Dossier: Lucha Contra La Creación De Cárceles De Máxima Seguridad En Grecia

Elaboramos en Tokata un breve dossier sobre el proyecto de reforma de las prisiones en Grecia y la respuesta que se está dando dentro de las prisiones y también en las calles donde ya han habido concentraciones y manifestaciones de apoyo, a los presos en lucha, y de denuncia a este nuevo modelo de prisiones  y a la prisión como forma de dominio

Durante los últimos meses estamos experimentando una nueva ofensiva totalitaria por parte del Estado y sus aparatos represivos. Εn los próximos días el Régimen va a aprobar la creación de las llamadas cárceles de “condiciones de detención especiales”. Se trata de unos verdaderos infiernos, unas cárceles dentro de las cárceles existentes, cuyo fin será la mutilación mental y la trituración de la personalidad de los encarcelados.

Los detenidos en estas nuevas cárceles no tendrán derecho a solicitar permiso de salida de la cárcel ni siquiera por unas horas. Tampoco tendrán derecho a pedir la suspensión de su sentencia. Las condiciones de detención serán horrorosas: los detenidos estarán literalmente encerrados en sus celdas 23 horas al día, sin tener ningún contacto con ningún otro encarcelado u otra persona, y sin tener derecho a ninguna actividad personal o colectiva. Sus celdas estarán situadas en una sección especial de la cárcel, totalmente aisladas unas de otras. La comunicación de los detenidos en ellas con el mundo será de escaso a inexistente, ya que se limitarán notablemente las visitas que podrán recibir, el tiempo de su duración, así como las llamadas telefónicas que podrán hacer.

La Policía tendrá el control absoluto y directo de estas nuevas cárceles. Maderos de varios cuerpos de la Policía se van a instalar dentro de ellas, y serán ellos y no los funcionarios penitenciarios los que se encargarán del control de los presos y de sus celdas, de cualquier traslado suyo, y en general de su vigilancia constante durante las 24 horas del día. Los maderos de la denominada Unidad Antiterrorista podrán irrumpir en ellas y proceder a efectuar requisas a la hora que sea, o sea insultar, maltratar e incluso torturar a los presos.

Los presos a los que el Régimen quiere meter en estas cárceles-infiernos serán todos los acusados o detenidos por robo o extorsión, los presos políticos, los que han sido condenados a una pena de más de diez años, los que han participado en motines, y en general todos los que serán calificados de peligrosos por los aparatos represivos del Régimen. En cada una de estas cárceles habrá un fiscal penitenciario, el cual será el déspota de ella, rindiendo cuentas a los altos dignatarios del Régimen.

Al mismo tiempo los chivatos gozarán de un tratamiento especial. La nueva ley penitenciaria prevé una serie de privilegios para los detenidos que colaboren con las autoridades, dando información que conduzca a la detención de otros, sobre todo de los acusados  de actos “terroristas”. Este tratamiento privilegiado incluirá la suspensión de sus penas y podrá llegar hasta su excarcelación.

Los presos en varias cárceles ya han comenzado movilizaciones contra la creación de estas cárceles-infiernos de “condiciones de detención oficiales”.

Texto de presos movilizados contra las “cárceles de máxima seguridad”

Hace unos días se ha puesto en marcha una consulta pública sobre el proyecto de ley del Ministerio de Justicia sobre las Cárceles de Máxima Seguridad y la eliminación de los permisos. Ya se han dado a la publicidad las primeras medidas de este proyecto de ley.

1. Clasificación de los presos en 3 categorías (A, B y C). A la categoría especial C pertenecerán todos los presos acusados ​​de robo o extorsión siendo miembros de una organización criminal , los presos políticos, los calificados como peligrosos y que han condenados a más de diez años de prisión (hasta la cadena perpetua) y los que participan en motines dentro de las cárceles.

