La coordinación antirrepresiva gallega Abaixo os muros convoca dos acciones simultáneas, en Pontevedra y Ourense, para este sábado 20 de febrero. La situación extrema creada en las cárceles en el contexto de la alarma social y sanitaria debida al COVID, ha llevado a un grupo de familiares y amigos de los presos, con el apoyo de otros grupos defensores de los derechos humanos, a denunciar la cmedidas abusivas y exigir soluciones a la situación de violación de los derechos de los presos. A continuación el texto de la convocatoria.
NO SE REDUCE LA POBLACIÓN PENITENCIARIA, SÓLO SUS DERECHOS
Atendiendo a las recomendaciones de las más altas instituciones de salud pública, la mayoría de los estados europeos han reducido el número de presos para evitar los riesgos de la pandemia. Por el contrario, el Estado español no ha hecho más que agravar la situación de nuestra gente presa, quitándoles sus derechos uno tras otro. En los últimos meses, la población penitenciaria ha sufrido la suspesión de los vis a vis y visitas (incluso de abogados), de actividades programadas, de tutorías de la UNED, del servicio de abogados, de salidas a polideportivos, de la ayuda de voluntarios, etc. El cierre de los Equipos Técnicos y las Juntas de Tratamiento ha impedido progresiones de grado y acceso a la libertad condicional, vulnerando el derecho fundamental a la libertad de algunos internos y reclusos en condiciones de salir a la calle en regímenes de semilibertad. Se supone que la prisión sirve para reinsertar a los presos, pero en esta situación comprobamos cómo prevalece el castigo sobre cualquier otro fin, lo que se ve agravado por medidas «sanitarias», como las cuarentenas sufridas en estricto aislamiento después de traslados o visitas. Esto es ilegal: si en las circunstancias actuales el estado no puede cumplir con su propia ley, que abran las puertas y dejen salir a las personas que tienen dentro. Por lo tanto, exigimos la excarcelación de las personas presas, ya que la Institución Penitenciaria no cumplen con su ley de régimen interno ni toma medidas efectivas y reales para garantizar su seguridad e integridad.
PERSONAL MÉDICO CASI INEXISTENTE
Denunciamos la actual situación sanitaria dentro de las cárceles, totalmente insuficiente en condiciones normales, pero que resulta muy preocupante en un contexto de alarma sanitaria. Esta situación es la que explica las medidas tomadas para afrontar la crisis: resulta más barato restringir los derechos de los presos que solucionar este grave abandono médico. Ante la gravedad de esta situación, exigimos la liberación de los presos vulnerables (los que están gravemente enfermos, los mayores de 60 años, los que padecen patologías crónicas previas), las mujeres embarazadas y los niños, así como las personas con enfermedades mentales, ante el agravamiento de su salud por vivir en un contexto de incertidumbre y mayor aislamiento social. Exigimos el derecho a la salud de los presos. Si el coronavirus entra en prisión, habrá que vaciar las cárceles.
NO HAY MEDIDAS COMPENSATORIAS
Exigimos medidas para paliar todo el sufrimiento con el que vivimos esta situación desde hace meses, y lo que está por venir. Denunciamos el desprecio con el que se tratan nuestros derechos cuando se nos prohíbe ver a nuestros seres queridos a través de un cristal. Mientras los carceleros vienen a diario desde la calle, nos obligan a cambiar nuestro tiempo en la familia, ya escaso, por una videollamada de diez minutos. Queremos la devolución de los vises perdidos durante la cuarentena (un compromiso asumido por la mayoría de las administraciones penitenciarias de las que tenemos información, que ahora se están negando sistemáticamente) y las perdidas por futuras restricciones. Queremos que se agilicen las concesiones de terceros grados, libertad para los detenidos en prisión preventiva, indultos generales o parciales para cada preso y el abono de los días que dure la situación excepcional de alarma en la liquidación de la pena (produciendo una reducción extraordinaria equivalente a la prolongación temporal de esta situación). Proponemos que se tome la temperatura y, en último caso, que se haga la prueba a nuestros familiares y amigos cuando ingresemos a la prisión, pero que en ningún caso se nos quitarán nuestras visitas y vises. Además, son los carceleros quienes en la mayoría de los casos introducen el virus. Recalcamos que la falta de asistencia sanitaria en las cárceles no es de ahora, viene de hace mucho tiempo. Situación insostenible que vemos en las muertes que se producen en las cárceles y de las que nadie se hace responsable.
¡DEFENDAMOS EL DERECHO A LA SALUD DE LAS PERSONAS PRESAS!
EXIGIMOS COMPENSACIÓN POR EL ENDURECIMIENTO AÑADIDO DE LA ESTANCIA EN PRISIÓN
EXIGIMOS LA REDUCCIÓN DE LA POBLACIÓN CARCELARIA
EXIGIMOS RECUPERAR LAS VISITAS Y LAS COMUNICACIONES
ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES
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