fuerzas no os abandonen. ¡Ánimo a todxs! Y agradecimiento a quienes me apoyan a pesar de mnis errores.

Quería daros ánimos para el próximo encuentro de la huelga de hambre del 1 de octubre, aparte de las reivindicaciones, denuncias y represalias, que ya vienen siendo habituales en nuestras vidas, al menos en algunas de las que a mí me llegan noticias y en la mía propia. Así que ánimo y fuerzas y que la comunicación fluya, para que todo tenga lugar, los diálogos, las opiniones, las decisiones y las acciones. Es importante que surja esto, si no, no sé si podríamos articularnos. Yo, desde el 3 de agosto, apenas he recibido una carta «de galería a galería», así que supongo que taanto en Villena como aquí en Castellón II, intentan mantenerme ciego, sordo y mudo. O quizá creen que así perderé la constancia en mis asuntos. Parece que no entienden que mi motivación primera está bajo la tierra descansando. Ese es el motor que me impulsa, luego hay otros factores, pero ninguno es tan determinante como mis compañerxs asesinadxs en las cárceles del Estado español y el crimen estatal organizado. (…)

Como no me entero de mucho, no se si sabréis el error que cometí y del cual ni hablaré. Solo para decir que me sirve para darme centa de muchas cosas, entre ellas saber quién está con uno al 10, 20, 30, 40 ó 100 %, cosa que ya sabía, pero ahora me queda más clara y definida.

He sido, y lo sigo siendo, un defensor de la no violencia, la cual en todo caso usaría para lo que ya he dicho mil veces, únicamente. Ya no me refiero al ámbito de esta confrontación, sino al anarquismo en general, dado el gran número de ramas que salen del anarquismo, como si se tratase de un árbol. Yo creo en el anarquista liberador, no castigador ni vengativo; adoptar esas formas de lucha es ponernos a la misma altura que la basura que combatimos, a lo cual me niego yo. El «haz lo que quieras», como frase para los individualistas anarquistas, puede llevar a muchos errores, ya que no todos interpretamos una misma frase de una única manera. Esto de la interpretación del lenguaje y el uso del mismo daría como para varios libros. Ya hay algunos sobre el tema y contradictorios, antagonistas entre sí. Por ese motivo, creo que es importante hablar, escribir de forma sencilla, clara, definida, sin dar lugar a dobles interpretaciones. Sinceramente, creo que es la única forma de llegar a entendernos, tanto dentro como fuera.

Estoy seguro de que, si leéis alguna cosa mía de hace poco, un par de años o tres, podéis daros cuenta de que yo he sido uno de los que sí quería la violencia como medio de lucha, pero, después de ver a compñerxs darse contra los muros que bien conocemos y de experimentarlo por mí mismo, veo el lado inútl del uso de la violencia como método. Sí que lo podría entender en el ámbito de la legítima defensa de nuestras vidas y las de compañerxs, o para conseguir liberarnos. Ahora bien, aquí dentro, estando cad unx en una punta y en jaulas 21 horas, no entiendo cómo se puede llevar cabo una lucha violenta con alguna posibilidad de ser efectiva. Recientemente, leí un comunicado en el cual se decía que había que «crear una COPEL y realizar motines». Yo no sé si soy yo el que está confundido, ya le contesté al compañero que escribía tan analógicamente. Pero es otro el camino que ha tomado esta confrontación anticarcelaria nuestra, desde que en 2015 los cuatro gatos que empezamos vimos el error que estábamos cometiendo, arrebatados por la ira, el odio y la más sincera sed de venganza. Gracias a la visión de quienes desde fuera nos expresaron su opinión con bastante certeza; quizá sin eso no estaríamos vivos.

Lógicamente, quien esté por la labor de tirar de violencia, allá él o ella. Yo mismo estoy lleno de odio y, por tanto, de violencia, sed de venganza y rabia, pero procuro canalizarlas por otras vías. Como digo siempre, esta no es más que mi opinión, lo que yo pienso y lo que yo siento: la violencia no es, hoy por hoy, la herramienta que nos puede ayudar, más bien lo contrario. La mejor manera de actuar de cara a la formacón de una comunidad de lucha no es una violencia que no puede más que volverse contra nostrxs. Como medio para conseguir un fin, que es el cumplimiento de sus leyes, a corto y medio plazo, el respeto por nuestros derechos, y la abolición de las cárceles a largo plazo, es mejor ahora mismo tirar de bolígrafo, exponer alto y claro nuestros argumentos en favor de la justicia, en defensa de nuestra dignidad, mantenernos unidxs y demostrar que lo estamos.

Esto es ya cosa sabida entre lxs más conocidxs y cercanxs, como que que son los gestos solidarios los que nos han mantenido unidxs. En este sentido, doy gracias a las personas que hacen un mínimo esfuerzo en este camino, como personas en la calle que se detienen a escribir unas letras, por insignificante que les parezca a algunxs. Esa persona que ha sido capaz de detenerse, en la voracidad de la vida en la calle, y te ha escrito, nos ha escrito, qué menos que ser agradecidxs y contestarles. Lo mismo que aquí digo a lxs presxs lo digo también ahí fuera, que hay personas aquí dentro que, por mil dificultades, paranoias, miedos, no se atreven a coger un boli para contestaros, no tiréis la toalla, darles ánimo a que se abran.

Otro de los motivos por los cuales hago autocrítica es, en mí el primero, el uso del lenguaje y la comprensión del lenguaje de lxs otrxs. Por ejemplo, cuando hablo de la sociedad como «cosa, masa amorfa, adormecida, aborregada, obtusa, ciega» y básicamente un sinfín de adjetvos, estoy siendo juez, fiscal, policía y verdugo, y no soy ninguna de esas «cosas»–ya que ni oficios los considero– comprendo que lo he sido y que es raro que no les culpe de mirar a otro lado. Como persona presa, lo veo lógico y pienso aún peores cosas que las que digo, pero como persona que contempla desde una visión anarquista, no puedo faltar al respeto así a la sociedad, que además está formada por muchas personas que quiero y por muchas personas que luchan por miles de causas y que no dejan de ser unidades dentro de la sociedad. Por lo tanto, opino que he errado muchas veces, y lo cambio.

