Categoría: <span>Muertes en prisión</span>
Retransmitimos desde la concentración frente a los juzgados de Ávila donde acudimos para acompañar y apoyar a lxs compañerxs imputadxs por denunciar la muerte de Shanna Cadiri, en la cárcel de mujeres de Brieva, el 10 de octubre de 2023, cuando varias compañeras suyas vieron como un grupo de carceleros la llevaban a golpes al módulo de aislamiento diciéndoles uno de ellos poco después que se les había ido la mano y que la habían matado y comunicando más tarde la dirección de la cárcel que había aparecido ahorcada. Ahora dicen que quienes lo denunciaron mintieron, pero ¿cuándo, cómo y con qué resultados se ha investigado para averiguar la verdad? Se garantiza la impunidad de los agentes de la autoridad en el abuso de su funciones en lugar del respeto por los derechos de lxs presxs.
Sannah Cadiri murió en octubre de 2023 en la cárcel de Brieva, en Ávila. Su muerte, como la de las 189 personas que anualmente han muerto, de media, en la última década en prisión bajo la responsabilidad de Instituciones Penitenciarias, no generó ningún revuelo mediático. Los muros de las prisiones son sobre todo metáfora de la indiferencia que generan las problemáticas sociales que llenan dichas instituciones. Muchas de estas muertes ocurren en la misma opacidad y dificultad de acceso y transparencia que devuelve el muro. Suicidios, sobredosis de drogas legales e ilegales, enfermedades curables e incurables, falta de atención médica, abandono institucional, y también homicidios, asesinatos.
Las que conocemos la cárcel por profesión, militancia o a través de seres queridos o en primera persona sabemos que nada de esto es falso. En los últimos 4 años han sido 139 los suicidios en las cárceles de la SGIP. Sobre las sobredosis no hay cifras claras, menos de las sustancias. Pero el 50% de plazas médicas vacantes dan una idea de a qué llamamos falta de atención médica en una población con tres veces más de incidencia de enfermedades físicas y sufrimiento mental que sus iguales a este otro lado de este mismo muro. La falta de personal cualificado, de programas, de actividades, de recursos, de formación, de acceso al empleo, de atención individualizada… nos habla no sólo del abandono por parte de las instituciones, sino también de que aquí fuera ya tenemos bastante como para trepar nuestra indulgencia y otear las carencias de ese mismo sistema que funciona en simbiosis represiva a ambos lados.
También se mata. Pero no es nuestro cometido señalar al individuo, para eso hay demasiado voluntario, sino señalar las fallas de un sistema que sabemos apisonadora de toda aquella carne destinada a la picadora. Juan Carlos Martínez Bertolí y Helia Membrillo denunciaron en un comunicado la muerte en muy cuestionables circunstancias de Sannah Cadiri. Ahora la Fiscalía ha decidido citarlos a declarar el 1 de abril por denuncia falsa ante el Juzgado de Instrucción de Ávila. Criminalización que también sufrió no hace mucho Iñaki Rivera Beiras, director del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos (OSPDH), por denunciar la existencia de malos tratos y torturas en las cárceles catalanas. Los fachas (y no tan fachas) con toga, los carceleros del mundo fuera de las rejas.
Desde Salhaketa Nafarroa, colectivo en defensa de los derechos de las personas presas, expresas y de sus familiares, llevamos más de treinta años denunciando no sólo la vulneración sistemática de derechos humanos que se da en las cárceles, sino también el hecho de que es la propia lógica penitenciaria la que está ideada para conculcarlos de manera sistemática, cumpliendo muy bien sus objetivos. Ninguno de ellos se recogió en el artículo 25 de la CE, para el que el fin último de la pena es la reinserción social. Ese lo llevan regulinchi. El fin único de la pena es el castigo y el control social. Para ello la cárcel responde al imaginario colectivo de sufrimiento, miseria, riesgo y miedo. Como personas decididas en propiciar un mañana mejor, las militantes de este colectivo llevamos desde 1988 denunciando las consecuencias de este sistema: la deshumanización, la perpetuación de las opresiones en vez de la solución de los conflictos sociales incluidos los delitos, y como no, el autoritarismo.
Lo que ahora les ocurre a Juan Carlos y Helia, personas solidarias de la causa anticarcelaria, nos puede pasar a cualquiera que denunciemos y señalemos los abusos de un sistema que aunque atravesado por la cárcel, va mucho más allá.
