A continuación dejamos dos ponencias sobre la prisión en el franquismo para comprender la evolución de las cárceles y los sistemas punitivos en el estado español. Ambas son de Gutmaro Gómez Bravo.
- Cárceles y sistema penitenciario franquista
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Bajo el fondo ideológico del nacionalcatolicismo, la prisión fue proyectada como una tarea de apostolado y de organización de la mano de obra para la reconstrucción de España. Aquellos que la habían destruido estaban llamados a reconstruirla de distintas maneras. A partir de 1946 el trabajo manual o intelectual, se circunscribe oficialmente al interior de las prisiones. Dos años más tarde, se aprueba un Reglamento basado plenamente en los principios de la Redención de Penas. No tardaría en ponerse de manifiesto, desde su temprana vinculación a la libertad condicional, la escasa voluntad de la dictadura por cumplir su propio discurso sobre las posibilidades del perdón y retorno a la vida civil de los que extinguían condena. Lejos de ello, fomentará a lo largo del período la imagen de delincuentes y criminales natos proyectada sobre los presos juzgados por el delito de rebelión militar.
- Cárceles franquistas
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La ponencia refleja perfectamente el papel central que la dictadura franquista otorgó a la prisión dentro de su sistema represivo. El franquismo fue un régimen represivo de exclusión ideológica y social. El gran número de presos y presas en la España de Franco desbordaron la infraestructura del sistema penitenciario y obligaron a los responsables a transformar numerosos espacios como cines, colegios, conventos en prisiones. Aparte de las importantes cifras resultan más espeluznantes las condiciones de vida de los reclusos. El hambre, la miseria, las enfermedades y el hacinamiento acabaron con la vida de muchos presos.
La Iglesia fue un pilar básico en el franquismo y en las cárceles de Franco, numerosas órdenes religiosas volvieron a ocuparse de la gestión de las mismas, sin olvidar el papel de los capellanes de prisiones. Estos religiosos cuyo comportamiento con los reclusos en muchos casos distaba de la caridad y el humanitarismo cristianos se convirtieron en fieles funcionarios del nuevo Estado represivo.
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