El pasado domingo en la prisión de Topas hubo un plante de 60 presos que se negaron a subir del patio a sus celdas en protesta por el aislamiento de otros dos presos implicados en una pelea. El jefe de servicio y todos los funcionarios del centro penitenciario tuvieron que intervenir para convencer a los presos de que desistieran y regresaran a sus celdas.
Dos presos del módulo 3 —considerado uno de los más conflictivos del penal— habían sido aislados tras enzarzarse en una pelea. Como consecuencia de la pelea, la dirección del penal ordenó su aislamiento, provocando entonces un amago de motín por parte de un grupo de otros 60 internos del módulo, que incumplieron las órdenes de los funcionarios y se negaron a subir voluntariamente a sus celdas.
Cuatro presos aislados. Alertado de los hechos y ante la tensa situación, el jefe de servicio y todos los funcionarios que en ese momento se encontraban trabajando en el centro penitenciario tuvieron que mediar para convencerles de que desistieran de su actitud, mientras que otros internos instigaban para que el grupo no hiciera caso de las órdenes y advertencias del personal.
Finalmente y tras más de una hora de negociaciones, los funcionarios lograron reconducir la situación y los internos regresaron a sus celdas, pese a lo que la dirección del penal ordenó el aislamiento de otros dos, como presuntos instigadores de la revuelta.
Una vez más, Instituciones Penitenciarias tampoco ha querido en esta ocasión pronunciarse al respecto de lo ocurrido el domingo en la prisión salmantina. El módulo 3 está considerado en el centro penitenciario como uno de los más conflictivos, si no el que se lleva la palma, en el módulo se integran presos con condenas largas y en primer grado penitenciario.
En la actualidad son 17 los módulos existentes, con una importante diferencia respecto al número de internos en los módulos de respeto y en el resto — los considerados conflictivos—, lo que aviva constantes enfrentamientos.
Tomamos la información de LA GACETA
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