Abajo va una traducción al castellano de un artículo de Vicent Almela publicado ayer en la página web de La Directa en el que hay una síntesis de lo sucedido últimamente en algunas de las cárceles del Estado español, sometidas todas ellas a una situación de excepción, basada en el aislamiento del exterior y el despotismo de los carceleros, que no contribuye en nada a remediar la catástrofe médico-sanitaria que reina en ellas, sino que podría agravarla notablemente, dada la insalubridad del medio carcelario, la vulnerabilidad de las personas presas ante las infecciones y el hecho de que los boqueras entran y salen libremente sin que se controle lo más mínimo la propagación que ellos mismos pueden hacer del virus supuesto causante del «estado de alarma» impuesto, dentro y fuera, por la autoridad. La información del artículo se centra, sobre todo, en las cárceles catalanas y, especialmente, en la de mujeres de Wad-ras, donde, que sepamos, todavía continúan la lucha y las medidas represivas contra quienes participan en ella. Como se relata en varios mensajes que está circulando en redes sociales:
17-III-2020
Hemos comenzado una huelga de hambre porque los funcionarios viene sin mascarillas, ni guantes. Ha venido la Subdirectora y le hemos dicho que una de nuestras compañeras ha cogido el virus, nosotras hemos estado conviviendo con ella en la misma celda. Le hemos pedido que se nos haga la prueba ya que tenemos síntomas. No se nos ha hecho caso. Con este acto de negarnos a comer al menos hemos conseguido que los funcionarios se pongan guantes y mascarillas y su trato hacia nosotras ahora es más correcto. Hay internas que están aisladas, tanto por tener síntomas del virus, como por ser ingresos. Están en aislamiento y no sabemos nada de ellas. Nos han quitado todas las comunicaciones sin facilitarnos ninguna información, ni siquiera para poder recibir dinero del exterior. Al final nos han facilitado un número de cuenta para poder hacer ingresos. Se han aplazado las juntas de tratamiento, con lo cual no podemos acceder a permisos ni progresiones de grado. El equipo y régimen dicen que todo depende de la dirección general e instituciones penitenciarias. Los juicios se aplazan sin tener en cuenta de que de ello depende nuestra libertad. Hemos expresado que nos hacen sentir como ratas, que solo somos un número para ellos, a lo que han hecho caso omiso. Pero con nuestra actitud de hoy, hemos conseguido que sepan que no tenemos miedo.
18-III-2020
Seguimos en huelga de hambre por las siguientes reclamaciones:
1.- Que continúen trabajando profesionales del centro para no retrasar las fechas de revisiones de grados y de permisos ya que es un derecho necesario.
2.- Solicitamos videoconferencia ya que nos han denegado otro medio de comunicación, con una duración de 15 a 20 minutos con compromiso nuestro de aportar para poder gestionar las videollamadas.
3.- Desde el departamento de madres, que se tenga en cuenta sus revisiones de grado y permisos para que puedan estar con sus hijxs.
4.- Las que están a espera de juicio, que se les busquen medidas alternativas fuera de prisión para protegerlas de no ser contagiadas.
5.- Que se les ofrezca a las internas extranjeras la opción de poder regresar a sus países.
6.- Las internas de segundo grado que están con permisos aprobados que tengan la posibilidad de volver a sus domicilios con medidas telemáticas y también se les proponga a las internas que estén a la espera de sentencias o recursos.
7.- Necesitamos más alternativas para poder pasar el tiempo más livianamente por todas las limitaciones del coronavirus dentro del centro: clases por escuelas online, poder utilizar el gimnasio, más tiempo de patio y que igual que se nos facilitaron más llamadas que también se nos facilite dinero para poder hacerlas.
8.- Solicitamos indultos, medidas telemátcias y condicionales para las internas que tienen más de la mitad de la condena cumplida o que tienen patologías graves.
9.- Que se nos trate con dignidad y no como un número de expediente.
Asimismo, jsutificamos a todas las compañeras que no pueden participar en la huelga por motivos de salud. Sentimos el terror, estamos apenadas, preocupadas y tristes, porque deseamos poder pasar la epidemia con nuestros familiares, ya que no sabemos cuánto durará.
