Desde La Cárcel De Albocàsser, Nos Informa Peque Sobre Su Último Intento De Fuga Y Hace Una Recapitulación Del Debate Sobre La Huelga De Hambre Colectiva Propuesta Para La Primera Quincena De Mayo

Nuestro compañero Peque, explica desde el departamento de aislamiento de la cárcel de Albocàsser los detalles del intento de fuga que emprendió la madrugada del 6 de abril, en el hospital de Castellón, donde acababa de ser operado. Las consecuencias, han sido graves, ya que además de haber recibido una gran paliza, ahora se encuentra recluido en aislamiento y en espera de ser regresado de segundo grado a primero y sometido al régimen especial de castigo definido en le artículo 91.3 del reglamento penitenciario. Sería conveniente escribirle para darle ánimos en esa difícil situación y que los carceleros sepan que no está solo. Como tiene las comunicaciones intervenidas y las cartas que reciba serán leídas por los carceleros de Albocàsser y enviadas a la SGIP para su supervisión, no hará falta dirigirse a las autoridades, pero sí tener cuidado con no decir nada que pueda perjudicar al compañero o crear un problema de seguridad a la persona remitente. Abajo ponemos las señas de Peque.

Búnker de Albocàsser, 11-IV-2018

¡Salud, compañerxs! Soy Peque, actualmente en el búnker de Albocàsser por dos motivos. El primero al acusarme la dictadura penitenciaria de haber preparado una huelga de hambre para el 1 de mayo. Solo quiero decir una cosa al respecto: yo no soy coordinador ni promotor de nada; simple y llanamente soy un compañero en lucha. Y ante la inoperancia de algún compañero que alega que porque él haya quemado una celda y esté en una guerra particular, desea que todxs hagamos lo mismo, criticando que algunxs, porque estamos en segundo grado, estamos inoperativos. Siento mucha empatía con los compas que se encuentran en primer grado con todo lo que ello conlleva, pero yo no entiendo una lucha a nivel personal y tampoco de unos cuantos, si no ha sido antes debatida en asamblea. Para eso somos un colectivo, para opinar críticamente y decidir los movimientos a realizar y no quemar colchones o celdas y que, tachándonos de psicóticos, no nos hagan ni caso. De primero, tenemos que tener claro por qué luchamos, proponer formas de lucha y, cuando todo esté claro, avisar con tiempo para comenzar la misma.

Muchxs se piensan que por hacer ayunos se les va a proporcionar dinero en peculio, asistencia jurídica y bonitas camisetas. A estos ya les aviso de que están muy equivocados y de que, por mi parte, no les considero mis compañeros.

Hace unos dos años, estado en segundo grado, hice una propuesta absurda, aunque yo estaba dispuesto a llevarla adelante. Era la ley del talión: “ojo por ojo y diente por diente” y mediante retenciones dar las tablas reivindicativas. Hoy os voy a contar lo sucedido en el hospital de Castellón el día 6 a la 1:15 de la madrugada del 5 al 6 de este mes de abril, habiendo sido operado el día 4 por la mañana. Ese día 6, después de desatornillar el sumidero del agua de la ducha, llamé al timbre y, cuando se presentaron en la puerta de la habitación del hospital destinada a presos, haciéndoles creer que la pieza sacada de la ducha, sin punta ni filo, era un arma blanca, retuve a tres celadores y a dos policías nacionales, pero uno de estos se escapó corriendo a avisar a los dos seguratas que hacían guardia en la puerta. Cuando ya estaba esposado el nacional que había conseguido atrapar, habiéndole quitado las llaves de la oficina donde me dijo que estaban las pistolas y su ropa y dinero, le dije cuatro puntos reivindicativos, los únicos que vinieron a mi cabeza, que iba a mil por hora: aplicación del 104.4 y 196 RP; libertad presxs anarquistas; fin de la dispersión; y cierre del régimen FIES. Siento no poder contar más por no recordarlo, pues, al parecer, subió el otro nacional con los dos seguratas y otro celador y, cuando desperté, ya estaba esposado como Jesucristo, rodeado de los inspectores de comisaría y de enfermeras, que me pasaban trapos mojados por la cara para disimular la sangre.

