Actualmente, alrededor del 22% de las personas presas en las cárceles del Estado español (unas 14000) padecen VHC, y de este porcentaje un 40,5% (unas 6300) están infectadas también por el VIH. Ante lo cual, en todo momento, la postura de la institución penitenciaria ha sido pasarles la patata caliente del pago de los medicamentos a las comunidades autónomas, desobedeciendo incluso varias sentencias judiciales que obligaban a hacerse cargo a la autoridad carcelera. Por ahorrar dinero, se ha estado negando el derecho a tratamiento a las personas presas enfermas. Ante esta situación, hemos decidido acercarnos a la cárcel que nos queda más cerca, el C.P. de Picassent, para informar a las familias y amistades de la gente presa sobre este aspecto del abandono médico-sanitario en prisión, repartiendo guías sobre los pasos a seguir para exigir el tratamiento, de manera que puedan entrar dentro de la cárcel y ser de utilidad para las personas presas. Desde hace casi medio año, venimos acercándonos a las puertas de Picassent con cierta periodicidad (actualmente, unas tres veces al mes). Desde Tokata os animamos, tanto a los grupos anticarcelarios como a las individualidades conscientes, a realizar acciones de difusión de esta situación del abandono sanitario y del camino que pueden seguir las personas presas para recibir el tratamiento del VHC.
¡TRATAMIENTO SIN DISCRIMINACIÓN!
¡ABAJO LOS MUROS!
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