Categoría: <span>Debate sobre objetivos y medios de lucha</span>

En el programa Gritos del silencio, de Radio Vallekas, entrevistaron a uno de nuestros compañeros que participó en su día en la lucha social que se conoce bajo el nombre de COPEL, entre otros temas, sobre su experiencia, reflexiones y opiniones al respecto, parte de las cuales, al parecer, molestaron tanto a un conocido militante de esa organización que decidió replicarle públicamente, cosa que ya había hecho, por otra parte, cuando nuestro compañero hizo pública una crítica sobre la película Modelo 77, cuyo contenido tampoco le pareció bien. Publicamos en primer lugar la transcripción de los fragmentos de la entrevista que pudieran ser objeto de esta polémica y enseguida las puntualizaciones del hombre de la COPEL.

UNA PERSPECTIVA SOBRE LA COPEL UN POCO DIFERENTE DE LA “OFICIAL”

«Ahora que se ha hecho una película, una superproducción sobre la COPEL, o que hay unos chavales que hicieron un corto y quieren hacer una serie, y que anteriormente se hizo el documental este del que habéis estado poniendo la banda sonora (…) y también el libro “Cárceles en llamas”… pero, bueno, cuanta más leña, más fuego ¿no? Yo, a todos estos productos, menos quizás el corto, les haría una crítica: que ven la COPEL como un movimiento centrado completamente en Carabanchel, por el cual, desde el centro y desde arriba, se moviliza al resto de las cárceles. Y esa es una visión que, además de ser más bien leninista, no responde a la verdad, porque en tiempos de la Transacción la reivindicación principal de la lucha de los presos, que era la amnistía, un rasgo muy importante de esta lucha, que es decir, y luchar desde ahí, que los presos, todos los presos, son presos políticos, que la cárcel es un hecho político que afecta a los pobres, a los que levantan la cabeza, claro, y también es un mecanismo de regulación de la fuerza de trabajo y del sistema de control social. Y en esa lucha se hizo eso, pero se hizo, no desde una minoría que movilizó a los demás, sino que el impulso a luchar por la amnistía, cuando se veía la oportunidad de conseguirla, venía de abajo y estaba generalizado en todas las cárceles. De hecho, en la COPEL… bueno, en la COPEL no, en el movimiento de los presos sociales durante la Transacción, si se hace un cálculo por encima, participaron de 3.000 a 5.000 presos, de 12.000 que había. Y se puede decir que en cada prisión, con COPEL o sin COPEL, había un núcleo de gente muy inquieta que estaba dispuesta a tirar para adelante, pero también había cientos de presos dispuestos también a tirar para adelante por la amnistía, además de las otras reivindicaciones. Porque, claro, el sistema penal era brutal, injusto, estaba basado en la tortura, en las causas amañadas y, luego, existía la LRPS (Ley de Rehabilitación y Peligrosidad Social), que era una ley que te metían preso por tus actitudes, por tus costumbres, te ponían en manos de los carceleros y de jueces especiales que eran fascistas… en fin, que era una situación muy injusta.

Entonces, la gente presa, durante la Transacción, veía la oportunidad de luchar también por sus reivindicaciones, como estaba luchando en la calle, por ejemplo, el movimiento obrero asambleario, que estaba poniendo en un brete al Estado y al Capital. Y, bueno, que la COPEL sí que desempeñó un papel muy importante de catalizador, de avanzadilla; hicieron un análisis muy claro, con ayuda de los abogados jóvenes, del sistema penal, desde el punto de vista jurídico y político, y tuvieron un papel muy importante, muy positivo. Hasta que empezaron a tenerlo negativo; precisamente por esa condición de vanguardia, hubo un momento en que se salieron de madre, se equivocaron y en lugar de contribuir a que el movimiento continuara, contribuyeron, más bien, a que se interrumpiera. Esta es una cuestión polémica, pero hacer de la COPEL un mito, sin hacer autocrítica, sin reflexionar minuciosamente sobre lo que estuvo bien y lo que estuvo mal, es un poco renunciar a la lucha, porque, si la lucha continúa, se tiene que saber potenciar lo que estuvo bien y minimizar lo que estuvo mal. Entonces, hay que someter a crítica ese papel de dirigentes incontrolados que de pronto perdieron la lucidez y pensaron que el resto de presos se habían desmadrado y que ellos tenían que rectificar, y se pusieron a negociar, como un sindicato cualquiera, con el nuevo director general, con Carlos García Valdés, que es el malo de la película, el pacificador, el que terminó con el movimiento, el que metió a más de mil presos en régimen especial de castigo, con los antidisturbios encima, el que ordenó las torturas y las defendió y las camufló todo el tiempo, y que elaboró esta LOGP en la que, con sus correspondientes reglamentos, se legaliza la tortura, y en la que los derechos de los presos están negados, porque lo que se da con una mano se quita con la otra, y está blindado el régimen especial de castigo, con la colaboración de los jueces, de los mass media, de los partidos y de prácticamente toda la sociedad. En fin, que yo creo que sí, que hay que volver una y otra vez sobre este tema, porque todavía hay muchísimo sobre lo que reflexionar.»

«A ver, lo primero es que este tema de los traslados, la dispersión, la concentración en un sitio… es una herramienta que siempre la ha utilizado el Estado para intentar reprimir las luchas, unas veces le ha salido mejor, otras veces le ha salido peor. Esto de El Dueso, lo hizo Jesús Haddad, que era un director general que iba de socialdemócrata, pero terminó, como García Valdés, con medidas represivas. Bajo su mandato, por ejemplo, asesinaron por la tortura a Agustín Rueda. Pero también dictó esta medida de coger a 500 o 600 presos de todas las prisiones del Estado, que ellos decían que eran de COPEL, pero en realidad no lo eran. Eran lo que te digo, eran la gente que se había significado más en la lucha por los derechos de los presos y por la amnistía. Entonces, los llevaron allí de mala manera, era una especie de Guantánamo, vestidos con un mono y unas chanclas, con la cabeza rapada… les desinfectaron con zotal, les pegaron, en el viaje, en la cunda, y, cuando llegaron allí, pues nada, al celular, con los antidisturbios dentro y paliza va, paliza viene. Lo que pasa es que, estando esta gente allí, los GRAPO se cargaron a Jesús Haddad y nombraron como director general a García Valdés que como que tenía un prestigio como reformista, democrático, etc. y un talante, por lo menos al principio, dialogante. Entonces, lo primero que hizo fue acercarse a El Dueso a hablar con los supuestos dirigentes de la COPEL, que te digo yo que no lo eran, que allí sí que había gente de los que habían iniciado la COPEL, pero también había mucha otra gente que solamente eran COPEL en la medida en que se habían identificado en algún momento con la propuesta de COPEL. Pero, desde luego, COPEL no era una “organización”, ni tenía afiliados, ni militantes, ni carnets, ni estructura jerárquica de ninguna clase… no tenía ninguna estructura. De hecho, era un grupo, el de Carabanchel, que también era un grupo heterogéneo, que era muy audaz y tenía las cosas muy claras y como que iba por delante y, entonces, la gente de abajo se identificaba y decía “joder, pues estos van por buen camino”, y entonces se movilizaban ellos, como pasó el 18 de julio, en la “batalla de Carabanchel” que en unos tres días hubo veinte motines en veinte prisiones diferentes. Pero eso no fue porque la COPEL se hubiera extendido, sino porque los grupos de presos estaban ahí.

Bueno, después de eso, hubo toda una lucha, hubo toda una serie de motines que ya no estaban centrados en Carabanchel, sino en todas las cárceles, que iban subiendo y bajando según se discutía, por ejemplo, la última amnistía, la amnistía de octubre del 77, que terminó siendo una ley de punto final en la que se amnistiaba a los torturadores, a los asesinos del franquismo, pero no se amnistió a ningún preso social. Bueno, pues mientras se discutía la amnistía había motines por la amnistía en muchas cárceles, y cuando la amnistía se frustró, bueno, se frustró no, cuando estuvo claro que ya no se la iban a dar a los presos sociales, cuando estuvo claro lo que era, una maniobra del régimen franquista para lavarse la cara y pasar a otra etapa, lo que Agus llama el borbonismo. Entonces, hubo una serie de motines de rabia y después salió la proposición de ley de indulto de Juan Mari Bandrés y Lluis María Xirinachs y, entonces, mientras se discutía esto, volvió a haber motines por el indulto, motines totalmente espontáneos, que no los dirigió la COPEL ni llevó la iniciativa Carabanchel, sino que sucedieron en muchas prisiones sin haberse puesto previamente de acuerdo de ninguna manera, simplemente por solidaridad, por efecto de la solidaridad y de la acción directa. Bueno, pues cuando Haddad decidió diezmar las filas y llevar a 500 a El Dueso había habido una oleada de motines por el indulto y, como estaba claro que el indulto iba a ser rechazado en el senado, ellos dijeron “vamos a coger a todos estos y vamos a concentrarlos ahí con los antidisturbios y demás, para evitar que las cárceles ardan cuando el indulto sea rechazado en el senado». Y esa fue la maniobra. Lo que pasa es que, cuando mataron a Jesús Haddad, hubo una apariencia de que todo iba a cambiar y, entonces, soltaron a los presos que estaban en régimen celular en El Dueso, los dejaron salir de celular, los dejaron participar en una especie de simulacro de cogestión, y entonces llegó García Valdés. Y García Valdés venía avalado por los abogados jóvenes y se le consideraba reformista y tal y, entonces, él quería hablar solamente con Daniel Pont que, para los medios de comunicación y para él, era el líder de la COPEL, lo cual no era verdad, la COPEL no tenía líderes ¿eh? Entonces, Daniel dijo que no, que con él solo ni de coña y, entonces, hicieron una asamblea, pero que yo sepa no fue una asamblea de los 500, ni mucho menos, y fueron como quince a discutir con García Valdés.

Y, después de esas discusiones, salieron unos comunicados… que había que aplazar la reivindicación del indulto general, que había que darle un voto de confianza a este señor… En fin, comunicados que daban un giro reformista, y se hablaba de autogestión, pero en realidad lo que llamaban autogestión era la cogestión que proponía García Valdés, y se hablaba de negociación, de medios pacíficos, de abandonar la violencia… Y, bueno, eso sólo duró dos o tres meses, porque, claro, ahí se generó un escenario que era más bien ficticio, porque los presos no querían negociar, sino que fingían hacerlo y, mientras, intentaban fugarse. Y hubo una serie de fugas y de intentos de fuga… Porque esto se hizo en todas las prisiones, una vez más, sin ponerse previamente de acuerdo.. Y, entonces, hubo una serie de fugas, hasta la de los 45 de Barcelona. Entonces, García Valdés empezó con las circulares y con los traslados a los celulares de Burgos, Ocaña, el Puerto de Santa María, Huesca, Cartagena, etc. de manera que todos los que levantaban cabeza fueron a parar allí, con los antidisturbios dentro y recibiendo al menos una paliza diaria, durante meses. Claro, la COPEL ya no se pudo recuperar de este traspié reformista que había tenido… y, bueno, entonces sí que irrumpió de verdad la heroína y todo eso. Pero, cuando irrumpió la heroína, García Valdés ya había conseguido dividir a los presos, a la base separarla de los supuestos dirigentes, a los supuestos dirigentes dividirlos entre ellos y, finalmente, escoger… en este caso ya no serían quinientos, serían mil o mil y pico quienes fueron trasladados a los celulares. Y ahí se acabó la COPEL. Porque, claro, la gente se quedó con los últimos comunicados, que fueron varios. Todos esos comunicados se pueden ver y se pueden analizar, cosa que habría que hacer con detalle ¿no? Y, bueno, la gente, la base, se quedó con la idea de que la COPEL había negociado, de que la COPEL se había pasado al bando de García Valdés. Aunque no era así, porque eso sólo era apariencia. Pero, como la peña ya estaba en los celulares, aislada del resto y machacadísima, recibiendo como os digo una paliza diaria, mínimo, pues ya no se pudo reconstruir, no sé, el movimiento, esa concordancia entre los más listos, los más audaces, y la base. Y ahí se desarticuló, por así decirlo, la lucha social.»

«Durante todo este tiempo, de la COPEL a acá, que ya he explicado al principio que no ha dejado de haber luchas y que las luchas nunca han olvidado a la COPEL, porque siempre han resonado la estrategia y las tácticas de la COPEL en la lucha (…). De lo que se trata es de que, mirando hacia allá, veamos a ver si puede volver a haber la comunicación entre los de dentro, entre los de dentro y los de fuera y entre los de fuera que llegó a haber en aquel momento. (…) Porque lo que pasa ahora, que es consecuencia de aquello, es que las cárceles, en algunos aspectos, son peores que con Franco. Sobre todo, porque en la Transacción hubo un poco de luz y se vio la oportunidad de cambiar, pero es que ahora, en las cárceles, sí que está todo atado y bien atado, como decía Franco. Y esos nudos hay que deshacerlos o cortarlos, porque es una ficción, una sugestión, un efecto hipnótico, pero no es verdad, que no se pueda luchar contra las cárceles. Claro que se puede luchar. La condición es… luchar; es decir, que nos movilicemos mucha gente, que nos comuniquemos, que nos organicemos, que no nos dejemos manipular por los buitres que están siempre en este terreno, por los dirigentes, que siempre negocian entre ellos, y que tiremos para adelante ¿no?»

