Un hombre joven (30 años) fue hallado muerto este jueves en una celda de la prisión de Alhaurín de la Torre. La investigación apunta a que la causa del óbito sería una reacción adversa al consumo de sustancias estupefacientes, por lo que se convertiría en el quinto preso que fallece en similares circunstancias en el centro penitenciario malagueño durante el último año.
Categoría: <span>La cárcel mata</span>
En él se muestra la situación que viven las presas y los presos con enfermededades graves e incurables. Pero, esta situación no se limita a un informe médico, porque detrás de cada enfermedad se encuentra una realidad. La realidad de toda una familia, y la enfermedad que todos sufren. Y toda esa realidad es la que nosotros hemos querido mostrar en este documental.
Pedimos el envio solidario de este modelo de fax: Modelo fax apoyo excarcelación Cecilio Redondo (Desde aquí se pueden enviar faxes gratis)
Exigimos la libertad inmediata par Cecilio, compañero preso enfermo de Cáncer, Tuberculosis, VIH y Hepatitis C. Al que con la experimentación de fármacos antiretrovirales a principio de los 80 le han provocado 3 neumonías y las evidentes consecuencias actuales. Cecilio Redondo Encinas, tiene 45 años de edad, 22 años y nueve meses de ellos los ha vivido encerrado (11seguidos, y lo demás en intervalos). En este momento se encuentra cumpliendo condena en el Centro Penitenciario de Aranjuez, y nos llegan informaciones de que está verdaderamente enfermo y desahuciado oficialmente por médicos, tanto penitenciarios como hospitalarios.
Los dos funcionarios de la prisión de Puerto 3 expedientados por la última muerte acaecida en esta cárcel a principios de agosto, cuando un interno supuestamente mató a otro mientras ambos se encontraban en el departamento de aislamiento, se enfrentan a una sanción grave.
La muerte de Jacobo R. R., a manos de, supuestamente, otro interno en la tarde del 2 de agosto en el módulo de aislamiento del centro penitenciario Puerto III, es el lógico desenlace a la desastrosa gestión y tratamiento de los enfermos mentales en prisión. El trágico final de esta persona es algo que debe investigarse (surgen demasiadas cuestiones al respecto) y depurar las responsabilidades necesarias, no sólo las responsabilidades penales del agresor (que es donde quedará todo) sino un proceso sancionador ejemplar a los funcionarios responsables de este hecho.