Desde los intramuros de la cárcel de mujeres de Ezeiza, en Buenos Aires, vengo a presentarme: soy Karina Dana Germano López. “La Galle” me dicen los compañeros.
Me encuentro detenida desde el 1° de febrero de 2002. Caí en Sao Paulo, Brasil, junto a 5 compañeros, acusados de un secuestro. Nos condenaron en primera instancia a 16 años. Por la apelación por parte de la fiscalía nos aumentaron la pena a 30 años de prisión. No sólo se trata de una causa llena de irregularidades técnicas legales, sino de una farsa circense típica de los poderes judiciales, para encarnizarse con luchadores populares, y ni siquiera reconocernos como presos políticos, que es lo que somos.