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RESISTIR ES VENCER:
La desatención y el abandono en los temas de salud de las personas presas hace muy necesario este abordaje. Es palmario que no podemos esperar, sin lucha, mejoras en dicha atención. Pero a la vez desde dentro de la prisión se puede darle una respuesta al sistema punitivo, con el enfoque de autogestión.
Esta requiere estudio, conocimiento del propio cuerpo y voluntad, pero de ninguna de estas premisas nos pueden privar los carceleros, porque nos pertenecen a cada uno, y comenzar a hacer uso de ellas nos pone en el camino de la libertad. Los ejemplos más extremos los están protagonizando los presos anarquistas en huelga de hambre (como paradigma, la lucha de Alfredo Cospito contra el 41bis nos demuestra esa determinación y valores). Hacer frente al sistema carcelario es posible y debemos ponernos a la tarea, divulgando prácticas de salud y control mental, conocimientos básicos de alimentación sana, manejo del dolor (puntos de acupresión, analgésicos esenciales, y sobre todo intentar compartir estas actividades con otras personas presas y con los entornos familiares y afectivos bajo el principio de la solidaridad y el apoyo mutuo. De todo ello hablaremos en esta charla de Salamanca y en las que surjan o a través del boletín Tokata, con el que colaboramos, Gonzalo, de Solidarios de la sanidad, y OTEANDO.
Más información: Jornadas anticarcelarias Madrid, 2022-2023
LA SUB MEDICINA EN LAS PRISIONES VA DE MAL EN PEOR
Pocos, mal pagados, escudo de los carceleros con que cumplir las normas represivas más abyectas, y dependiendo siempre en sus decisiones del placet de los superiores jerárquicos (Director y Jefes de Servicio ) de las prisiones donde ejercen lo que podriamos llamar SUBMEDICINA, así llevan gestándose las condiciones de trabajo de quienes la practican. Por eso más de la mitad de las plantillas de médicos de las cárceles españolas han abandonado ya el barco. A bordo quedan sin citas externas de sus problemas crónicos, sin otra cosa que pastillas para dormirse o despertar, alternando en los casos menos sumisos las contenciones mecánicas, las palizas y el aislamiento, pensando en el suicidio, llevándolo a cabo o, simplemente, muriendo lentamente.
¿Qué se puede esperar de la privatización que se implanta ya de forma acelerada y creciente en la Sanidad Penitenciaria, como en Cáceres, A Lama, Teixeiro, Cuenca, Mallorca…?
Si echamos un vistazo a todas y cada una de las «externalizaciones» de servicios públicos, y estando legitimado por los Gobiernos su derecho a sacar rentabilidad económica a sus prestaciones, el dibujo ya está hecho:
Restricciones de todo tipo, precariedad absoluta de sus trabajadores, y baja calidad de la asistencia que presten. SI ÉRAMOS POCOS, PARIÓ LA ABUELA.
Por eso y por la dignidad de las personas encarceladas planteamos la AUTOGESTIÓN DE LA SALUD, como herramienta de lucha y resistencia.