2. A los presos de la categoría C se les niega el derecho a pedir permiso para salir de la cárcel, y se limitan las visitas que podrán recibir y las llamadas telefónicas con sus familiares.

3. Se van a formar celdas especiales para los presos de la categoría C (no sólo en la cárcel de Domokós, sino también en otras cárceles) cuyo fin es el aislamiento de los presos.

4. La Policía adquiere un papel fijo dentro de las cárceles (control de las celdas, traslado de presos del/al interior de la cárcel y de/a otros lugares), con jurisdicciones y autoridades confidenciales (secretas) que no se citan ni siquiera en el Boletín Oficial del Estado.

Es obvio que el Gobierno está preparando la versión griega de Guantánamo. En un sistema judicial que el principio de la proporcionalidad se ha hecho pedazos, y se están imponiendo penas que exterminan a los presos, Grecia ya es uno de los países con más penas de prisión de muchos años y cadenas perpetuas.

Los permisos y las suspensiones son las únicas medidas que pueden equilibrar este exterminio jurídico. Ahora, con la eliminación de los permisos para la mayoría de los presos (ya que cada uno de nosotros puede ser considerado “peligroso” y nombrarse prisionero de la categoría C), el Sistema crea personas sin esperanza. Por lo tanto, las cárceles se están convirtiendo en fábricas de reproducción del crimen fábrica, ya que el preso no tiene nada que perder porque lo ha perdido todo. Su supuesta rehabilitación se ​​convierte en un castigo vengativo. Al mismo tiempo, con las redadas y requisas constantes de las llamadas Unidades Antiterroristas de la Policía, las cárceles se convierten en un terreno (campo) de entrenamiento de la violencia y arbitrariedad policial. También, ya el poder del fiscal de turno de cada cárcel es absoluto. Él ni siquiera conoce a los presos, quienes para él no son nada más que un archivo enumerado, olvidado en un cajón de su oficina.

Los presos en todas las cárceles unimos nuestra voz y reclamamos nuestros derechos y nuestra dignidad. Exigimos que se retire el proyecto de ley fascista sobre el funcionamiento de unas cárceles dentro de las cárceles. Un proyecto de ley hecho apresuradamente por orden del Ministro de la Policía y de los Mass Media. Que pare ya la categorización de los presos. Todos los presos tenemos los mismos derechos. Que no se elimine el derecho a los permisos, que en Grecia tiene uno de los mayor porcentajes de éxito (sólo el 2-3 % de los presos que salen con permiso durante unos días no regresan a la cárcel). Los fondos para la construcción – conversión de las cárceles de máxima seguridad tienen que ser utilizados para mejorar las condiciones de detención (escasez de comida, de calefacción,  de agua y de atención médica).

Todos los presos nos organizamos, nos coordinamos y nos movilizamos contra los convierten las cárceles en lugares de castigo permanente y de privación de la esperanza. Llamamos al Ministro y a todas las autoridades competentes a considerar sus responsabilidades y a iniciar un debate público sobre las cárceles y sus problemas reales. En cualquier otro caso estamos preparados para responder de forma combativa, todos juntos y unidos, contra la injusticia y la privación de nuestros derechos.

No a los Guantánamos griegos

Texto de la “Iniciativa de Resistencia y Solidaridad”, escrito con motivo de la anunciada por el Régimen creación de “cárceles de máxima seguridad” de tipo Guantánamo dentro de las existentes.

El nuevo proyecto de ley fascista del Ministerio de Justicia sobre las cárceles parece ser una imagen del futuro sombrío con el que sueñan para la sociedad de la Nueva Orden sus partidarios.