Hace poco, en una conversación por teléfono con mis compañerxs, me decía unx de ellxs que no fuera «tan crítico con todxs», y no le quito razón, pero prefiero que se me diga que soy crítico, el primero conmigo mismo, a que no me pronuncie en ningún asunto y esté quizá «contemplando» las musas de la heroína, las pastillas o lo que sea. Estoy a lo que yo creo y considero que debo estar y creo que hablo clara y honestamente de lo que pienso. Si soy capaz de abrir debate, pues, mira, al menos se puede hablar de lo crítico que es uno, lo cual no evitará que siga siéndolo, mientras no falte al respeto de nadie, ni el de mis compñerxs presxs dentro ni el de mis compñerxs presxs fuera. Estáis invitdxs todxs a criticar, compartir, proponer, generar debates, aportar ideas. Por ejemplo, sobre si la huelga de hambre de octubre la debemos encarar solo a la tabla reivindicativa o debemos hacer hincapié en expresar en grupo o individualmente casos concretos o generales, como el de lxs presxs enfermxs crónicxs en las cárceles o el del abandono médico-sanitario que existe en ellas.

Lo mismo todo eso ya se ha dado y soy yo el que no se entera de la película, porque, como digo, ni las cartas de Villena ni las de aquí; si llegó algo, no se me entregó, y me extraña (…). lógicamente, en mis manos está denunciar que no me dan correo, eso es lo único que puedo hacer. (…) Perdí todas las direcciones en Villena, cuando, al quemar el chabolo, tiraron todas mis cosas a la basura, así que aprovecho para deciros, a quienes no he contestado o lo que sea, que no tengo vuestras direcciones. Por favor, escribidme vosotrxs, para que pueda ir rehaciendo mi agenda.

Ahora, ya puestos, os diré cuál será mi participación en la huelga de hambre de octubre, que no sé, aún no he sabido si esto se comunicó o llegó a saberse ahí fuera. Yo haré huelga de hambre del 1 al 15 incluidos, con cuatro escritos, el 1, 5, 10 y 15 al congreso de diputadxs, al defensor de nadie, al consejo de ministros y a la secretaría general de instituciones penitenciarias. Es decir, el día 1, cuatro escritos con la tabla y con la inutlidad que a mí me suponen las instituciones; el día 5, otros cuatro; el 10, otros cuatro, y el 15, otros cuatro, y dejo la huelga de hambre. En caso de que antes del día 15 no me vea bien o no pueda llegar, por el motivo que sea, a mi objetivo de quince días, comunico que dejo la huelga de hambre el día tal y ya está, pero los escritos los mantengo de igual modo. En el caso de no llegar comunitariamente a ningún acuerdo de que se pueda añadir este tema a la huelga de hambre, yo haré escritos aparte por la dignidad de lxs presxs enfermxs crónicos y legitimidad de su excarcelación sin el fascista requisito de que se encuentren en fase terminal o, dicho de forma cruda, de que se encuentren ya cadáveres. Esa es mi forma de colaborar en esta movida del 1 de octubre. Me pronuncio y me expreso como creo que «podrían» hacerlo lxs presxs que vayan a participar.

Así lxs compañerxs ahí fuera podrían tener tiempo para decir por radio o por el medio que sea cómo y de qué manera se está orquestando en comunidad esta huelga y dentro de las necesidades personales o mentales de cada quien. Yo no tengo enfermedades crónicas, por tanto, si queréis, no tengo una necesidad egoísta de reivindicar por el tema de la atención médico-sanitaria o de la excarcelación de lxs enfermxs crónicxs, lo hago porque me parece antural. Así mismo, me mostraría de acuerdo con quien de algún modo «incremente» la presión con otras reivindicaciones más definidas y expresadas en textos reivindicativos específicos, no solo de forma genérica, como en la tabla, sino ampliando y profundizando en las necesidades que cada cual decida o prefiera. Mi apoyo esta vez y cada quince dáias a lxs enfermxs crónicxs. Es lo que hay (en mí).

Sobre la propuesta que hice de que quien no quiera o no pueda hacer la huelga de hambre en octubre podría hacer ayunos en días salteados como cada quien decida o escritos apoyando la huelga de hambre de lxs presxs en lucha activa, o posiblemente ambas cosas, sólo se han pronunciado, que yo sepa, dos personas (gracias, compañeros). Si alguien más ha dicho algo, no me he enterado. No sé si os ha llegado la propuesta. Quien quiera participar así, está bien, solo que habría que comunicar a quien mejor os pille fuera qué vais a hacer, si ayunos y escritos el 1, 10 y 15, por ejemplo, o lo que en vuestras libertades os parezca oportuno. La cuestión es que cuanta más peña participe de la manera que pueda o quiera libremente, más ruido se hará fuera y más se podrá ver de lo que estamos haciendo, que es eso, luchar por mejorar las cosas.

(…) Hacen falta, sobre todo, reflexiones de quienes están participando en esta lucha. Yo creo que hay mucho que decir, por ejemplo, sobre sanidad y salud en las cárceles, que no hay que tener miedo a coger un boli y decir lo que unx piensa, lo que a unx le pasa o lo que pasa alrededor suyo. Sería bueno participar así también.

Pronto, tras octubre y luego tras diciembre y ya al final del año habrá que pensar y decir en qué hemos errado y en qué podemos mejorar y, bueno, hacer un balance del año 2018, como cada año, más o menos. Pero animaros a particiapr, porque, si no, nunca sabremos más que la opinión de los cuatro de siempre. A ver si es verdad que se callan esos cuatro y os ponéis diez a decir cosas. Yo encantado de callarme un poco o de no decir tanto y no ser tan pesao. No es más que siento que me debo a esta lucha. Venga, compañerxs, dentro y fuera, ánimo y fuerzas.

Toni Chavero

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¡No Olvidéis A Lxs Presxs En Lucha! [Lista Actualizada, 17-IX-2018]

Huelga de hambre octubre 2018 Presxs en lucha

Actividad en la calle Huelga de hambre octubre 2018

Hablamos de la huelga de presos en Estados Unidos, de la convocatoria de huelga de hambre para octubre en las cárceles del Estado español. Conversamos con dos personas de Familias Frente a la Crueldad Carcelaria sobre su segundo taller de cuidados murtuos convocado en Torrente (Valencia) para el próximo fin de semana, 15 y 16 de septiembre, sobre manejo del estrés y salud emocional. Comentamos una situación de torturas y malos tratos en la cárcel de Brians II, narrada por la madre del preso que la está sufriendo y asimismo la espera de la familia de Manuel Fernández Giménez, que murió en octubre pasado en la cárcel de Albocpàsser y aún no se conoce siquiera el resultado de la autopsia.