AUTOGESTIÓN COMPARTIDA DE LA SALUD DE LAS PERSONAS PRESAS
El viernes 11 de Noviembre presentaré en Valladolid una Guía para la Autogestión de la Salud compartida en las prisiones, con la pretensión de contribuir a la lucha de las personas presas por sus derechos y de que sirva como herramienta contra el poder punitivo penitenciario. Ni se trata de algo novedoso ni es una ocurrencia mía. Por el contrario, aquí se plantea una alternativa al estado catastrófico de la llamada sanidad penitenciaria y con medios al alcance de todas las presas y todos los presos, ya que la prespectiva a muy corto plazo de la asistencia que actualmente se recibe y más donde no hay transferencias en esta materia (sin apenas salidas a consultas hospitalarias y tratamientos fuera de la mayoría las prisiones ) es a empeorar más si cabe y conduce aceleradamente a la privatización con medios cuartelarios ya iniciada. Por eso me parece oportuno plantearla y estimo que es muy necesaria. He tratado de compilar diversos trabajos previos de salud mental: el de Javier Erro «Saldremos de esta» y las diversas prácticas de relajación que se sugieren en el texto de los presos italianos de la carcel de Cuneo «Manual de supervivencia en la cárcel», así como los manuales del colectivo Sumendi y particularmente el de Antonio Palomar sobre el Poder curativo del cuerpo, en temas de nutrición o el clásico de Eneko Landáburu («Cuídate compa»), y finalmente el libro de Nicole Rose «la herbolaria de lxs presxs». Pero, sobre todo, este planteamiento debe basarse en los principios del Apoyo Mutuo y por tanto compartido y apoyado en la idea de OMNIA SUNT COMMUNIA por cuantos participen. Esto es innegociable, pues, respetando las individualidades, concebimos imprescindible la acción colectiva.
Gonzalo Tejerina Lobo
El viernes, 11 de noviembre, a las 19:00, en La Casa de las Palabras (C./ San Ignacio, 9. 47003 Valladolid)
Dejamos la intervención de Libertad Francés (Salhaketa Nafarroa) sobre salud y sanidad penitenciaria dentro de una mesa redonda titulada «Salud: acceso y cobertura universal ¿para todas?» organizada por Red Navarra de Lucha contra la Pobreza Y Exclusión Social. La charla se divide en dos partes. La primera toca los aspectos más genéricos de la falta de acceso a la sanidad y la segunda está más centrada en la cárcel de Pamplona ya que Navarra ya tiene asumidas las competencias en materia de sanidad en el ámbito penitenciario.
Compartimos parte de una publicación de lxs compis de La Corda, grupo anticarcelario de Reus/Tarragona. Se trata de una carta de «Pepo», que se encuentra en 91.3 en Madrid VII (Estremera). El compa cuenta su situación personal, y como siente el funcionamiento de carceleros, «médicos», educadores y demás engranaje represivo. También da recuerdos a varios compañeros. Debajo de la carta, ponemos su nombre completo y dirección por si alguien quiere escribirle. La imagen de arriba corresponde a la Marcha a la cárcel de Brians (Barcelona) que se realizó el pasado domingo, 16 de enero, y a la que acudieron unas 90 personas.
Aislamiento de Estremera (Madrid VII), diciembre 2021
¡Hello Compas! Tras cinco años de retiro por aquellos que prometieron tanto y hoy son un correo electrónico insulso, soy el Pepote, Cristo Miguel Brea de la Guardia para que los embusteros de AKAY sepan también quién, algunos como Adrián Poblete, Sánchez López, Mohamed El Hichou y ya… saben que pago 30 años de condena y actualmente vuelvo a malvivir en Estremera (Madrid VII) (…).
Por cierto Adrián, suerte con la expulsión pero si es para bien, OK, y saludos a los luchadores, pues luchar es vivir, y cuanto más encarnizada la lucha más intensa será nuestra vida mis guerreros/as…
Aquí los servicios médicos niegan las consultas. Medicuchos talegueros que se toman la libertad de rebajar y manipular las medicaciones que psiquiatras y traumatólogos han puesto tras diagnósticos por trastornos y lesiones causadas por 17 años de 19 aislado y palizas por toda su España, mayormente por no ser español ni de corazón, ni de condición, “diga un DNI”, maltrato psicológico a punta pala, una junta de veinteañeros y un educador prácticamente senil, que lo es (educador) hace 8 meses, y se atreve a decir tras 3 años de chape de esta baza, “que llevo poco y soy Brea”, por ello sin sanciones firmes aquí y todas pagadas de otros centros, a un mes de echar un permiso por primera vez en mi vida, estando en 91.3-RP, me piden segundo grado por lo que viene denegado hace dos meses que estaría en 91.2-RP “si supieran trabajar” y esta junta ya cancelado pasaría a segundo grado, y cancelado, valga la redundancia, echaría permisos con más de 20 años, dos tercios de mis 30 años de condena puesto que hasta el artículo 58.3 de la L.O.G.P, obligación del último tribunal sentenciador es obligación aplicarlo por la ley pro-reo y “tuve que lucharlo” pero me aplicaron el tiempo de condenado y preventivo como artículo 10, ¿les parece poco?
