Según www.lasprovincias.es: «El número de presos con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) que cumplen condena en cárceles españolas se ha situado en el 6,3 por ciento en 2011, disminuyendo así la prevalencia de la enfermedad en este colectivo respecto a la década de los años 90, en la que superaba el 20 %.
Así lo ha trasladado a EFE el vicepresidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, José Tomás Quiñonero, quien ha aventurado que la incidencia del sida, que engloba los estados avanzados de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), «será menor» en los datos de 2012, de los que no dispone por el momento.
Quiñonero, que ha participado hoy en el séptimo encuentro estatal de Prisiones y VIH que se celebra estos días en Valencia, ha atribuido el descenso de la prevalencia de las infecciones de sida en las cárceles a los programas de reducción del riesgo y daño, intercambio de jeringuillas, educación para la salud y los tratamientos con metadona.
También ha destacado en ese sentido el «generalizado descenso» en el consumo por parte de los reclusos por vía parenteral -intravenosa- de la heroína, una droga a la que han relevado la cocaína y otros psicotropos.
Según ha considerado, la situación actual del sida en las cárceles de España, con alrededor de 70.000 internos, «es buena» en tanto en cuanto se ha estabilizado en ellas la epidemia de esta afección.
No obstante, ha señalado como «retos que abordar» el tratamiento a presos con hepatitis C -«que son muchos»- y a los coinfectados de VIH y hepatitis C.
«Asimismo, poder llegar a erradicar entre la población reclusa la hepatitis C, que cuenta con un tratamiento curativo», ha añadido.
Preguntado si los recortes en Sanidad están afectando a este colectivo de presos enfermos, ha asegurado que «no hay restricciones de tratamiento a las personas que no pueden esperar a ser tratadas».
Por su parte, el presidente de la Asociación Valenciana contra el Sida (AVACOS), organizadora de las jornadas, Carlos Gómez, ha denunciado las consecuencias que, según ha dicho, están teniendo en las cárceles los recortes del Gobierno en Sanidad, y ha citado como ejemplo «reducciones de las guardias médicas y la denegación de según qué tratamientos por su elevado coste».
Ha lamentado, además, la «desaparición de las subvenciones» de la Administración central a las ONG que luchan contra el sida en las prisiones.
En este punto, ha reclamado que se dote de presupuesto a los programas de prevención y tratamiento «no sólo por una cuestión de humanidad, sino también porque si no se mantienen a raya estas infecciones pueden generar un problema de salud pública».
Según sus datos, en la actualidad en España la incidencia de la hepatitis en las cárceles es de «más del 20 %» y existen alrededor de «3.600 presos afectados de VIH».»
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