¡Mares! establecer ahora, entre el desarrollo de los intercambios, Agitación radical, coyuntura favorable: ¡Expulso-impulso! frente a lo que se interponga.
Morimos un día o una noche, una mañana, un medio día… pero es un día en nuestro calendario. Morimos un día en el que se tacha… menos vida más edad… y seguimos encerrados entre muros y toneladas de hierro y hormigón: vivimos y morimos, dejamos huella, mas pisamos fuerte, duro y puro donde quiera que nos lleven renaceremos como el Ave Fénix, que renace de sus propias cenizas.
Plantamos cara a cualquier personaje; sí, me han herido porque he luchado. Herida que sigue abierta, siguen sangrando sin cesar, no para y no se corta, no se detiene.
No bromeo yo con estas cosas, no bromeo…
La soledad me busca y siempre me encuentra, sin esperarla… porque permanecerá conmigo el resto de mi vida. Los que sin saber se envuelven con largos hilos de seda… permanece ahí ese hilo, perdura…Y yo me pregunto, ¿Por qué no se puede romper esa seda? Tan fina, y a la vez tan gruesa. La seda se queda y perdura durante nuestra existencia y no existencia.
¡Tierra, rebélate! ¡Mares, agítense! ¡Que el mundo tiemble bajo nuestros pies! Que algún día seamos todos uno. Así no se puede perder. ¡Una voz, un clamor! ¿Qué oigo…? Rebelión.
Francisco Maya Fernández
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