Debate Sobre Objetivos Y Formas De Lucha I

La propuesta que sigue, elaborada por unos compañeros con ocasión de una propuesta de campaña contra las grandes condenas hace ya más de seis años. Circuló bastante desde entonces tanto dentro como fuera de los muros, sirviendo de piedra de toque para un debate sobre las cuestiones que suscita y sobre algunas otras que han ido surgiendo en él. Con ella quisimos iniciar la publicación, tanto en el boletín (noviembre de 2009) como en el blog (enero de 2010), de algunos textos, escritos sobre todo por compañeros presos, donde se puede encontrar el contenido de ese debate. Ahora quisiéramos reanudar esa discusión volviendo a publicar este texto que ofrece una visión de conjunto de la situación en las cárceles en aquellos años haciendo una especie de balance de las luchas inmediatamente anteriores, de sus resultados y de las perspectivas presentes y futuras que podían apreciar los autores en aquel momento.

ESBOZO PARA UNA PROPUESTA DE ESTRATEGIA COLECTIVA

“No entraré en el análisis histórico, ya lo habéis hecho bien vosotros ¡¡Me preocupa hablar de lo que vamos a hacer ahora!! Mi punto de vista está metido en el esbozo de una propuesta estratégica, que entre unos cuantos compañeros, hemos preparado y presentado hace tiempo (…):

Objetivos básicos:

– Derogar las reformas penitenciarias y del Código Penal de 1996 y 2003 acerca de: Beneficios penitenciarios y redenciones.

  • Requisitos para acceder al 3er grado y la libertad  condicional.
  • Límite máximo de tiempo en prisión.
  • Eliminación del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria.
  • Expulsión y situación de presos extranjeros e inmigrantes ilegales.
  • Integración de la DGIP en el Ministerio de Interior.
  • Etc.

– Derogar la sentencia y aplicación de la “doctrina Parot” del Tribunal Supremo.

– Reforma del art. 75 del Reglamento Penitenciario (limitaciones regimentales).

– Libertad de todos los presos enfermos.

– Libertad de todos los presos con 20 años o más cumplidos.

– Fin de la dispersión geográfica de presos.

– Cumplimiento efectivo del Protocolo contra la Tortura y de las recomendaciones del Relator Especial contra la tortura de la ONU.

– Prohibición de la alimentación forzosa y de la sujeción mecánica de los huelguistas de hambre.

– Garantizar a todos los detenidos sin excepción el acceso inmediato a un abogado y médico de confianza, y el derecho al “habeas corpus”.

Objetivos secundarios:

– Fomentar la discusión sobre: 1) el modelo penitenciario/jurídico/ punitivo/resocializador; 2) las torturas y malos tratos a detenidos y presos; 3) los presos extranjeros e indocumentados; 4) la “Ley del Menor” y los centros de menores; 5) las modalidades de aislamiento en prisión y el FIES; 6) las legislaciones y tribunales especiales (ley Antiterrorista, Ley de Partidos, Audiencia Nacional); 7) los presos políticos; la explotación laboral de los presos.

– Denuncia de todas las sistemáticas violaciones de principios constitucionales y Derechos Humanos básicos que sufren los presos y detenidos.

– Denuncia del aumento de la penalización, represión y control social, ligada al aumento de la conflictividad social provocada por la precarización socio-económica causada por las políticas neoliberales.

– Denunciar las contradicciones y fracaso del sistema/ideología penitenciaria y penal.

– Estrechar el conocimiento/colaboración entre diferentes movimientos pro-presos.

– Avanzar en la creación de redes antirrepresivas de apoyo a presos y solidaridad.

Se trata de una lucha reformista y legal donde no es necesaria una coordinación y afinidad total ni estrecha entre los participantes; con una estrategia a medio plazo, de 1 a 3 años, y sujeta a los cambios políticos. En un principio podrían participar los presos con enfermedades graves e incurables, los presos con 20 o más años de condena cumplidos, los presos que llevan años en Régimen cerrado y primer grado, incluidos los presos políticos vascos, anarquistas, comunistas y antifascistas.

¿De qué manera?  Firmando un manifiesto de apoyo a las reivindicaciones. Tramitando solicitudes de excarcelación individualizadas. Difundiendo la campaña entre otros presos. Poniéndoles en contacto con grupos del exterior. Creando grupos de trabajo entre los presos. Animando a sus familiares a colaborar en la campaña y contactar con los grupos de apoyo. Garantizando a todos los presos unos contactos y apoyo continuado desde la calle (correo, número de teléfono autorizado, e-mail, visitas y abogado).

Al ser una lucha reformista y legal, que cada grupo busque las tácticas “para trabajar con los grupos legalistas sin perder el discurso anarquista, ni su autonomía, ni la coordinación horizontal”.

Creo que las propuestas presentadas son un buen principio de trabajo bastante eficaz para enfrentarse a la actual problemática penitenciaria. Por supuesto no es el único método o instrumento y convendría que se debatiera lo más pronto posible.

(…)

Aunque nada parecido se preve en las propuestas, aquí es inevitable hablar de las huelgas de hambre: comparto la opinión del compañero que decía “o se muere el preso de hambre o deja la huelga… pero de práctico no saca nunca nada” (…), si queremos resultados positivos con las huelgas de hambre, éstas tendrán que ser a vida o muerte. Las huelgas de unos pocos días (unas prácticas muy experimentadas en la lucha contra el FIES) no son eficaces, los hechos lo han demostrado ampliamente. La falta de éxitos es perjudicial y a la larga aleja a los presos y solidarios involucrados, por el cansancio y frustración que provoca. Hay que considerar el alto porcentaje de presos enfermos que al utilizar este método de lucha se expondrían inevitablemente a irreparables consecuencias físicas.

Personalmente no estoy dispuesto a entrar en una dinámica de luchas que prevea las huelgas de hambre a corto y largo plazo, y aún menos si éstas son a tumba abierta (lo digo porque con mucha ligereza se escuchan últimamente propuestas de huelgas de hambre a la mínima movilización)… Es un tema muy serio y si un día fuera necesario ir a tumba abierta, habría que debatir entre todos y mucho de qué medios eficaces se dispone para evitar que la alimentación forzosa (considerada universalmente como tortura) sea aplicada por ley a los presos huelguistas. Su eliminación es algo a añadir a los objetivos básicos de las propuestas de luchas”.

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