No son buenos tiempos, pero lo pueden ser peores. De nosotras depende defendernos del abuso prepotente de una fiscalía que no se sonroja en emplear su saña en este caso, lo mismo que no lo hizo cuando recogía a ecologistas como grupo terrorista o cuando lleva a prisión a activistas antifascistas o raperos y rumberos por sus letras. Lo mismo que no lo hace en su labor cotidiana como ministerio público de proveer de carne a la lata carcelaria, una lata muy cara, económica y socialmente. El foco está dirigido a las personas que denuncian un sistema caníbal, quién lo redirigirá al chef que elabora menú tan macabro si los redirigidores que redirigen forman parte del plato. Hay familias que llevan tiempo, incluso años, tratando de esclarecer cómo murieron sus familiares sin una respuesta aceptable, sin responsables.
La única denuncia falsa es la suya, Señoría.
Dedicamos, en general, el programa a las muertes de personas encarceladas y a los mecanismos político-sociales que aseguran la impunidad de los responsables y, especialmente, a la contra-denuncia del aparato punitivo que han sufrido dos personas solidarias por denunciar la muerte de Shanna Cadiri en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila) en octubre de 2023, y a la convocatoria a concentrarse el 1 de abril ante el edificio del juzgado, en Ávila, en apoyo de las imputadas, citadas a declarar allí en esa fecha. Repasamos los últimos casos conocidos de muertes y torturas y nos hacemos eco de algunas otras convocatorias recientes o próximas.
Retransmitimos desde la manifestación frente a la cárcel de mujeres de Wad Ras, en Barcelona, en el séptimo aniversario de la muerte de Claudia Ximena Rodríguez Zúñiga, que estaba presa en ese horrible lugar y fue entregada muerta por sus carceleros diciendo que se había suicidado poniéndose una bolsa de plástico en la cabeza. Su familia y amigas no creen la versión oficial y están convencidas de que fue asesinada. Su madre lleva todos estos años luchando por que se haga justicia. Ha estudiado la carrera de derecho y acaba de presentar una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que se revise la causa. Entrevistamos a Ana y a Narly Zúñiga , la madre y la tía de Claudia y con otras familiares de personas muertas en manos de los carceleros que participan en la manifestación . Hablamos con Barbara Orraca, madre de Lewys Alfaro, ahorcado en la cárcel de Brians I en noviembre de 2017, por su propia mano, según versión de los carceleros que la familia sigue poniendo en duda. También hablamos con Pepi Belmonte y Julia y Encarna Ferrer, hermana, madre y tía de Paco Belmonte Ferrer, entregado muerto por la cárcel de Palma de Mallorca, por sobredosis, según la desmentida versión oficial, pero con huellas de golpes que todavía hoy hace pensar a su familia que fue asesinado por quienes debían protegerle. Unas compañeras cantan una versión de la «Canción sin miedo» de Vivir Qintana, con la letra adaptada para referirse a las personas muertas en prisión.
¿Qué justicia impera en el territorio dominado por el Estado español, por mucho que se llame «democrático» al régimen por el que se somete a sus habitantes, cuando no sólo desoyen sistemáticamente sus órganos las denuncias de quienes sufren los abusos de sus agentes, sino que responden con contra-denuncias a las víctimas y a las personas solidarias que se atreven a intentar hacerles frente? ¿Cómo no va a matar la cárcel? La tortura y la brutal violencia de los agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones no es que estén consentidas, son alentadas y recompensadas, y lo que se castiga es señalarlas o pedir que se investiguen, en defensa de unos derechos que así se convierten en ficción manipulada, al quedar asegurada la impunidad en su violación metódica. ¿Y no es así como suele actuar el Poder Judicial español? La última muestra en Ávila, donde se procesa a quienes denunciaron la sospechosa muerte de una presa en la cárcel de Brieva, en octubre de 2023, en lugar de investigar e impedir, como sería su obligación legal, que se sigan produciendo en ese horrible lugar los atentados contra la dignidad de las presas que allí son habituales. De ahí, la siguiente convocatoria a un intento de convertir una de las consecuencias de esa política en oportunidad para señalar lo que precisamente pretende ocultar, la espantosa y excesiva frecuencia de muertes entre la población presa, la normalización absoluta de la tortura y la violencia en la práctica punitiva del Estado español y la ausencia total de medidas para impedirlas o, mejor dicho, su incentivación.
