Nuestra compañera Adelaida Artigado, autora de «A un latido de distancia» ha recibido una estúpida ofensa, a la que responde con la siguiente carta abierta que Tokata apoya en todo su contenido
CARTA ABIERTA AL SOV ALBACETE CNT AIT
Permítanme que responda ante su juicio y su prejuicio.
Recordarles que nuestra conversación sobre presentar mi libro; “A un latido de distancia”, en SOV Albacete CNT-AIT, viene de un año atrás. Cuando ofrecieron presentarlo de una forma hasta simpática; casi que de un día para otro. Propuesta que tuve que rechazar porque vivo muy lejos de su ciudad. Pasado el verano yo volví a comunicarme con ustedes por si sería posible, organizándolo con tiempo suficiente, presentarlo en su local. Espacio al que yo tenía por libre y libertario. Ustedes consideraron, después de meses de comunicación vía email y telefónica, que para no realizar un solo acto, sería conveniente convocar unas jornadas anti prisiones en su ciudad. Idea que me pareció fantástica.
A día de ayer recibí su mensaje de lo que su asamblea había acordado:
SOV Albacete CNT-AIT
¿Hola?
¡Hola Adelaida!, te cuento.
Por decisión de la Asamblea del sindicato, se ha decidido no presentar el libro en las jornadas, pues se considera que en éstas sólo deben de asistir personas o colectivos que, además de simpatizar con los presos y estar en contra del sistema carcelario, colaboren en el día a día con la lucha y no se lucren de ello.
Un saludo y disculpa las molestias.
En mi respuesta les recordaré, que yo nunca les hablé de dinero. Ni semejante interés de lucro pasó jamás por mi cabeza. Y dicho esto permítanme presentarme:
Soy Adelaida Artigado. Una escrividora con V. “A un latido de distancia” lo escribí por sugerencia de Fernando “Alcatraz”. Que para su información, me atrevo y me permito decir que él es una de las personas en todo el Estado español que más aporta al mundo anti carcelario. En una hora del día hace más por las presas y los presos de lo que ustedes hacen en un año. En un año, él hace más de lo que harán ustedes en toda su vida. Estoy segura de ello.
Tokata ediciones para el debate y la lucha social fue mi primera editorial. Por si ustedes no lo saben, yo se lo explico: Todo el dinero que recoge Tokata va a parar a las presas y los presos. Todo íntegro. Se lo puedo asegurar.
Después lo editó Txalaparta. De una editorial independiente como es Txalaparta viven profesionales; editor, maquetador, diseñador, distribuidor, impresor, repartidor… y hasta el servicio de limpieza. Añadir que Txalaparta no tiene beneficios. Y si hay beneficios se vuelven a invertir en la editorial y en otros proyectos. Sus sueldos en ningún caso llegan al mínimo que les correspondería por sus puestos en una empresa «normal».
Ellos son un altavoz de cualquier creación literaria que mejore la relación entre los pueblos del mundo, que ayude a transformar la realidad, que guarde la memoria histórica, que abra caminos a la diversidad, a las utopías… Sus intereses recaen en nuestro propio beneficio como lectoras y lectores. ¿Les parece de poca utilidad?
Por el respeto que me merece tanto una editorial como la otra, les diré que su interés es informar con veracidad. Y agradezco que existan estas editoriales y otras tantas como estas. Que nos permiten conocer sucesos de luchas verdaderas y además de calidad.
Sobre mi lucro; miren ustedes si es tal que escribir me cuesta dinero. El libro que han vetado para sus jornadas anti prisiones, debo decirles; lo he presentado un centenar de veces. Les pondré unos ejemplos por si desearan informarse. El día 17 y 18 de diciembre del pasado año, se hicieron unas jornadas anti prisiones en Palma de Mallorca. Viajé allí en avión. Estuve dos noches en una pensión (a decir verdad me ofrecieron casa pero no quise molestar). Me alimenté de bocadillos de fiambre como tenemos por costumbre hacer los pobres cuando viajamos. Corrí con todos los gastos de mi propio monedero. Vendí un solo ejemplar (15 euros) esa misma noche los gasté en cenar. No es necesario ser matemático para entender que no costeé mis gastos. En Palma de Mallorca yo no cogí un real.
