Inocente O Culpable

A la memoria de Guadalupe Rodriguez Encarnación

Culpable de ser un marginal, culpable de ser disidente, de tener ideas propias, de rechazar la idea extendida sobre la prisión como elemento de resocialización y/o rehabilitación, culpable de propagar allí donde fuere o pudiere mi particular visión en cuanto a la reinserción que ofrece la “institución” o lo que es lo mismo, el último eslabón de la cadena de represión del Estado.

No existen mejores o peores prisiones porque todas sin excepción privan de libertad y esta privacidad acumula otras carencias además de la conculcación sistemática de derechos fundamentales. Culpable de ser testigo, durante más de cinco lustros, de las bárbaras actuaciones del sector más conservador y radical de funcionarios de centros penitenciarios.

Me declaro culpable de ser apátrida y anarquista, asumo las consecuencias de este “atroz delito”. Culpable de expropiar sucursales bancarias, oficinas de correos y sucursales de la industria farmacéutica.

La cárcel tiene como único objetivo amedrentar, intimidar e incluso coaccionar a la sociedad, especialmente al proletariado que sin apenas recursos planea bajo la soombra de una existencia miserable.

El karcelero español tiene el complejo americano “USA”, como por ejemplo, utilizar celdas de segregación o aislamiento con celdas insonorizadas para acelerar el proceso irreversible de despersonalización del preso. Por lo tanto, la cuestión no es donde estás aislado, sino cuanto puede aguantar un ser humano en estas condiciones en el interior de estructuras arquitectónicas más cerca de cementerios o manicomios, debido a que la carce deja como legado muertos y enfermos mentales.

Cuanto más se castiga mayor es la respuesta del individuo. Esto nos plantea dos alternativas a la hora de entrar en valoraciones: ¿castigo o venganza? La prisión es la mejor arma que tiene la burguesia, las dictaduras y los estados totalitarios para masacrar a las masas, por lo que su legitimidad es immoral. En todo caso, es un deber combatirla o luchar desde criterios abolicionistas, derecho ineludible e igual de legítimo que nos corresponde a todos los individuos de cualquier sociedad, especialmente los que se encuentran dentro de las mismas entrañas de la carcel, porque de caer en sus garras para acabar en su vientre no está exento nadie, únicamente se libran de ella los que la sostienen y alimentan con carne nueva para la trituradora.

En las últimas décadas se ha dado un poco de cincel a las obsoletas mazmorras o calabozos, pero la conciéncia no se cincela mirando hacia otro lado. Se inicia un proceso de restauración para “sanear” la prisión que comienza a finales de la década de los 80. El resultado es el que sigue: suicidios propios o inducidos, defunciones por sobredosis, palizas en las que participan en ocasiones un nutrido y tumultuoso “grupito” de auténticos carniceros con su propio codigo de conducta “el corporativismo”, o lo que es lo mismo el baúl donde se guardan todos los trapos sucios. Entre los delitos más graves cuentan con abundante repertorio, y en algunos casos son actuaciones sádicas, como abusar en plena noche de una presa.

En Brians I ocurrieron algunos casos de extorsión o chantaje de caracter sexual. Habría que preguntarle al médico del departamento de mujeres, un cerdo que se aprovechaba de su posición sometiendo a una persona adicta a las drogas, es decir una persona enferma. Si bién es cierto que esta práctica está a la orden del dia en la calle, también se hace visible en las cárceles. Estamos ante nuevas formas de explotación sexual y de proxenetismo, y esta afirmación se sostiene con solidez al consultar hemerotecas y a presxs, donde quedan bién reflejados casos de subdirectores como Narvaez implicado en el caso Riviera, un prostíbulo de Castelldefels. Caso Ponent: el portavoz sindicalista de la facción más radical, conservadora y rancia, o lo que es lo mismo “CATAC”, (sindicato de prisiones que pide pena capital exigiendo la pena de muerte o ahogando por ella) es detenido por tráfico de drogas, posesión de armas de fuego y algún cargo más. Un delicuente que es activista a favor de la pena de muerte y de la cadena perpetua, y que a éste portavoz sindicalista nunca se le aplicará por ser guardia de prisiones.

Después de los acontecimientos de de abril de 2002 (Motín de Quatre Camins) me trasladan a Ponent. Alli pude ver a este portavoz sindicalista viviendo en la prisión con todos los privilegios y, en una posición muy alejada de la perpetua, estuvo poco tiempo preso tras pactar y colaborar con las “autoridades”. La pena de muerte que como sindicalista y portavoz de CATAC promovia y suscribia por azar, prueba de su propia medicina, y cambia el discurso, en esos momentos era el verdugo quien tenía que responder por sus crimenes.

Retomando la cuestión, de las más reprochables, los abusos de autoridad en las mazmorras del estado español, y aunque existen casos aislados, evidentemente los que se denuncian son numerosos los delitos de acoso sexual, chantaje emocional, y el más utilizado por algunos de estos individuos es facilitar drogas a una chica joven, guapa, pero toxicómana, la presa perfecta para un malnacido que cobra para sorprender a una mujer interrumpiendo su sueño tocandola mientras está immersa en un sueño agradable para despertar en una pesadilla. Todo un hombre que se escuda en una “lógica” llena de embaucadores. Caso Ávila, aún por investigar? Negar esta evidéncia es deslegitimar la lucha por la igualdad. Es un insulto y un atropello más hacia los derechos de la mujer, óbice que no impedirá la lucha incansable de espíritus libres y fortalezas inexpugnables.

 Jose Antonio López Cabrera

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