Crónica De La Manifestación Contra Las Cárceles Del Sábado, 28 De Marzo, En Barcelona

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La convocatoria anticarcelaria, de tendencia anarquista, reunió un centenar de manifestantes y doscientos antidisturbios.

El sábado a las siete de la tarde, para salir de la boca de metro de la parada de Entença, había que pasar entre las docenas de agentes de la Brimo que ocupaban el acceso al suburbano y el perímetro de la cárcel Modelo. Superados tres checkpoints policiales, llegábamos a la acera donde más de un centenar de personas se concentraban contra las cárceles y en solidaridad con las personas presas en lucha, con especial referencia a José Antúnez Becerra, que el pasado viernes abandonó la huelga de hambre que , durante 65 días, ha comprometido gravemente su salud.

Los colectivos de apoyo exigen la libertad de Becerra, condenado a 29 años por su participación en el motín de Quatre Camins, en 2004. Manuel Tallón, ex subdirector del centro penitenciario ubicado en la Roca del Vallés, le acusó durante el juicio de tentativa de homicidio. El preso, de 57 años, ha pasado 40 entre rejas, pese a no haber cometido nunca ningún homicidio ni delito sexual. Su entorno denuncia la situación de Antúnez Becerra, implicado desde los 70 en las luchas colectivas de la comunicado reclusa, como una “cadena perpetua encubierta” motivada por sus actividades políticas. En relación a esto, también hay que hacer mención destacada a Javier Guerrero Carvajal, encerrado en la cárcel gallega de A Lama, que está en huelga de hambre desde hace tres meses y medio.

A las ocho menos cuarto comenzó la marcha, que dio la vuelta al recinto de la Modelo, escoltada por una columna de cincuenta policías, que avanzaba en paralelo por la acera del edificio del presidio. Los manifestantes gritaron consignas como “las cárceles son centros de exterminio”, “en tierra los muros de las prisiones” y los ricos nunca entran, los pobres nunca salen “. Gritos también por la anarquía y por la libertad de Antúnez Becerra, Guerrero Carvajal, las militantes libertarias Mónica y Francisco y “todas las compañeras encarceladas en el mundo”. La convocatoria considera que “las cárceles son la materialización más cruda de un orden impuesto basado en la miseria y el control social. Sus muros buscan cerrar y condenar la pobreza y la disidencia social. Las prisiones, por más eufemismos institucionales que pretendan ocultarlo, existen para generar dolor, castigos y torturas “.

La manifestación hizo un largo recorrido por el Eixample, y bajó por Entença hasta Consejo de Ciento, donde giró a la izquierda para acabar en la calle Girona. Las consignas resonaron con fuerza durante las dos horas de trayecto, intercaladas con el chasquido de los cohetes que se elevaban en el cielo. La marcha terminó frente a la sede de la Secretaría General de Servicios Penitenciarios. La escena final, en la esquina de Aragón y Girona. En el lado Llobregat de Aragón, las once furgonetas de la Brigada Móvil que la manifestación había llevado a la cola todo el tiempo, en el lado Besòs, diez furgones de la Brimo más y, ante el edificio, 6 vehículos de las ARRO. Doscientos antidisturbios, con el casco puesto y preparados con escudos y escopetas. En medio del cruce, unas ochenta personas clamaban las últimas proclamas por la libertad y el derribo de todos los muros.

Remei Bona se compromete a “ayudar” Antúnez Becerra

La huelga de hambre de Antúnez Becerra finalizó el pasado viernes por la tarde, después de que la juez de vigilancia penitenciaria Remei Bona lo visitara en la habitación del Hospital Penitenciario de Terrassa. Según han confirmado fuentes cercanas a Becerra, la juez se comprometió a concederle de aquí unos meses las primeras salidas de la cárcel, previas a la concesión del tercer grado. El preso, muy debilitado por los 65 días de huelga de hambre, creyó en la palabra de Bona y firmó un documento dirigido a la Dirección General de Servicios Penitenciarios donde informaba de la finalización de su acción de protesta. El mismo viernes ya comenzó a ingerir algunos alimentos sólidos. Fuentes médicas apuntan a que tardará más de un mes en recuperar el normal funcionamiento de su sistema digestivo. Hay que recordar, sin embargo, que la jueza Remei Bona se jubila el próximo mes de agosto y, una vez que esto ocurra, habrá que ver si el compromiso adoptado el viernes se mantendrá después de que abandone su cargo al frente del juzgado de vigilancia penitenciaria .

Traducción de un artículo  de La Directa

tomada de Insurrecto

 

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