“Trago tanto como garganta profunda” por el último año, divorcio de los pay’s, suicidio de mi primo, suicidio de uno de los amigos que me asistía, mi abuelo de 93 años que aparte de enfermo, sordo, a quien no puedo decir un “te quiero”, que cuando mi padre biológico murió en prisión, él hizo de padre hasta llegar mi padrastro y el vínculo que con mi abuelo tengo es para fusilar a quien diga que si le pierdo no puedo bajar a verle a Las Palmas por no ser familiar directo.
Estoy haciendo lo posible por haber entrado a los 18 y salir antes de los 40, pero como no tengo conversaciones con los verdugos pues no valoran el cambio a mejor que son 9 meses que, menos chivarme, partir o doblar, parezco otra persona, y aquí solo progresan los “tragapilas y quema calcetines” por llorones y chivatos, también me perjudica que (menos Daniel Sánchez que es del rollo), el resto, cinco personas, han huido de la galería dando mi nombre sin haber tenido una sola pelea, “peligrosos apuñaladores” y tíos de 120 kilos de músculo que solo por el apodo y por mi personalidad, no ya antisocial si no que ya somos “ratones coloraos” y les vemos venir a kilómetros y prefiero conocerles.
Ahora con Daniel Sánchez de lujo, compañerismo, deporte y buena charla, pero médicos y el 50% de funcionarios buscabocas y embusteros, “muy mal”, luego jefes de servicio que hablan, cantan, cuentan y mienten que he dado un cambiazo pero llevo 7 meses que sigo estancado. Recurrí a vigilancia y denuncia al juzgado de guardia que estando en 91.3 se saltaron un grado de clasificación y me pidieron el segundo grado. El juzgado me desestima la incompetencia y vigilancia va y vuelve a pedirme el segundo grado y “vuelve desestimado”. ¡Vaya, que voy una revisión de retraso! Y el subdirector me dijo que pidiera un adelantamiento de revisión (mi derecho tras dos revisiones) y se niega el educador verde que tenemos, me pide por mi “extrema peligrosidad” una nota meritoria y aquí no hay manera. Los 91.3 “por lo visto recibimos un tratamiento” y “no nos adaptamos a él”, solo tenemos veintiuna horas de celda y tres de patio, y aquí no dan ni los puntos trimestrales para justificar dicho tratamiento. Increible pero cierto.
Sigo en la brecha. Ánimo mis guerreros, en especial Poblete, Hichou y Dani.
¡Feliz Navidad por Villacandao, compas! ¡Qué no decaiga! ¡Tristes ellos!
Cristo Miguel Brea de la Guardia
Centro Penitenciario Madrid VII
Ctra M-241. Km 5,750
28595 Estremera (Madrid)
Compartimos esta carta de José Antonio Molina Barrilao, sacada del blog del grupo anticarcelario de Tarragona La Corda. El compañero relata el abandono médico que lo está machacando: no le atienden los médicos en relación a su artritis y las caídas que ha sufrido, no le dan su medicación crónica del colon, ni tampoco le hacen las analíticas trimestrales. Animamos a escribirle para darle apoyo, ya que comenta que se siente solo y que necesita tener contacto con personas del exterior.
Cárcel de Estremera, Madrid. 25 de febrero de 2021
Saludos a M, P y lxs demás compas del grupo.
