Categoría: <span>Salud mental</span>

De todos es conocido que la situación de los enfermos mentales en las prisiones españolas, tanto por el número como por las dificultades que presentan para su reinserción social, hace tiempo que se ha hecho insostenible. El porcentaje de personas con enfermedad mental en prisiones es mucho más elevado que en la población general. Son enfermos con un trastorno crónico, complejo y frecuentemente asociado al consumo de drogas.

En diferentes estudios publicados, se habla de que un 4% de la población reclusa padece algún tipo de trastorno mental grave. En la apertura del Centro Penitenciario de Sevilla II (Morón de la Frontera), en 2008, a efectos de hacer un estudio de salud y puesta en marcha de diferentes programas entre ellos el PAIEM (Programa de Atención Integral de Enfermos Mentales) se revisaron 825 historias clínicas y se realizaron 428 encuestas que arrojaron los siguientes resultados:

La cárcel mata Salud mental

Se han puesto en contacto con el ABC de Sevilla en varias ocasiones para que rectifiquen una noticia que publicaron el pasado 15/12 sobre lo que el periódico califica como “los privilegios de los reclusos”. Esta información no se corresponde en absoluto con la realidad que se vive en las cárceles, como exponemos a continuación. Este texto fue remitido al ABC, sin que todavía hayamos tenido una respuesta concreta a nuestra petición de rectificación o ampliación de la noticia con la información real de lo que es la asistencia sanitaria a las personas presas.

A la atención del ABC de Sevilla:

Hemos leído el artículo escrito por Amalia F. Lérida y publicado en su periódico hoy (15.12.15) titulado “¿Por qué para 1.800 presos hay 8 médicos y para los mismos habitantes de un pueblo solo uno?

Varias de las afirmaciones que se realizan en el artículo nos resultan sorprendentes. Se está poniendo en cuestión el que la persona presa pueda tener los mismos derechos que una persona en libertad, cuando ese es un derecho que le garantiza la Constitución. Los artículos 15 y 43 de la Constitución española garantizan el derecho a la vida e integridad física así como el derecho a la protección de la salud. Encontrándose estos artículos de la Constitución en el catálogo de derechos fundamentales, estos derechos tienen un carácter absoluto y están entre aquellos que no pueden verse limitados por un pronunciamiento judicial alguno ni por ninguna pena.

La cárcel mata Salud mental VHC

El estado de salud de las personas que llenan las prisiones está muy deteriorado. En los centros penitenciarios encontramos enfermedades prácticamente erradicadas en el exterior, como por ejemplo la tuberculosis, padecida en un 5% (100 veces más que la población general según la Organización Mundial de la Salud) y los niveles de incidencia de otras enfermedades graves multiplican varias veces los niveles normales. El VIH-SIDA está extendido en prisión entre el 10% de la población, mientras que en el resto de la población afecta a un 0,3%. Los datos recogidos por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) sitúan la tasa de infectados por hepatitis C en el mundo occidental entre el 1,5% y el 3% de la población, mientras que según los datos que maneja la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria entre la población reclusa la tasa es superior al 25%. Teniendo en cuenta que en Andalucía hay 14.890 internos, la situación es claramente preocupante.

La asistencia médica es deficitaria y de peor calidad que la del resto de la sociedad. No existe asistencia integral y las consultas de especialistas en el interior de las prisiones son muy escasas. Sí se presta asistencia médica de carácter primario (dependiente de IIPP) con una desorbitada ratio médico por paciente que actualmente está en torno a un médico por cada 200 personas presas, mientras que sin embargo existe un funcionario de seguridad por cada cinco personas reclusas.

Cárcel=Tortura Salud mental VHC

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11025683_1407373072906373_1102602424655897346_nEsta semana seguimos…

MIÉRCOLES 4 DE MARZO
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«Mujeres y cárceles»12:00. Presentación del libro: “ Una condena compartida. Un estudio de caso sobre el control penal. Niñxs y mujeres en régimen carcelario”A cargo de sus tres autores, Mª José Gea Fernández, Mario Domínguez Sánchez-Pinilla e Igor Sádaba Rodríguez.
El presente estudio trata sobre la criminalidad femenina asumiendo la diferenciación social de roles de género como punto de partida para el análisis, teniendo en cuenta así mismo la existencia de unos internos invisibles en las prisiones españolas: los niños y niñas.15:30. Mesa redonda. Situación actual de las mujeres en la cárcel del Estado Español.No partimos de situaciones iguales, por lo que no vivimos realidades iguales, esto, queda especialmente reflejado en la realidad que sufren las mujeres que habitan las cárceles. Nos acercaremos a las distintas discriminaciones que supone ser mujer-presa, de la mano de Ruth Alvarado y varias mujeres que han sufrido este tipo de encierro.

JUEVES 5 DE MARZO

«CIEs y las drogas dentro y fuera de las cárceles.»

12:00. Mesa redonda. Las drogas y la cárcel

De la mano de Nacho González trataremos la relación existente entre drogas y cárcel. Jorge Marrón profundizará acerca de la estigmatización histórica que se ha hecho de las personas drogodependientes. Y por último, Esperanza Monjas (Anchy) nos contará, a partir de su experiencia, cómo se vivió la entrada masiva de la droga durante los años 80.

