Los padres de una persona que ha pasado 12 años presa, por delitos derivados de una grave toxicomanía, relatan el aislamiento, la tortura, el abandono que ha sufrido su muchacho a lo largo de toda la condena, de manera que, muy lejos de haberle ayudado la cárcel a reinsertarse, le ha destruido psíquicamente. Y aún le queda un sumario pendiente, acusado por los carceleros que, interesadamente, quieren confundir con delito los síntomas de su enfermedad mental.
Si queréis contribuir a afrontar los gastos de este caso, colaborad en la CAMPAÑA DE GOTEO DE FAMILIAS FRENTE A LA CRUELDAD CARCELARIA:
https://www.goteo.org/project/ffacc-familias-frente-a-la-crueldad-carcelaria
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