Fernando Alcatraz*

*Transcripción de algunos fragmentos de lo dicho en la primera parte del programa Gritos del silencio de Radio Vallekas dedicado  a la transmisión en directo de la jornada anticacelaria celebrada el pasado 17 de junio.

Para escuchar el audio correspondiente: http://tokata.info/jornada-anticarcelaria-y-presentacion-de-fundamentos-y-estrategias-de-la-copel-del-17-de-junio-en-radio-vallekas/

A continuación, la respuesta de Daniel Pont a las anteriores manifestaciones:

APUNTES ACLARATORIOS ANTE UNAS GRAVES ACUSACIONES

Una vez más, la definitiva, como ex miembro de la Coordinadora de presos en lucha (COPEL), desde su aparición en 1976 hasta el inicio de la Cogestión en la cárcel de Carabanchel en la que ya no participé, me veo obligado a responder a las graves y tendenciosas declaraciones Públicas hechas por Fernando hace pocos días en el programa “Gritos del silencio”, de Radio Vallekas de Madrid.

Son varias las declaraciones que hace, acusando a la asamblea de la Copel en la cárcel de El Dueso (Cantabria) de 1978, con ningún ánimo de debatir, sino hechas en un tono de sospecha, acusatorio, casi inquisidor, de haber cometido un grave error y, lo más tendencioso, de connivencia con el entonces director general de prisiones, García Valdés, al haberle dado un voto de confianza en el encuentro que se mantuvo allí. También reitera sus afirmaciones de que la “Copel” de Carabanchel-El Dueso se convirtió en vanguardia dirigente que propició la derrota de la lucha de los presos sociales en aquellos años.

Afirmo que nunca ha habido por su parte ninguna voluntad de establecer un debate sobre esta cuestión, al menos conmigo, pues siempre usaba los mismos tópicos acusadores y cerrados, en posición autoritaria, sin aceptar nunca la argumentación diversa que hice yo (y algún compañero más), sintiéndome forzadamente acusado y obligado a demostrar la honestidad de aquella asamblea de la que formé parte.

Como no quiero seguir con esta dinámica tóxica que no he creado, necesito puntualizar: Fernando no vivió desde su origen la intensa lucha de la Copel especialmente durante todo el año de 1977.  Tampoco estuvo en la cárcel de El Dueso: tuvo la “suerte”, junto a otros compañeros, de permanecer en la Modelo de Valencia en un régimen de vida muchísimo mas relajado que el que sufrimos los cientos de presos que fuimos trasladados a Cantabria en condiciones de brutal represión. Por lo tanto carece de la perspectiva necesaria para afirmar con la rotundidad que hace sus graves acusaciones. Tampoco le reconozco ninguna legitimidad para poder arrogarse esta supuesta autoridad moral.

Su argumentación la basa en los documentos difundidos por la Asamblea de presos de El Dueso en 1978 y en el encuentro que tuvimos 15 compañeros con el Garcia Valdes. Pero no tiene en cuenta otros documentos también debatidos en asamblea y difundidos a otras cárceles para su aceptación o no y que recoge César Lorenzo en su libro de “Cárceles en llamas: el movimiento de presos sociales en la «transiccion”.

Aunque sin mencionarme claramente en sus declaraciones en el programa de radio, me siento directamente implicado en sus graves acusaciones al ser integrante de la Asamblea de la Copel en el Dueso. Y me siento muy dolido por su reiterado papel de acusador, sin que haya demostrado nunca la menor empatía o capacidad de comprensión por las decisiones que aprobamos y difundimos.

Antes me permito hacer una breve observación respecto al origen y funcionamiento de la Copel: surge como COORDINADORA de presos, nunca como organización jerárquica o vanguardia dirigente de los presos. Sus afirmaciones son muy tendenciosas y manipuladoras, pues está más que demostrado que muchas cárceles funcionaban con total autonomía para tomar sus decisiones. La Copel, al principio solo ayudó a crear las condiciones para hacer efectiva una comunidad de lucha por unas reivindicaciones colectivas. Y lo hizo en una situación de miedo e individualización absolutas. Por un trabajo persistente de agitación y propaganda por todos los medios posibles, dedicando infinidad de días y de métodos para conseguir esa COORDINACIÓN, que finalmente se logró. Nunca desde una perspectiva dirigente o de Vanguardia, pero sí siendo consciente de que teníamos que aceptar “ dar la cara” o tener cierto protagonismo. Desgraciadamente siempre son necesarios lxs audaces…

A nivel personal viví individualmente algunas situaciones ilustrativas, de las que relato estas dos y que pretendían convertirme en “monigote líder”: En el motín del 18 de Julio de Carabanchel de 1977, tras resistir heroicamente los compañeros de los tejados de Carabanchel, un buen grupo de ellos me propusieron ser intermediario único en el dialogo que se proponía con el Ministerio del Interior y la Dirección General de Prisiones. Me negué y propuse a los compañeros de la Copel de la Rotonda-6ª galería crear una comisión. Con alguna resistencia a “dar la cara”, se consiguió crear una comisión de 5 compañeros entre los cuales lo estaba. Como también relata Fernando, cuando García Valdés se presenta a la cárcel de El Dueso, estando en el comedor colectivo cientos de presos, el subdirector de la cárcel me notificó que el Valdés quería entrevistarse conmigo: le respondí que yo no representaba a nadie, que éramos una COORDINADORA colectiva y que necesitábamos crear una comisión representativa de 15 compañeros. Finalmente creo recordar que se creó una comisión de 10 compañeros de varias cárceles del estado. En dicha reunión, SÍ, LE DIMOS UN VOTO DE CONFIANZA, pero también le apretamos las clavijas: un compañero le dijo “Carlitos, esperemos que cumplas tus promesas, si no, recuerda lo que le ha pasado a Haddad” (anterior director general de prisiones muerto en atentado reivindicado por los GRAPO). Esto Fernando lo sabe, pero o lo olvidó o no cree necesario utilizarlo. Nosotros consideramos que no fue un error y así lo apoya un compañero también ex fundador de la Copel que ratifica la honestidad de la Asamblea de El Dueso.Y lo hicimos así por varias razones: el retroceso táctico que sufrimos, especialmente los cientos de presos de El Dueso y las durísimas condiciones en que estábamos. Las fugas que sabíamos se estaban trabajando en varias cárceles. El fin de la lucha por la Amnistia en Octubre de 1977 que cerraba cualquier posibilidad,  plasmado en la Constitución que aprobaron en diciembre de ese año. La derrota de la propuesta de Indulto planteada por un reducido grupo de senadores vascos, catalanes y algún independiente. La constatación del aumento del consumo de heroína, incluso entre compañeros luchadores y la práctica frecuente de los abusos y violaciones que habíamos combatido: yo mismo presencié el enfrentamiento a puñaladas en El Dueso entre varios presos ya yonkis y de los GIL (grupo de incontrolados en lucha). El desmadre y el caos que progresivamente se iba apoderando de las prisiones y que César Lorenzo también relata y que Fernando tampoco considera en su relato acusatorio. El desmadre y el caos, obviamente beneficiaba a los carceleros reaccionarios y torturadores, al Gobierno y los medios para desprestigiar a la Copel. Y la creación de motines sin ninguna reivindicación colectiva en alguna cárcel, que solo beneficiaban al enemigo.Como ejemplo, aunque ya tardío, el último motín que sucedió en la cárcel Modelo de Barcelona, creo recordar en los años 80, “El Vaquilla” como interlocutor entre los presos y las autoridades pidió varios gramos de caballo y delante de las cámaras se metió un buen chute…

Ante este panorama tan desalentador y desolador, la Asamblea de El Dueso PROPUSO una reflexión para un necesario cambio de táctica-estrategia que intentase superar la crítica fase en la que estábamos en las cárceles. La otra alternativa era avanzar hacia la segura masacre, a la que Fernando parece que era partidario, que en aquella cárcel teníamos muy presente con las compañía de antidisturbios especiales que había permanente. Y que en otras cárceles se manifestó con la muerte de varios/as compañeras/os.

El voto de confianza que dimos al García Valdés supuso en pocos días la recuperación progresiva de mejores condiciones de vida en las cárceles: aprobación de los “Vis a vis”, salidas de permisos por enfermedad, defunción, nacimiento o bodas, la modificación de la Ley de cuantías en los delitos, la despenalización de las huelgas de hambre y autolesiones… En ese contexto la asamblea de El Dueso, PROPUSO una jornada de lucha de huelgas de hambre y autolesiones o ingestión de objetos metálicos a todas las cárceles que pudimos para el día 10 de mayo de 1978, coincidiendo con la semana pro-amnistía de Euskalherría. El día 8 como golpe estratégico en El Dueso nos autolesionamos 100 presos y unos cuantos ingerimos objetos metálicos. A algunos nos trasladaron al Hospital de Valdecilla de Santander e intentamos la fuga: solo lo consiguió un compañero que a las pocas horas fue detenido dando vueltas por las calles. A esta convocatoria se sumaron cientos de presos en unas 25 cárceles a lo largo de ese mes de Mayo. En esas semanas se produjeron varias fugas: 3 en el Dueso (de la que fui obligado protagonista para crear una maniobra de diversión…), 8 en Burgos, varios en Carabanchel…hasta los 45 de la Modelo de Barcelona. Intentos de fuga y túneles también unos cuantos… Y efectivamente, el García Valdés tuvo razón en sus declaraciones: “ los presos de la Copel me engañan: de día dialogan y de noche cavan para fugarse”.

Todo eso fue por la decisión de DAR UN VOTO DE CONFIANZA ESTRATÉGICO al García Valdés. Como afirma Fernando en sus declaraciones, teníamos esa doble estrategia: o Amnistía para conseguir la libertad o conseguirla por las fugas. Una flagrante contradicción que tiene, que obedece , quiero pensar, a despiste.

Finalizo: cansado de tener que estar argumentando una y otra vez ante un muro, sin encontrar la mínima capacidad de comprensión y de estar harto de representar el papel de acusado por un omnipresente acusador, me reafirmo en el papel responsable que tuve como miembro de la Copel desde su origen, de que la Asamblea de la Copel tanto en Carabanchel, como en El Dueso y otras duras cárceles que sufrí, jamás fue Vanguardia de nada, ni dio un voto de confianza al Valdés que supusiese alinearnos con él, ni mucho menos fue responsable de la derrota de la lucha de la Copel. Cualquier persona que tenga interés puede comprender lo que aquí se relata, añadiendo la fortaleza del estado en aquellos años y la aprobación del Plan Quinquenal de sustitución de las antiguas cárceles panópticas por el nuevo modelo modular cuyo exponente mas claro quedo reflejado en la cárcel de Herrera de la Mancha, todo un símbolo de los tiempos que se avecinaban.

Nunca pensé que acabaría así esta interpretación de “los sucesos de El Dueso”. Pero he llegado al limite de no soportar más mierda tóxica que solo consigue desgastar y dividir las exiguas fuerzas tan necesarias en este combate sin fin de la Abolición de las cárceles algún día utópico.

¡SALUD!

Daniel

El 4 de julio de 2023 incluimos el siguiente texto publicado en una red social con el que Agustín Moreno Carmona, como ya lo hizo en octubre de 2022, ha decidido participar en esta «discusión».

APORTACIÓN A «UNA ESPECIE DE ‘DEBATE’ SOBRE LA COPEL»

Vamos a hablar claro, con nombres y apellidos. Tú eres Fernando García Morales, Alcatraz, que no hace falta que te disfraces de Tokata. Eres tú quien participó en la entrevista de Radiovallekas.

Alcatraz nunca estuvo en el Dueso y sus compañeros de causa tampoco. Todo lo que sabe de la Copel se lo han contado los copelianos.

Se desconoce que el entrevistado fuera miembro de la Copel, pero pudiera serlo de Valencia porque la Copel se extendió a todas las cárceles. Fue la Copel quien movilizó a miles de presos que no estaban movilizados. Para ello utilizó las comunicaciones orales, escritas y actos revolucionarios.

Abogados, familiares y los copelianos dispersados elaboraron el proyecto.

El entrevistado habla, sin conocimiento de causa y sin precaución, que para personas anónimas «la Copel fue un movimiento centrado completamente en Carabanchel, por el cual desde dentro y desde arriba, se moviliza al resto de las cárceles». Eso es una manipulación que contagia, porque el entrevistado debe de hablar de sus conocimientos en lugar de citar a desconocidos. Por eso presenta el tóxico de que los anónimos ven a la Copel con visión LENINISTA. Entre bandazo y bandazo deja entrever la corrosión al movimiento porque Alcatraz no tiene ni idea de la Copel y algo sin sentido tiene que decir.

Desde los sucesos de Herrera de la Mancha, a partir del 18 junio de 1979 y hasta la tardía reforma del Código Penal, Julio de 1983, no hubo miles de presos reivindicando ésa reforma parcial. Los presos estaban mudos en ésa época. Los miles de presos se habían movilizado antes, concretamente quienes gestaron la reforma fueron los presos de la Copel, que muchos de ellos estuvieron secuestrados por el borbonismo hasta las cuantías de 1983. Fue así porque la «democracia» nunca reconoció a las víctimas de la dictadura.

Alcatraz ve negativa a la Copel del Dueso por su condición de vanguardia. No dice bajo que dirección ideológica política cuando la lucha es el único camino.