STOP A LAS MUERTES Y ABUSOS EN PRISIÓN
Con motivo del comunicado y denuncia que se realizo el pasado 10 de octubre de 2023 por la muerte en el Centro Penitenciario de Ávila (Brieva) de la interna en ese centro SANNAH CADIRI en muy cuestionables circunstancias, resulta que la fiscalía del Juzgado de primera instancia e Instrucción no 3 de Ávila ha abierto diligencias por supuesta denuncia falsa contra Juan Carlos Martínez Bertolí y Helia Membrillo, citando a ambos como investigados para el próximo día 1 de abril de 2025 a las 12:15 horas, asistido de abogado o, por el contrario, se asignará uno de oficio.
Creo que es importante aprovechar esta actuación del Juzgado y la Fiscalía para poner en conocimiento de los mismos, no solo este hecho con la gravedad que reviste, sino también poner en su conocimiento los numerosos casos de muertes en prisión que no han sido nunca investigados, o se han archivado o los que siguen en investigación que, como sabemos, no son pocos.
Somos reivindicativos por estos atropellos y conocemos que muchas familias llevan tiempo, incluso años tratando de esclarecer como murieron sus familiares sin una respuesta de justicia aceptable y sin que los responsables asuman sus responsabilidades.
Por tanto considero que es un buen momento y lugar para clamar responsabilidades de aquellos torturadores que por acción u omisión llevaron a la muerte a esta multitud de presos que aun hoy siguen queriendo que se les oiga.
Os emplazo a que hagáis acto de presencia y reivindicación ante las puertas del Juzgado de primera instancia e Instrucción no 3 de Ávila, en la Calle Ramón y Cajal, 1 el próximo día 1 de abril de 2025 a partir de las 12 horas. Leeremos un manifiesto con el nombre de todas aquellas personas que tengamos conocimiento de que han muerto en prisión y por los que a ningún carcelero se le reclamó su responsabilidad , ni se les condenó, quedando impunes por la inacción del sistema judicial –fiscales y jueces-.
Personalmente voy a declarar y reivindicar estas injusticias pues conozco el sistema penitenciario y judicial desde el año 1971 y por haber pasado en prisiones mas de 44 años, por lo que me haré oír salga el sol por donde salga. Nadie obliga a nadie, es una oportunidad de reivindicar y de poner un grano más en la lucha contra los abusos y crímenes impunes en las prisiones.
Si queréis contactarme, facilitarme información o aportar cualquier cosa relacionada con todo esto mi email es:
2022amp2022amp@gmail.com
En lo posible os contestaré y ahí estaré como uno mas contra las injusticias del sistema.
Un abrazo a todos y todas.
El 11 de marzo de 2018 le dijeron a Ana Zúñiga que su hija Claudia Ximena Rodríguez Zúñiga, encerrada en la cárcel de mujeres de Wad-Ras, en Barcelona, se había suicidado poniéndose una bolsa de plástico en la cabeza, pero ella nunca lo ha creído. Con buenas razones, porque Claudia había sido amenazada, extorsionada y maltratada por los carceleros durante todo el tiempo que pasó en esa cárcel y la versión oficial de su muerte resulta muy poco creíble en cantidad de aspectos. Frente a la negativa de la «justicia» española a esclarecer debidamente los hechos, Ana sigue luchando para exigir una investigación rigurosa e independiente y una sentencia justa. Para eso es la manifestación frente a la cárcel de mujeres de Wad-Ras (Barcelona), el lugar donde murió Claudia, que convoca junto a otras compañeras solidarias en el séptimo aniversario de esa muerte violenta.
En la siguiente grabación, la madre de Claudia nos explica lo que sucedió y por qué no acepta ella la versión oficial de los hechos, y piensa que a su hija la han asesinado.
