Un Vídeo Muestra La Muerte De Un Preso En Italia De Un Ataque De Asma Sin Recibir Asistencia

Estos días la prensa se echa las manos a la cabeza ante el documento gráfico que ha dado la vuelta al mundo y que muestra la muerte en directo, grabada por una cámara de la celda, de un preso de origen senegalés ante un ataque de asma. El hecho ocurrido en 2010 en un cuartel de Masotti (sede del mando provincial de los carabinieri de Brescia) muestra cómo Saidou Gadiada, de 37 años, pide ayuda a gritos y golpea con los puños desesperadamente las puertas de su celda hasta que logra que el carabiniere se las abra. Sin embargo, no interviene. A partir de ese momento, el vídeo muestra sus últimos ocho minutos con vida. Una terrible agonía en soledad que, afortundamente, quedó registrada gracias a la cámara de seguridad, pues situaciones parecidas ocurren en todos los centros penitenciarios con demasiada frecuencia y no sólo en Italia, también en nuestro país, donde a menudo casos de extrema gravedad finalizan con un fallecimiento en prisión (o son sacados de la prisión rápidamente en los últimos momentos para que fallezcan en un hospital y no quede registrada esta muerte en la prisión).

Este suceso ocurrió en la mañana del 12 de diciembre de 2010. Gadiaga fue arrestado el 11 de diciembre porque no tenía permiso de residencia e iba a ser expulsado. Este joven era asmático y poseía un certificado médico. A primera hora de la mañana tuvo una crisis, según confirmó otro detenido, Andrei Stabinger, que declaró que «pasaron 20 minutos hasta que se le abrieron las puertas». Cuando llegaron los médicos, el hombre se hallaba ya muerto «por un gravísimo episodio de insuficiencia respiratoria», según confirmó la autopsia. Aunque la versión de la policía italiana es que falleció en el hospital.

El derecho a la salud en las cárceles españolas

Los presos tienen el mismo derecho a la salud que las personas libres, y sin embargo, de sobra conocemos los que tenemos contacto habitual con el mundo penitenciario que no se respeta al 100% dicho derecho. No son sólo hechos aislados o suposiciones de presos y familiares. Los estudios avalan nuestras afirmaciones. Según el estudio Mil voces presas, con datos basados en las respuestas de numerosos presos de todas las cárceles españolas, y posteriormente, el estudio de Andar un kilómetro en línea recta, con datos basados en las respuestas de 1.700 internos en centros penitenciarios españoles, la falta de coordinación entre la administración penitenciaria y la red sanitaria pública da lugar a numerosas faltas de atención sanitaria y, aunque se han hecho significativos avances, «sigue dejando mucho que desear teniendo en cuenta el alto porcentaje de personas con patologías muy graves que hay en prisión».

«La mitad de los encuestados, el 47% de los internos, a la pregunta de si el trato en enfermería era correcto, respondieron afirmativamente». Más de un 50% contestó negativamente. A la pregunta de si estaban atendidos en la enfermería por personal sanitario «el 80% de los encuestados respondieron que sí». Pero, aunque esto indica que «la dotación de personal técnico y profesional ha crecido en las prisiones, sin embargo, un 20% dijo haber sido atendido por personal no sanitario, es decir, por personas presas que tienen como destino la enfermería». Además, «el hecho de que la consulta a los especialistas no pueda realizarse en el mismo centro penitenciario y sea preciso esperar meses antes de poder salir a una consulta externa», es más que habitual.

AFAPREMA

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