Tampoco estuvo allí para aseverar que hubo un momento que se salieron de madre. Alcatraz habla de sus marcianitos. Y Alcatraz remata que «en lugar de contribuir a que el movimiento continuara contribuyeron más bien a que se interrumpiera». Parece que Alcatraz estaba plácidamente en la cárcel provincial de Valencia, no suicidándose contra un muro en lugar de atacar a quienes llevaban mucho tiempo peleando contra los violentos. Nos viene a decir que quienes no tuvieron derecho a la palabra y la tomaron con mucha precariedad, en el Dueso eran un supercomando de marines con formación política anarquista en lugar de tener la formación muy limitada como era la verdad en las víctimas del franquismo. Por lo tanto el entrevistado prohíbe que las personas puedan cambiar de opinión. Alcatraz confunde sus deseos con la realidad porque padece el síndrome de la verdad completa.

Dice Alcatraz que «la Copel tuvo el papel de dirigentes incontrolados que de pronto perdieron la lucidez y pensaron que el resto de los presos se habían equivocado y se pusieron a negociar como un sindicato cualquiera con García Valdés». Que gran telepatía para meterse en el pensamiento de la asamblea de la Copel y del resto de los prisioneros del estado. Y también que poco respeto tiene éste representante de la ficción a las personas que atacaron al sistema desde el lugar más vulnerable y con tanto dolor acumulado. El síndrome de la verdad completa también lo es de la jefatura. Los copelianos no necesitamos que nos represente nadie.

Otra fantasía, que García Valdés «cogió a 500 o 600 presos que ellos decían que eran de la Copel pero que en realidad no lo eran». De nuevo vuelve la magia a trastear con su imperialismo desastroso.

La Copel tenía militantes muy bravos. La Copel se extendió universalmente desde el motín del 18 de julio en Carabanchel, porque sin éste acontecimiento no hubieran existido las revueltas carcelarias de racimo referenciadas por la Copel y sus reivindicaciones. Además había propaganda subversiva por la propaganda diversa que llegaba a las cárceles, por el motor indiscutible de Daniel Pont. Minimizar a la Copel es un problema mental. Además Alcatraz tiene un déficit de comprensión.

Nunca me gustó hablar de mi, pero daré algún dato.

La cárcel de Cáceres se revolucionó a consecuencia del motín de Carabanchel. Los presos uniformados hasta el último botón se arrancaron el traje de penado, se dejaron barba, pelo largo y destruyeron la disciplina militar declarándose de la Copel.

También participé en la coronación del tejado de la cárcel de Sevilla, motín de la Copel en el Otoño de 1977. Con motivo de éste motín, la Audiencia me puso en falsa busca y captura (S.762/77-B Jdo.- 7) para que la policía anticopel me disparara por delincuente en ejercicio, que no lograron el propósito porque estaba refugiado en Francia.

Participé en la mayoría de las luchas duras de la Copel, pero nunca vi por allí a Alcatraz.

Todo ésto viene de lejos, que Alcatraz está obsesionado con atacar a mi compañero Daniel Pont, más o menos por haber traicionado a la Copel. Le he corregido muchas veces. Como Daniel estaba en la asamblea del Dueso, que para Alcatraz no es legítima porque es el dueño, no está de acuerdo que mis compañeros cambiaran de táctica, que debían de seguir sufriendo mientras que a Alcatraz no se le conocen actos revolucionarios anticarcelarios desde dentro de la cárcel.

Daniel Pont nunca ha sido líder. Es una persona con mucha capacidad de lucha, muy estratégico en el asalto a la cárcel de Carabanchel, pero también una persona de gran humildad. Es un buen compañero en los momentos difíciles.

Dicen que García Valdés no sólo visitó el Dueso, sino que también estuvo en la Modelo de Barna, Puerto de Santa María y Valencia. Pero también en Carabanchel. Desde el Puerto de Santa María me llevaron a Madrid. En Jefatura de Servicios estaba García Valdés. Me habló de pacificar las cárceles. Le repliqué de las contrapartidas de la Copel, que yo estaba solo y que debería de proponérselo a nuestra asamblea. De allí fue al Dueso.

Anteriormente en el Puerto me había visitado Jesús Hadad Blanco, con la misma propuesta y la misma respuesta.

Hablar mal de la asamblea del Dueso es hablar mal del libro que está vendiendo Alcatraz, concretamente de las páginas 135 a la 138. Como soy el autor, es hablar mal de mi.

El anarquismo se sustenta en 4 pilares: la Paz, la Comprensión, la Libertad y la Igualdad. Si falta uno de estos pilares, la ausencia lleva al autoritarismo.

Agustín Moreno Carmona

Debate sobre objetivos y medios de lucha Vagos y maleantes

CRITERIO DE LEY

Nosotros, la población reclusa, obtenemos los escasos beneficios penitenciarios dependiendo de los criterios objetivos y subjetivos de los equipos de tratamiento de los centros penitenciarios. En España hay un alto porcentaje de internos que cumplimos todos los requisitos objetivos para obtener “beneficios penitenciarios”, desde un trabajo pasando por un permiso ordinario hasta la libertad condicional. No entiendo el porqué, esta gran mayoría cumple sus condenas íntegras o, en el mejor de los casos, solo cuando nos quedan unos pocos meses para acabar de cumplir, nos dan un par de permisos; literalmente, una propina, para que salgamos en libertad con una sonrisa.

La pregunta que nos hacemos muchos internos es ¿para qué sirve el reglamento penitenciario? Pues no hace falta ser muy inteligente para deducir que, por muchos artículos de dicho reglamento que beneficien al reo, el mismo equipo de tratamiento nos los echa para atrás, cuando el mismo reglamento dice que cualquier beneficio penitenciario depende del criterio del mismo equipo. Pero lo peor de todo es que dependemos de unas personas que apenas conocemos y que, por supuesto, apenas vemos, pues sólo nos atienden en una entrevista personal una vez cada seis meses, cuando nos van a revisar el grado y siempre para hacernos las mismas preguntas. Pero la pregunta que nos hacemos nosotros es cómo podemos confiar los internos en una equipo de tratamiento que no tiene ningún tipo de empatía ni apenas trato con nosotros: te llaman una vez cada seis meses, te hacen cuatro preguntas y hasta dentro de otros seis meses. Y, cuando te niegan el permiso a pesar de que cumples todos los requisitos objetivos que requiere el reglamento penitenciario, te argumentan simplemente que no estás preparado para tener una vida en semilibertad por motivos subjetivos. Y como para la mayoría de los jueces de vigilancia penitenciaria pesa más el criterio que el reglamento, pues a cumplir la condena íntegra. Mientras no haya un beneficio que sea decretado por ley, mientras no se obligue a los centros por algún artículo y se derogue el criterio de los equipos, seguiremos en al misma situación.

La excarcelación por enfermedad es otro de los derechos que tenemos los reos que en la mayoría de los casos, más de un 90%, no se cumplen. Un pensamiento de los equipos de tratamiento de los centros penitenciarios es otorgar este beneficio justo cuando a las personas afectadas les quedan pocos días para morirse, siempre saliendo del centro penitecianciario al hospital. Sin dar la mínima opción a que puedan morir en un entorno familiar, en sus propios hogares. Según este pensamiento, la persona gravemente enferma, en lugar de aprovechar para bien esta medida que está en el reglamento penitenciario, la utilizará para delinquir. Esta es la retorcida manera de pensar de un grupo de “profesionales” que se olvidaron su corazón en la entrada de los centros penitenciarios y aún no se han dado cuenta de que entran a trabajar sin él. Pero lo peor de todo, para mí al menos, lo más grave es que estas actuaciones son avaladas tanto por los jueces como por los gobiernos.

AISLAMIENTO

Creo que la finalidad de que un interno acceda a este lugar es para separarte de tus compañeros, cuando demuestras una agresividad que pone en riesgo su integridad. Al menos debería de ser así, y en muchos de los casos no tengo ninguna duda de que es correcto. El problema es el trato que nos dan los carceleros en este departamento. Digo el trato, aunque sería mejor decir el poco o ningún trato, porque, una vez que acabas en el módulo de aislamiento, eres totalmente olvidado por ellos.

Yo, personalmente, han sido muchas las veces que he acabado en este lugar y casi siempre solo me abrían la puerta para darme la comida o la medicación. El timbre para llamar a los carceleros era mejor no pulsarlo, pues, si lo hacías, venían con las porras para recordarte con ellas en la mano que no debías hacerlo. El ninguneo, los malos tratos, vejaciones, insultos y un etcétera inacabable de detalles que podría enumerar sobre cómo se nos trata en este departamento. Y el problema no es sólo esto, sino que los médicos hacen oídos sordos sobre esta cuestión. Estamos totalmente olvidados y, cuando denunciamos sobre estos asuntos, fácilmente nos desacreditan. Es muy fácil desacreditar a un reo ante un juzgado, incluso ante la prensa. Somos delincuentes, estamos acostumbrados a mentir en cualquier situación, a no respetar a nuestros semejantes, por eso digo que a la hora que los carceleros quieran airearse de estas denuncias, con decir cualquier barbaridad sobre nosotros lo tienen todo ganado.

Incluso en los juzgados, esta clase de denuncias no les interesan, pues es lo que han demostrado a lo largo de mis condenas. A mí, en lo personal, me han dado tales palizas que me han dejado el cuerpo marcado con hematomas. Cuando he denunciado rápidamente, el juzgado instrucción ha tardado varios meses en enviar un forense para reconocerme. Claro, una vez transcurrido ese tiempo, ya no queda ninguna huella de la paliza. Es todo un engaño sobre el papel. Lo que quiero decir con esto es que, una vez que ingresamos en los módulos de aislamiento, estamos totalmente anulados y a merced de los carceleros, actuando ellos a su antojo sobre nosotros.

No hablo más sobre esto, porque me pongo enfermo, y con esto acabo, que con estos y otros hechos, un interno, con el paso del tiempo, durante la condena, va acumulando mucho odio, hasta el punto de que cuando llegue el día de salir somos una bomba en la calle.

MALOS TRATOS

Por desgracia, en estas casas he sufrido muchos abusos y palizas por parte de los funcionarios. Siempre venían en manada, como lobos hambrientos.Y lo cierto es que sobre esto me cuesta decir algo, pues, si no tienes un buen abogado que le untes bien de dinero poco puedes hacer. No sé las denuncias por malos tratos que he cursado y, a pesar de que en la mayoría de ellos me han dejado la cara y el tórax como un cromo de los hematomas, venía el médico forense a verme a los tres meses aproximadamente de darme la paliza, cuando, os lo podéis imaginar, todos los hematomas habían desaparcido. Y, como no tengo pruebas materiales, imágenes, testimonios o partes de lesiones y, como ellos tienen presunción de veracidad, mi palabra no vale una mierda. Lo dicho, a no ser que tengas un buen abogado que le untes bien de dinero, para exigirle al juez, entre otras cosas, que se presente el médico forense en el día, poco puedes hacer.

Sé que es jodido decir esto, pero es la realidad y, como he dicho antes, a la sociedad estos asuntos le importan una mierda. Ojalá hubiera jueces o subdirectores de seguridad competentes que supieran y quisieran frenar estas acciones, ojalá desaparecieran de las cárceles estos abusos violentos, pues, si fuera así, estoy completamente seguro de que nosotros, la mayor parte de los presos, al salir, lo haríamos sin ese odio que ilumina nuestros ojos.

CONFORMISMO

Esto debe de cambiar. Eso sí, lo que no entiendo es cómo nosotros estamos sufriendo estas situaciones y no nos hemos rebelado ¿O es que hemos aprendido a ser conformistas? Veo como los internos nos callamos sobre todo esto, lo pasamos en silencio, como si ya nos hubiéramos resignado. Como ya he dicho antes, todo esto debe cambiar, porque la reflexión que yo hago es: ¿para qué portarnos bien en la prisión, si el resultado va a ser el mismo? Es complicado explicar una reflexión sobre el conformismo. Quizá la mejor forma sea comparar generaciones diferentes. Desde los años ochenta hasta el día de hoy, el perfil de los presos en las cárceles españolas ha experimentado un cambio notable, acentuándose en los tiempos actuales la pasividad ante cualquier situación. Viendo a diario sin reaccionar siquiera injusticias que repercuten sobre nosotros: malos tratos, abusos de autoridad, engaños, chantajes, etc, etc. Hay que decir que siempre hay alguno que se rebela ante estos hechos. Por supuesto, aún quedan internos despiertos que les queda algo de orgullo, aunque son pocos y van quedando menos a medida que pasa el tiempo. Cuando la dirección de un centro observa en un interno este tipo de perfil, rápidamente lo traslada de prisión o toma medidas similares, más que otra cosa, para que no se agite el rebaño.

Quiero remontarme en principio a los años ochenta, pues en esta época conocí las prisiones por primera vez y es una buena forma de tomar referencias. En aquellos tiempos, nosotros los internos estábamos mucho más unidos. Ante cualquier situación agresiva por parte de los profesionales del centro, los presos reaccionábamos en grupo, sin dejar que cometieran ningún tipo de abuso con ninguno de nosotros. Son muchos los casos que puedo enumerar. Por ejemplo, cuando venía la comida en mal estado o mal elaborada; o cuando se querían llevar a alguien para aislamiento sin motivo justificado, y un largo etcétera. Cuando ocurría este tipo de situaciones, nosotros nos uníamos y nos rebelábamos ante ellas. Ellos, me refiero a los carceleros, lo llamaban motín, nosotros lo llamábamos que nos pisaban nuestros derechos. Lo cierto es que en aquella época los patios de las cárceles eran más agitados, incluso había más violencia entre nosotros, también había más droga, más pinchos… Todo este tipo de situaciones es cierto que eran más negativas, pero no nos dejábamos pisar por los carceleros ni chantajear por los equipos técnicos. A pesar de tantas diferencias que teníamos los presos, a la hora de estar unidos, lo estábamos, éramos un colectivo.