Yo no pretendo que mi actitud libertaria sea propagada por mis hechos, pero me duele que alguno que no tiene ni idea de lo que es una lucha quiera darme clases de moralidad. Yo cago por la moralidad y sí me considero anarquista, aunque se me etiquete por mis actos. ¿Qué es lo que hace falta? ¿Buscarme, como lo he hecho y como hicieron antes otrxs compas, muchos más años de cárcel para que se oigan nuestros gritos libertarios? ¡No, amigxs, a mí no se me oirá, porque todo lo hago en silencio! Salvo los ayunos, huelgas de hambre, de patio, de ropa y de silencio, o escritos a cualquier institución llamada “democrática”. No tengo que demostrar nada a nadie y las personas que me quieren saben quién soy, y que estaré ahí, siempre que las decisiones se tomen de forma horizontal, con críticas, opciones, movimientos y tiempos. Ya veremos a la larga quiénes estamos de verdad y quiénes estaban solo para beneficiarse de la ayuda desinteresada de los grupos de apoyo, asociaciones, como Salhaketa, y organizaciones libertarias, como CNT o CGT. Sí es verdad que quizás ahora haya menos información de palabra o escrita, pero también es verdad que muchxs de nosotrxs tenemos todo inervenido, y sería un suicidio darle demasiada información al enemigo y que jodan a lxs compas que intentan pasar relativamente desapercibidos. ¿Es en verdad eso lo que queremos? Si es así, yo, ahora mismo, me doy de baja de cualquier lucha colectiva y únicamente exijo mis derechos particulares.

Estoy observando con preocuapción y amargura que algunxs compañerxs parece que quieren que todxs estemos en primera fase y para ellos quienes no están así están “amariconadxs”, llegando a usar palabras ofensivas hacia nuestrxs compañerxs. En cambio, cuando leo escritos de Toni Chavero, un buen compañero y ahora amigo mío, aceptando toda crítica e intentando ser mejor persona y compañero cada día que pasa, argumentando, dando opciones básicas, como son dejar de realizar cualquier tipo de destino esclavista, enseñar a lxs presxs analfabetos a redactar escritos y explicarles lo que pasa en la cárcel con ternura, con cariño, con empatía… Entonces, yo, personalmente, me siento vivo y humano.

Bueno, no voy a comeros más la cabeza, pues sé bien que con nuestros problemas tenemos bastante. Ahora os daré algo de información de algunxs compas que han opinado sobre la huelga de hambre. Por ahora, desde la cárcel de Zuera, dos compas se unen a la huelga de hambre; otro lo hace desde Estremera (Madrid VII), así como Poblete, que acaba de ser trasladado allí, y otro más desde Mansilla de las Mulas; Toni Chavero participará desde Villena. Aún no está del todo claro cuántos compas se unen aquí, en Albocàsser, pero son una buena cantidad quienes dicen que van a hacerlo. Y seguimos esperando noticias, críticas o lo que sea de otros centros de exterminio. Como siempre, desde los tiempos de Espartaco, que se empezó por unos pocos, pero caso llegó a formarse un imperio.

La vida es muy bonita, pero, si perdemos la dignidad como personas, ¿para qué vivimos? necesitamos autonomía, sentirnos realizados como seres humanos, no instrumentalizados y prostituidos. Soy el preso 9117940249, llevo más de 26 años encerrado, pero, pese a ello, sigo luchando. Que esta pequeña llama que hemos encendido no decaiga. En unos días, me será aplicado el artículo 91.3 (“modalidad de vida en departamentos especiales”, para “presos extremadamente peligrosos) y, al estar en régimen FIES, seré nuevamente trasladado, quizás antes de ser llevado a declarar a Castellón por la retención-secuestro de los perros de la burguesía, aunque, a decir verdad, los tres celadores no tenían ninguna culpa. Pero que no decaiga la lucha y, como decía Ernesto Che Guevara: “En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que este, nuestro grito de guerra, llegue a un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestro fusil.”

José Ángel Martins Mendoza,

miembro de COLAPSO (Colectivo anarquista de Presos Sociales)