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A continuación, una traducción al castellano de un artículo de Vicent Almela sobre la catástrofe médico-sanitaria en las  cárceles del Estado español, publicado en la página web de La Directa.

La legislación vigente en en el Estado español ordena al poder ejecutivo transferir las competencias sanitarias de los centros penitenciarios –actualmente dependientes del Ministerio del Interior– a las comunidades autónomas, para así ofrecer un servicio de calidad e igualitario a todas las personas. A día de hoy, sólo Cataluña y el País Vasco han integrado las competencias dentro de la red de salud autonómica

El artículo 208.1 del Reglamento Penitenciario, aprobado en 1996, regula que «a todos los internos sin excepción se les garantizará una atención médico-sanitaria equivalente a la dispensada al conjunto de la población». Desde 1986, la administración penitenciaria es la encargada de la atención primaria dentro de las cárceles –con un equipo médico fijo y un periódico–, y el Sistema Nacional de Salud (SNS) se encarga de la atención especializada de los internos, según los convenios fijados con cada comunidad autónoma. Uno de los problemas del modelo es que la atención primaria queda en manos de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (SGIP), que depende del Ministerio del Interior español y, por tanto, los servicios sanitarios se ven limitados a criterios que dependen de convenios presupuestarios, de la seguridad del centro o del orden regimental, en lugar de basarse en criterios médicos. Esto se traduce en que muchas veces un médico debe obedecer un superior jerárquico que no es sanitario, o que una plaza no se cubra de inmediato, como ha ocurrido recientemente en la prisión de Dueñas (Palencia), donde se han quedado sin médico de noche durante varias semanas con una población reclusa de casi 1.000 personas.

En 2003, en un clima de movilizaciones sociales para lograr un sistema de salud universal igualitario para todos, el Congreso español aprobaba la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, que obligaba al gobierno, entre otras medidas, a transferir los servicios sanitarios dependientes de Instituciones Penitenciarias a las comunidades autónomas en un plazo de dieciocho meses. Pasados quince años de la aprobación de la ley, y después de varias mociones presentadas por diferentes fuerzas políticas para su aplicación efectiva, sólo Cataluña y el País Vasco han transferido las competencias a su sistema de salud autonómico.

Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA, por sus siglas en castellano) hace más de veinte años que se denuncia la constante vulneración de los derechos sanitarios que sufren las personas presas –que también están reconocidos en los artículos 14 y 43 de la Constitución española– y que el servicio médico dentro de las cárceles del Estado español, que afecta actualmente a más de 50.000 personas, debería estar regulado por la misma administración sanitaria que presta este servicio a la ciudadanía que se encuentra en libertad. Según Francisco Miguel Fernández, miembro del área de prisiones de la APDHA, «no puede ser que las competencias sanitarias de ninguna persona dependan del Ministerio de Interior, que prioriza la vigilancia y la seguridad del Estado a la atención sanitaria de las personas «, y explica que está demostrado que, cuando se hace la transferencia de las competencias médicas al Sistema de Salud de las comunidades autónomas, estas condiciones mejoran considerablemente. Daniel Zulaika Aristegui (encargado de la integración de la sanidad penitenciaria en el sistema público sanitario vasco) explicaba este proceso de transición en unas jornadas organizadas por el Defensor del Pueblo Andaluz, celebradas en el año 2016 en Sevilla: «la integración se realizó en menos de un año, funciona bien y se adapta a los objetivos. Estar dentro del sistema comunitario permite la participación de los profesionales en las mismas condiciones laborales y ser conscientes de todos los cambios y avances que se producen en sanidad. Es evidente que es un cambio beneficioso para toda la sociedad y especialmente para la salud de las personas «.

El doctor Antonio López Burgos, miembro de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, explicaba en las mismas jornadas que, cuando las competencias sanitarias dentro de los centros penitenciarias dependen de la SGIP, existe una ruptura total en el seguimiento médico al entrar y salir de prisión por la falta de comunicación entre las dos instituciones: «Si el paciente ha recibido tratamiento fuera del centro penitenciario, cuando entre, el médico de la prisión desconocerá totalmente su tratamiento e historial médico, y lo mismo ocurre cuando es al revés. Tampoco se comparte la información entre los centros penitenciarios: «Esto deriva en que enfermedades e infecciones graves –como el VIH, la Hepatitis C o el cáncer– no se traten a tiempo y en que algunos presos acaben muriendo, o que un paciente pueda recibir diagnósticos y tratamientos diferentes dependiendo de dónde se encuentre. De hecho, la imposición de dispensar productos farmacológicos distintos de los del exterior –una práctica muy común en los centros penitenciarios–ha sido constantemente denunciada por diferentes organizaciones médicas y declarada ilegal por el Tribunal Supremo español. En opinión de López, «la voluntad política es la única que puede cambiar esta situación, que no explota porque todo lo que pasa en las cárceles está encerrado entre cuatro muros».

El pasado mes de julio, la APDHA presentaba una nueva campaña para pedir la transferencia de las competencias sanitarias a las comunidades autónomas ‒y esta vez incluía también un decálogo denunciando las principales vulneraciones que sufren las personas presas en términos de salud– con el objetivo de sensibilizar a las organizaciones que luchan por la defensa de la salud universal y otros colectivos que reclaman el respeto de los derechos humanos dentro de las cárceles. Fernández espera que esta iniciativa suponga «un punto inicial de debate y encuentro para que el tema de la sanidad en las prisiones no sea una isla dentro del movimiento para conseguir una sanidad universal, y también se incluya como demanda en la lucha por el respeto a derechos humanos dentro de las cárceles «. Aparte de medidas como poner fin a las sujeciones mecánicas o ofrecer formaciones especializadas al personal médico, el decálogo también incluye «el registro de forma precisa de todas las lesiones que se observan por parte del personal sanitario», una de las demandas hechas desde del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos. En 2016, en las cárceles de España, 259 personas denunciaron torturas, según el informe de la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura.