Estoy seguro de que con estos hechos, la dirección de los centros penitenciarios estudiaron la manera de separar individualmente a los internos para deshacer el colectivo y frenar este tipo de comportamientos, y no les resultó muy difícil. Primero empezaron a chantajear con la metadona, retirando las tomas a aquellos internos que enseñaban los dientes y, en algunos casos, a internos que los llevaban a aislamiento, no se la daban hasta el día siguiente. Los internos, por no pasar este tipo de abstinencia o, vulgarmente, “mono” empezaron a tener un poco más de cuidado con sus palabras y con sus hechos, pues los internos que tomábamos metadona no nos podíamos permitir el lujo de estar cuarenta y ocho horas sin la toma.

Después, llegaron los módulos terapeúticos y de respeto, que fueron un verdadero éxito para los directores de los centros penitenciarios, y una herramienta que para los equipos técnicos funciona muy bien, pues es donde han sabido, por fin, individualizar a los internos con una rotundidad asombrosa, hasta el punto en que somos chantajeados sin ni siquiera darnos cuenta. Nos prometen, si vamos a estos módulos, que vamos a tener una mejor convivencia y que se nos darán todos los beneficios penitenciarios, desde un primer permiso hasta la libertad condicional, pero para conseguir estos logros debemos de cumplir con una serie de actividades y terapias para cumplimentar nuestro tratamiento individualizado. En un principio, así fue. Es más, íbamos a estos módulos internos con problemas de drogas, ya curtidos en prisiones, con largas permanencias. Pero esto sólo sucedió durante un tiempo. Poco a poco, fueron recortando permisos a los internos y ya ingresaban a estos módulos internos de otras características y, sobre todo, internos que ingresaban en prisión por primera vez y a este tipo de internos, a los primerizos, se les puede manipular muy bien.

A día de hoy, estos módulos parecen compañías militares, con una disciplina por la que la gente se inclina a lo que quiera la dirección de los centros, pero sin obtener los beneficios penitenciarios que fueron prometidos al principio. Hasta no llevar casi toda la condena cumplida no te dejan salir de permiso. Es cierto que el perfil de internos que entran ahora en estos módulos suele ser el de internos que entran en prisión por primera vez, y los que no son nuevos, llevan un tiempo considerable con buen comportamiento. A los primerizos se les manipula muy bien, pues sólo conocen las prisiones por lo que les han contado en la calle o han oído o visto en los medios de comunicación. Y el resto de los internos que ingresan en este tipo de módulos también es muy fácil de manipular y engañar, pues a estos les prometen beneficios que nunca llegan.

Es como si todos nosotros nos pusiéramos una venda en los ojos para no ver nada, dejando que nos guíen a su propio capricho y hagan con nosotros simplemente NADA, dejando que cumplamos nuestras condenas sin ningún tipo de beneficio penitenciario y, si ofrecen a algún interno algún permiso de salida, lo hacen cuando su condena está casi cumplida, lo justo para salir, como máximo, un par de permisos. Y, mientras tanto, nos tienen dentro de los módulos de respeto, limpiando, haciendo terapias y cursos que no sirven para nada pero sí están subvencionados por el estado, que realmente es de lo que se trata, un negocio y un transcurso del tiempo. Algún interno de los módulos de respeto se da cuenta de lo que se trata o, simplemente se cansa de recibir notificaciones de los permisos denegados, y se rebela. Pues, simplemente, el equipo técnico le da de baja del módulo de respeto y lo traslada a un módulo convencional, para que no caliente a sus compañeros. Así funcionan en los módulos de respeto.

Engañados, chantajeados y traicionados por las direcciones de los centros penitenciarios que deberían ser las primeras en dar ejemplo de moralidad. Claro, luego salimos en libertad con la condena cumplida íntegramente, con unas formas de agresividad que es cuestión de tiempo que volvamos a entrar en prisión. Y a todo esto el estado lo llama reinserción. Yo, personalmente, lo llamo laberinto.

NO PERMITAMOS QUE NOS DIVIDAN PARA NO SER VENCIDOS

Con el paso de los años, he visto como los internos de los centros penitenciarios se han ido dividiendo, hasta el punto de que hoy en día una gran mayoría de la población reclusa están totalmente anulados. El detonante de esta actitud de la mayoría de los reos es sin duda la manipulación hacia nosotros de aquellos que dirigen las prisiones. Los engaños, las falsas promesas, sobre todo, nos hacen creer en unas metas que cuanto más cerca pensemos que nos encontramos de finalizar nuestras condenas más lejos estamos.

Nos hemos acostumbrado a adaptarnos a cualquier situación, incluso sabiendo que se están cometiendo abusos de autoridad, actuamos como si no ocurriese nada, sin luchar o, mejor dicho, sin reclamar, resignados a que esta situación sea el pan de cada día. Actuamos de esta manera por miedo, pero no por miedo físico, sino por miedo a lo que pasará mañana. Si actuamos de forma contraria a esta reflexión y, sobre todo, de forma valiente, pensamos que vamos a perder algún beneficio penitenciario que, por supuesto, nunca llega. Y digo esto porque el miedo es una de las armas que usan los profesionales de los centros penitenciarios para tenernos distanciados entre nosotros, pero, sobre todo, totalmente anulados.

Aunque aún a día de hoy nos encontramos internos que no doblan la rodilla ante ninguna situación y, en vez de tener compañeros que les apoyen, compañeros que abran los ojos, que activen todos los sentidos para darse cuenta de que, si no estamos totalmente unidos, seguirán haciendo con nosotros lo que ellos quieran. Mientras muchos de nosotros no estemos con esta actitud, los que no doblan la rodilla serán aislados o trasladados de prisión en prisión, sin dejar que se acomoden en ningún centro. Y, por supuesto, a estos se les anula con mayor facilidad, por el método del aislamiento.

Hay otras herramientas para conseguir de nosotros esta finalidad. Hemos hablado del miedo, pero también existe la medicación que también funciona de forma excelente para tenernos totalmente divididos y, por supuesto, anulados. Con la toma de tanta medicación, a veces demasiada para una sola persona, anulamos nuestros deseos de mirar hacia mañana, enfocando el día en conseguir más medicación u otro tipo de droga. De esta forma no nos damos cuenta de la situación en que nos encontramos. Incluso me atrevería a decir que para el equipos técnico es mucho más fácil tratar con los internos bajo los efectos del colocón, hablando vulgarmente. Sí, bajo los efectos del colocón. Lo cierto es que es una verdadera pena hablar así, pero es la realidad.

He hablado del miedo, del aislamiento, de la violencia, de la medicación y de los módulos de respeto. Son herramientas para tenernos divididos, aunque, por supuesto, a un preso se le puede divididr y anular de muchas maneras. Debemos abrir los ojos o quitarnos esa venda y ver las cosas con claridad, pero, sobre todo, dejar de pensar solamente en nosotros mismos para fortalecer la unión, pues la unión, siempre PACÍFICA, es la mejor arma que podemos tener los presos de todo el país, pues mientras no estemos unidos seguirán haciendo con nosotros todo aquello que el equipo técnico considere oportuno, es decir, NADA.

Jorge Alfonso Vázquez Campillo, Chino

Boletín Tokata Noviembre 2022

El Boletín Tokata Vuelve A Las Andadas

La Lucha Puede Y Debe Continúar

 

Cárcel=Tortura Cadena perpetua Debate sobre objetivos y medios de lucha Desde dentro Módulos de vergüenza

PUNTUALIZACIONES AL ESCRITO DE FERNANDO ALCATRAZ EN EL «TOKATA»

Soy Daniel Pont, uno de los fundadores de la Coordinadora de Presos en Lucha junto a otros cinco compañeros de la cárcel de Carabanchel en Noviembre de 1976. Dato que no tiene mayor importancia excepto la de situarme desde sus orígenes en el compromiso y participacion en la intensa y muy sufrida experiencia de unos dos años y medio en las luchas de la COPEL.

No quiero extenderme demasiado en la dinámica de funcionamiento asambleario de la COPEL ya desde primeros del año 1977 en Carabanchel y en la labor de agitación y progresiva coordinación con el resto de compañeros presos en todas las cárceles posibles del estado español de la época.

Como punto de inflexion a destacar, en el motin del 18 de Julio de 1977 en la cárcel de Carabanchel, que iniciamos los compañeros aislados en la Rotonda de la Sexta galeria, al segundo día de férrea y corajuda resistencia en los tejados de la cárcel, los compañeros pretendieron designarme como único representante negociador, (junto a dos abogadas y dos abogados que nos apoyaban) ante los mandos del Ministerio del Interior y Justicia presentes en el interior. Enseguida propicié una asamblea para rechazar mi individualización y crear una comisión de cinco compañeros que representase a la COPELl, reafirmándonos en nuestro carácter plural y asambleario.

Desde el momento que las negociaciones fracasaron al decidir mayoritariamente los compañeros del tejado que la inclusión en la Ley de Amnistia era innegociable, esa misma noche, de madrugada, los compañeros de la COPEL de la Rotonda fuimos secuestrados en conduccion especial a la cárcel de Córdoba, en plena huelga de hambre y con fuertes autolesiones la mayoría de nosotros.

En nuestra estancia en la cárcel de Córdoba, siempre funcionamos de forma asamblearia, sin ningún dirigismo, ni vanguardia de nadie, pero eso sí: ya desde entonces tratamos de seguir una táctica eficaz para luchar por conseguir las reivindicaciones colectivas que nos unían, siguiendo la práctica de una doble estrategia: luchar por la Amnistía (luego Indulto) y administrando la tensión en las cárceles abrir espacios y posibilidades de fuga.

El Estado con su dinámica represora de intensificar el miedo para vencernos, ya en el motín de la cárcel de Ocaña del dia 29 de Noviembre de 1977, donde fuimos trasladados, tras descubrirse un túnel por un chivato…, fuga compartida con los miembros de los GRAPO encerrados con nosotros en Cordoba, ya ensayó de forma cruel los pasillos (Via crucis les decíamos nosotros) formados por carceleros y antidisturbios tras acabar el motín, sin ninguna capacidad de ataque o resistencia activa, que nos golpearon con enorme crueldad con las culatas de los fusiles, patadas, puñetazos… obligándonos a desnudarnos en pleno invierno, viendo como un gran número de compañeros chorreábamos abundante sangre: desde entonces conservo una cicatriz en mi cabeza que nunca olvidaré.

En el “Turismo penitenciario” que hice en aquel tiempo, mi siguiente destino fue Carabanchel. Enseguida planificamos la fuga correspondiente (taller de barcos: túnel con luz, música…) de la que fui uno de los responsables en su coordinación. En ese tiempo comencé a observar como progresivamente veía a presos inyectarse heroína, a la vez que resurgían de nuevo las agresiones y violencia sobre los presos mas vulnerables, en gran parte por los ya yonquis, que tanto trabajo nos había costado erradicar.

En ese tiempo participé en una asamblea abarrotada (unos cientos de personas) en Carabanchel y me tocó hablar sobre el peligro que podía suponer la heroína y los problemas individuales y colectivos que podían surgir… ¡y que surgieron! Tras infinidad de motines, autolesiones, huelgas de hambre, etc que sucedieron en muchas carceles, ya en Febrero de 1978 el estado decidio concentrarnos a unos 600 presos en una carcel especial de El Dueso (Cantabria), con los antidisturbios especiales dentro de las galerías, fiscalizando toda actividad, en unas celdas compartidas con varios compañeros, sin water (nos dieron orinales de plástico que muchos tiraban por la ventana), un régimen de disciplina y tensión perfectamente calculado.

El dia 10 de Febrero de 1978 fue rechazada la proposicion de Ley de Indulto en el Senado. La Amnistía ya había sido prohibida expresamente en la Constitucion.

El dia 13 de Marzo fue torturado Agustin Rueda en la cárcel de Carabanchel, junto a otros compañeros acusados de participar en la construcción de un túnel para la fuga. Finalmente Agustín murió el día 14.

El 22 de Marzo un comando de los GRAPO mata a Jesus Haddad director general de prisiones.

El dia 30 de Marzo el Gobierno nombra a su sucesor Carlos García Valdés.

Los dias 3 y 4 de Abril decide visitar la carcel de El Dueso. Los y las abogadxs que nos apoyaban nos recomendaron entrevistarnos con él, destacando su pasado antifranquista y supuestamente “progresista”.

En la asamblea que había entonces se decidió darle un voto de confianza por varias razones tácticas: recuperar la movilidad e iniciativa perdidas, ganar tiempo para coordinarnos de nuevo, facilitando la doble estrategia de lucha (y diálogo, claro) de seguir con las reivindicaciones posibles y la fuga. Seguramente desde la cárcel de Valencia se vio como una renuncia o algo peor, pero si hubiéseis estado en el Dueso y vivido la interminable represión y sufrimiento que tuvimos, unida a la impotencia por combatir la desunión que ya comenzaba con fuerza, lo mismo se valoraría de otra forma.

