Opiniones De Un Preso FIES

No esperaba una carta vuestra después de tanto tiempo, pues hace mas de 1 año que os escribí (…) y nunca obtuve respuesta hasta ahora, por lo que sospecho que me las estaban rompiendo por el FIES III. Por ese mismo motivo y porque la carta viene redirigida (…) me ha llegado bastante tarde. Con todo como, al leer la desgarradora historia que contenía, no he podido evitar horrorizarme e indignarme por lo sucedido, motivo por el cual siento que al menos debo contestar para mostrar mi apoyo y solidaridad. La historia de Diego me ha tocado muy de cerca en cierto modo. Aunque no le conocía, conocí en Galicia donde tengo familia y conozco el pueblo de Arteixo que está muy próximo a A Coruña. Sin embargo no es por lo que me ha conmovido tanto, sino porque yo estoy preso también por una denuncia falsa de mi padre con el que llevo sin hablarme todo este tiempo. A mí concretamente me imputan un delito de terrorismo islamista, nada menos, y seguro que si buscáis mi nombre por internet podéis encontrar cientos de sandeces, pero no quiero ahondar en este tema ahora porque yo no soy el protagonista de esta carta. Cada vez que me encuentro con historias como la de Diego o la mía me doy cuenta de que estamos en un estado de des-derecho y de bien-no-estar. Las fuerzas y cuerpos de inseguridad luchan para defender los intereses de un gobierno corrupto que no duda den acallar secuestrar torturar y hasta matar a todo aquel que se muestre diferente por tener un pensamiento crítico, fallos de un sistema “educativo” para formar autómatas que trabajen para mantener a las élites enrriquecidas a causa del sudor ajeno, tan hipócritas y desvergonzados como solo puede serlo aquel a quien le trae sin cuidado que le pillen robando porque sabe que puede comprar la “justicia”. Los poderes ejecutivo legislativo y judicial se acuestan juntos atando bien todos los cabos sueltos para que nadie pueda salir del cerco o mejor dicho circo en que se ha convertido este país en el que no te dejan vivir en paz ni tampoco te dejan salir, porque sino sirves al sistema con sumisión al menos servirás de escarmiento. Hemos pasado en poco tiempo de las torturas y muertas sin explicación en la oscuridad de las dependencias policiales y carcelarias a las cargas policiales y represivas a plena luz del día mientras la suciedad, que no sociedad, se dedica a mirarse el ombligo como borregos encabestrados mientras les quitan los derechos por los que sus abuelos sangraron y murieron no hace tantos años. La policía reprime, el gobierno oprime, la justicia acusa, la prensa calumnia… y todo ello para acabar de todas las formas posibles con la misma amenaza, real o imaginaria, con la excusa de: “mejor prevenir que curar”. Después los terroristas somos lo que hablamos sin hacer daño a nadie, los que ocultan la verdad a costa del sufrimiento ajeno no, esos son los buenos. Me da vergüenza ver en que se ha convertido este país, mi tierra, y comprendo por que cada vez más gente apuesta por su propia independencia, otro tema que me toca de cerca, porque crecí en Barcelona. Nos esperan 4 años más de Rajoy y sospecho que si algo cambia será para peor. Esto no parece tener arreglo.

 En fin, me he desviado un poco del tema que me ha llevado a escribir estas letras. Una vez más mi apoyo y solidaridad hacia los familiares y allegados de Diego que, después de enfrentarse a la trágica perdida de un ser querido, ahora se enfrentan al sistema que se lo ha arrebatado.

 ¡POR LA DIGNIDAD Y LA LIBERTAD!

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