Las personas con trastornos mentales y enfermedades terminales, las más perjudicadas

Fruto de la falta de coordinación entre el Sistema Nacional de Salud y las Instituciones Penitenciarias, muchas personas diagnosticadas con trastornos mentales graves –que según datos de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria representarían alrededor del 8% de la población reclusa– llegan a las cárceles sin ningún tipo de notificación para los equipos médicos, que tampoco pueden acceder a su expediente. «Este es un hecho muy grave porque muchas veces les encierran en primer grado o sufren castigos penitenciarios, como la anulación de visitas o sujeciones mecánicas, sin tener en cuenta su diagnóstico o estado mental», explica Fernández, «y este es otro ejemplo de la vulneración de derechos que sufren los presos «. Según una sentencia del Tribunal Constitucional, publicada el pasado mes de agosto, las personas absueltas por problemas de salud mental deben cumplir la medida de seguridad en un centro psiquiátrico y no en centros penitenciarios ordinarios. A raíz de esta sentencia, desde el APHDA exige a los juzgados que requieran a la administración penitenciaria cumplir la ley para que ninguna persona con un problema de salud mental esté privada de libertad en un centro penitenciario, «que tiene un fin sancionador y no terapéutico «.

Otra vulneración de derechos es la que padecen las personas con enfermedades terminales, como es el caso de Carmen Badía –actualmente en prisión de Zuera– o Francisco Chamorro –interno en la cárcel de Castellón II– que, a pesar de estar diagnosticadas de un estado avanzado de cáncer y recibir quimioterapia, continúan encerradas dentro de los centros penitenciarios sin «el derecho a la libertad condicional», como obligan el artículo 91 del Código Penal y el 196 del Reglamento Penitenciario para este tipo de situaciones o, en su defecto, pasar al tercer grado de régimen penitenciario, como marca el artículo 104.4 del RP «por razones humanitarias y dignidad personal». Rosa Giménez, madre de Chamorro, que está luchando por la excarcelación de su hijo, se pregunta: «¿No sería más humano excarcelar las personas enfermas que puedan recibir en la calle los mismos cuidados que cualquier otro ciudadano, como exige la ley, que la deficiente sanidad penitenciaria no puede ni quiere prestar un servicio digno? «, y concluye:» no sería más humano que pudieran morir rodeados de su familia?».

Sobre la propuesta de la APDHA frente a la catástrofe de la sanidad penitenciaria

Informe «Sanidad en prisión. La salud robada entre cuatro muros»

Tokata Y Fuga 21-VII-2018 ¿Tienen o no tienen derecho a la salud y a la vida las personas presas?

Actividad en la calle Huelga de hambre octubre 2018 La cárcel mata

Ponemos a continuación la noticia que dan lxs compañerxs del Grupo Anticarcelario del Camp de Tarrgona La Corda de una carta que ha recibido contando cómo están las cosas en la cárcel de Castellón II, en Albocàsser.

Queremos dar a conocer la situación que nos explica Francisco Aroca Lirón desde la cárcel de Albócasser. A parte de distintas situaciones de maltratos recibidos a su persona, el compañero quiere poner de manifiesto la situación actual en la que se encuentran él y otras personas presas de este centro. Tanto él como las personas a las que se refiere estan en lucha por las 12 reivindicaciones y haciendo ayunos el 1 y el 15 de cada mes.

En primer lugar relatan los problemas que sufren en relación a las comunicaciones. Cartas que llegan con mucho retraso, o incluso cartas que no llegan. Algunas veces los carceleros no les entregan cartas que han llegado, alegando que la ortografía es «demasiado pequeña», o que hay una letra en el nombre que no se entiende bien y puede ser confusa. Sobre las comunicaciones por telefono, la autorizacion o no de una persona se hace muchas veces por arbitrariedad. Exigiendo contratos originales de telefono solo en algunas ocasiones, mientras que en otras sirve una simple fotocopia del mismo.

El compañero pone de manifiesto, una vez más, la desatención sanitaria y la complicidad de los médicos con la institucion penitenciaria. Nos explica que para cosas leves o cualquier pequeño dolor te dan todo tipo de drogas sin problema, enriqueciendo así a farmaceuticas y empresas con las que tienen contratos. Los médicos recetan y fomentan que los presos tomen cualquier medicamento o supuesto medicamento sin saber muchas veces que efectos puede tener ni como puede afectar a la persona segun sus caracteristicas, problemáticas e historial médico. En cambio, nos cuenta, que cuando tienes problemas más graves, la desatención y el pasotismo es brutal, teniendo que esperar dias o semanas para ser visto superficialmente por un médico. Y para sacarte al hospital tienes que estar muriendote o agonizando.

También nos cuenta como el dia 9 de julio, después de la cena, unos carceleros le dieron una paliza a un chaval sudamericano, y que él mismo les enseñó después las marcas que tenía por todo el cuerpo, sobretodo por las piernas.

Ante todas estas situaciones de abusos y abandono, Francisco y otros compañeros siguen en lucha por las 12 reivindicaciones, y tiran del boli para denunciar a todos los sitios possibles la situación de impunidad que regna detrás los muros. Delante del archivamiento y la no investigación de las denuncias por maltratos que pusieron a ditintos organismos como el Defensor del Pueblo, los compañeros siguen mandando escritos a grupos de apoyo de la calle, así como a otros organismos estatales y hasta europeos.

Francisco Aroca reflexiona acerca de la dispersión de las personas presas y del alejamiento de sus familias y sus ciudades de arraigo. Comenta que ahora que se habla del acercamiento de los llamados «presos políticos catalanes» y que se vuelve a poner sobre la mesa el acercamiento de los presos vascos, habría que reflexionar sobre el trato y la lejania que reciben los llamados presos comunes. ¿Qué pasa con nosotros, los presos comunes? Se pregunta el compañero. Llevamos años a grandes distancias de nuestras famílias y amigos, alejados de nuestros puntos de apoyo. Se nos aplica el alejamiento como castigo o venganza de manera sistematica. Ocasionando que nos sintamos aún más solos, más abandonados. Que nuestros seres queridos tengan que arriesgar su vida en la carretera para vernos 40 minutos a través de un cristal. Eso los que aún tienen medios económicos para cubrir estos trayectos.

