El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a Hungría y a Georgia porque el maltrato dado a unos presos empeoró su salud
En uno de los casos, se estudió la reclamación de un ciudadano georgiano. Alegaba que las pobres condiciones del internamiento resultaron en una tuberculosis diagnosticada en 2010.
La sentencia subraya que en otras resoluciones ha hecho notar el problema que la tuberculosis supone en las cárceles georgianas y el papel que el cribado tiene en minimizar su impacto.
Sin control médico
En el caso de este ciudadano no se realizó ningún test durante los dos primeros años de encarcelamiento y cuando en noviembre de 2008 se le diagnosticó una bronquitis crónica, aparentemente no se le prestó atención médica y los medicamentos fueron suministrados por sus familiares.
Esto supone una violación a la prohibición de trato inhumano y del derecho a recibir un remedio efectivo, ambos contemplados en el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
«El Tribunal considera que la negligencia de las autoridades penitenciarias es incompatible con la obligación general de prevenir la transmisión de la tuberculosis y otras enfermedades contagiosas en las cárceles«, afirman los magistrados firmantes. En este caso, el fallo concede 4.500 euros de indemnización.
En otro caso húngaro, el Tribunal censura que a un preso aquejado de asma y sinusitis crónica se le mantuviera durante 23 horas en su celda, con sólo una hora de patio al aire libre. Este trato se prolongó durante seis meses, aunque por lo demás se le prestó asistencia médica siempre que lo precisó.
La condena asciende a 12.500 euros porque se suma que se le sometió a prisión preventiva durante nueve meses sin riesgo de fuga y se le impidió el acceder a las pruebas del proceso judicial.
La obligación en las cárceles es de medios
La sanidad penitenciaria en España atiende a la población reclusa con una obligación de medios. Así lo recordó la Audiencia Nacional en un fallo que desestimó la demanda de los padres de un preso por retraso de diagnóstico. La sentencia dice que el paciente pasó consulta diaria hasta su excarcelación sin síntomas de daño neuronal.
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