Reflexiones sobre la huelga de hambre rotativa
Estremera, aislamiento, diciembre de 2019
Salud y libertad, compañerxs. Un saludo especial y único a lxs presxs huelguistas y reivindicativxs. ¡Ánimos y fuerzas desde esta jaula! Saludos a todxs aquellxs que nos dais apoyo de mil maneras, a los grupos anticarcelarios, a las Familias Frente A La Crueldad Carcelaria, a lxs abogadxs solidarixs que aún no habéis tirado la toalla, a todas las personas que os detenéis un rato para mandarnos unas letras de apoyo, gracias a todxs, porque sin vosotrxs no tendría luz nada de lo que sucede en esta oscuridad. La opacidad carcelaria beneficia a la SGIP y a sus tentáculos ya los boqueras corporativistas.
Estos días pensaba: ¿Cómo lo llevarán mis compañerxs con las huelgas? Y reflexionando en la necesidad de mantener esta lucha de las maneras que sea posible, a través de la comunicación dentro-fuera, dentro-dentro, fuera-fuera, en fin, comunicación, ideas, propuestas y, tras el diálogo, las acciones… Creo que así llevamos cerca de cuatro años y creo que, en una horizontalidad, es así como progresamos (aunque es solo mi opinión).
Sé que mi comunicación ha contenido hostilidad, ha sido incauta y vulgar, pero pienso que, en ocasiones, es preciso decir lo que unx piensa sin florituras ni adornos (no me excuso, solo aclaro los porqués).
Si la sociedad es convivir, compartir, asociarse en armonía, en igualdad, por tanto, en horizontalidad, entre lxs seres humanxs y entre ellxs y la naturaleza. ¿Cómo defender lo que creemos? Si vivimos en un estado injusto, “de derecho sin derechos”, con unas leyes favorables para el poder punitivo, que van en contra de las personas pobres, desfavorecidas, que son esclavizadas para mantener con “sus impuestos” todo este yugo que abarca tantos campos de la vida, desde el proletariado al machismo asesino, pasando por la destrucción de personas en campos de exterminio y ampliando la destrucción al planeta entero, todo por controlar el poder y el capital. ¿Quiénes son los terroristas aquí?
No os llamo a la violencia, os llamo a la unión, reclamo la unión, como medida de fuerza. Soy consciente de que cuatro años no es nada, no se puede valorar qué se ha conseguido o cosas así, más allá de que hemos conseguido coordinación, sobre todo ahí fuera, y la humanidad y solidaridad desprendida ha sido y es mucha. Lxs presxs, agradecidxs (aunque yo hablo por mí).
Sabéis bien que he sido crítico, empezando por mí, he sido tosco (llamadlo como sea), lo que he hecho o he intentado hacer es defender la comunidad de lucha, porque la siento y la vivo. Cuando rebatía a Marín Tapia, fuertemente indignado de tanto sinsentido, llamadas ambiguas a realizar actos inconcretos, sin ser capaz de hablar claro, porque lo que ha pretendido no es ota cosa que llamar a la violencia, sin atreverse ni a mencionarla. Por otro lado, parece que se ha crecido por encima de lo horizontal, erigiéndose como “líder”. ¿Líder de qué, de quién? Cuando recibo carta suya, en la cual me habla de formar un “frente de liberación anarquista”, y a trascartón me suelta un informe sobre las sustancias que consume y en qué cantidades, lo primero que pienso es “tendrás que liberarte tú primero de las invisibles cadenas químicas. En fin, ya expresé mi opinión y, aunque las maneras me pierdan a veces, es necesario aclarar lo turbio que puede estar un cerebro por exceso de química, por ser el títere de alguna inconcreta, o a saber qué hostias pasa ahí.
Así que me agarro a los actos concretos, viables, reflexivos, coherentes, dialogados, pactados y comunicados con tiempo suficiente. En este caso, la huelga de hambre rotativa, propuesta acertada (en mi opinión), formulada por el compañero Peque (¡Salud, compañero!) Así sí que se funciona. Aquí no somos mártires, ni héroes. Solo somos un puñado de presxs concienciadxs contra el totalitarismo carcelario, arropadxs por las personas que están con nosotrxs ahí fuera, a pesar de las inclemencias del tiempo, de la presión policial, de las represalias que sufren. ¡Aúpa vosotrxs ahí fuera y aúpa lxs presxs comprometidxs aquí dentro!
He tenido, tiempo ha, ganas de dejarlo, de quitarme quebraderos de cabeza, por mil motivos. Y esta huelga de hambre rotativa, algunas palabras amigas, compañeras del alma, y una conciencia férrea del entorno que vivenciamos hacen que recapacite y piense. Sé lo que quiero, o sea que tengo un porqué y un cómo.
Friedich Nietzsche dijo: “Quien tiene un porqué para vivir encontrará siempre el cómo.” Xosé Tarrío González y Pastora González Vieites dijeron: “¡Que la lucha no muera. Ante la adversidad, rebeldía y amistad! A ellxs me remito, con una llamada a la unidad como medida de presión y para que no decaigan los ánimos. ¡Un abrazo terrible para todxs!
Toni Chavero