Todo el apoyo a los compas presos. Todo el apoyo a los/las que luchan.

La Corda, agosto 2018

Huelga de hambre octubre 2018 Presxs en lucha

Transcribimos a continuación dos cartas de Toni Chavero donde nos relata su reciente «intento de suicidio», como el mismo llama a lo que sucedió en la cárcel de Villena el 19 del mes pasado y contábamos en una publicación reciente. Reflexiona en profundidad sobre ello, pide disculpas por unos actos que considera incoherentes con sus principios y con su forma de entender la lucha, acerca de lo cual se había expresado claramente en otras ocasiones. Nos da cuenta de las represalias sufridas –traslado a Albocàsser; destino a régimen especial de castigo, artículo 91.3; privación de sus cosas personales…– y pide que nadie se preocupe, pues se encuentra recuperado física y anímicamente y dispuesto a «vivir luchando», tanto en lo que se refiere a su esfuerzo personal como a su participación en la lucha colectiva. Sin olvidar que tiene la correspondencia intervenida, sería bueno escribir al compañero, para darle ánimos y que pueda ir recuperando las direcciones de la gente con la que suele escribirse, ya que los carceleros se las tiraron a la basura junto con el resto de sus cosas. La dirección de la cárcel de Albocàsser podéis encontrarla en la lista de presxs en lucha a la que conduce el último de los enlaces que ponemos al final del todo.

Villena, madrugada del 26-VII-2018

Os escribo a vosotrxs, que lucháis por una sociedad sin jaulas, dentro y fuera de ellas, con humildad, honestidad y fuerzas. ¡Salud a todxs!

No he querido en un principio comunicaros los hechos, que van contra mi propia filosofía de vida y de lucha, porque, para empezar, no estaba reivindicando más que mi propia muerte, sin involucrar a nadie, ni grupos ni individualidades, yo, solo.

Pero entiendo la falsedad de no contarlo, de ocultarlo, de no ser al final honesto y sincero con todxs vosotrxs. En primer lugar, como preso en confrontación contra el sistema penal y estatal. Y, en segundo lugar, como compañero de todxs vosotrxs, fuera y dentro de sus jaulas.

La tarde del 19-VII-2018, tras preparar unas cartas de despedida, que me iba a tragar y al final dejé entre mis cosas, bien protegidas, y anunciar el día 15 a las instancias de siempre (Consejo de Ministrxs, Defensor de Nadie y Congreso de lxs Lumis) que me están incitando al suicidio, desde Puerto I y desde aquí, tras siete meses sin mis pertenencias, les advertí que me iba a incendiar, porque estoy hasta los cojones de todo y me siento un lastre para mi familia sanguínea y compañerxs y amigxs. Y lo sigo pensando: soy un lastre.

Así que el 19 de julio, teniéndolo todo planeado, con todas mis pertenencias protegidas del fuego, puse en la puerta de la celda (para impedir el paso y asegurar mi objetivo, desaparecer) el colchón, dos mantas, dos sábanas, ropa vieja y rota, que até al cangrejo, y, debajo de todo, una cama de bolas de papeleo jurídico, autos y toda esa bazofia. Encendí un cigarro, metí el mechero entre los papeles y lo prendí todo. Me quedé de pie, mirando lo rápido que empezó a quemarse todo, echando un humo negro y denso. Me metí bajo los hierros de la cama, asustado del ruido del fuego intenso. Cuando no pude respirar más, por instinto supongo, abrí la ventana para coger aire, pero este hecho avivó más el fuego y solo tragué humo. Caí sobre los hierros de la cama, imagino que las rozaduras que tengo serán de eso, y no supe más.

No sé cómo se las apañaron para entrar y sacarme de ahí. No les fue tarea fácil, porque la puerta estaba al rojo vivo. Según me dijeron, entró alguien con botellas de oxígeno y todo el equipo y me sacó a rastras. Aparecí en la enfermería. Eso es todo. Lo demás no importa.

He ido contra mis principios de no violencia, aunque no reivindiqué más que la tabla, el 15 de julio, y las pertenencias de Puerto I, advirtiéndoles de que me iba a matar de la manera que he contado. Como siempre, hicieron caso omiso y yo realicé este acto imprudente e inoportuno.

Pienso que os he fallado a todxs, ya que he sido y soy un defensor constante de la no violencia. Este caso era distinto, pero fue violencia. Imagino que ahora aquellas personas a quienes recriminé por este tipo de actos tienen carta blanca para decirme de todo, o decirlo por ahí, en vez de a mí directamente. Como he sabido que están haciendo contracampaña contra mí, lo cual me suda la polla, porque sé bien que soy un guerrero y he luchado por mantener viva esta semilla que plantamos en 2015 mi Xavi y yo. De la COPEL a la APRE, posicionado. Deciros que estoy avergonzado es quedarme corto. Quien tenga algo que decirme, aquí me tiene. Dímelo a mí, no seas cobarde.

A pesar de que nada se quemó, los carceleros de guardia ese día tiraron todas mis pertenencias, todo, sin excepciones. Motivo por el cual me encuentro denunciando y en huelga de hambre individual, a pesar de que Mohamed El Hichou y Antonio Fabra dicen que se solidarizan conmigo y el domingo inician también huelga de hambre, cosa que no he podido evitar, ya que cada cual toma sus decisiones y, como yo he sido y soy un hermano con ellos, en respuesta, se solidarizan conmigo por la vulneración de derechos humanos y fundamentales. He denunciado y reclamado mis pertenencias, ya sea que las compren, las paguen, lo que sea, me da igual. He hecho una relación de la ropa, de los libros, de las gafas, de todo. Tengo unas chanclas, un pantalón corto y camiseta que me han dado los compañeros de la cuarta galería.

Pero a lo que voy es a pediros sinceras disculpas por no haber tenido autocontrol, aunque sí que lo hubo, en cierto modo, pues todo fue meditado profundamente. El fin de la reflexión es que soy un lastre, para mi familia: años de cárcel en cárcel, esto no puede ser. Mo me excuso, pero el cúmulo de todo me llevó a ese extremo.

