Propuesta De Lucha Contra Las Torturas Y Los Malos Tratos En Las Cárceles Del Estado Español

Para definir la tortura y su ámbito de aplicación, su función dentro del sistema socioeconómico que nos asesina, voy a ser breve en mi exposición.

La tortura es un conjunto de prácticas físico-psíquicas violentas contra el ser humano, perpetradas por agentes del estado, cuya aplicación última, lograda mediante la aplicación del terror (la técnica), es tratar de conseguir del cuerpo martirizado que la padece, la sumisión absoluta a lo que los torturadores deciden que “deben ser”, “decir”, “pensar” los torturados/as.

La tortura en al región de Iberia tiene una larguísima aplicación histórica, siempre gozó en esta región de un despliegue terrible. Con la paulatina realización del “Estado español” ha alcanzado su mayor grado de perfeccionamiento. Esto es debido a que desde las áreas político-judiciales se ampara y potencia (con todos los resortes de que dispone el “Estado de Derecho”, actuando la CE (Constitución Española) como su soporte privilegiado, desde la que se legitima a los que la practican desde esas mismas estructuras de “Derecho”. No solo se les proporciona cobertura jurídico-judicial a los toruradores, sino que se les implementa con amparo moral y material. El gran conjunto de la población paga a sus TORTURADORES y lo peor de todo es que también paga su impunidad.

Por desgracia para el ser humano, la torura siempre fue una herramienta más (entre otras) al servicio de los “gobernantes”, para obtener de los “gobernados”, a través de los medios/fines más execrables, la adhesión a la realización y consecución de sus “diferentes” programas “político-sociales”, sean estos del tipo que sean, cuya matriz se basa siempre en la realización de un proyecto de dominación total.

En las cárceles del “Estado español”, la tortura siempre se ejerció/ejerce, de manera sistemática por parte de la administración carcelaria. La “Política” de la administración carcelaria es el Crimen de Estado y esta política ya ha asesinado a miles y miles de encarcelados bajo las formas más horribles.

La población en términios generales, bien aleccionada por el discurso “Democrático” del poder de turno que les oprime, y gracias a los medios de desinformación/ultrainformación que les adoctrina con su eterna letanía, han interiorizado como válido el discurso ideológico del Crimen de Estado. Dicho discurso, nacido de la “izquierda” y de la “derecha” autoritaria/estatal, nos dice que aquí no se tortura, ya que su CE “proscribe esta práctica antihumana”. Además, “los mecanismos de control para detectar esta práctica son infalibles…” (nuestros verdugos son nuestros). La realidad del encarcelado, basada en la experiencia directa y diaria de la vivencia de esta lacra, se encarga de desmentir, por su propia falsedad, dichas afirmaciones, y de corroborar la función propagandística de este discurso “humanista”, que sólo busca tratar de ocultar otra más de sus prácticas asesinas.

La tortura es consustancial al proyecto de dominación, que sin ella no sería posible. Está intrínsecamente unida a cualquier forma de gobierno a escala mundial, sea éste del signo organizacional que se proyecte.

Para acabar con estas reflexiones, deciros que la tortura en la cárcel tiene una finalidad por encima de cualesquiera otras: destruir a las personas encarceladas para reemplazarlas por otras. Pura doctrina económica del Crimen de Estado, que nos “habla” de que el Crimen de Estado es una industria muy lucrativa, ya que su “materia prima”, los presos, son un “material” de “escaso costo” y altamente productivo. Por eso la “política” a seguir por parte de las diferentes agencias estatales/gubernamentales a nivel mundial en el ámbito del encarcelamiento, tanto hoy como ayer, debe resultar rentable en términos económicos y “sociales”, para el sistema de dominación, muera quien muera y de la forma que muera, todo ello, no lo olvidemos, con un gran “consenso social”, sin el cual no podría darse este fenómeno.

Una vez dicho esto, paso a valorar las consideraciones de algunos compañeros presos, que están considerando, dado el incremento de la tortura en las cárceles, tanto a nivel nacional como internacional, la posibilidad de una movilización colectiva contra esta nauseabunda y asesina práctica.

Yo, a modo de propuesta/colaboración, creo que para que esta movilización tenga “éxito” tendría que enmarcarse dentro de un formato de campaña, y para que a los compañeros presos (dada la situación de enfermedad que muchos padecemos) les pueda resultar asequible la participación en la misma, lanzo esta idea:

Todos los primeros días de cada mes, protagonizar un ayuno y dirigirnos mediante escritos a los Diputados y Senadores (Congreso de los Diputados, Cortes Generales) denunciando esta práctica, dado que son principalmente ELLOS los responsables “políticos” de la persistencia de la TORTURA/MUERTE en las prisiones españolas, al igual que jueces, fiscales, policías, guardias civiles y sobre todo CARCELEROS.

También estoy de acuerdo con los compañeros presos (lo llevo manifestando bastante tiempo en mis comunicados) en considerar necesaria la creación de una red de apoyo jurídico, pero no solo crear “colchones de protección” para los presos participantes, sino denunciar las represalias que se puedan derivar contra los mismos participantes. También es indispensable la movilización en las calles, para dar a conocer ersta lacra que padecemos los presos, SIN RESIGNACIÓN.

En relación a la participación desde fuera de organizaciones legales abolicionistas, garantistas o asistencialistas, no creo que sea lo más conveniente que los susodichos participen como tales. Sería cometer errores del pasado. Si quieren participar, apelo a sus militantes para que lo hagan de forma individual sin representar a ninguna sigla, pues como organizaciones (y la historia está ahí) tan solo han aportado legitimidad a los torturadores y a la estructura carcelaria, aparte de emitir sus documentos, casi todos o todos, de carácter “reformista”, poco más se puede esperar de estas organizaciones.

Esto es lo que yo pienso. La duración de de dicha campaña, en un primer momento debería prolongarse hasta la finalización de esta legislatura de Gobierno. Después decidiríamos entre todos si radicalizamos nuestra postura tanto desde dentro como desde fuera.

Un abrazo a todos los hermanos y hermanas que luchan.

ACABEMOS CON LA TORTURA Y LOS TORTURADORES, con el Crimen de Estado.

J. C .R. R.

CONTRA LAS TORTURAS Y MALOS TRATOS.

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