De Palma volví vía Barcelona. Donde Daniel Pont, uno de los fundadores de COPEL, me había organizado esa misma tarde una presentación en el Banc Expropiat de Gràcia. Fantástica por cierto. Allí no vendí ninguno porque las asistentes hacía mucho tiempo que tenían la edición anterior. A Daniel le regalé un ejemplar de la edición actual.
Ese misma noche cogí el bus: Barcelona-Valencia (mi ciudad). Yo me pagué los pasajes de ida y vuelta. Y ya metida en gastos, permítanme continuar.
En el año 2014 presenté el libro en Uruguay. Con los pasajes hicimos un trueque. Me pagaron el viaje y la estancia en una casa familiar. Yo lo devolví trabajando. Hacíamos uniformes escolares; igual planchaba, que cosía botones, que atendía en la boutique, que hacía la comida… Como dice el refranero; “Lo comido por lo servido”.
El día 26 de febrero presenté el libro en la Biblioteca Nacional. Ese día coincidía con una conferencia de Evo Morales a la que todo el pueblo estaba invitado. El mismo día y a la misma hora Amnistía Internacional ofrecía también su informe anual. A mi presentación vinieron profesionales de la información. También ex tupamaros. Personas que han estado presas y han sido torturadas de las formas más crueles que ustedes puedan imaginar. También estuvo presente el periodista Roger Rodríguez. Un profesional que por hacer públicas las verdades y atrocidades está amenazado de muerte por los ex militares de la dictadura. ¿Creen que a semejantes personalidades que me dan mil vueltas en sabiduría y en experiencia voy yo a venderles un libro? ¿A un periodista cuyo trabajo es informar, y no asiste al discurso de Evo Morales ni a la conferencia anual de Amnistía Internacional por venir a la presentación de una Nadie como soy yo? Vendí 2 ó 3, el resto los regalé.
El 7 de Marzo presenté en la Biblioteca Anarquista El Cerro. También en Montevideo. La biblioteca estaba a rebosar. Después se creó un debate. Impresionante la fuerza que transmitían y cuan verdadero era el interés que tenían por ese inframundo llamado prisiones. Allí no sé si se vendieron 1 ó ninguno. También los regale. Todas las personas asistentes se fueron con su ejemplar entre las manos. A quien no le llegó por falta de ejemplares, le invité e leerlo de la Biblioteca Anarquista El Cerro, de la Nacional, de la Biblioteca de Buceo, en la Biblioteca de Universidad de Sociología… y algunas más que no recuerdo. Porque fueron muchas las bibliotecas a las que doné un ejemplar.
Ya que ustedes son de Albacete, pueden leer el libro en la Biblioteca Pública de su ciudad. Hace dos años que allí también lo doné.
Cada viernes presento en un lugar diferente. Llevo así hace casi dos años. Podrán ustedes imaginar que pierdo económicamente. Solo dos lugares me dieron dinero por el desplazamiento: La Mistelera de Denia el año pasado y el Ateneu Llibertari Alomá de Tarragona en febrero de este año. Fue por propia generosidad, porque yo, nada pedí. Acabada la presentación de la Mistelera, con el dinero que me dieron pagué una ronda de cerveza para las compañeras y compañeros. En el Ateneu de Tarragona hicieron una cena para recaudar fondos para la autogestión del local. A pesar de su disconformidad yo pagué mi cena y la de mi compañero. No la querían coger porque estaba invitada, pero me empeñé en dejar dinero para colaborar. Para que ese espacio anárquico y alternativo siga vivo.
No hay persona que haya venido a una de mis presentaciones que me haya felicitado y que me haya dicho: “Lo siento no puedo comprar un ejemplar”, y se hayan ido sin él. Porque yo se lo he regalado. Hubo personas en mis presentaciones que no dijeron nada. Tal vez por timidez. Y yo igualmente se lo regalé; porque las pobres nos conocemos a la legua por más que nos disfracemos.
