Desde la Asociación de Seguimiento y Apoyo a Presos en Aragón (ASAPA) hemos elaborado este documento que contiene una serie de preocupaciones y dificultades que fueron detectadas durante en el desempeño de nuestro trabajo, y que afectan a las garantías jurídicas de las personas que se encuentran bajo custodia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.
Aún en el conocimiento de nuestras carencias en cuanto a medios materiales, humanos y de ámbito territorial como asociación (integrada por un número reducido de personas, que trata de prestar un servicio en un territorio en concreto y que, dentro de esa demarcación concreta, sólo alcanza a conocer una pequeña parte de la realidad de cualquier fenómeno, por supuesto también del que aquí tratamos de ocuparnos), hemos recopilado sin ánimo ninguno de exhaustividad algunas denuncias por torturas o malos tratos que se interpusieron en esta comunidad autónoma durante los últimos años de actividad de la asociación, con especial atención a las cárceles de Zuera y Daroca dada la naturaleza de nuestro trabajo. A pesar de alcanzar sólo una parte del volumen total de situaciones producidas en este entorno los resultados resultan descriptivos de los obstáculos recurrentes en el acceso a una verdadera tutela judicial para las personas que, habiendo sufrido torturas y malos tratos bajo custodia deciden denunciarlo, ante los tribunales, con todavía mayor dificultad si cabe dentro de las cárceles.