Quien me quiera comprender que me comprenda. Quien me quiera criticar, que lo haga a mi persona, quien tenga “pena” de mí, que ni se moleste en escribirme. Quien piense que quiero arrastrar a alguien más esta huelga de hambre, se confunde; esto es personal mío. Así que rechazo de plano todo tipo de solidaridad. Nada de unirse a mi problema personal. Esto es solo mío, no corresponde a ninguna lucha en comuna. Si no os gusta el tono, leed otras cosas. Soy José Antonio Chavero Mejías, 9730081285, preso en lucha que no se mete en la vida de nadie. Esto no es parte de la lucha comunitaria, no está a diálogo ni es asunto de nadie más que mío, ni cabe acuerdo o apoyo de ningún tipo. Creo que lo he dejado claro, así que respetadme como os he respetado yo.

En lo comunitario, el 1 de octubre y luego en diciembre, sabremos todxs lxs que tenemos arrojos para luchar, ahí sí que nos solidarizamos con la tabla reivindicativa y la lucha. En esto otro no se espera la participación de nadie, es una simple comunicación que hago por haberos fallado y haberme fallado a mí mismo.

Salud y ánimo. Por una sociedad sin jaulas.

Albocàsser, noche del 4-VIII-2018

Nunca pensé que en mi mente se instalaría el deseo de la muerte. Es cierto que en la vida he tenido problemas suficientes como para pensar “hasta aquí he llegado”. Pero siempre he desechado la idea inmediatamente.

Podría poner las excusas que quiera, pero ninguna es válida para acabar con la vida, mi vida. Me he sentido un lastre para mi familia y, en parte, sigo pensando que lo soy, que todxs nosotrxs, dentro, somos una carga para lxs compañerxs de ahí fuera. Pero eso es solo mi pensamiento, mi opinión, en un mal momento, en un tiempo de mucho sufrimiento. Constante sufrimiento.

Todo el tiempo de traslados, de problemas, de verme despojado de mis pertenencias, de mi familia dando vueltas durante veinte años dando vueltas tras las rejas de las cárceles. Como mis compañerxs en la calle, de uno a otro talego. Como un dibujo animado al que persiguen sus cosas sin alcanzarle nunca. Como un número en esta sociedad de odios y envidias, de “personas” insensibles y de “gente” ciega, guiada por las pantallas de sus aparatos digitales, conducida a través del plasma por una serie de prostitutos del crimen organizado, del Estado policial y del Capital.

Por no conocer a mis sobrinas. Por no tener una vida con planes de futuro y, si los tengo, no sé si lograré alcanzarlos. Por estar inducido al suicidio por Instituciones Penitenciarias, con una serie de castigos constantes, de los cuales el verdadero motivo es un bolígrafo, un folio y mis palabras, mis reivindicaciones, mis pensamientos libertarios y mi constante propagación entre lxs presxs de esta lucha, de los porqués de la misma y de la necesidad de llevarla a la práctica. Todo lo cual seguiré haciendo.

De modo que la Institución Penitenciaria me ha ido encajando, colocando, donde no pueda propagar la llama y, a pesar de ello, me las he ingeniado para que lxs presxs de las cárceles por donde paso sepan lo que estamos haciendo. Cuando lxs pocxs que entienden el mensaje se suman a esta confrontación anticarcelaria y llegan las huelgas de hambre, las reivindicaciones, las quejas y las denuncias, el hecho de enseñar a la peña presa a realizar escritos, estén o no en la lucha, me echan a otro rincón.

Esta vez, tras el intento de suicidio y destrozo de la celda en la que me encontraba, la 33 de la cuarta galería de Villena, y tras trabar la puerta y poner todo tipo de combustible para impedirles la entrada a su celda, le metí fuego y al rato ya estaba sin conocimiento. No sé cómo consiguieron sacarme de allí, es que no lo llego a entender, ya que pude ver cómo quedó la celda, toda ella, entera, negra como un tizón. Me enteré por un preso de la celda contigua que, al ir a recoger mis pertenencias un ordenanza y decirle al carcelero que las cosas estaban bien, el carcelero le gritó: “tíralo todo, todo”, en un acto típico de los prostitutos del crimen organizado. Al final, decidí ponerme en huelga de hambre individualmente y sin comunicar nada, porque este asunto era personal, no era un problema que yo considere de la comunidad de lucha.

A pesar de todo, esos aislamientos son pequeños, de treinta y cinco “plazas” en cuatro galerías; primera, segunda y tercera de diez presos, y la cuarta de diez presos, en la que yo me encontraba. Mohamed El Hichou, uno de nuestros compañeros en lucha se sumó a la huelga de hambre y creo que también Antonio Fabra, según él me dijo. Quizá todo eso detonó que me mandaran en primer grado, primera fase, a Castellón II, Albocàsser. Al pasar por Picassent, me pusieron en la misma galería que el compañero Adrián, lo cual me supuso un alivio, un respiro, aunque momentáneo, porque por la mañana salía para Castellón II. Pudimos comunicarnos (…), me mandó ropa y una radio pequeña, lo cual agradezco en grado sumo. Gracias, compañero.

Y aquí estoy, preso con otro chaval musulmán. Siempre me ponen solo con musulmanes, lo cual ya dudo de si no será una treta de Instituciones Penitenciarias, para que los sociópatas estos puedan, en un momento dado, acusarme de “radicalizarme” o algo por el estilo, lo cual no me extrañaría. Aunque ya saben que yo ni Dios ni amo, ni patria, ni bandera. Mi bandera es un trapo negro por mis compañerxs asesinadxs en las cárceles del Estado criminal español.

La conclusión final de mi intento de morir es la de vivir luchando, ya que no concibo otra forma de vida en las cárceles, reivindicar, denunciar y sacar la basura carcelaria. Coordinación, comunicación, propuestas, ideas que vengan de fuera y de dentro, diálogo y decisiones conjuntas.

En cuanto a las acciones, pienso que no sirven de nada las huelgas de hambre individuales, ni hacernos daño cortándonos, ahorcándonos, quemándonos, etc. Es cierto que he cometido hace poco dos actos que no concibo para luchar: ponerme en huelga individualmente y pretender quemarme o morir axfisiado. De estos hechos os pido disculpas, dentro y fuera y, si es necesario, me comeré las charlas que del corazón salgan. Lo que no voy a permitir es que me machaquen; si alguien tiene algo que decir sobre este asunto, que me lo diga a mí. Si de esto se pretende hacer teatro, estoy lo suficientemente concienciado para caminar solo, sin nadie dentro ni fuera. No variará mi rumbo, porque yo lucho por lxs que están bajo la tierra y algunxs de lxs que quedan vivxs de COPEL y APRE (r), mis guías y mis maestrxs.