Si no me cambian los planes, el día 31 de marzo presento el libro en la Feria del Libro Anarquista de Sevilla. La asamblea coordinadora me invitó a ir a gastos pagados. “¿Compras el pasaje y después te lo pagamos? ¿O nosotros te lo compramos?”. “Lo compro”. Les dije yo. Hace un mes que tengo el pasaje Valencia-Sevilla. Podría haber viajado en avión. También en el AVE. Yo compré un pasaje en autobús. 12 horas la ida. Otras 12 la vuelta. Total para estar allí unas horas. Y miren si soy lucrativa que compré el billete de bus que me lleva 24 horas de viaje. Para que mi asistencia les saliera más barata.
De ejemplos como estos puedo llenarles un saco. ¿Y me llaman ustedes lucrativa?
El libro ha recorrido todas las prisiones del Estado. Gratuitamente por supuesto. De ello nos encargamos Tokata y yo. También algunas prisiones en el extranjero. Para eso nació; para reventar los muros de la prisión.
Aquí, la escribidora con V a la que ustedes vetan por lucrativa, también regaló muchos vía postal. Unos llegaron antes. Los que llegaron después, fue porque yo no tenía para el correo. Tampoco para comer. Permítanme decirles que mi profesión no es lucradora sino limpiaporhoras. Limpio casas por horas; esa es mi profesión. ¿Se atreven ustedes a llamarme lucrativa sin conocerme? No me avergüenzo al decir, que ya desde chiquita mi madre me decía: “Jamía, tú eres pobre hasta para pedir”. Y no. Yo no vendo. Ni me vendo. A mi libro yo no le gano un duro. Porque nunca fue mi interés tener negocios con él. Se lo puedo asegurar.
Decirles que paso mi vida entre pobres, vagantes y delincuentes. Soy luchadora a pie de calle. En el barrio del que vengo, lo mismo nos pedimos patatas. Que nos repartimos la comida del banco de alimentos. Que hacemos una recolecta para pagar la fianza del hijo, o el primo o el compañero o del marido… No me vengan ustedes a enseñar lo que es asistir a presos o a sus familiares. Cuando ustedes quieran ir, yo ya he ido y he vuelto.
Con su superioridad moral se equivocaron conmigo. Miren que yo no soy lucrativa. Tampoco burguesa. Vivo muy por debajo del umbral de la pobreza. Por no tener, no tengo frigorífico. Ni comida que guardar en él. ¿Curioso verdad? En pleno siglo XXI.
Yo no me llamo libertaria (no me hacen falta etiquetas), sino Adela. Adelaida para ustedes.
¿Qué derecho tienen a emitir un juicio y un prejuicio sobre mi persona y con ellos dictar una sentencia que me veta en las jornadas anti prisiones de su ciudad?
Háganse sus jornadas. Y aunque no se lo crean, a modo de católicos limpiarán ustedes su conciencia. Y con ellas, tendrán algo de qué hablar sobre su “solidaridad”.
Yo no necesito días específicos para sacar mi humanidad. La utilizo en mi día a día. En las calles. En los barrios bajos en los que vivo y de donde que vengo.
La que se dirige a ustedes nada tiene. Nada quiere. Pero si hay algo de lo que no carezco es de HUMANIDAD y DIGNIDAD. Señores “libertarios”.
Adelaida Artigado
PD: Me permito sin permiso hacer pública esta respuesta. Por si alguna de las personas o colectivos citados quisiera desmentir lo expuesto.
PD-2: Ya del mismo modo; sin permiso. Les dedico un breve relato que hace un tiempo que escribí. Un suceso real. Le ocurrió a mi primo “El Manolillo”. Un hecho que por no dañarle, jamás le conté. Va para ustedes:
DEL DICHO AL HECHO II
Quedaron dos amigas para tomar algo en la terraza de un bar.
Vieron a lo lejos que se acercaba Manolillo (él es gitano, pobre y lisiado. Vive entre la caridad y la solidaridad).
Una amiga le dijo a la otra:
–Voy a guardar el tabaco que llega Manolillo –mientras introducía la cajetilla de cigarros en el bolso.
El Manolillo llegó a la mesa y les saludó con la afabilidad y la simpatía que le caracteriza, besó a las dos mujeres e inmediatamente les hizo la pregunta:
–¿Queréis tomar algo? Invito yo.
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