Cuatro nuevas multas a los participantes de la última Marcha a la Prisión de Teixeiro, esta vez por «exhibir objetos peligrosos con la finalidad de causar intimidación» en alusión a dos banderas incautadas que, evidentemente, nadie empleó de manera intimidatoria.
Pese a que este año se legalizó la concentración delante del talego, para intentar evitar las multitudinarias sanciones de los años anteriores (más de 17.000 euros en el total de las del 2011), eso no les impidió a los picoletos poner absurdas multas de tráfico a los coches de algunos de los participantes. Ahora llegan estas cuatro sanciones de 150 euros por la manifestación (no comunicada) en Coruña que siguió a la concentración delante de Teixeiro. Es curioso que en la descripción de los hechos del expediente sancionador hablen de la longitud y grosor de los palos pero no digan en ningún momento que servían para sostener banderas, dando a entender que los manifestantes blandían palos sin más intención que de amenazar a los viandantes. En este senso el escrito reza:»…presentándose en él lugar diversos jóvenes que portaban palos de un diámetro considerable y de una longitud aproximada de metro y medio, cutters, etc …» sin considerar preciso darle al asunto más explicaciones.
La verdad y que no creemos que la cosa quede aquí y es de suponer que en lo sucesivo lleguen nuevas multas con las más inverosímiles de las justificaciones.
Todo esto forma parte de lo que parece un pulso que las instituciones sostienen contra los participantes de esta incombustible convocatoria que ya lleva 12 ediciones, pues aparte de las sanciones contra TODOS los manifestantes de la convocatoria anterior y contra la mayoría de los que acudieron a la anterior a esa, en la 10ª Marcha pincharon las ruedas de los coches de casi todos los participantes.
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