¡Hola X! Como estás? Mis mayores deseos que tanto tú como tu entorno os encontréis lo mejor posible. Ante todo pido disculpas por no haber contestado antes, disculpas de corazón. X, no estoy muy bien que pueda decir. Estoy depresivo y con tantos dolores en los huesos por la artítis, el brazo derecho me duele y no tengo fuerza, hasta pierdo la sensibilidad y el tacto en la mano. Ya hace un año que tuve las caídas, lesionándome, sin que estos sanguinarios de médicos hagan nada, y tuve otra caída hace dos días que me ha dejado mas dañado en una parte de la espalda. Pero bueno, aguanto… No me dan la medicación crónica del colon (pancolitis) y tampoco me hacen las analíticas trimestrales desde hace un año que estoy aquí, ni tampoco después de pasar la huelga de hambre. Aquí lo que quieren es que unx se muera.
Estoy viendo lo que está pasando por el rapero, y ya quisiera yo estar allí con todxs. Viva todxs vosotrxs. Mi apoyo a Pablo Hasel y muerte al Estado corrupto.
¡Ah! No sé que pasó con lo que escribí cuando se inició la huelga de hambre rotativa, lo que yo le envié a L, a Valencia y no lo he visto, al igual que vosotrxs creo… Pero bueno, lo que pueda te lo haré llegar a ti.
X, seguimos en contacto, claro que si. Estoy solo pero al menos les tengo a ustedes. Os necesito ver, hablar, un teléfono para llamar, ya que me encuentro mal. Los torturadores estos que dicen ser médicos no me atienden y no soluciono el dolor que padezco dia tras dia. Ya he tenido varias veces intención de matarlos o matarme. Me siento muy solo… Si tuviese un abogado que moviese mis causas, que estoy en 42 y 6 meses, me podría ir en verano. Llevo 19 años preso y todo lo que dicen los periódicos de Granada (Ideal) es denuncíiable. No tengo problema en contar todo de mí, porque estoy condenado por un homicidio que no he cometido.
Quiero que todo lo mío lo publiquéis con todos mis datos, que miedo a nada. Que se muera el puto gobierno y los opresores. ¡Hasta la victoria siempre!
Cuidate mucho, besitos y saludos a lxs demás.
Barrilao
Propuesta De Lucha Colectiva Para Ser Difundida Y Debatida Dentro Y Fuera (Renovada)
!No Olvideis A Lxs Presxs En Lucha! (Lista Actualizada, 02-04-2021)
Desde la cárcel de Villena, llegan noticias de que se ha confinado a las aproximadamente cien personas que están encerradas en el módulo 2. Según la versión de los boqueras, se debe a que dos personas han dado positivo en una prueba para detectar el coronavirus. Una de ellas fue sacada al hospital a finales de septiembre por una supuesta sobredosis de drogas. A los tres o cuatro días de estar ingresado le devuelven a la cárcel, donde no le ponen en cuarentena ni nada. Tampoco le han hecho análisis de coronavirus en el hospital. A los cuatro o cinco días, por tener algún síntoma, les hacen un análisis a él y a su compañero de celda. Los dos dan positivo. Así que deciden aislarles a ellos en la celda y a todo el módulo del resto de la cárcel, lo cual quiere decir que no pueden salir ni siquiera a comunicar por cristales. Hay otros dos presos que han quedado aislados en una celda por habérseles detectado fiebre alta. A partir de mediados de septiembre, los módulos 1, 2, 5 y 8 de la misma cárcel, con unos cuatrocientos presos encerrados en ellos, también fueron aislados ocho días, durante los que no hicieron ningún análisis ni nada parecido. Una profesora que había estado haciendo entrevistas para ver quien se apuntaba a la escuela en todos esos módulos, pasados unos quince días, dio positivo en un análisis de coronavirus. Desde entonces, se les toma la temperatura a los presos con una de esas pistolitas al efecto. Lo hace otro preso, abriendo un poco la puerta de las celdas por las mañanas. Por lo demás, no hacen ningún otro tipo de prueba, no entran médicos ni enfermeros al módulo para nada, reparten la medicación desde la garita, no te sacan a enfermería a no ser que te estés muriendo. En Villena ya no se comunica vis a vis, lo mismo que en al menos otras cincuenta cárceles de la SGIP, y tampoco en las de Cataluña. Las medidas preventivas reales son inexistentes, la sanidad penitencia es totalmente inoperante, lo único que se hace es restringir derechos y endurecer las condiciones de vida, cuando, si hay riesgo de que se propague el COVID en las cárceles, habría que excarcelar al mayor número posible de personas presas, como se ha hecho en muchos otros países, empezando por los grupos de riesgo: enfermos graves y crónicos y personas mayores de sesenta años, especialmente. Pero nada de eso. A continuación, un escrito de una compañera de la asociación Familias Frente a la Crueldad Carcelaria explicando bien la situación de mediados de septiembre en la cárcel de Villena y opinando lúcidamente sobre el tema.