19-III-2020
Ayer día 18 de marzo por la noche las presas continuaban reivindicando sus demandas cuando llegó el jefe el módulo que, al ver la situación, llamó a los otros carceleros. Se llevaron a tres de las presas a aislamiento. A una de ellas, la sacaron a rastras por el pasillo unos dos metros y ahora continúa aislada y atada. Las otras dos fueron trasladadas anoche en conducción fantasma (un traslado no autorizado) hasta Brians, donde se encuentran en este momento. Desde allí siguen exigiendo lo mismo: tanto medidas sanitarias, ya que continúa habiendo contagios, como medidas alternativas para sus condenas, ya sean indultos, telemáticas o arrestos domiciliarios. Nos piden todo nuestro apoyo aunque sea individualmente. Sea como sea, rebelémonos contra el confinamiento, hagámosles sentir que no están solas.
LAS MEDIDAS PARA PREVENIR EL CORONAVIRUS DESENCADENAN HUELGAS DE HAMBRE Y PROTESTAS ENTRE LA POBLACIÓN RECLUSA
El lunes pasado algunas mujeres presas del centro penitenciario barcelonés de Wad-ras decidieron empezar una huelga de hambre para denunciar la falta de medidas preventivas por parte del funcionariado del centro y pedir una serie de medidas concretas en las instituciones penitenciarias. En otras prisiones del Estado está habiendo plantes, sentadas colectivas y otras acciones de protesta espontáneas que las personas presas utilizan como estrategia para denunciar las restricciones en las comunicaciones o la falta de prevención e información que están recibiendo dentro de los centros.
Hace casi una semana comenzaba en el módulo 1 del centro penitenciario de Brians I un intento de huelga de hambre por parte de un grupo de presos, para protestar por la cancelación de las comunicaciones vis a vis y la falta de medidas preventivas para parte del funcionariado de la cárcel para no contagiar la Covidien-19 a las personas presas. Durante la acción del domingo, donde algunos presos se negaron a comer, los carceleros del módulo 1 decidieron sancionar a cuatro de ellos, haciendo uso del artículo 72 del Reglamento Penitenciario, y encerrarlos en una celda de aislamiento «por atentar contra la seguridad del establecimiento penitenciario». Según el grupo de apoyo a Amadeu Casellas, que se encuentra preso desde hace casi dos años, en espera de juicio, en este mismo módulo de Brians y que también participó en la protesta colectiva, esos cuatro presos aún continúan en aislamiento hoy. Después de las represalias, el resto de presos desistieron y no continuaron con la huelga por miedo a posibles represalias.
Precisamente en el centro penitenciario contiguo, en Brians 2, y concretamente en el módulo 13, hubo el primer caso de coronavirus detectado en un interno de una cárcel catalana, que, según informaba el Departamento de Justicia, cuando se enteraron, fue inmediatamente trasladado al hospital de Terrassa. El resto de reclusos del módulo –105 personas– siguen confinadas y no tienen permitida la salida del recinto para realizar ninguna clase de actividad más allá de salir de sus celdas.
En la cárcel de mujeres de Wad-ras, en el barrio de Poble Nou Barcelona, el pasado fin de semana también se detectó el primer caso de coronavirus en una interna a la que le quedaban pocos días para salir en libertad. En este caso, la dirección del centro la dejó salir finalmente, pero el resto de mujeres con las que tenía trato diario aún están a la espera de pruebas más de una semana después. Otro caso positivo por coronavirus de una interna de Wad-ras que se ha hecho público esta misma mañana por parte de las instituciones penitenciarias catalanas ha sido el de Rosa Perala, cusada por el crimen de la Guardia Urbana. Este hecho ha propiciado que el departamento de justicia haya decidido confinar a partir de hoy a todas las mujeres presas en régimen ordinario del centro, ya que Peral comparte espacio con ellas desde hace tres años en situación de prisión preventiva. También se han suspendido todos los ingresos y, de ahora en adelante, todas las mujeres que ingresen en esa prisión serán derivadas a Brians I.
La situación en Wad-ras se complica aún más si se tiene en cuenta el hecho de que algunas internas decidieron plantarse y empezar una huelga de hambre el pasado lunes como protesta ante la cancelación de los vis a vis y las comunicaciones por locutorio con las familias y amistades, la falta de tests médicos a las mujeres presas que habían sido con la persona infectada y la falta de medidas preventivas por parte de los funcionarios del centro. Según el comunicado escrito por el grupo de internas en huelga de hambre, y difundido por el grupo de apoyo Solidaritat Rebel, mediante esta acción de protesta quieren visibilizar una tabla con nueve reivindicaciones concretas dirigidas a las instituciones penitenciarias. Estas reivindicaciones incluyen medidas prácticas durante este periodo de emergencia por la Covidien-19.
