Un oficial muerto, además de cinco uniformados y tres presos heridos, es el saldo que dejó un motín que estalló este domingo en una cárcel federal de Estados Unidos, que funciona bajo concesión privada.
Los disturbios, que tuvieron lugar en el centro correccional del Condado de Adams, en el suroeste del estado Mississippi, fueron protagonizados por entre 200 y 300 presos, en su mayoría inmigrantes indocumentados.
Durante varias horas, los amotinados mantuvieron unos 24 rehenes, hasta que el personal de la prisión retomó el control, según informó el sheriff Chuck Mayfield.
Silencio oficial
Las autoridades carcelarias no aclararon las razones del levantamiento, ni las circunstancias de la muerte del uniformado. Solo puntualizaron que el guardia murió cuando era trasladado a un hospital. Los cinco oficiales heridos, en tanto, fueron llevados a un centro sanitario local donde los atendieron por lesiones que no pusieron en peligro su vida.
El juez de instrucción del condado de Adams, James Lee, también confirmó la muerte del guardia, pero aclaró que no estaba en condiciones de facilitar más detalles. Sin embargo, según una versión, la violencia estalló en la prisión por el mal trato propinado por el personal de la prisión.
Las autoridades de Misisipi anunciaron que el orden en la cárcel fue restablecido durante la noche del domingo, horas después de que comenzara, y por el momento la situación está bajo control.
La compañía estadounidense Corrections Corp. of America es dueña de la prisión y también la administra.
En esta cárcel están recluidos los inmigrantes indocumentados, en su mayoría acusados de reingresar a EE. UU. tras haber sido deportados.
El centro de detenciones Adams tiene capacidad para más de 2.500 de inmigrantes indocumentados reincidentes.
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