Costas Sakkas, un anarquista de 29 años, sigue en huelga de hambre desde hace más de 30 días, desde el 4 de junio. Sakkas fue detenido el 4 de diciembre de 2010 por posesión de armas de fuego y supuesta participación en una organización terrorista desconocida. Él solo admitió la posesión de las armas y sus principios anarquistas.
Sin embargo, 4 meses después, y sin ninguna evidencia más, se acusa por ser miembro de la organización de lucha armada “Sinomosía Pirínon tis Fotiás” – SPF – (Conspiració de Nucleos del Fuego). El mismo Sakkas afirma que es víctima de una maquinacíón por parte del entonces ministro de Justicia, Cristos Papoutsis, con el fin de promocionar un éxito de su gobierno contra el terrorismo.
Poco antes de cumplir 18 meses encarcelado sin juicio – máximo periodo de prisión preventina según la constitución griega – Sakkas fue acusado de 160 ataques con explosivos, rweivindicados por SPF. En consecuencia, su periodo de prisión preventiva se extiende hasta los 30 meses.
Dicho periodo –el máximo por dos casos judiciales según la ley– expira el 4 de junio, y Sakkas toma la gran decisión de empezar una huelga de hambre como último medio de proclamar su inocencia y pedir su liberación. Hasta ahora ha perdido por lo menos el 10% de su peso y su estado de salud sigue deteriorando.
La semana pasada fue crítica para su caso, porque los jueces rechazaron la última petición de liberación por parte de la defensa. Además, el partido de Nueva Democracia (derecha), que constituye el elemento mayoritario del gobierno de coalición griego, caracterizó Sakkas como “acusado por anarquísmo”: Una incuestionable demostración de persecución por creencias políticas.
Costas Sakkas concluye su declaración, en la que explica las razones por las cuales se hace la huelga de hambre, con unos versos del poema “Muere Lentamente”de Pablo Neruda, el poeta de la lucha y también del amor.
“Muere lentamente […],
quien no arriesga lo cierto por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
[…] Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo
exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar”.
Pablo Neruda
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