Aquí abajo, un programa de radio donde entrevistábamos a Ana en octubre de 2018 sobre la muerte de Claudia y los primeros pasos de la lucha de la madre por esclarecerla:
Hemos recibido la siguiente convocatoria de una marcha a la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila) que, además de servir de alojamiento a presos privilegiados como en su día Ignacio Urdangarín y José Luis Roldán, es una cárcel de mujeres especializada en régimen cerrado, ya que en ella se encuentran una gran parte de las mujeres presas penadas clasificadas en primer grado. Es famosa por la dureza con que se trata a las presas y por el elevado número de supuestos suicidios y muertes en extrañas circunstancias que se han producido en ella, de la que nos han llegado muchas veces noticias de torturas, abusos y malos tratos como las que se pueden ver en los enlaces que ponemos abajo, que hablan sólo de algunos de los casos más recientes. También hemos sabido que se ha dictado auto de procesamiento contra algún compañero, ya informaremos más detenidamente sobre ello, por denunciar la muerte en ese horrible lugar de Sannah Cadiri, el 10 de octubre de 2023, en sospechosísimas circunstancias nunca satisfactoriamente aclaradas. Algunas compañeras vieron como los carceleros la llevaban por los pasillos y como le pegaban. Después, un carcelero les dijo que la habían matado de una paliza y, finalmente, la dirección de la cárcel dijo que había aparecido ahorcada y que ella misma se había autolesionado mientras la llevaban a aislamiento. Las presas del módulo azul hicieron un plante en el patio protestando y reclamando ser informadas de lo que había pasado. Nunca salió ninguna noticia de nada de ello en ningún medio de comunicación.
¡MARCHA A LA CÁRCEL DE BRIEVA!
El domingo 9 de Marzo, volvemos por cuarto año a la cárcel de mujeres de Brieva para dar calor y apoyo a las compañeras presas.
Marcharemos para compartir y expresar nuestra rabia, porque sabemos que las cárceles están llenas de personas que solo trataban de buscarse la vida, que la reinserción es una farsa, y que existe explotación laboral y falta de atención médica tras los muros. Así como violencia, abuso policial, y muertes disfrazadas de suicidios.Por mucho que las cárceles se construyan cada vez más lejos y los muros sean cada vez más altos, seguiremos enterándonos y denunciando la realidad que ocurre dentro de ellas.
Por un mundo sin prisiones, marcharemos juntes el domingo 9 de marzo a las 11h a la cárcel de Brieva (Ávila)
Nos acompañará Nuturk Bilis @nuturkkkk con su guitarra y después habrá musikita y comida caliente (vegana y sin gluten) para compartir un rato juntes.
Si necesitas transporte escríbenos a marzoanticarcelario@riseup.net
¡Abajo los muros de las prisiones!
Algunas noticias recientes en Tokata sobre cosas que pasan en la Cárcel de Brieva:
Malos Tratos Continuos Contra Las Presas En La Cárcel De Mujeres De Brieva (Ávila)
Una Presa Muerta En La Cárcel De Mujeres De Brieva (Ávila) En Muy Sospechosas Circunstancias
Comenzó mayo, y otra vez nos despertamos contando jóvenes muertos por motivos no naturales. Esta vez en la cárcel de Basauri. Fue encarcelado hacía una semana a sabiendas de que su enfermedad mental tenía alto riesgo de suicidio. Que sepamos ya son seis las personas fallecidas en las “nuevas cárceles vascas” la mayoría jóvenes con patología dual (drogodependencia y enfermedad mental) y muertos en circunstancias no aclaradas.
La respuesta del Gobierno Vasco, después de casi tres años de competencia penitenciaria ha sido vender a la opinión pública su flamante e inexistente “Nuevo modelo penitenciario vasco”. La respuesta de la Consejería de Justicia fue ya en 2023 que estas muertes están ”dentro de los parámetros con los que trabaja el personal penitenciario sanitario”. Continua con una política publicitaria anunciando programas asistenciales que concede a ONGs de su órbita para blanquear el negro destino de una población encarcelada abandonada.
En ningún caso la respuesta ha sido la de potenciar medidas de suspensión condicional de la condena, o de sustitución de la misma por el ingreso en programas extracarcelarios para jóvenes toxicómanos y/o con enfermedad mental. O la de crear con urgencia centros socio-sanitarios de ejecución penal para jóvenes con patologías duales. O la de desplegar servicios de prevención y tratamiento de la agudización de la enfermedad mental que provoca el encierro. El ejecutivo vasco, con el apoyo de la mayoría de los partidos políticos que conforman su Parlamento, lo que está haciendo es reproducir el mismo modelo estatal fundamentado en la justicia vengativa, en el encierro y en el castigo, por que en el fondo es en lo único que creen y les renta. Lo demás son cortinas de humo para intoxicarnos.
¿Si hubiera muerto un funcionario en el ejercicio de sus funciones, también hubieran dicho que entra “dentro de los parámetros con los que trabaja en personal penitenciario”? ¿Dónde están los sindicatos y asociaciones de prisiones cuando se producen las muertes de personas presas?