Si tuviera:
Un fiscal honorable,que tuviese respeto por sus semejantes,que no fuera condicionado, autómata programado a dictar condenas sin tener en cuenta de qué significa la palabra discernir.
Si tuviera:
Un juez que tuviese tiempo para meditar, valorar; que tuviese la dignidad y conciabilidad del Gran Rey Salomón.
Si tuviera:
Un abogado desprendido, con ética profesional, dedicado a defender a su cliente.
Por supuesto no lo serían de la justicia de España.
El artículo 25 de la Constitución dicta: las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad están orientadas hacia su reeducación y reinserción social.
La justicia y los que la rigen no se dan cuenta o no les conviene aceptar que el recluso que se siente ajusticiado, si no tiene el carácter formado y una buena formación familiar, es seguro que jamás volverá a la sociedad.
Moraleja: la justicia de España es una fábrica de delincuentes y una máquina de hacer dinero.
E. A. de Souza – C.P. de León
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