Continúo mi relato: cuando García Valdes llega a el Dueso, a traves del subdirector de la cárcel, estando en el comedor colectivo, me dice que vaya a entrevistarme con él: de nuevo me dirigí a los compañeros para formar una comisión, creo recordar que diez, entre los cuales estaba yo.

En el encuentro que tuvimos con él, le planteamos la necesidad urgente de relevar a directores y cargos de la Direccion general de Prisiones, conocidos por su caracrter represor y torturador; que apoyase la Ley de Cuantías que se estaba tramitando y toda una serie de mejoras en las condiciones de vida que facilitasen nuestra existencia y movilidad: inicio de la “Cogestion”, inicio de las comunicaciones “Vis a Vis”, desaparición de la censura, despenalizacion de las autolesiones y huelgas de hambre, etc.

En esos dias surge un enfentamiento muy grave en el Dueso: se enfrentan a puñaladas varios presos de los Grupos de Incontrolados en Lucha (GIL), la mayoria ya Yonquis, grupo que habian creado en Carabanchel. Continúan surgiendo abusos entre presos, motines sin ninguna reivindicacion… lo que en el Dueso calificamos de “Desmadre y caos”, que tan bien le venia a la direccion general de prisiones y al estado. Los medios de comunicación comienzan a dejar de publicar noticias en positivo de nuestra lucha…

El dia 26 de Abril, la COPEL de el Dueso, en asamblea emite un comunicado en el que se reflexiona sobre la necesidad de coordinar las acciones de lucha, de superar los enfrentamientos y de evitar el desmadre y el caos. El 8 de Mayo en una jornada de lucha con autolesiones, ingestión de objetos metálicos, etc. a la que se sumaron algunas prisiones, fui trasladado junto a otros compañeros al Hospital de Valdecilla de Santander. Allí, una vez más, intentamos la fuga y, en mi caso, casi estuve a punto de conseguirlo con la ayuda de un compañero de COPEL en libertad, siendo sorprendido “in extremis” cuando iba a deslizarme con una cuerda de alpinismo. Ese mismo día del 8 de mayo el gobierno aprobó la Ley de Cuantías por la que salieron en libertad 588 presos condenados y 270 preventivos en espera de juicio.

El 27 de Mayo conseguimos la fuga de tres compañeros en el Dueso, gracias a una maniobra de diversión de la que fui obligado protagonista.

A primeros de Junio fui trasladado junto a otros compañeros del Dueso a la antigua crácel de Alcalá de Henares para descongestionar el Dueso. El día 9 junto a cuatro compañeros más, intentamos la fuga de esta cárcel a traves de una antigua ermita colindante con la sección abierta de esa cárcel: fuimos tiroteados en pleno recinto por el guardia civil de la garita, siendo herido grave uno de los participantes.

A los dos días fuimos trasladados en régimen de aislamiento a la cárcel de Carabanchel de nuevo. Ya funcionaba la “Cogestión”. Al estar aislado los compañeros que participaban en la Cogestioón (la mayoria de la COPEL), pidieron mi participación. Me sacaron del aislamiento para participar en la reunión con la dirección de la cárcel: el director, psicólogo y el subdirector, sociólgo.

En esa reunión se trataron varios temas con los que estaba de acuerdo.Y luego surgió la propuesta de que teníamos que avisar a los presos que se tenían que ir en conducción especial. Me negué a cumplir semejante delegación represiva. Inmediatamente me devolvieron a celdas de aislamiento y no supe nunca más (ni quise…) del régimen de cogestión del que algunos de mis antiguos compañeros se beneficiaron.

A los pocos dias fui trasladado de nuevo al penal de El Puerto de Santa Maria en régimen de vida mixta (con restricción de movimientos, una hora de patio, intervención de la correspondencia y censura, intervención de comunicaciones, etc.), junto a varios compañeros de la COPEL de Barcelona y alguna otra cárcel.

En estos últimos meses que pasé en el Puerto de Santa María, para asistir al último juicio que me quedaba pendiente en la Audiencia de Madrid, por el que estaba en prisión preventiva 6 años, fui trasladado en dos ocasiones en conducción especial: en un jeep de la Guardia Civil para mí solo, escoltado por otro jeep del mismo cuerpo. Me trasladaron directamente de la cárcel de el Puerto a los calabozos de las Salesas, en la Audiencia provincial de Madrid, para evitar mi contacto con los compañeros de Carabanchel. Como en las dos veces se suspendió el juicio, de nuevo conducción especial de Madrid a Cadiz, con un bocadillo como toda comida.

Finalmente el dia 20 de Abril de 1979, el Garcia Valdes decidió trasladarme a la Central de Observacion de Carabanchel, a la vez que a Miguel Sánchez García, uno de los compañeros más activos de la Modelo de Barcelona, seguramente para intentar con nosotros alguna terapia conductista (condenada al fracaso…) que nos “reformase”.

Al día siguiente 21 de Abril de 1979 salí en libertad de la cárcel de Jaén, donde se hacía tránsito y noche, siendo seguido el jeep de la guardia civil donde iba recluido por el coche de mi abogado y gran amigo, Manuel Hernández Rodero “el Pichuelas”, junto a otrxs tres amigxs más para “rescatarme” y llevarme, alucinado, al Cabo de Gata de Almería, donde comenzaría una nueva etapa de mi vida libre , con algún que otro sobresalto.

Con este relato pretendo zanjar el “eterno” debate que tengo con Fernando Alcatraz respecto a su versión sobre el funcionamiento de la COPEL en el Dueso en los meses de febrero, marzo y abril de 1978.Y especialmente ante sus afirmaciones públicas donde insiste en calificar a la asamblea de miembros muy activos de la COPEL en el Dueso, de la que yo formaba parte, tratandonos de forma despectiva de “dirigentes” y de autoconsideranos “la vanguardia” de la lucha, falsedades sin ningún fundamento ni prueba, pese a “sus investigaciones “ particulares.

Lo hago con pesar, cansado de debatir estas calificaciones en público y privado en varias ocasiones, sobre todo porque como decía al principio, al ser militante muy activo y comprometido con la lucha de COPEL, desde su origen, tuve una mayor perspectiva de su dinámica y estrategia y viví de pleno todo lo narrado.

Para quien lea esto, puede contrastarlo en el libro de Ceéar Lorenzo “ Cárceles en llamas: el movimiento de presos sociales en la transición”, de la editorial Virus que en sus páginas 267 a la 272 hace un relato muy detallado.

¡Salud!

Daniel Pont

Debate sobre objetivos y medios de lucha Actividad en la calle Vagos y maleantes

En el último de sus diez días de participación en la huelga de hambre rotativa por la salud y la vida de la gente presa publicamos dos textos de Toni Chavero, el primero respondiendo a las reflexiones de algunos grupos anticarcelarios de la calle sobre la anterior huelga de hambre rotativa, que terminó en marzo de este año, reflexiones que él mismo les había pedido. El segundo contiene, sobre todo, un llamamiento a la participación en el debate colectivo dentro del espacio de lucha, debate al que él da la mayor importancia para el fortalecimiento y expansión de la comunidad anticarcelaria resultante, unas reflexiones críticas sobre la horizontalidad dentro de ese contexto y una propuesta para que continúe a lo largo de toda la huelga rotativa el diálogo entre lxs presxs participantes sobre las reivindicaciones que cada cual «más sienta o que más de cerca le afecten». Los textos son de julio y agosto y, aunque de todas formas había que publicarlos, lo hacemos ahora a falta de otros más recientes, que seguro habrá escrito Toni, pero aún no han llegado a nuestras manos, debido sin duda a las condiciones especiales de incomunicación y aislamiento que le hacen sufrir al compañero como a otros presos en lucha. Una vez más, llamamos a todo el mundo a escribirle a Toni, lo mismo que a los otros intervenidos, para ayudarles a hacer frente a esa difícil situación.

Estremera, agosto de 2020

Un saludo a todxs, compañerxs, dentro y fuera, soy Toni Chavero. He recibido por un amigo vuestras reflexiones y quería daros las gracias por pronunciaros al menos. Y paso a contestaros, según mi opinión, a Valencia, Lleida, Murcia (Pronoia), Cantabria (HENAS), Barcelona (Fuig) y Castellón (Fuera del orden). Aprovecho para saludaros a todxs y agradeceros vuestras palabras. Espero que mi sinceridad no moleste en demasía a quienes habéis contestado, a mi entender, muy superficialmente, demasiado brevemente.

Deciros que Valencia y Lleida creo que sí han profundizado bastante más que el resto y, quizás, dentro de un diálogo horizontal, en este espacio de lucha, es lo que esperábamos dentro. Creo que, en general, la comunicación, la reflexión no ha sido quizás entendida ahí fuera o sólo algunos grupos la han interiorizado realmente y su trabajo lo pone en evidencia. Como he dicho, me refiero a Lleida y Valencia, aunque no es mi intención faltar al respeto a ninguna persona y, además, esto es sólo mi opinión.

Precisamente, respecto a una comunicación realmente horizontal, tengo una conversación bastante reflexiva con un amigo de fuera y habría mucho que sacar de ahí, pero a su tiempo. Ahora voy con vuestras reflexiones, agradeciéndolas en primer lugar.

A Lleida.- Compañerxs de Lleida, deciros que me alegra que veáis positivamente las huelgas de hambre rotativas, la coordinación que generáis con otrxs grupos y presxs, y quería valorar que no sólo os habéis quedado ahí, sino que habeis tocado más temas que bien podrían abrir debates dentro y fuera: la comunicación en todas sus variantes; la coordinación igual, dentro y fuera; la organización de calendarios y asuntos de fuera; la participación anticipada; las aportaciones, compartir las inquietudes, reflexiones, ideas; la propuesta de visibilizar, difundir en el exterior lo que pasa en los talegos; la búsqueda de simpatía y empatía; aumentar las acciones; las preguntas que lanzáis abriendo así debates; ver en qué fallamos, qué podemos corregir; la humildad con la que trasmitís y cómo analizáís la comunicación desde ambos lados del muro; qué objetivos se persiguen dentro; la presión a los colegios de médicos en la anterior huelga de hambre; el acercamiento a las familias para que se muevan más y hacerlas partícipes en las acciones y decisiones; y, en general, la honestidad con la que nos contestáis. Yo creo que la vuestra ha sido la reflexión más organizada, más meditada y más comprometida con todxs, dentro y fuera. Y os quería agradecer este trabajo que a nivel personal me parece muy positivo. Tenéis una disponibilidad inmensa y es de agradecer,. Así que, gracias.

Creo que es muy acertada la pregunta ¿qué comporta estar en una lista como esta? Lo habéis expresado con bastante certeza, aunque quizás yo lo hubiera dicho con más contundencia. Por supuesto, no somos mejores ni peores. Solo hay dos formas de vivir en la cárcel, una es el sometimiento a los esbirros de la institución penitenciaria y otra (la nuestra) es el enfrentamiento. Entendemos que lxs presxs que no quieren problemas ‒por los motivos que sea‒ y andan en el sometimiento, no es que sean peores que nosotxs, pero sí que dificultan nuestra labor libertaria, desde el momento en que muchxs de ellxs se convierten en carcelerxs, algunxs sin darse ni cuenta y otrxs con plena conciencia. En todo caso, estar en la lista requiere de ciertos esfuerzos y compromisos, y yo, en mi diálogo, estaré felicitando a quienes estén activamente en las huelgas de hambre que se realicen, o en cualquier acto individual o colectivo que efectúen.

En esta última huelga de hambre, la de mayo de 2020, hemos sido ocho o nueve personas. Bien está que sepamos con quiénes contamos para las rotativas de septiembre. Si somos esos ocho o nueve, ya está bien por el momento. Lo que no podemos hacer es obligar a nadie a hacer nada. Tendrá que salir de lxs presxs hacer lo que vean oportuno y, como ya he dicho mil veces, esta labor comunicativa dentro, de presxs a presxs, nos corresponde solo a nosotrxs lxs presxs. Solo así podrá crecer cuantitativamente el espacio de lucha (dentro).

Yo, que ando en contacto con vosotxs (Lleida), creo que hacéis una labor honesta, sincera, útil, constante y con unas aportaciones muy interesantes. No puedo, como preso, pedir más para mí de vosotrxs, yo creo que andáis, en la medida de vuestras posibilidades, que sabemos son muy pocas y que sufrís una situación bastante jodida también,con un posicionamiento y una inquietud encomiables. Bien gestionada la reflexión, muy bien expresado el texto, yo os lo agradezco.

Y, por supuesto, la próxima huelga rotativa de septiembre de 2020 vamos adelante, continuamos siendo una sola unidad, un espacio de lucha que va mejorando. Gestionemos los problemas de dentro con las dificultades que nos ocupan, p ero saabiendo por qué luchamos y cómo hacerlo. Y en este tema, como he dicho, nos toca a lxs presxs estar con otrxs presxs y hacerles saber cómo pensamos y actuamos, desde la realidad que nos oprime, intentar que comprendan que la lucha es el único acto aquí dentro para mantener intactas la dignidad y la humanidad, aunque estamos salvajes.

