Daniel Delgadillo, lleva dos meses y medio internado en el Hospital Santoyanni, y el “juzgado Nacional en lo Criminal Nº 20 le niega la posibilidad de una debida rehabilitación por ser un delincuente”. Así lo aseguró a la Agencia Para La Libertad una trabajadora del hospital. Daniel, de 27 años, tiene seis balazos en el cuerpo, con ambos pulmones perforados, fractura de fémur, diez clavos en el brazo derecho, rotura de un nervio… se halla completamente inmovilizado, y un gendarme que lo “cuida” le pegó tres sopapos cuando el joven le pidió que por favor no roncara toda la noche. Lo amenazan que irá al penal de Ezeiza, una de las prisiones con mayor mortalidad, por desatención médica y muertes violentas, “suicidios” y “ahorcamientos”, cuando necesita con urgencia un tratamiento de rehabilitación en un centro adecuado. Como dice la compañera, «no sobrevivirá en Ezeiza».
Natalia Medina quien se halla en el acampe frente a los tribunales de Dolores, exigiendo la libertad de su esposo, Javier Bonomo, acudió hoy nuevamente a la Agencia Para La Libertad: “Los penitenciarios quisieron darle mil pesos y una “púa” a un interno para que lo lastimara a Javier. El pibe se les dio vuelta y pidió asistencia médica para mi marido. Y ahora está todo mal con el pibe, lo golpearon, está vomitando sangre, tiene las costillas rotas y hace materia fecal con sangre”. Javier, que lleva 125 días en huelga de hambre en un «buzón» de la U-6, reclamando la libertad que le corresponde según sus cuentas, ignoradas por los jueces, ha detallado en una carta las represalias que están tomando contra él los carceleros.
Carta de Javier
En este momento me encuentro con mucho temor por mi vida, asustado, ya no sé a quién acudir. El día viernes estaba con mi señora en visita, nos metimos en el baño porque ella quería que me den asistencia médica, pero todo fue en vano. Rompieron la puerta sin importarle que mi señora les pedía por favor asistencia médica, ahora a ella la suspendieron un mes y no podremos vernos.
A mí me cortaron la luz y el agua, me sacaron el colchón, estoy durmiendo arriba del cemento, me sacaron las zapatillas, la campera y el pantalón largo. Sólo estoy con un pantalón corto y remera ya hace 3 días y llevó 125 de huelga de hambre reclamando justicia. No me quiero morir. Por favor se los pido: ayúdenme.
Con este escrito es la tercera vez que pido ayuda sin tener ninguna respuesta, no quiero ser uno más que muere en las manos del servicio. Todo lo que me están haciendo es matarme lentamente y tengo miedo a que entren y me hagan algo.
Mi señora se va encadenar en la Casa de Gobierno pidiendo ayuda , porque tenemos mucho miedo. Desde ya los saludo muy atte:
Interno Bonomo Zeballos Javíer Edgardo/ buzones (aislamiento) celda Nº 9 / En huelga de hambre 125 días
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