Me despido de todxs vosotrxs, quienes sí lucháis honestamente contra las jaulas, desde dentro y desde fuera de las mismas. Que no se preocupe nadie, que me encuentro bien, tanto física como mentalmente, y que lo siento, siento haber dejado que se instalara en mí o en mi inconsciente tanta mierda como para actuar así, sin pensar más que en mí, egoístamente. No creo que sea el camino ni de coña, pero en ocasiones pasa que te tienes que equivocar para aprender, y yo he aprendido que voy a vivir, que el castigo, la presión, el estar sin pertenencias tiene solución, lo que no tiene solución es la muerte.

Una cosa más, con toda la peña que me escribo, he perdido no, han tirado a la basura todo, las direcciones, los contratos de teléfono, todo, así que, si queréis escribir, yo iré recabando lxs remitentes y contestando cuando pueda. Tened en cuenta que solo tengo dos cartas de salida por semana. Pero contesto siempre, eso sí es una máxima. Cuidaros. Aquí lucharé a diario. Salud.

Toni Chavero Mejías

Desde Dentro: Propuesta De Lucha Colectiva Para Ser Difundida Y Debatida Dentro Y Fuera

Más Información En Tokata Sobre Luchas Actuales Dentro De Las Cárceles Del Estado Español

Motivos, Condiciones Y Posibilidades Para Una Lucha Social Anticarcelaria

Noticias Sobre La Huelga De Hambre De Octubre

¡No Olvidéis A Lxs Presxs En Lucha! [Lista Actualizada, 22-VIII-2018]

Huelga de hambre octubre 2018 La cárcel mata Presxs en lucha

El domingo pasado, fueron dos compañeras a la cárcel de Villena, a visitar a Toni Chavero. A través de los sucios cristales del locutorio del módulo de aislamiento, con los boqueras escuchando la conversación, ya que tiene todas las comunicaciones intervenidas (cartas, teléfono, locutorio), le vieron muy nervioso e indignado. Les contó que llevaba varios días en huelga de hambre. La empezó después de haber quemado el colchón mientras estaba encerrado en su celda. Lo hizo con ánimo suicida, agobiado por el acoso al que le estaban sometiendo los carceleros en el departamento de aislamiento de esa cárcel. Perdió la conciencia por haber inhalado los gases tóxicos que desprendía el colchón al arder y fue sacado in extremis de la celda. Cuando despertó, estaba encerrado en otra celda y no tenía consigo ninguna de sus pertenencias: ropa, libros, fotografías, papeles personales… Preguntó por ellas y no le dijeron nada. Las reclamó y tampoco obtuvo respuesta satisfactoria. Habían pasado varios días y no se las habían devuelto ni dado noticia de lo sucedido con ellas. Otro preso le contó que se las habían tirado a la basura por orden de un determinado carcelero. A Toni ya le habían dejado sin muchas de sus cosas cuando le trasladaron desde Puerto I, en enero pasado. La mayor parte de su ropa y libros y un televisor que tenía se quedaron en Cádiz y, siete meses después, aún no ha conseguido que se las entreguen. Esto de despojar a las personas presas que luchan por mantener su integridad, durante los traslados o con cualquier otra excusa, es práctica habitual. Así les dejan desnudos, sin sus libros, escritos y cosas personales, así debilitan su subjetividad, así les cosifican. Las cosas de Peque, por ejemplo, todavía están en Albocàsser, cuando él fue trasladado a Puerto III, hace más de dos meses. Con excusas burocráticas, se han negado a entregárselas a su abogado y amigos que comunicaban con él, cuando han ido a recogerlas. En Puerto I todavía tienen cosas suyas, que se quedaron allí hace años cuando fue trasladado una de tantas veces. Ayer, fueron a  la cárcel de Villena unos compañeros, uno de ellos abogado, a llevarle ropa a Toni y ver si quería poner alguna denuncia. Les dijeron que no podían verle, porque ya estaba en el canguro que había de trasladarle hacía la cárcel de Albocàsser, la peor cárcel del Estado español, su nuevo destino. Toni necesita ahora mismo un apoyo especial y que los carceleros vean que no está solo, justo ahora, cuando están haciendo tanta fuerza para quebrarle. La dirección podéis encontrarla en el último enlace de los que ponemos abajo, que conduce a la lista de prexs en lucha. Los compañeros Mohamed El Hichou El Yaziji y Antonio Fabra Belmonte están también ahora mismo en huelga de hambre en la cárcel de Vilena apoyando a Toni Chavero.

Por qué reivindicamos

A lxs presxs en acción antirrepresiva.

Lógicamente, no todxs lxs presxs luchamos por una misma razón. Ahí reside, sin embargo, la riqueza del ser humanx. Cada quien tendrá razones personales y muy suyas, como podrían ser las muertes, asesinatos de compañerxs, amigxs, familiares… Otrxs lo harán por pura rebeldía sin más que porque sienten rabia contra la cárcel. Otrxs lo harán porque comprenden que es necesario que exista una llama encendida en defensa de nuestros “derechos”, reconocidos en sus “leyes”, pero vulnerados sistemáticamente en su práctica real, y en contra de sus procedimientos violentos.

Al final, aunque cada cual tenga diferentes motivaciones, todas ellas lícitas y respetables, de alguna manera estamos unidos por varios nexos que nos conducen a una lucha común. Uno es que no estamos de acuerdo ni con los procedimientos punitivos ni con el sistema carcelario y comprendemos su inutilidad en la sociedad del libre pensamiento, no en la del Capital y el Estado policial, ni en lo que llaman “Sociedad” o “Democracia”.

