A partir del 8 de octubre se celebrará presuntamente un juicio a cinco policías nacionales por abusos a inmigrantes que estaban presas en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga, pendientes de ser expulsadas del estado español por carecer de la documentación exigida para permanecer en él.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial malagueña ha fijado el juicio durante varios días en octubre y noviembre (habiendo pasado ya 6 años desde los hechos), ya que están previstas más de una decena de sesiones debido al número de declaraciones de testigos, peritos e imputados, según Efe. Ignoramos si las víctimas podrán asistir, dado que probablemente habrán sido expulsadas por la neonazi ley de extranjería que tan gustosamente, y nunca mejor dicho, aplican los mercenarios uniformados.
El fiscal pide penas que oscilan entre los dos y los diez años de prisión y que los maderos sean condenados, en algunos casos, por delitos de abuso sexual con consentimiento viciado y otros por el mismo delito, pero además con acceso carnal, según el escrito acusatorio al que ha tenido acceso Efe.
Además a uno de los nazionales se le considera responsable de delito de abuso sexual fue continuado, ya que, según la acusación, mantuvo relaciones sexuales con penetración en tres ocasiones con una de las presas. Según el relato del fiscal, los procesados organizaron en junio y julio de 2007 en los turnos de madrugada del Centro de Internamiento de Extranjeros de Málaga «cenas» fuera de las habitaciones con las presas en las que se bebían bebidas alcohólicas.
Además, el ministerio público mantiene que los babosos uniformados traían comida para esas ocasiones, se escuchaba música y quién sabe qué más.
El fiscal afirma que se les invitaba a asistir a cambio de comida, bebida, tabaco, chocolate, regalos de bisuterías y además, se les permitía usar el móvil y salir de las celdas para tomar un poco de aire. En ese ambiente, los procesados «buscaban para luego, si llegaba el caso, satisfacer su ánimo libidinoso con las internas». Es más que probable que la escoria policial les hiciera falsas promesas de que no las expulsarían. Por no hablar de eso que tanto le gusta a muchos funcionarios… COCAÍNA.
Las trabajadoras de la limpieza del CIE, testigos protegidas, encontraban en sus turnos de trabajo tras las mencionadas «cenas» botellas, preservativos y otros objetos que alertaron a los responsables, según ABC, una fuente muy mejorable de la información de esta noticia. En todo caso, ¿Acaso no eran “los responsables” precisamente los mismos que efectuaban, presuntamente, los hechos?
En algunas ocasiones cuando los policías eran rechazados supuestamente las presas eran devueltas a sus celdas «de malos modos». Las presas que mantuvieron relaciones han asegurado que dieron su consentimiento debido a la condición de autoridad que tenían los policias… esto según el ultraderechista ABC. Porque la palabra tortura no aparece en ningún lado, y sería un factor muy a tener en cuenta en todo este asqueroso asunto. Ni aparecen las amenazas, los insultos, etc. A ver si hay algún tipo de información desde este 8 de octubre, o habrá que rebuscar… o ni eso. Pero tranquilos, si los condenan, después el estado los indulta, esa es la democracia.
Federación de grupos de la Cruz Negra Anarquista
Abusos a mujeres en los CIE
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