En cuanto a las propuestas que yo sé de dentro, son de reivindicar el fin de la dispersión, del régimen especial de castigo, del FIES y de los aislamientos, la excarcelación de lxs presxs con enfermedades mentales, de lxs enfermxs crónicos y de lxs ancianxs, en grave situación de riesgo por el coronavirus ‒o sea, que lxs excarcelen ya‒, y el esclarecimiento y delimitación de responsabilidades por lxs presxs exterminadxs en las cárceles del Estado terrorista español. Estas son las que yo sé a día de hoy; lo mismo hay más. ¡Ojalá! Porque eso significaría que la peña de dentro se anima a pronunciarse. Con esto os dejo por contestado el texto, aunque hay más temas que hablaremos más detenidamente. Salud, compañerxs de Lleida.

A Murcia (Pronoia).- Salud, compañerxs de Murcia, mi agradecimiento a vuestra aportación, va por delante, gracias, Disculpad si parezco más distante con vosotrxs. En realidad, no es así, es por la intervención

Veo que valoráis positivamente las huelgas de hambre como medida de presión y que en la huelga de hambre colectiva se haya notado quién está ahí y quién no, lo cual es positivo. Por otro lado, surge en vuestra aportación un debate interesante: ¿Hasta qué punto se consigue presionar a las instituciones con las huelgas de hambre, si somos tan pocxs dentro quienes las realizamos? Desde mi punto de vista y como ser improductivo para la sociedad capitalista, creo que la presión es mínima y que quizá sea contradictorio usar la «legalidad democrática», cuando no creemos en ella. Además, de todas formas, las instituciones se han vacunado contra lxs de dentro; llevamos años recibiendo los mismos «borradores tipo» de todas ellas, si queréis verlos en gran cantidad, a lo largo de estos últimos años, les he pasado copia de muchos de ellos a lxs compis de Valencia. Esto es lo que sucede dentro: borradores tipo, se pasan la pelota y un mogollón de falacias y gilipolleces.

¿Si lxs presxs «cumplen» realmente las huelgas de hambre y demás? Para ello están los resguardos de las instancias de los talegos y de las instituciones, así es cómo podemos saber quién actúa y quién no hace una mierda. Así que la «sinceridad» reside en los papeles y no en lo que digamos dentro. Es triste y jodido andar así, pero el tiempo ha demostrado, por desgracia que así surge la «sinceridad».

Sí, la presión alrededor de las huelgas de hambre se potencia cuando desde fuera se difunde cuanto más mejor y con todos los medios de comunicación anarquistas posibles. A mí los «medios de comunicación» de una sociedad de clases no me interesan. Solo creo en los horizontales, en los que están a nuestra altura, en los suburbios.

Eso con respecto a lo que decís, lo cual valoro, aunque me hubiera gustado más reflexión, más profundidad en tantísimos asuntos, pero, claro, hemos enfocado este diálogo vinculándolo a las huelgas de hambre rotativas, y ha sido un error mío proponerlo así, ya que luego se ha limitado a lo mínimo. A pesar de todo, este encuentro entre grupos que nos llega dentro bien podría ser el principio de un ejercicio comunicativo y reflexivo más constante. A mí desde luego me interesa lo que pensáis fuera, porque dentro y fuera somos unx. Y, si conseguimos al menos esto, podría ser el primer paso para que en el futuro tengamos más posibilidades de comunicación. ¿Qué os parece a vosotrxs ahí fuera? Salud, compañerxs de Murcia, un abrazaco.

A HENAS (Cantabria).- ¿Qué tal por ahí arriba? Un saludo y mi agradecimiento a vuestra valoración sobre las huelgas de hambre rotativas. Sabemos las dificultades que pasáis los grupos y el hecho de ser poquitxs os hace grandes, cuando lucháis con tantas adversidades, así que yo agradecido por la labor, no por su tamaño, sino por el interés que se pone en ella.

Es cierto que las huelgas de hambre rotativas, por su extensión temporal, tienen ese factor de continuidad reivindicativa y facilitan más acciones dentro y fuera, siempre que se planifiquen con tiempo y con ánimo.

Me he fijado en que decís que «no todas las personas presas van a estar coordinadas y/o no les apetece participar con determinada gente». En estas cuestiones, que parecen ser fisuras dentro de un todo o sea, dentro de un espacio de lucha horizontal, deberíamos ser más explícitos con lo que esté sucediendo. A mí eso me da entender que no somos todxs unx, aunque quizá no os he sabido interpretar correctamente, en todo caso, aprecio la sensibilidad que pretendéis.

Sí, salir a la calle, nos ayuda a salir del «gueto», ya sea anarquista o anticarcelario. El contacto, el diálogo, la solidaridad y la perseverancia quizá sean una parte importante de esta lucha. Sin esto y algo más, no estaríamos aquí desde que en 2015 se empezó a gestionar la organización de un espacio de lucha horizontal.

Sobre la peña en El Dueso no tengo datos yo, pero seguro que a estas alturas, cuando os llegue esto, ya sabréis algo. Recibid un abrazo libertario. Salud y libertad. Mucho ánimo.

A Fuig (Barcelona).- Un saludo, compañerxs de Fuig, ¿cómo vais? Agradeceros la participación en este debate, aunque, como ya he dicho, nos hemos limitado a las huelgas de hambre rotativas, aunque lo cierto es que son muchas las cuestiones que nos ocupan. Ya he dicho que por mi parte ha sido un error hacer el llamamiento a pronunciarnos solo sobre las huelgas de hambre rotativas. Pero bien podría ser una forma de tener más contacto horizontal, dentro del espacio de lucha, y, sobre todo, por lxs presxs, que estamos aisladxs, intervenidos y sometidos sistemáticamente a régimen especial de castigo. Podría ser un punto de partida comunicativo entre grupos y presxs. Abrir un debate así, si la peña participa, sería cojonudo.

Vosotrxs mismos habláis de las dificultades de coordinación fuera, de la falta de continuidad de algunos grupos, de la espontaneidad de otros y de los «formales y públicos», aunque no tengo muy claro lo que queréis decir con esto último, quizá que estos no están en la horizontal, sino en otro nivel, por encima. Lo cual rompería la horizontalidad del espacio de lucha y este sería otro debate a largo plazo. Habláis de otros problemas: «territoriales; intervención de comunicaciones; falta de financiación; falta de apoyo jurídico…

Es cierto que dentro nos encontramos con problemas personales por cuestiones políticas. Está claro que la ideología original que generó el espacio de lucha es libertaria y anarquista, por lo que no cabe aquí nadie con ideologías nazis y un largo etcétera que paso de expresar. Y que muchas cartas a lxs intervenidxs no nos llegan, de ahí que sea aconsejable, y es factible además, que periódicamente nos expresemos sobre los problemas y sus soluciones por esta vía. Sería interesante. ¿Qué opináis?

Aunque quizá no tengo al respecto el entendimiento y la comprensión suficientes, creo que la Coordinadora Anticarcelaria de Cataluña podría ayudar. Creo que tanto dentro como fuera tenemos que ser unx, aunque esto sea fácil decirlo y difícil hacerlo.

Decís que con la huelga de hambre rotativa os surge la duda de que, al no ser indefinida, pierda como herramienta de presión su fuerza. Lógicamente, la respuesta es que sí, como medida de presión es más débil que una huelga a muerte. Pero, si en mayo hemos sido nueve como mucho en huelga de hambre, ¿qué presión podemos hacer? Si las huelgas de hambre parecen un eco del pasado, pues pocxs estamos en disposición de realizarlas, ¿aumentaría la presión si la huelga fuera indefinida? Para asuntos particulares no te digo, pero con un planteamiento tan amplio, ambicioso y a largo plazo como el de las catorce reivindicaciones, de lo que se trata es de ampliar la participación tanto dentro como fuera y de estar emitiendo el mensaje de la propuesta durante todo el tiempo que se pueda, para que se vaya formando y fortaleciendo una comunidad de lucha anticarcelaria, y no de acumular cadáveres sobre ella. Quienes hablan de huelgas de hambre indefinidas no deberían hacerlo a no ser que estén ellos mismos dispuestos a participar o a apoyar con un grado de compromiso equivalente.

En cuanto a si la huelga de hambre ha sido una «medida de fuerza», una vez más, no, para nada, solo es que nos hemos vuelto a dar de hostias con la realidad y la realidad indica que de diecinueve «figurantes», solo nueve estuvimos en huelga y aún estamos esperando saber por qué. Ya que otro de los problemas es que esos figurantes no se pronuncian. La realidad a veces es así de ruda. Pero no, aquí no se ha medido a nadie, se ha impuesto el miedo, es lo que pasa a consecuencia del coronavirus. Los presos de segundo grado que se han puesto en huelga de hambre o han hecho algo, han sido aislados del resto, aplicándoles el artículo 75.1 RP, para generar más miedo. Cabe preguntarse, si hubiese habido más coraje y todxs lxs presxs se hubiesen puesto en huelga de hambre, ¿dónde les habrían metido? La SGIP sabe dividir muy bien, eso es lo que ha pasado. Venga, compañerxs de Fuig, un abrazo libertario de este preso.

A Valencia (grup de suport a persones preses).- Ya sabéis que através de A teneís más conocimiento de mí, últimamente estoy en un debate con él sobre la horizontalidad real del espacio de lucha y ortos temas varios. Y todo esto es extensible a lo que aportáis en vuestras reflexiones, las cuales agradezco en grado sumo.

No creo que ningún grupo de fuera haya tenido nada que ver en cuanto a la participación en la huelga de hambre de mayo. La información nos llegó a todos, menos a Moha, en A Lama, eso que quede claro de entrada. La disposición dentro es la que ha fallado, no vosotrxs. Hablemos claro, no os culpabilicéis vosotrxs de nuestra falta de iniciativa, ya se lo he dicho a los otros grupos y no voy a reiterarme más: ha sido el artículo 75.1, y poco más que decir.

Creo que todo lo demás que os pueda decir es una reiteración de lo dicho a los otros grupos. Llevo horas ante el papel y es que es todo lo mismo. Lo primero, agradeceros los puntos de vista, la participación en el debate. Como he dicho a los otros grupos, todo esto podría ser un punto de partida para debatir lxs de fuera y así poder participar nosotrxs sobre la base de vuestras aportaciones, preguntas y todo tipo de dilemas. Y viceversa, es decir, que nos podríamos encontrar de vez en cuando así, si os parece bien a todxs y, sobre todo, si desde dentro nos ponemos las pilas y cogemos el boli más a menudo. Yo tengo esperanzas de que será así, de manera que lo dejo como una propuesta a debate.

Y qué deciros, compañerxs, si llevo tres hojas con lo mismo, ya sabéis que estamos en contacto a través de A, que desde el minuto uno estuvisteis ahí y continuáis ya casi cinco años parece que fue ayer, y ahora, miradnos, somos un puñaíto dentro y ahí fuera sois un mazo. Dentro, tienen que entrar los estatutos y la tabla actual de catorce puntos, para que rule por los talegos y podamos crecer. Ahora apenas somos una llamita, pero lo mismo pronto somos un gran incendio, es lo que pasa con el fuego. Será cuestión de perseverancia, comunicación y todo eso que vosotrxs sabéis ya de sobra. Y, sobre todo, si crecemos cuantitativamente, será gracias a grandes dosis de concienciar a lxs presxs de que el único camino es luchar. «Si luchas,puedes ganar o perder. Si no luchas, estás perdidx. Venga, un abrazaco. ¡Aúpa, Valencia!

Colectivo Fuera del Orden (Castellón).- Salud, Y y compañerxs de Fuera del Orden, un enérgico abrazo y muchas fuerzas. Me ha parecido interesante lo que me explicáis sobre las huelgas en EE.UU. 2016-2018. Leí un libro sobre las cárceles de allí y la explotación que en ellas se practica. El Estado y el ejército tienen ahí una mano de obra que deja por los suelos a lxs esclavxs negrxs del algodón, las galeras y todo lo que compuso la historia capitalista de EE.UU. Esto continúa así a día de hoy, yo he hablado con presxs que han estado por allí y o te sometías al esclavismo o te tiraban a los peores pozos que por allí tienen, así es allí la cosa. (…)

Gracias por los ánimos a Peque y a mí. En verdad, hay más personas, lo que pasa es que, no sé, tendrán alergia al boli. Yo llevo más de tres horas escribiendo y estoy acabando ya, aunque lo mío es crónico. Pero, vamos, es que tenía que contestar a los grupos que se pronunciaron sobre las huelgas de hambre rotativas. En septiembre iniciamos una ‒ya sabéis todo esto, claro‒ y nada, aunque seamos pocxs dentro, no vamos a dejar de dar la brasa.

Os mando un grito de libertad y muchas fuerzas, compañerxs. Agradecido por contactarme, Y. Un abrazo fuerte y Anarquía. Salud.

Estremera, julio de 2020

Salud, compañerxs que lucháis dentro y fuera de las jaulas del Estado terrorista español, soy Toni Chavero. Quería hablaros a todxs, tanto dentro como fuera, de la importancia del diálogo, de la participación horizontal en el mismo dentro de este espacio de lucha.

En primer lugar, creo que todxs somos conscientes de que el Estado democrático es una falacia. La democracia es un disfraz con el que se vistió el franquismo en la Transición. Si la democracia es igualdad, ¿dónde está la igualdad y, por tanto, dónde la democracia?