LA JUSTICIA, UN ESPERPENTO QUE SE SUPERA DÍA A DÍA
Si en condiciones normales, sin coronavirus de por medio, las personas que estamos en la calle vemos, día a día, recortados, vulnerados arbitrariamente nuestros derechos, con escasas o nulas posibilidades de obtener Justicia de instituciones mafiosas que merecen todo nuestro desprecio, en tiempos de “crisis sanitaria”, bajo la declaración del Estado de alarma se siguen aplicado medidas propias del Estado de excepción, con todo lo que representa de pérdida de derechos y libertades. En el submundo de las cárceles donde la arbitrariedad, la impunidad, la indefensión son los “valores” del sistema, la llegada del Coronavirus ha supuesto para lxs presxs una vuelta de tuerca más. Denegación de permisos o penalización a lxs “afortunados” que los obtenían con 15 días de aislamiento. Supresión de las visitas durante tres meses. Por contra, los carceleros, siguieron manteniendo prácticamente la misma rutina que antes del confinamiento respecto a las entradas y salidas de los centros penitenciarios. Al parecer, se consideró que desempeñaban una “actividad esencial“ y se convirtieron, como quedó demostrado, en el principal foco de infección. Abandono de los internos por parte del personal sanitario y educadores. Cierre de los talleres. Suspensión de los cursos de formación…
De vuelta a la “normalidad” nos encontramos en la cárcel Alicante II en Villena con un Protocolo de Seguridad para las visitas: llevar puesta la mascarilla cubriendo la nariz y la boca, (en esta medida y en lo concerniente al mantenimiento de la distancia de seguridad en los diferentes controles, la mayoría de los carceleros permiten cierto relajo); rellenar con tus datos y firmar un escrito en el que, si no recuerdo mal, das tu palabra de no estar infectada por la COVID 19, de no padecer ningún síntoma de la enfermedad, si dudas porque no tiene ninguna garantía de que así sea, el/la funcionario/a de turno te indica amablemente que la única forma de realizar la visita es entregar el escrito cumplimentado, no importa que no tenga ninguna credibilidad, lo importante es que la burocracia siga su curso. Después pasar, además, los controles habituales, puedes disfrutar de un encuentro por cristales de 45 minutos.
Otra medida preventiva, en esta ocasión para evitar los contagios entre las visitas, ha sido quitar los asientos en recepción y en la sala donde nos concentran a medida que huellamos y superamos el escáner, sustituyéndolos por unas marcas blancas en el suelo que dividen y organizan el espacio indicando las posiciones que debemos ocupar para guardar la distancia de seguridad. Durante el tiempo de espera (recomiendan estar una hora antes de la que se tiene establecida para la visita) tenemos tres opciones: primera, sentarnos en el suelo; segunda, permanecer de pie, (llevar muletas, ser mayor, tener problemas de salud, estar cansadx etc. no es relevante); y tercera, entrar en la cafetería, consumir y disfrutar de una silla de plástico y de un aroma a grasa de cocina rancia. La desinfección de unas cuantas sillas de plástico parece ser que el presupuesto carcelario no se lo puede permitir.
