OPINIONES DESDE QUATRE CAMINS
«Hola qué pasa.
Espero que todo vaya bien al menos aún hay personas que están o estamos dispuestos a echar una mano. Por mi parte debo decir que me tienen en el punto de mira, por aquello de obtener un derecho ganado no con el sudor de mi frente, sino por mis paseos por el patio viendo como mi vida pasa sin hacer nada que valga la pena. Que me gustaría derribar el sistema, sin ninguna duda. Como hombre observador que soy, he de decir que es una tarea titánica, es luchar contra una máquina perfectamente engrasada. Esta palabra –LA CÁRCEL– encierra en su interior un gran negocio que da superávit cada año, por eso será tan difícil aplastar a LA BESTIA.
Pero la lucha es algo que todo hombre debe llevar en su ADN bien de la forma que sea como soldado o como pensador incluso desde la sombra. Yo, como soldado, soy de combate, no quiero decir que mis ideas no valgan pero lo difícil es aplicarlas al menos aquí en Barcelona. La cosa funciona así: digamos que estoy dentro de una Torre de Babel donde la miseria tanto económica como mental han formado escisiones en un ejército donde cada país tiene su propio campamento y desde el cual se mira a los por encima del hombro. Una huelga de brazos caídos aquí es algo que nadie puede hacer, por la siguiente razón: dependen para su tabaco o comparas de economato de talleres o destino de limpieza.
No quiero que me tachen de racista o de xenófobo por lo que pongo a continuación, pero tengo la sensación de estar en un país ocupado, sin más. Ahora estoy en la biblioteca, habemos doce personas, 5 somos de aquí, los otros son cuatro moros, un chino, un colombiano, un paquistaní… esto quiere decir que los de aquí somos un 35% o un 40 %). Quitando a cinco contados no han conocido más lucha que alguna pelea. Cuando hacía mis huelgas de hambre en solidaridad con los ergastolanos la gente no entendía el porqué. Traté de concienciar a la peña pero más apoyo que un grito no saqué.
Por lo que puedo decir que sí a las huelgas de hambre como lucha individual, aunque no ya para mí que acabé tocado, pero que si tuviera que hacerlo sin duda lo haría. No me tiembla el pulso ante la palabra represalias, a estas alturas ya no las espero pues me tienen como un ejemplo de lo que no se debe hacer dentro de estos sitios. Compañeros, he derramado lágrimas de sangre, me ha costado años de celdas, de perder novias, de no ver a la familia, pero sigo aquí en primera línea de fuego, apoyo todo lo que sea beneficioso para acabar con LA CÁRCEL y toda su parafernalia, Para lo cual los dos primeros puntos [Huelga de brazos caídos (poner en jaque el negocio penitenciario). Presión directa a la DGIP, a los JVP, etc.] los veo viables…”
Quatre Camins, 20-VIII-2010
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