Palos Para Unos, Para Otros…: El Director No Expedientó A Un Recluso Que Era Su Confidente

El director de la prisión de Ibiza, Manuel Vega Alocén, reconoció ayer que no expedientó a un recluso, que era su confidente y que supuestamente agredió a dos funcionarios, porque el motivo «no era grave», según el contenido de su declaración, ayer por la mañana en el Juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza. Sin embargo, Vega no quiso hacer declaraciones a su salida del edificio judicial de la avenida de Isidor Macabich, por lo que no ha sido posible conocer su versión de los hechos. Tampoco se pronunció su representante legal, una abogada del Estado.

La titular del juzgado instructor de la causa, la magistrada Carmen Martín, mantiene la imputación contra el director, el antiguo subdirector y un educador social (también está imputado en otra causa por abusos sexuales en 2010) que ya no trabaja en Ibiza por dos delitos: prevaricación y falsedad documental, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Balears. La acusación particular estudia además acusar a los tres funcionarios por encubrimiento.

La fase de instrucción de este caso ha finalizado, después de tomar declaración a los acusados y a los testigos, entre ellos los funcionarios supuestamente agredidos por el interno, hecho por el que se abrió el expediente. Además, la juez ha estudiado informes y pruebas documentales.

Ahora es la Fiscalía de Ibiza la que debe decidir si mantiene la acusación y qué delitos imputa a los tres hombres que declararon ayer. La acusación particular seguirá adelante y la juez decidirá si se celebra o no un juicio por esta causa o el caso queda archivado. Los tres imputados reconocieron que no tramitaron el expediente contra el recluso porque no dieron importancia a lo acontecido, según se desprende de sus declaraciones.

Los hechos que han dado lugar a este caso ocurrieron el pasado 2 de enero en la prisión de Ibiza. A. M., un hombre de 30 años nacido en Argelia, estaba recluido en la prisión después de ser condenado por un delito de tráfico de drogas y por encontrarse en España en situación irregular.

Agredió a dos funcionarios
Esa madrugada el recluso, un hombre muy corpulento, violento y con problemas con las drogas, según fuentes conocedoras del caso, se zafó de una médico y una auxiliar técnico sanitaria que le estaban atendiendo en la enfermería. Dos funcionarios salieron a su paso pero no pudieron detenerle, debido a su extraordinaria fuerza física. El interno les agredió, según la versión del denunciante, por lo que tuvieron que recibir atención médica, uno por lesiones en una pierna y otro en la espalda.

A continuación, siempre según la denuncia, destrozó cinco ventanas a puñetazos, se subió a unos barrotes y se desplomó, posiblemente debido a que había consumido estupefacientes.

Una vez inmovilizado, por delante ya que no se le pueden poner las esposas por la espalda debido a su gran musculatura, lo subieron a una camilla entre siete personas. A. M. despertó, rompió los grilletes con un movimiento de hombros y comenzó a correr, pero los agentes de la Guardia Civil, que habían acudido en auxilio de los funcionarios, consiguieron reducirlo.

El recluso no fue sancionado por lo que el funcionario Jesús Irurre, entonces delegado de prevención de riesgos laborales y delegado sindical de CCOO, denunció al director de la prisión, al subdirector y al educador social, por no tramitar un expendiente disciplinario contra el interno. A. M. fue trasladado poco después a la prisión de Palma.

De los tres imputados el único que sigue trabajando en Ibiza es Manuel Vega Alocén, por lo que los otros dos tuvieron que viajar a la isla para declarar ayer en el juzgado.

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