En el caso que nos ocupa el contacto con la persona infectada fue de unas 20 personas por módulo, según indica El Periódico de Villena se produjo el día uno de septiembre, el miércoles 16, cuando acordaron el confinamiento preventivo, ya habían transcurrido 15 días desde que se produjera el contacto, 15 días en los que los presos contactados se movieron libremente por el módulo sin que se haya detectado hasta el momento ningún caso de contagio. Qué sentido tiene mantener el confinamiento 15 días más, por qué privarles de las visitas de sus seres queridos, de los permisos… por qué seguir con la represión barata.
Cuando se declaró el confinamiento, el director de la cárcel de Villena se dirigió a los internos y les aseguró que no iban a perderse los vis a vis, que cuando pasase la crisis se recuperarían. Se abrieron las cárceles, se reiniciaron las visitas pero al solicitar que los vis a vis perdidos se pudiesen acumular dos en un mismo día la respuesta fue «no está permitido». Pedimos el acercamiento de los presxs a su entorno y medidas que no graven más la precaria economía de familiares y amigos. Estamos a favor de la abolición de las cárceles, pero mientras esto llega consideramos que hoy más que nunca es necesario que Instituciones Penitenciarias ponga en marcha medidas no punitivas para afrontar la crisis sanitaria que vivimos; la excarcelación de las personas de riesgo: enfermos graves, ancianos, presos preventivos, para que puedan recibir tratamiento médico y los cuidados de las personas de las personas de su entorno.
Comentamos las vicisitudes de la huelga de hambre rotativa en defensa de la salud y la vida de la gente presa, leyendo un comunicado de Peque, el compañero que está terminando el segundo turno en el momento de grabar el programa, y otro de otro compañero participante. Nos hacemos eco de otras propuestas de afrontar las mismas situaciones como, por ejemplo, la convocatoria de una marcha a la cárcel de A Lama en defensa del derecho a la salud de lxs presxs. Hablamos de algunas muertes recientes en prisión y, finalmente, con un compañero abogado de cómo están las cosas en el aislamiento de Villena, de la situación de un compañero preso allí que, padeciendo problemas psiquiátricos ha recibido recientemente varias palizas, lo cual no es la primera vez que le sucede. Hacemos algunas reflexiones sobre cómo afrontar la problemática de lxs enfermxs mentales encarceladxs.
La población reclusa en cárceles españolas está, generalmente, enferma –»eso no lo niega nadie»– y, además, abandonada, pues no recibe los cuidados que necesita, teniendo en cuenta, por otra parte, que la vida en la cárcel mermaría considerablemente la salud de cualquiera, aunque estuviera bien cuidado. Pero no es así en ningún caso, sino todo lo contrario: desde los rutinarios malos tratos, la tortura impune y los regímenes de castigo en sus diversos grados, pasando por todo tipo de privaciones (sensorial, afectiva, relacional, cultural, etc.) o por la falta de higiene o el consumo fácil de todo tipo de drogas, hasta llegar a una desatención médio-sanitaria casi total, el paso por la cárcel consiste en verse sometido a un proceso de debilitamiento psicofísico que lleva a muchas personas a la muerte. De todo eso trata el siguiente texto, que nos ha llegado por correo electrónico sin que sepamos quién lo ha escrito, aunque quien sea parece saber de qué está hablando (posteriormente, hemos encontrado la versión en galego publicada en el portal anarquista pecoras.info). Describe con profusión de detalles los resultados de la «política sanitaria» que los gobernantes españoles han aplicado siempre, hasta hoy, en sus cárceles, y le da el nombre que merece: una política de exterminio. Así, coincide en gran medida con la visión del problema que vienen exponiendo lxs presxs en lucha en su tabla reivindicativa de 14 puntos y en el planteamiento de la huelga de hambre rotativa que está en marcha desde el 1 de septiembre para denunciar públicamente todos esos detalles concretos que hacen del sistema penitenciario español una máquina trituradora. Arriba ponemos un cartel en galego que se hace eco de la huelga de hambre rotativa y de los nombres de los presos en lucha que participan en ella durante este mes de septiembre.