15:30. Mesa redonda. CIES: Barrotes de racismo:

El racismo de Estado, instituido en leyes y toda una serie de prácticas policiales, entre las que se encuentra la tortura y el mal trato contra la población considerada extranjera, encuentra en el CIE una de sus caras más salvajes, así su opacidad permite la arbitrariedad y la absoluta impunidad. Aspectos aún más acuciantes si nos acercamos desde una perspectiva feminista. Desde diversas militancias (políticas, investigadoras…) nos acercamos a esta realidad de la mano de Christian Orgaz (emergencia e institucionalización de los CIE), Irene Ruano (las torturas a extranjeros/as y el CIE en perspectiva de género) y Asociación Sin Papeles de Madrid (experiencias y organización política).

Más información: desdelasjaulas.wordpress.com
 

Actividad en la calle Cárceles racistas Mujeres presas Salud mental

¿Por qué hacen tantos guiños las estatuas?

Las instituciones carcelarias de este país y sus máximos dirigentes, han convertido las cárceles españolas no sólo en unos negocios productivo-beneficiosos; campos de concentración y exterminio de los cuales tendríamos que empeñarnos en averiguar quién o quiénes se lucran a costa de tanta desgracia humana, sino que además, desde años a esta parte, los han convertido en auténticos y verdaderos SIQUIÁTRICOS −sin P de Pena.

Bien sabido es por todas (por todas aquéllas que deseen conocerlo, evidentemente), que un 35-40% de la actual población reclusa que son hacinados en estos campos de exterminio lo son por su adicción a Drogas que dañan gravemente tanto su salud física como psíquica. Estos HECHOS y DATOS no han de ser nuevos para nadie.

Desde dentro Salud mental

Los enfermos mentales se siguen hacinando en los centros penitenciarios, donde malviven con la doble condena de estar enfermos e indefensos en un lugar que no les corresponde y que no está preparado para albergarlos.

De los 15.500 internos andaluces, alrededor de 1.250 padecen enfermedades mentales graves y otros 6.200 sufren trastornos mentales y de la personalidad. La mayoría de ellos se encuentran en prisión porque no existe ningún otro recurso comunitario para ellos, y su paso por tan duro ambiente agrava sus patologías en casi todos los casos. La prisión, por tanto, se convierte para estos enfermos en un sustitutivo inapropiado ante la falta de recursos asistenciales, evidenciando el gran fracaso que como sociedad tenemos en esta materia.

La Junta de Andalucía no está actuando para prestarles la adecuada atención social y sanitaria y, menos aún, para facilitarles su integración en la sociedad. La escasez de recursos no justifica que se deje que enfermos mentales se pudran en prisión. Los recursos se distribuyen según prioridades políticas, y a los políticos parece importarles muy poco estos enfermos. La Junta se comprometió mediante un Convenio a realizar una intervención eficaz y global; sin embargo, hasta ahora solo se ha realizado de forma puntual, con unos pocos y afortunados enfermos.

Salud mental

Texto breve sobre los efectos mentales que provoca el aislamiento de las personas presas. Está centrado en los EE.UU. Desgraciadamente el estado español tiene una larga y sombría tradición a la hora de concebir mecanismos de represión dentro de los muros de sus prisiones. Se echa de menos, por tanto, una referencia al uso sitemático del aislamiento en las cárceles españolas, lo que supondría hablar del abobinable art. 10 de la ley orgánica general penitenciaria, del art. 75 del reglamento penitenciario o del régimen FIES concebido en su día por el gobierno socialista en 1991.

La liberación de Kenny “Zulu” Whitmore, un reo de 59 años que ha pasado los últimos 28 incomunicado en la Cárcel del Estado de Luisiana, ha vuelto a reabrir el debate en EEUU sobre el solitary confinement (“confinamiento solitario”), una de las formas de castigo más extremas del mundo. Como han explicado los medios de su país, Whitmore actualmente pasa 23 horas al día en un cubículo de 1,82 metros por 2,7, es decir, un tamaño poco más grande que el del armario de la mayor parte de viviendas.

La lucha contra el FIES Salud mental

El proyecto de nuevo Código Penal contempla la reclusión manicomial revisable cada cinco años para los enfermos mentales que hayan cometido un delito menor. Si todos los penalistas que han comparecido en la Comisión de Justicia del Congreso han manifestado su repugnancia sobre la introducción de la cadena perpetua revisable, personas tan poco sospechosas de izquierdismo como la jefa de la Fiscalía de Sevilla, María José Segarra Crespo; el catedrático de Derecho Penal de la Universidad Carlos III de Madrid Francisco Javier Álvarez García y el magistrado de la Audiencia de Barcelona José Ramírez Ortiz consideran regresivo un encierro que puede ser de por vida para los trastornados psíquicos.

Salud mental

Conclusiones de un estudio que ha pretendido conocer la opinión de presos en establecimientos penitenciarios, sobre el uso de medidas coercitivas por indicación clínica en personas con problemas de salud mental y sobre la necesidad de creación de protocolos de actuación para la aplicación de estas medidas. La medida coercitiva más utilizada en estas instituciones es la medicación forzosa. Las personas internas no comprenden y rechazan la utilización de esta medida, sobre todo porque están mal informadas sobre su enfermedad y su tratamiento farmacológico, pero los profesionales abogan por los beneficios de la medicación psiquiátrica, aunque sea de forma involuntaria.

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