Según el diario Información de Alicante, un juez de Alicante ha procesado a un celador del Hospital Psiquiátrico de Fontcalent por presunta agresión sexual a una interna del centro, a la que presuntamente llevaba a lugares aislados durante los días que salían del centro para cometer abusos sexuales. El titular del juzado de Instrucción número 5 de Alicante, Manrique Tejada, ha dictado el auto de procesamiento contra el funcionario, quien se expondría a una pena de prisión de 9 años por agresión sexual a una reclusa con las facultades mentales alteradas.
El juez se ha basado para seguir adelante con la investigación, según ha podido saber este diario, en informes psicológicos «muy contundentes».
Como ya informó este diario, la reclusa puso estos hechos en conocimiento del juez de vigilancia penitenciaria -que visita periódicamente los centros penitenciarios- y, posteriormente, la investigación la asumió el juzgado de Instrucción número 5 de Alicante. El transcurso de la instrucción ha permitido perfilar que los presuntos hechos vayan más allá del abuso sexual y se haya dictado auto de procesamiento por presunta violación, a falta de que la Fiscalía realice su escrito formal de acusación.
Desde Instituciones Penitenciarias se está haciendo un seguimiento de este asunto a través de la información reclamada al Hospital Psiquiátrico. Su director, Demetrio Monterde, informó de que los responsables de centro y funcionarios no han sido citados hasta el momento para declarar ante el juez. Monterde apeló a la presunción de inocencia del trabajador y confirmó que éste sigue suspendido de empleo y sueldo. Explicó que la interna realizó su denuncia por presuntos abusos ante la juez de Vigilancia Penitenciaria en una de sus visitas rutinarias de inspección al centro.
Denuncia previa
La investigación se desencadenó tras una denuncia previa sobre el mismo celador por supuestos malos tratos a un interno. Cuando la reclusa denunció los hechos por parte del mismo trabajador, éste ya había sido apartado de sus funciones por parte de los servicios penitenciarios.
El juez de Instrucción encargado del caso investiga si durante las salidas rutinarias terapeúticas a la calle entre trabajadores del centro e internas, el imputado pudo abusar de la denunciante, a la que habría sometido a felaciones. Según el Código Penal, la situación mental de la supuesta víctima es clave en la tipificación del delito ya que su discapacidad mental agravaría los hechos.
Varias funcionarias del centro alertaron previamente, según fuentes penitenciarias, de la existencia de «problemas» y «conductas irregulares» en el módulo de mujeres del Hospital Psiquiátrico de Fontcalent.
Según las citadas fuentes, estas quejas se habrían producido tanto por escrito como de manera verbal. En algunas de ella se llegó a solicitar «expresamente», siempre según las citadas fuentes, un alejamiento del trabajador imputado del módulo femenino.
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