DESATENCIÓN SANITARIA
La cárcel no sirve para cubrir carencias de salud y sólo contribuye parcialmente a las políticas de seguridad al inocuizar temporalmente a enfermos, discapacitados, toxicómanos y alcohólicos.
Más del 70% del personal en prisiones se dedica a vigilancia y un escaso 6% a tareas sanitarias. Falta personal, equipamientos y presupuesto.
El personal sanitario es el que debería preservar estos derechos; aún más, teniendo en cuenta la vulnerabilidad de sus pacientes.
Porque, que la población reclusa está enferma no lo niega nadie. Más de la mitad son toxicómanxs, otrxs tantxs tienen trastorno mental y en altos porcentajes padecen enfermedades crónicas tales como diabetes, insuficiencia crónica, epilepsia, asma… Además de enfermedades infecciosas y transmisibles como tuberculosis y VIH entre otras.
El 80% de lxs presxs consume psicofármacos y al menos el 40% drogas.
Más de 500 presxs se han suicidado desde el año 2000 y otrxs tantxs han muerto por sobredosis. Estas son las muertes mayoritarias y vienen a formar parte de las mal llamadas “muertes naturales”. Y, por supuesto, no entran en las estadísticas aquellxs que murieron en la calle al poco de salir en libertad por enfermedad grave.
Más que una política sanitaria lo que impera en la cárcel es una política de exterminio que se ejecuta con total impunidad. Los médicos se niegan a redactar los partes de lesiones cuando les golpean o les torturan. Sin olvidar la contención mecánica comúnmente conocida como camisa de fuerza, la cual forma parte del trato degradante de las torturas, dándose 7000 casos al año de modo regimental y provocando problemas médicos por opresión de los órganos o incluso un cuadro de hipoglucemia en el caso de una persona con diabetes.
En el caso de muerte o mejor dicho asesinato, los familiares se encuentran con ocultación de pruebas, informes falsos y grandes dificultades para que se realicen segundas autopsias.
Según los artículos 104.4 y 196 del Reglamento Penitenciario, existe una total violación del derecho que tienen los presxs de pasar sus últimos días de vida con los suyos.
El acceso de las personas presas a la sanidad en España es precario; tienen una salud extraordinariamente más quebrantada que las personas en libertad. El Estado no garantiza la salud de los presxs.
Los médicos de prisiones no dependen ni del Ministerio de Sanidad ni de las Consejerías de las Comunidades Autónomas, sino del Ministerio del Interior. La dependencia de los médicos al Ministerio de Interior hace difícil conjugar la normativa penitenciaria con el acto médico.
Existen diferentes programas según adicción o patología: dependencias para trastornos mentales, dependencias para toxicómanos, programas de prevención y control de la tuberculosis, programa de vacunaciones, programas de prevención de enfermedades de transmisión parental y sexual y de prevención y control de la infección VIH y hepatitis C, vigilancia epidemiológica de enfermedades transmisibles y no transmisibles, plan de prevención de suicidios… pero nada de esto se aplica.
En este clima, se hace imposible respetar los derechos del recluso-paciente, entre otros, el derecho a la intimidad ya la confidencialidad de las informaciones relacionadas con la salud, el derecho al consentimiento informado y a renunciar a un tratamiento, el derecho a unas condiciones básicas de salud y a una atención sanitaria aceptable.
Sería necesario eliminar los regímenes de aislamiento, perseguir y terminar con la impunidad para torturar y realizar tratos degradantes, establecer criterios para una penalidad racional en la duración y en la proporcionalidad, evitar la existencia de cadenas perpetuas, acabar con la dispersión como castigo a lxs presxs y a sus familias y dotar a las cárceles de una sanidad equiparable a la que disfrutamos las personas en libertad.
