CONTRIBUCIÓN DESDE VILLABONA
“Recibida vuestra misiva os daré mi punto de vista después de haber meditado unos días los puntos expuestos.
Creo que es evidente que la huelga de brazos caídos no llegaría muy lejos, primero porque el 95% de los presos al no encontrarse en nuestra situación, no la apoyaría, y segundo, que se nos cogería una vez más como instigadores cortándonos la poca comunicación que mantenemos.
Comparto la presión directa contra la Dirección General, los jueces de vigilancia penitenciaria y las direcciones de las prisiones de manera particular.
Esto nos llevaría al quinto punto, puesto que sin apoyo legal de algún tipo la presión no tendría eco ni manera de hacer ver que no es un capricho el hecho en sí sino que se basa en hacer que se cumpla la legalidad vigente, la constitución y los derechos humanos.
Creo que no sería un problema hacer un poco de ruido desde el interior si hay alguien dispuesto a hacer de portavoz desde el exterior. Creo que comprenderéis lo que quiero decir. En fin, por mi parte no me quedan instituciones a las que dirigirme para hacerles ver la crueldad que con nosotros se comete sin que hayan dado una solución, aún habiendo base legal para ello.
Fuera la cadena perpetua legal y encubierta, la violación de los derechos humanos y el maltrato a nuestras familias y amigos.
Villabona, 25-VIII-2010
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