Partiendo de la base horizontal, de ideología anarquista, entramos en esto que llamamos nosotrxs «debate». Para que el debate sea horizontal realmente, lxs que estáis fuera deberíais plantearos alejaros del asistencialismo, desprendiéndoos de las ideas de «clase media», que no son más que otro virus de la enfermedad capitalista. Porque ese asistencialismo, esa superioridad del que tiene, «por mérito propio» una carrera o una posición mejor en la sociedad, agrava la inconsistencia de nuestro sentir, llevándonos a un pensamiento meramente «político», enfocado a la integración en una sociedad que rechazamos, por la vía ficticia, engañosa porque es irrealizable, de la compensación de las discriminaciones, cuando el antagonismo entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos no se puede superar dentro del capitalismo y tampoco participando en la farsa «democrática» que le sirve de careta. Para representar esa farsa está la «sociedad civil» y su relación siempre diplomática con el Estado y con el Capital, consistente en atacar los síntomas respetándolos a ellos, que son la verdadera enfermedad. O nos organizamos desde abajo, desde el campo de los oprimidos, para defendernos de la opresión por medio de la autoorganización y el apoyo mutuo u ofrecemos un servicio más o menos barato en el mercado de la falsa solidaridad. Entre quienes ocupan una u otra de esas dos posiciones es imposible la horizontalidad. Y, por ejemplo, cuando la mayoría os definís como «grupos de apoyo», no existe horizontalidad, la cual queda excluida en esa expresión, como espero que resulte evidente después de lo dicho.

No quiero ofender a nadie, aunque quizás esto quede solo en mi «deseo» y sea inevitable la ofensa, porque eso de ofenderse o no está en cada quien. Tampoco voy a profundizar más en el tema. Esto sería, sin más, una invitación a una reflexión más profunda, para todxs, pero para los de fuera mayormente, así que lo dejo ahí, como una mera intención de plantearnos desde dónde podemos trabajar y cómo nos queremos definir. La cuestión sería lograr una verdadera horizontalidad en el diálogo a través de una invitación a profundizar en lo que hacemos, cómo y por qué lo hacemos. Y queda abierta a todxs ahí fuera.

En cuanto a lxs presxs dentro, poniéndome yo el primero, que he errado en muchas ocasiones y posiblemente me he equivocado más veces por mi condición de ser humano irrecuperable para esta sociedad de mierda. El diálogo dentro, remitiéndonos a tres o cuatro años atrás, hasta el día de hoy, ha sido cosa de unos pocos, que hemos sido los que nos hemos preocupado por su existencia en el espacio de lucha, cuando el hecho de pronunciarse es una cosa de todxs lxs presxs ya que somos quienes tenemos que exponer qué queremos hacer y cómo y qué nos mueve a los actos.

Yo quisiera invitaros a todxs a entrar en debate, en propuestas, a responder a las propuestas del resto y a romper el silencio, sin miedo a equivocarnos. Nos tenemos que equivocar para crecer, eso es lógico y sumirnos en el silencio no tiene sentido.

Por otro lado, lxs que sí que que nos pronunciamos y generamos debate hemos entrado en un bucle. Proponemos, respondemos, argumentamos, discutimos, sacamos conclusiones y actuamos según lo que se decide, pero en la mayoría de los casos, el mío también, nos hemos quedado en lo superficial, en una comunicación muy pobre, sin extendernos en lo que pretendemos. Y hemos de preguntarnos por qué pasa esto. Es una invitación a quien quiera reflexionar sobre este asunto.

Lo mismo tenemos que pronunciarnos con más claridad, extendiéndonos en las cuestiones a debatir. Quizás el diálogo «estratégico» carece de calidad suficiente y el contenido de nuestro discurso no ha logrado llamar a lxs otrxs presxs al debate. Y hay temas, como esta última huelga de hambre del primero de mayo que no se han tocado apenas. Esa oportunidad ya pasó y debemos aprender de los errores. Habrá que tomar decisiones al respecto, porque el debate, la reflexión colectiva a través del diálogo, es algo fundamental, sin él estamos acabadxs. Así que insisto y pido que todxs participemos del mismo, dentro y fuera, implicándonos en generar reflexiones, participando, pronunciándonos. Formar parte del diálogo es formar parte del espacio de lucha.

Tampoco me voy a extender demasiado en esto, para que vosotrxs, compañerxs y amigxs, podáis aportar lo que penséis del asunto, para ver entre todxs, horizontalmente qué es lo que sucede. ¿Qué opiniones tenéis vosotrxs? ¿Que conclusiones estáis sacando de la experiencia que estamos compartiendo? Que esto es cosa de todxs, compañerxs, que todxs somxs unx. Ahí lo dejo, a ver si os animáis a decir algo sin temor a equivocaros. Nos vamos equivocar, eso es seguro, pero de ahí que podamos crecer como comunidad de lucha.

Otro tema para mí importante es que en esta huelga de hambre rotativa estemos con ánimo de participar hasta donde cada quién pueda y, en cuanto a las propuestas reivindicactivas, yo creo que sería interesante no cerrarnos en las pocas propuestas que han salido a debate, sino abrir un abanico reivindicativo más amplio. Podemos reivindicar muchos más aspectos. Si estáis de acuerdo, pronunciaros y, si no, también. Igual que se puede organizar el calendario fuera, ya que hacerlo dentro sería demasiado complicado por las intervenciones, la dispersión y demás factores de atomización, también se puede hacer un reparto de quién reivindica qué cuando le toque su turno en la huelga rotativa, o mejor que cada unx aproveche su turno para resaltar las reivindicaciones que más sienta o que más de cerca le afecten.

Es una propuesta que dejo abierta a debate, yo ya me pronuncié y lo seguiré haciendo. Esta propuesta puede resultar un tanto complicada, nadie dijo que fuera fácil. Lo importante es evolucionar y tenemos una gran oportunidad a partir de septiembre. En nosotrxs está aprovecharla. Ánimo y muchas fuerzas. Un saludo a todxs con mis mejores deseos de salud y libertad. Por una sociedad sin jaulas. Anarquía.

Toni

Propuesta De Lucha Colectiva Para Ser Difundida Y Debatida Dentro Y Fuera (Renovada)

Huelga De Hambre Rotativa 2020

¡No Olvidéis A Lxs Presxs En Lucha! [Lista Actualizada, 02-09-2020]

Debate sobre objetivos y medios de lucha Huelga de Hambre Rotativa 2020-2021

[picar en imagen para leer o descargar]

Aquí va el texto de un «artículo» escrito por un compañero nuestro como contribución a un «suplemento informativo sobre la lucha por los derechos de las personas presas», editado por La Directa y que podéis ver o descargar, en catalán, pinchando en la imagen de arriba. Publicamos este escrito, con su título y texto originales, en lugar de la versión muy tergiversada ofrecida en El Salto, una traducción de la versión catalana inicial, ya escasamente fiel al original en castellano que ahora podéis leer aquí. Doble tergiversación, porque en la publicación catalana, ya se cambiaba sustancialmente, en un sentido ciudadanista, lo que había escrito nuestro compañero y, luego, se retraduce al castellano con un ánimo, si pudiera ser, aún más «izquierdista». El tono del artículo ya era bastante neutro, para adaptarlo al estilo «periodístico» de la publicación, pero lxs traductorxs y retraductorxs se han esforzado tanto en limarle los dientes aún más, que el autor ya no lo reconoce, ni tampoco el colectivo Tokata. La reflejada en La Directa y en El Salto no es nuestra manera de pensar y escribir: nosotrxs no estamos reclamando «que se respeten los derechos humanos», sino que luchamos en defensa de nuestra gente, por la destrucción de las cárceles, del Estado y del Capital; para nosotrxs, no existe España, sino el Estado español con sus cárceles, el territorio y la población dominadxs por él; no hubo ninguna «transición democrática», sino una «transacción» –como dicen lxs compañerxs del colectivo Etcétera– entre «los que mataron a Lorca y los que mataron a Nin», para «democratizar» superficialmente el régimen franquista, en el que aún vivimos; para nosotrxs es un orgullo mencionar al grupo COLAPSO y el anarquismo de algunos compañeros presos sociales que participan en la propuesta, detalles censurados; nosotrxs no solemos hablar de «estrategia», sino que intentamos explicar nuestra experiencia con otro lenguaje, que queremos lo más ajeno posible al del ejército, la política y el periodismo, experiencia y lenguaje nuestrxs de lxs que no ha quedado apenas rastro, después del lifting; sí que quisiéramos poner al descubierto la «estrategia» del Estado, pero en la versión light publicada han quedado borrados todos nuestros intentos de hacerlo. En fin, aquí está lo que de verdad escribió nuestro compañero, bastante más interesante, a nuestro juicio, como reflexión sobre la experiencia de la vigente propuesta de lucha, que lo que ha quedado, después de los intentos de doma periodística.

ITINERARIO DE UNA PROPUESTA DE LUCHA

En las cárceles del Estado español existe ahora mismo un pequeño grupo de personas presas que están haciendo ayunos mensuales en defensa de una tabla reivindicativa de doce puntos donde se analizan una larga serie de situaciones que atentan contra la dignidad y la vida de la gente presa. Esta manera de proceder se parece mucho a algo que se hacía a finales de los años 70, en tiempos de la COPEL, de cuyas tablas reivindicativas se ha dicho, que realizaban, justo en el momento de la “Transacción democrática”, una verdadera radiografía crítica del sistema penal y penitenciario. Una actitud que ha tenido continuidad, desde entonces hasta ahora, en casi todos los intentos de lucha colectiva que se han producido dentro de las cárceles, hasta convertirse en costumbre. Este grupo de unas veinte personas dispersas en quince cárceles diferentes está discutiendo, a partir de un balance crítico de lo hecho desde que empezaron, la convocatoria de una huelga de hambre colectiva para el próximo 1 de mayo —que sería la cuarta, pues en 2018 han hecho huelgas parecidas en mayo, octubre y diciembre— y se plantea de aquí a entonces, ampliar la tabla reivindicativa, añadiéndole unos cuantos puntos, y diversificar los medios de lucha y expresión utilizados hasta ahora.

Para entender la actitud de esta gente hay que mirar un poco hacia atrás, a los inicios de esta situación, que viene durando algo más de tres años. Su origen está en la propuesta de crear una organización llamada ASPRELA (Asociación de Presos en Lucha Activa) que hicieron en 2015 unas cuantas personas presas desde el departamento de aislamiento de Estremera. Dos de ellos habían estado recientemente en la calle —uno cumplido y el otro fugado—, donde se relacionaron con un pequeño pero activo grupo pro presos que se había formado en Madrid autónomamente, en el sindicato de oficios varios de la CNT, y que les había apoyado antes de salir. También participaba este grupo, con continuas concentraciones en la plaza de Tirso de Molina y piquetes en las puertas de las cárceles madrileñas, en la actividad solidaria con las huelgas de hambre de José Antúnez y Xavier Guerrero o en una campaña por un tratamiento para las personas presas enfermas de hepatitis C igual al de la calle.

Los compañeros recién salidos se integraron en ese grupo, sumándose a sus actividades y participando en charlas, programas de radio y algún vídeo en internet, para denunciar los tratos cueles, inhumanos y degradantes de los que habían sido víctimas o testigos mientras habían estado presos, en especial las torturas y muertes en la cárcel de Navalcarnero a la que calificaron públicamente de Centro de Exterminio. Desgraciadamente, volvieron muy pronto a la cárcel, juntos, acusados de una larga serie de delitos. Y cayeron, precisamente, en Navalcarnero, donde fueron recibidos con provocaciones y agresiones, yendo a parar enseguida al régimen especial de castigo. La propuesta de ASPRELA fue su manera de afrontar la terrible presión, creciéndose en lugar de achantar. Bajo esas siglas, hicieron algunas huelgas de hambre y denunciaron, por ejemplo, la situación de varias personas presas con enfermedad grave. Consiguieron la colaboración de unos cuantos compañeros de aislamiento, nombraron un coordinador y varios encargados de zona, redactaron unos estatutos y una tabla reivindicativa y elaboraron un calendario de acciones.

Demasiado para un par de pequeños grupos autónomos anarquistas como el de Madrid y el Tokata de Valencia, sobre quienes recaía la responsabilidad de difundir la propuesta. Y también para algunos compañeros presos, de ideas anarquistas, que supieron de ella y querían sumarse, como Peque, único miembro en activo de COLAPSO (Colectivo Anarquista de Presos Sociales), veterano de la resistencia anticarcelaria. Cada cual a su tiempo y manera, les dijeron a los compañeros de ASPRELA que en su propuesta estaba todo decidido de antemano, que era demasiado vanguardista. Pensaban que tanto los objetivos como los medios de la lucha, así como la forma de organización, la cuestión de si se utilizaban siglas o no, etc., eran detalles que tenían que ser discutidos horizontalmente, entre todas las personas participantes. Del diálogo que desencadenaron estas críticas surgió la propuesta actual. En verano de 2016, como material de debate sobre qué hacer y cómo ante las situaciones de abuso diversificado y continuado que viven las personas presas en las cárceles del Estado español, empezó a difundirse una síntesis de los textos elaborados hasta entonces por los compañeros, que integraba los resultados del debate anterior e incluía los doce puntos de la tabla actual. Se proponía también hacer uno o dos ayunos mensuales de un día, como signo de participación activa, y denunciar todo lo denunciable. Y se pedía la colaboración tanto de las personas presas como de la gente de la calle con sensibilidad anticarcelaria. Ya que la gente presa lo tenía muy difícil para sostener esa especie de asamblea permanente a distancia que se estaba proponiendo, dadas las condiciones de atomización e incomunicación en que vivía, impuestas a través de años de conflicto permanente, por la administración carcelera, para prevenir e impedir cualquier intento de lucha colectiva.

