Hace unos días publicamos que en la madrugada del sábado, 27 de febrero, había muerto en la cárcel de Puerto III Moisés Soto Moreno, de 24 años, a causa del abandono médico y la negligencia de los carceleros. Nos basábamos en lo transmitido por una persona que había estado a su vez en comunicación con otras personas presas en el mismo módulo 10 de la prisión donde murió Moisés. Contaban que su compañero de celda, al darse cuenta de que le pasaba algo grave, empezó a golpear la puerta, a llamar a los funcionarios y avisar al resto de los presos del módulo, que en ese momento se encontraban todos encerrados en las celdas. Más de cien personas estuvieron durante más de una hora golpeando las puertas y llamando a los carceleros responsables sin que estos hicieran el menor caso. Cuando llegaron, era demasiado tarde y ya nada se pudo hacer por Moisés. Los funcionarios amenazaron a los presos del módulo donde había sucedido, cuando les pidieron explicaciones por la mañana, con regresiones de grado y sanciones de aislamiento, si trascendía la noticia. El compañero de celda, testigo de lo ocurrido, había sido trasladado de módulo y nadie sabía dónde estaba.
Que sepamos, no se comentó la noticia en ningún medio de comunicación, hasta ayer, cuando en un periódico de dudosa credibilidad salió publicado que la familia de Moisés Soto Moreno, natural de Jerez de la Frontera, denunciaba que «no se le había atendido a tiempo». Hoy han publicado también la noticia una agencia y algún medio local. La versión de la familia transmitida no sabemos con qué fidelidad por esos falsimedios, de los que nos hacemos eco al no disponer por ahora de mejores infirmaciones, confirma lo relatado por los compañeros de módulo del fallecido. Al parecer, su muerte sucedió a las 8:20 y, según la autopsia, la causa fue «un encharcamiento pulmonar». La familia piensa presentar denuncia por la negligencia en atenderle demostrada por los funcionarios, «ya que ha tenido conocimiento por otros internos de que su hermano comenzó a encontrarse mal durante la madrugada del sábado y que, pese a requerir otros internos la asistencia de un médico, nadie acudió». Las autoridades han inicado las investigaciones de rutina. Moisés llevaba seis años preso, había salido ya alguna vez de permiso y tenía uno concedido para el 2 de marzo. Su libertad estaba prevista para 2017. Estaba enfermo y había pedido infructuosamente ser clasificado en tercer grado para tener acceso a un mejor tratamiento.
[…] FUENTE: TOKATA.INFO […]