Todo médico tiene que velar por que no se cometa ningún abuso contra ninguna persona, pero queda patente la indefensión de lxs presxs que crean los servicios médicos dentro de los centros penitenciarios.
Abuso de opiáceos, descontrol en la repartición y dosificación de la medicación (incluso llegando a dar la medicación toda junta en caso de puentes y festivos) siendo conscientes de las sobredosis que se dan, del trapicheo de pastillas y de la consecuente generación de conflictos; pasar por alto y no diagnosticar enfermedades crónicas y muy graves, suministrar medicación forzosa mediante técnicas de engaño.
Si te encuentras enfermx y necesitas que te vea un médico hay que apuntarse un día antes, y quien decide poner en conocimiento del médico es el funcionario, el carcelero; es decir, depende de que te crea o no te crea.
El diagnóstico normalmente para todxs es casi el mismo. Siempre unx tiene dolores o duerme mal o va con problemas de metadona o psicológicos o psiquiátricos. Y como ya son conocidos los problemas, no les dan la importancia que se requiere. Y todo es rutinario.
Las enfermedades serias son diagnosticadas tarde o ni incluso eso. La exploración en la cárcel es visual. Y si sientes un dolor, paracetamol y, si no, ibuprofeno, y ya está. Te consideran enfermo crónico si eres drogodependiente, esta es la enfermedad que tienes y todos los problemas que vayas allí a exponer son “eso”, la drogodependencia.
El 70% de la población carcelaria está afectada psicológicamente y con tratamiento psiquiátrico. La mayoría de ellxs no saben lo que están tomando. Otrxs, que entran de la calle y tienen ya una medicación prescrita, allí se la quitan y le dan otra cosa parecida o no le dan nada. Porque luego entra el chantaje, el querer humillarte, que pases por el aro…
Incentivan el uso y abuso de metadona para mantener al “delincuente”, para controlarle en la cárcel y posteriormente en la calle. Porque una vez que sale, está controlado por el centro que lo dispensa y policialmente también. Y si les das problemas, te dan Modecate o Largactil, y te dejan neutralizado total, no puedes ni andar. Ahí es donde ya entra la destrucción consciente del individuo… ¿Y si te niegas a tomar la medicación psiquiátrica? Te cogen y te inmovilizan. Además estas medicaciones son adictivas y en algunos casos los efectos duran varios meses.
Existe medicación excesiva de manera intencionada. Para dormir se dispensan Transilium, Valium y medicinas derivadas de opiáceos las cuales te crean dependencia. Si te trasladan de cárcel, te cortan la medicación de manera radical. Si tienes un ataque de ansiedad, o tienes agobio o algún síntoma derivado de estar encerrado tanto tiempo… para eso no tienen ninguna medicación. Porque allí te dan una medicación cuando hay situaciones excepcionales, mientras no esté tu vida en peligro… aunque a ellos no les importe, pero tienen que justificar que han querido salvarte.
La enfermería como tal no existe. El hecho de la enfermería es como un justificante legal. Estás encerrado en vez de en una celda en la enfermería y vigiladx por otro preso, ya que el trato con el médico en la enfermería es escaso. Si tú no solicitas que vengan, allí no te revisa nadie.
Y no olvidemos la crisis del coronavirus que ha supuesto ansiedad, pánico, alejamiento y una mínima comunicación con familiares. En la cárcel el Estado de Sitio no es temporal, es constante.
La cárcel es para destruir, para degradar, para debilitar, para condicionar.
Por desatención médica sientes esa impotencia de que te puedes llegar incluso a morir, porque no te hacen caso.
¡Qué cese la complicidad de los médicos en la tortura!
Propuesta De Lucha Colectiva Para Ser Difundida Y Debatida Dentro Y Fuera (Renovada)
Huelga De Hambre Rotativa 2020
¡No Olvidéis A Lxs Presxs En Lucha! [Lista Actualizada, 02-09-2020]