Mirando todavía un poco más atrás, la autoridad carcelera está bien escarmentada desde los tiempos de la COPEL, cuando se logró, luchando por la extensión de la amnistía a los presos sociales, formar una comunidad de lucha en la que llegaron a participar varios miles de personas presas, con bastante eco solidario en la calle. Pasando por la querella contra las torturas de Herrera de la Mancha, en el 79, donde se denunciaba, desde dentro y desde fuera, la tremenda represión contra el anterior episodio. Por la lucha de los preventivos del 81 al 83, con la que se logró la excarcelación de 7000 personas. Por los intentos de los presos fuguistas, del 83 al 92, entre los que figuró la APRE, que insistieron una y otra vez en planes de evasión por la brava donde se apoderaban de los módulos de castigo, y hasta de cárceles enteras, tomando a los carceleros como rehenes para buscar la fuga y, al no conseguirla, utilizarlos para forzar la publicación de series de reivindicaciones donde denunciaban, como se hace ahora, la acumulación de abusos que estaban sufriendo, también como ahora, las personas presas. Y por las vicisitudes de la lucha contra el FIES, ambicioso intento de volver a crear una comunidad de lucha anticarcelaria, basada en la defensa de una serie de reivindicaciones, resumidas en las célebres cuatro: ni FIES, ni dispersión, ni enfermos en prisión, y límite de cumplimiento en 20 años.

Precisamente, se trataba de afrontar la situación creada por la aplicación, a lo largo de veinte años atravesados por todos esos conflictos, de una serie de medidas tomadas por el Estado para que no pudieran volver a planteársele semejantes desafíos: impunidad, incluso legalización, de la tortura y los malos tratos; régimen especial de castigo; control cada día más intenso y tecnificado; arbitrariedad en los traslados; construcción de macrocárceles; oscurantismo estadístico, por un lado, y tergiversación mediática, por otro, de lo que sucede en las cárceles… Todo lo cual hacía necesaria la contribución de gente de la calle a la restauración, de aquel “espacio de lucha” del que se hablaba durante la campaña contra el FIES. Para que las personas presas puedan reflexionar colectivamente, dialogar y decidir sobre sus necesidades y problemas, sus objetivos y los medios para alcanzarlos, es necesario que todo lo que digan todas les llegue a todas con la mayor fluidez posible. Para que sus denuncias, reivindicaciones y acciones tengan resonancia en la calle, hacen falta personas y herramientas de comunicación que las difundan, solidaridad y coordinación dentro-fuera en la movilización y en la acción. Y también es indispensable que quienes están dentro de los muros se enteren de lo que se hace fuera. Eso sería, en principio, el espacio de lucha: una red de comunicación que haga posible el diálogo, la decisión y la acción comunes entre todas las personas y grupos participantes, dentro y fuera.

Y eso es lo que se ha estado intentando crear desde que empezó a difundirse la actual propuesta, en verano de 2016. Desde entonces hasta los primeros meses de 2018, entre veinte y treinta personas presas estuvieron haciendo ayunos al menos los días 1 y 15 de cada mes y enviando escritos al congreso de los diputados, a la secretaría general carcelera y al “defensor del pueblo”. Quien no podía o no quería ayunar, por su estado de salud o por lo que fuera, se limitaba a enviar los escritos. También se publicó una lista, actualizada con frecuencia, con los nombres y direcciones de quienes participaban. Se hicieron varias huelgas de hambre colectivas, con participación de unas ocho o nueve personas, en apoyo de las Nais Contra A Impunidade gallegas, criminalizadas por denunciar la muerte del hijo de una de ellas en un cuartel de la guardia civil. O con “los tres de Lleida”, condenados por apoyar a un preso que denunció malos tratos de los carceleros, los cuales resultaron absueltos mientras él era condenado por una contradenuncia. Asimismo, se realizaron multitud de huelgas de hambre individuales o de pequeños grupos y otros actos reivindicativos, como huelgas de patio y de silencio, escritos firmados colectivamente, autolesiones o incendios de celdas, para protestar por malos tratos y torturas, reivindicar excarcelaciones por enfermedad o traslados más cerca de la familia, denunciar la explotación laboral y otros abusos… El apoyo en la calle, más bien escaso, aunque no faltaron del todo la comunicación y algunas actividades de difusión y visibilización de lo que sucedía dentro, así como un par de intentos, aunque fracasados, de coordinación, por parte de algunos grupos de apoyo.

Ante la dispersión de esfuerzos que ellos apreciaban en todo eso, a partir de febrero de 2018, algunos compañeros presos en lucha propusieron para el 1 de mayo una huelga de hambre colectiva de un máximo de quince días que debía servir para coordinar las acciones de la gente de dentro lanzando un llamamiento unificado a las personas y grupos que desde fuera quisieran apoyarles, para actuar todas al unísono. Desde antes de empezar, tuvo eco en la calle la convocatoria —lo mismo que el debate entre las personas presas que se iban adhiriendo, unas veintitantas—, difundiéndose en radios libres, en internet, en charlas, jornadas, carteles, panfletos, folletos y otras publicaciones en papel, en al menos nueve ciudades, con concentraciones y acciones callejeras en tres de ellas. Enseguida, se propusieron nuevas convocatorias, para octubre y diciembre, buscando, desde el principio entablar comunicación con toda organización abolicionista y defensora de los derechos de la gente presa con la que se pudiera conectar. Haciendo especial hincapié sobre la catástrofe médico-sanitaria en las cárceles y asumiendo el decálogo de la sanidad penitenciaria propuesto por la APDHA. A partir de septiembre, en una cantidad creciente de lugares, fue comentada la propuesta en actos públicos, se hicieron pintadas de todos los tamaños, se pegaron carteles y se colgaron pancartas, se informó sobre todo ello en internet, en emisiones de radio y en publicaciones impresas. Hasta finales de diciembre, se sucedieron ininterrumpidamente este tipo de actividades, mezcladas con una gran cantidad de marchas, concentraciones y acciones callejeras. Unas en directa y explícita relación con la convocatoria de huelga de hambre, otras en clara confluencia y otras a su propio aire.

Así, se puede decir que con toda esa actividad ha fluido una corriente anticarcelaria en la que se han coordinado grupos autónomos y libertarios, familiares autoorganizados, abogados solidarios, asociaciones abolicionistas, personas individuales y medios de difusión más o menos marginales o integrados, una pluralidad de fuerzas que adquieren auge, animando y ampliando considerablemente el campo anticarcelario. Conscientes de ello, los compañeros presos en lucha, han decidido hacer una nueva propuesta de huelga de hambre y movilización conjunta, a iniciar el próximo 1 de mayo, con tiempo suficiente para que se vayan articulando los acuerdos y proyectos colectivos que se ha visto surgir en estos meses. Mientras, entre la gente presa, se ha reiniciado, sin abandonar los ayunos mensuales, el debate sobre su propia propuesta, que se está desarrollando en dos sentidos. Primero, con la añadidura de dos nuevas reivindicaciones, una que se refiere a la limitación del máximo de cumplimento, dirigiéndose, por tanto, contra las diversas formas de cadena perpetua y el endurecimiento punitivo, y otra que apunta a la indefensión jurídica que sufren estructuralemente las personas presas en el actual sistema penal. Y segundo, con la propuesta de ampliar el envío de escritos a las instituciones internacionales y europeas de prevención y denuncia de la tortura y defensa de los derechos humanos. Mientras se reflexiona, la lucha sigue, con la huelga de hambre y sed de Carmen Badía Lachos, la campaña por la libertad de Antonio Nieto Galindo y la visibilización de otros casos, tanto de personas con enfermedad muy grave que deberían ser excarceladas —Francisco Chamorro, Belén Vázquez Campillo, Pedro Escudero Gallardo…— como de cadena perpetua encubierta, el de Enrique Del Valle González, por ejemplo.

Actividad en la calle Debate sobre objetivos y medios de lucha Huelga de Hambre Mayo de 2019 Presxs en lucha

A partir de un artículo publicado en Ekintza Zuzena, tomamos algunos rasgos de la lucha contra el FIES como referencia para enfocar la situación actual en las cárceles del Estado español, los motivos que sigue habiendo para luchar y las posibilidades de hacerlo y, sobre todo, la propuesta de lucha colectiva que desde el verano vienen articulando un grupo de compañeros presos. Hablamos también de la XVII marcha a la cárcel de Teixerio, convocada para el 14 de enero; de la situacióm de Mumia Abu-Jamal, en lucha por un tratamiento adecuado de la hepatitis C que padece. y del llamamiento a la solidaridad con las compañeras presas en Alemania acusadas de expropiar bancos.

Debate sobre objetivos y medios de lucha Radio: Tokata Y Fuga

Gabriel Pombo Da Silva ha pasado por una cadena perpetua encubierta al enlazar una condena detrás de otra. La tecnificación y la modernización en el control de los presos han hecho inviable la resistencia colectiva a la prisión que años atrás era posible. La modernización de estos sistemas de control –aislamientos, FIES, dispersión…– ha puesto dificultades a la formación de una comunidad de lucha dentro de la cárcel.

Actividad en la calle Debate sobre objetivos y medios de lucha

Hablamos con un compañero del Grupo Pro Presxs De Madrid del debate sobre represión que se ha abierto recientemente en Madrid, así como de las últimas propuestas de lucha colectiva que se están discutiendo en las cárceles entre algunos compañeros presos que ya han empezado a llevarla a la práctica. Damos noticias de la huelga de hambre y sed emprendida por Xavi Corporales en Estremera reivindicando un tratamiento médico digno; de la huelga de hambre iniciada en la cárcel de A Lama por Ruyman Armas Santana contra los abusos de los carceleros; de Nahuel, que ha tomado la misma postura en la cárcel de Morón, en protesta porque se le tiene en prisión preventiva y en condiciones especialmente duras por motivos políticos; de los ayunos solidarios y reivindicativos relacionados con la nombrada propuesta de lucha colectiva en las cárceles, especialmente del último realizado por Toni Chavero, en Soto del Real, ayer y anteayer y del anunciado por José Ángel Martins en Topas para los tres primeros días del mes próximo. Leemos comunicados de todos estos compañeros. Comentamos también la situación de la compañera detenida en Barcelona el pasado 13 de abril y presa en Soto del Real en espera de extradición, y las convocatorias hechas en Barcelona para hoy mismo en solidaridad con ella. Etc.

Debate sobre objetivos y medios de lucha Presxs en lucha Radio: Tokata Y Fuga

Hacemos tertulia con varias personas que colaboran en las distintas facetas del pulpo Tokata. Comentamos el último informe (2015) sobre torturas y muertes bajo custodia de la CPDT. Hablamos de las últimas actividades del grupo del boletín Tokata alrededor de los últimos acontecimientos represivos en el territorio del Estado español y de diferentes intentos de hacerles frente colectivamente. Hablamos con una de las organizadoras de una jornada antirrepresiva feminista que se celebra mañana en Valencia. Informamos, entre otras cosas de los últimos ayunos reivindicativos y solidarios dentro de las cárceles. Nos hacemos eco de una propuesta de debate sobre represión contra el anarquismo que se está realizando hoy mismo en Madrid. Hacemos rueda entre todas la personas participantes para opinar sobre todo ello.

Debate sobre objetivos y medios de lucha Radio: Tokata Y Fuga

Vigilancia, registros, declaraciones, detenciones, fianzas, cárcel, medidas cautelares, incomunicación, parálisis, miedo, desconfianza… Durante este último año el anarquismo se ha visto particularmente afectado por la represión. Han sido muchos golpes los que ha recibido, demasiadas operaciones orquestadas contra él que no solo han pretendido desacreditar y poner en “tela de juicio” la credibilidad y la justificación de nuestras ideas y nuestras prácticas como una opción o salida a la situación de inestabilidad, explotación y miseria que se atraviesa tanto política como económicamente en la sociedad. También han querido minar nuestra motivación, nuestro ahínco, nuestras relaciones, afectar a nuestros proyectos, a nuestros espacios, y, en definitiva, resquebrajar las pequeñas “parcelas de libertad” que con mucho tiempo y esfuerzo hemos construido y, por tanto, arrebatado al régimen de dominio del Estado y el Capital. Y no nos estamos refiriendo al recurrido ‘guetto’. Nos referimos a todas aquellas asambleas, espacios, proyectos, colectivos, individuos, etc, a todos estos elementos que con mucha voluntad articulan nuestra lucha política y que con su mejor intención buscan darle vida a nuestras ideas y prácticas, algunas veces cosechando derrotas pero otras también éxitos.

Y ahí radica la importancia de plantarle cara a la represión, de ser conscientes de dónde proviene y en qué consiste, de cómo nos afecta en todas las esferas de nuestra vida personal y política, de cuáles son sus posibles consecuencias… Plantar cara a la represión es resistir el envite, hacerlo porque queremos mantenernos vivxs como “movimiento político” para seguir construyendo libertad a la par que destruímos relaciones de dominio, hacerlo porque no solo queremos a nuestrxs compañerxs libres, sino que nos queremos libres, a todxs, hacerlo porque tenemos la convicción de que los proyectos y las herramientas de las que disponemos y las que dispondremos contribuyen y contribuirán a la revolución social, por la libertad.

Actividad en la calle Debate sobre objetivos y medios de lucha Sociedad-cárcel