«En todas las cárceles de mujeres han aprovechado la instauración de los “módulos de respeto” para restringirnos aún más las posibilidades de realizar alguna actividad, salvo la de patear el patio. Sobre todo a las presas políticas, pues a los hombres que no aceptan este régimen conductista con toques cuarteleros, se los llevan a otros módulos, pero como para las mujeres sólo suele haber un módulo por cárcel, nos ha afectado en todo. En mi caso, prohibición de salir del módulo para hacer ejercicios en el polideportivo. Y con mi salud, la verdad que me ayudaba bastante a mantenerme en forma física. Tras varios meses encerrada a cal y canto, ahora no tienen más remedio que dejarme salir por órdenes médicas, pero lo han puesto con tan mala leche que no me dejan salir más de un par de horas semanales.
Por lo demás bien, aquí resistiendo los embates de los “demócratas” de turno, y ya van 28 años presa”.
Carmela Muñoz Martínez.
Presa política del PCE(r)
Cárcel de Córdoba
Abril 2011
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