La dureza del internamiento llevó en la semana pasada a una de las personas recluidas en el CIE de Aluche a emprender una huelga de medicación que se ha prolongado durante 10 días. Esta persona, que sufre leucemia y diabetes, ha sido privada de libertad y del cuidado de sus seres queridos en un centro en el que la atención médica es deficiente y las condiciones son de hacinamiento e insalubridad.
El encierro en el CIE somete a las personas a un estado de angustia y estrés que afecta a su bienestar físico, psicológico y social. En los CIEs se encierra a personas que sufren graves enfermedades, que llevan más de quince años en España, que tienen hijas/os menores a su cargo, que son víctimas de trata o que huyen de amenazas en sus países de origen.
Junto con otras personas internas han unido fuerzas para hacer llegar sus testimonios al exterior del CIE y denunciar en una carta dirigida al Juzgado nº 6 de Madrid:
- Que no se garantiza un examen médico previo al internamiento
- Que el brote de sarna y las condiciones insalubres ponen en riesgo su salud
- Que constantemente se vulnera el derecho a recibir información
- Que de forma sistemática se expulsa a las personas sin previo aviso, incumpliendo la normativa de notificar la expulsión con 12 horas de antelación, impidiendo incluso una mínima despedida de sus seres queridos.
- Que en el CIE se encuentran internadas personas que sufren trastornos de salud mental y no reciben asistencia psicológica ni psiquiátrica. Además, denuncian los malos tratos que estas personas, en una situación especialmente vulnerable, reciben
- Que un interno fue hostigado por agentes de la policía y sufrió un ataque de epilepsia. Al no haber servicio médico disponible en ese horario, esta persona tuvo que esperar 20 minutos la llegada de una ambulancia
- Que las personas internas que están denunciando estas circunstancias son represaliadas con amenazas e insultos
La existencia de estos centros supone un atropello contra la dignidad de miles de personas y una lacra para cualquier sociedad que se quiera reconocer como justa, humana, decente.
Sus testimonios dan cuenta de la insoportable realidad a las que el Estado Español les está sometiendo con el fin de castigar la situación administrativa irregular en la que les mantienen.
Fuente: mugak
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