Algunas de estas reivindicaciones coinciden con las medidas solicitadas al Ministerio del Interior español –que bajo el estado de alarma también controla las cárceles catalanas– por más de cincuenta organizaciones en defensa de los derechos humanos, familias de personas presas y grupos de apoyo el pasado lunes. De momento, ayer miércoles el ministerio dirigido por Grande-Marlaska dictaba una orden por la que instaba a las juntas de tratamiento facilitar que las personas que se encuentran en régimen de semilibertad –en tercer grado o que ya disfrutan de la aplicación de la artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario para trabajar fuera de los centros penitenciarios– puedan quedarse en sus casas sin necesidad de volver a las cárceles para dormir, mediante el uso de brazaletes telemáticos o el control telefónico. En caso de materializarse, esta medida podría afectar a unas 8.000 personas de las cerca de 60.000 que hay privadas de libertad en la actualidad.
Aunque desde las entidades en defensa de los derechos humanos, las familias y los grupos de apoyo a personas presas ven «positiva» esta medida, todas coinciden en que «es insuficiente», y que al menos se debería habilitar un espacio para videoconferencias en todos los módulos –como ya se empezó a hacer esta semana en las cárceles italianas–, ofrecer llamadas de teléfono gratuitas a todos los reclusos, incluso aquellos que no disponen de recursos económicos, dotar de material preventivo a todas las personas presas y al personal penitenciario, hospitalizar a las personas contagiadas en un entorno médico adecuado y excarcelar de forma inmediata a todas las personas con enfermedades graves y con más de 70 años.
Las Protestas se extienden a las cárceles de todo el Estado español
A pesar de la falta de información sobre lo que ocurre en los centros penitenciarios estos días –en que los vis a vis y las comunicaciones por locutorio han sido canceladas de forma progresiva desde que estalló la emergencia vírica–, varios abogados, familiares y grupos de apoyo que aún mantienen contacto telefónico con las personas privadas de libertad han estado informando sobre las diferentes acciones de protesta que se están sucediendo en los diferentes centros para denunciar las restricciones en las comunicaciones o la falta de prevención e información que están recibiendo las personas presas. Según relatan desde la asociación de Familias de Presos en Cataluña, que mantiene contacto diario con los presos por vía telefónica, «la situación dentro está muy tensa».
Según fuentes de los carceleros del centro penitenciario de Picassent (Valencia), el pasado martes hubo un intento de motín, cuando los presos del módulo 2 iniciaron una protesta para denunciar que no disponen de la asistencia médica adecuada dentro del centro ni del material preventivo para evitar el contagio de la Covidien-19, afirmando también que «se sienten completamente abandonados por las autoridades penitenciarias». La protesta fue reprimida por los boqueras que aplicaron aislamiento preventivo a seis de los internos que participaron en la acción protesta. Situaciones similares se están sucediendo en otros centros penitenciarios como Quatre Camins (Barcelona), Mas de Enric (Tarragona), Fontcalent (Alicante), Sangonera (Murcia), o Zuera (Zaragoza). Según alertan desde la asociación de familias, «a muchos de los presos aún no se les ha comunicado que les han cortado todas las comunicaciones –también por locutorio–, cuando se enteren ya veremos qué pasa. Es necesario que las instituciones tomen medidas urgentes para mejorar la comunicación con las que estamos fuera, y que sepamos tanto ellos como nosotros lo que está pasando.»
Aunque todavía no hay datos oficiales sobre más casos positivos de Covidien-19 en las cárceles –aparte de los casos detectados la semana pasada en la prisión de Zaballa y Brians 2, y hoy en la prisión de mujeres de Wad-ras–, según los últimos datos publicados por un sindicato de carceleros, en las cárceles del Estado español se han contabilizado hasta el momento 164 internos y medio centenar de funcionarios aislados, a la espera de conocer si son casos positivos de contagio. En Cataluña hasta el momento hay 117 personas presas aisladas de forma preventiva, y también quedan confinados todos los presos del módulo 13 de Brians 2, y desde esta mañana todas las mujeres presas en el centro penitenciario de mujeres de Barcelona.
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