Y, por otro lado, algunxs presxs nos hemos comprometido con una tabla reivindicativa y unos actos, meramente simbólicos, para defenderla, con o sin ayunos, los primeros de mes, algunxs, y otrxs también a mediados. En fin, esta para mí es la razón que nos tiene hoy aquí. Dicha tabla no viene del ahora, ni mucho menos, sino que mucho antes que nosotrxs hubo grupos y asociaciones de presxs que reivindicaban prácticamente las mismas cosas. Tenemos el ejemplo de la COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha), en los 76-78; lxs presxs que se atrevieron a denunciar las torturas en Herrera de la Mancha, en el 79; lxs que denunciaron el hacinamiento y la miseria en las cárceles, en los 81-83; los que intentaban la fuga por las bravas, tomando rehenes, del 83 al 89, y, si no lo conseguían obligaban a difundir una tabla reivindicativa denunciando los tratos crueles, inhumanos y degradantes que se daban entonces, lo mismo que ahora, en las cárceles; la APRE (Asociación de Presos en Régimen especial), del 89 al 91; la lucha contra el FIES, del 99 al 2002; y otros intentos más recientes, como la campaña contra la cadena perpetua, en el 2009, o la que se hizo contra la tortura en las cárceles entre 2011 y 2013. En algunos de estos intentos se empelaron siglas, en otros no, algunos tuvieron una cierta continuidad, coherencia y solidez, otros duraron poco o tuvieron poca sustancia o simplemente se desmontaron antes casi de empezar. Y ahora estamos nostrxs, “lxs presxs en lucha activa”.

En la actualidad y, aunque algunxs, por falta de experiencia, queríamos luchar como se luchaba antaño, no era posible, simplemente, no se pueden comparar las cárceles y medidas de seguridad de los 70, 80 e incluso 90, a las de hoy. Por tanto, no podríamos traer el ayer a hoy, es del todo imposible. Pero queríamos luchar, cada quien por sus motivos, como he dicho, pero luchar. He detenerme aquí y hacer un “inciso”. La palabra “luchar” puede llamar a engaño, luchar no solo es pelear a cuchillo, puñetazos o lo que sea, luchar es mantener un posicionamiento en tus creencias y reivindicar los días que se ha acordado, haciendo llegar nuestras reivindicaciones a quien corresponda, como grupo de personas contra el sistema penal, sin hacer más uso de la violencia que en uso de tu legítima defensa de tu vida, de tu integridad física y moral y de tu dignidad. Esta lucha del hoy, del ahora, no tiene nada que ver con las que hubo antaño. Hoy en día, secuestras a un carcelero y son lxs propios presxs quienes le defienden, cosa que antes era impensable, sinónimo de morir o de salir por patas a refugiarse. Por tanto, si las cárceles han cambiado tanto, las luchas han debido de adaptarse al hoy, es así de simple.

Si al final todxs luchamos reivindicando lo mismo, yo me pregunto qué impedimentos tenemos para hacerlo unidxs. Ya sabemos por qué luchamos: simple, por que se cumplan las leyes a corto y medio plazo, a largo plazo, por la abolición de las cárceles. ¿Estamos de acuerdo en esto? Si la respuesta es sí, qué problema hay, por ejemplo, en la organización de una huelga de hambre simbólica, como la que hemos tenido estos días atrás. Si tdxs somos presxs y todxs estamos de acuerdo en los doce puntos reivindicativos, muchxs abiertxs a meter algún punto más ¿por qué no? ¿Pero por qué no tenemos la capacidad de articularnos como unx solo? De nada sirven rencores, creerse por encima de nadie, todxs somos iguales, sencillez, humanidad.

Me llama la atención este hecho, porque, simplemente, no lo comprendo. Me gustaría que lxs compañerxs en lucha activa abramos un debate en torno a esta imposibilidad de unión. ¿Qué creéis que está sucediendo? Podemos poner las cartas encima de la mesa y llegar a visualizar el problema de la unión. Si hay piques, si hay individualismo si hay… yo qué sé, ¿habrá que hablar como personas? Creo que somos más que capaces de unirnos para lo que sea. Estoy seguro de todxs vosotrxs, no dudo, solo sé que tenemos dificultades que tenemos que sortear, que entre nosotrx no somos capaces de articularnos. ¿Qué damos a entender a lxs carcelerxs? ¿Que somos incapaces de hacer fuerza? ¡Pero no lo somos! Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Por qué creéis vosotrxs compñerxs que esta desunión es tan patente?

Yo creo que hay piques, que algunx piensa que hay jefxs, que no nos da la gana de unirnos, porque realmente no tenemos espíritu de lucha… tengo esas cosas, esos pensamientos que dejo (yo, Toni) encima de la mesa. Ya os aseguro que de jefes nada, aquí lo que se pretende es una autoorganización, y no la estamos consiguiendo. ¿Por qué? Por mil razones, paranoias y cosas así. Todxs proponemxs y todxs disponemos, es decir, hay una propuesta, se comunica, se dialoga, se llega a acuerdos y actuamos tdxs a una. Esa es la propuesta que, junto con Peque, porque estamos en la misma onda, decidimos poner a debate. Propuesta, no imposición, eso no existe entra nosotrxs.

Simplemente, un debate, una propuesta. Si esto es entendido como algún tipo de “orden” por algunxs que quizás no comprenden el funcionamiento horizontal, en el cual todxs somos iguales, es sencillamente un error de comprensión, de lectura de dicha propuesta. Pero aquí nadie es jefe de nadie. ¿Cómo podemos ir contra el Autoritarismo siendo autoritarios?

Por eso digo que no nos cortemos. Pongamos todo lo que hay encima de la mesa, dialoguemos, discutamos, hablemos. Porque, si no, ¿qué hacemos? Si no hay comunicación no hay nada. Si yo no cojo un boli y me pongo a escribir esto, cómo lo vais a saber. La telepatía no funciona. ¡Joder! Si todxs queremos lo mismo y vamos a lo mismo, seamos sensatxs y prácticos, no hagamos divisiones, que de eso ya se encarga la SGIP. No les ayudemos mostrándonos desunidxs.

Creo que somos más que capaces de mostrarle a la bestia-cárcel lo unidxs que estamos y la firmeza de nuestra crítica a este sistema asesino. Quien quiera poner algo encima de la mesa. El debate es de todxs por igual, así que siente la libertad de decir tu opinión sin que nadie te juzgue. Y pensad, ¿por qué reivindicamos? Un saludo cordial y un abrazo.

Toni Chavero Mejías

Cárcel=Tortura Huelga de hambre octubre 2018 Presxs en lucha