El 23 de junio de 2014 más de 4.000 presos en casi todas las cárceles del territorio del Estado griego iniciaron una huelga de hambre contra la creación de “cárceles de máxima seguridad”. Los presos exigen que la retirada del proyecto de ley sobre las “cárceles de máxima seguridad” y las “condiciones de detención especiales”, las cuales según ellos equivalen a pena de muerte. El número de los presos en huelga de hambre va aumentando diariamente.
Según lo previsto por este proyecto de ley los presos se clasificarán en tres categorías (A, B y C). A la categoría C pertenecerán todos los presos acusados de robo o extorsión siendo miembros de una organización criminal, los que han sido condenados con la llamada ley antiterrorista, los presos políticos, los calificados por el Régimen como peligrosos, los que han sido condenados a más de diez años de prisión (hasta la cadena perpetua) y los que han participado en motines dentro de las cárceles.
Los presos en estas cárceles-calabozos (categoría C) no tendrán derecho a solicitar permiso de salida de la cárcel, ni a pedir la suspensión de su sentencia. Estarán encerrados en sus celdas 23 horas al día, sin tener ningún contacto con ningún otro encarcelado u otra persona, y sin tener derecho a ninguna actividad personal o colectiva. Sus celdas estarán situadas en una sección especial de la cárcel, estando totalmente aisladas unas de otras. Se limitarán notablemente las visitas que podrán recibir los presos en estas cárceles y el tiempo de su duración, así como la correspondencia y las llamadas telefónicas que ellos podrán hacer.
La Policía tendrá el control absoluto y directo de estas nuevas cárceles. Maderos de varios cuerpos de la Policía se van a instalar dentro de ellas, y serán ellos y no los funcionarios penitenciarios los que se encargarán de los presos y de sus celdas, de cualquier traslado suyo, y en general de su vigilancia constante durante las 24 horas del día. La denominada Unidad Antiterrorista podrá irrumpir en ellas y podrá efectuar requisas a la hora que sea, o sea que podrá insultar, maltratar e incluso torturar a los presos.
La propuesta de ley del gobierno ya ha sido presentada, y se prevé que se va a votar este verano. Con la creación de estos verdaderos calabozos, a los que el gobierno llama cárceles de máxima seguridad, el Régimen quiere acabar con el “enemigo interno”, reforzando aún más su arsenal represivo a penitenciario. Este refuerzo está integrado en la política de un Régimen totalitario que al tiempo que concede privilegios a los pretorianos de las fuerzas represivas, se vale de una legislación fascista cada vez más dura (el estado de emergencia, la llamada ley antiterrorista, la ley anti-capucha, e.tc.), para acabar con los que resisten a sus planes de convertir la sociedad en un enorme cuartel.
Además de la retirada inmediata de este proyecto de ley, los presos en huelga de hambre exigen que no se eliminen los permisos para salir de la cárcel, y que no dependa este permiso del Consejo Penitenciario. Según la legislación existente este consejo determina si un preso tendrá derecho a salir de la cárcel por unos días, manteniendo el derecho a negarle este permiso si considera que hay probabilidad de que el preso no haga “uso correcto” de este permiso.
También, los presos piden que se inicie un nuevo proceso para los condenados por posesión de drogas, según la ley de 2013, la cual está prácticamente en desuso. Grecia es el primer país en Europa en número de personas condenadas a cadena perpetua, ya que según una ley de 2006 los usuarios de pequeñas cantidades de sustancias narcóticas pueden ser condenados hasta a cadena perpetua.
Los presos exigen la eliminación de la categoría especial de los denominados “presos huéspedes”, o sea de los inmigrantes que han cumplido su pena, pero no son dejados en libertad porque está pendiente el asunto de su deportación. Estos presos no tienen ninguno de los derechos de los demás presos (permisos, suspensión de su pena, e.tc.).
Por último, los presos exigen poder recibir visitas de sus esposos y esposas, según la legislación existente, la cual, sin embargo, no se cumple.
El sábado 28 de junio de 2014 en Atenas se realizará una manifestación en solidaridad con los presos en huelga de hambre.
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