Según diariodealcalá.es, aunque «Alejandra no denunció hasta marzo de 2007, nueve meses más tarde, que un funcionario le hubiera ofrecido un trabajo en prisión a cambio de sexo; y que, “por necesidad”, finalmente hubieran mantenido relaciones», » la dirección de Madrid I conocía desde noviembre de 2006 que por el centro corrían los rumores sobre las relaciones entre un funcionario y una interna. Se lo hizo saber un inspector de Instituciones Penitenciarias.»
Sé el primero en comentar