Los memorandos que preparan este nuevo orden social tienen su complemento necesario en el memorándum penitenciario. Como los primeros allanan el camino a una sociedad con derechos y libertades aplanadas, con los trabajadores estando bajo un régimen de servidumbre medieval, el “memorándum” penitenciario allana el camino a la creación de una cárcel-tumba, con los presos sin ningún derecho, con los últimos suspiros de libertad y esperanza (permisos para salir unos días de la cárcel, suspensiones, excarcelación bajo fianza, e.tc.) eliminados, bajo un régimen de calabozos vengativos: donde las torturas crueles e incluso la aniquilación con la ley de Lynch no es una práctica desconocida o poco común, como se demostró hace unos días con el asesinato de Ilí Kareli.

Estos calabozos constituyen los Guantánamos griegos. Están siendo construidos para ser unos espantapájaros infernales, para aterrorizar primero a los presos políticos, a los presos se nieguen a ir muriendo sumergidos en la inercia y la aniquilación que provocan las drogas legales y abundantes, y a los que a través de la resistencia buscan la humanidad.

Están siendo construidos para aterrorizar a toda la sociedad que lucha, que niega el exterminio (aniquilación) planificado de los humanos, de los sueños, de la esperanza, y resiste contra el Nuevo Orden.

La lucha de los presos contra los Guantánamos griegos es una lucha de toda la sociedad. La lucha dentro y fuera de las cárceles no se detendrá hasta que no se retiren estos planes y proyectos de ley fascistas.

Comunicado de una iniciativa de presos sobre la continuación de la lucha contra la creación de cárceles de máxima seguridad.

Desde hace algún tiempo hemos puesto en marcha en las cárceles de todo el territorio del Estado griego una movilización de los presos contra las “condiciones de detención especiales”, la eliminación de los permisos para salir de la cárcel, y la limitación del contacto con nuestros familiares. Desde entonces se han realizado decenas de acciones dentro y fuera de los muros de las cárceles, en contra del proyecto de ley que prevé la construcción del primer Guantánamo griego en la cárcel de Domokós.

Protestas matutinas, negativa a meterse en las celdas en varias cárceles, participación en la abstención de la comida en todas las cárceles del territorio del Estado griego el 11 de abril de 2014, recolección de miles de firmas de detenidos en todas las cárceles bajo un texto de protesta, y envío de este texto al Ministerio de Justicia, gritar lemas en los patios de las cárceles, protesta nocturna a modo de homenaje conmemorativo y rabioso por el asesinato del detenido Kareli: estos son algunos de los momentos de lucha dentro de las cárceles.

Al mismo tiempo, nuestra voz se ha unido con miles de voces extra muros, que han realizado manifestaciones fuera de las cárceles, se han enfrentado a la Policía antidisturbios (el caso de la manifestación fuera de la cárcel de Domokós), han convocado concentraciones de solidaridad, han pegado carteles, han creado páginas web (http://fylakes2014.wordpress.com), han marchado por las calles del centro de varias ciudades, han organizado eventos informativos sobre nuestras movilizaciones, se han opuesto a la injusticia (tirando una granada al coche de un empleado penitenciario, y nos han enviado un mensaje de solidaridad que en esta lucha no estamos solos.

El Estado y de gobierno desde el primer momento nos quisieron asustar para que renunciáramos a nuestra lucha. Hasta llegaron a procesar a un abogado, quien envió por fax desde su oficina el texto de la protesta que habíamos redactado y que le habíamos pedido que lo enviara a presos en otras cárceles, así que ellos se informaran de la movilización.

Sin embargo, el Estado y el Ministro de Justicia retrocedieron. Por un lado la participación de muchísimos presos en las movilizaciones, y por otro lado el asesinato del preso Kareli por empleados penitenciarios, creó un ambiente de tensión muy alta, que en cualquier momento podría tener resultados inesperados.

Al mismo tiempo las revelaciones sobre la manipulación de la “Justicia” supuestamente independiente por los ministros Dendias y Athanasíu los han desacreditado y confirmaron que esta manipulación lleva años. Cuando es revelado el papel “sucio” de la “Justicia” contra los neonazis paraestatales de Aurora Dorada, que hasta ayer eran los niños mimados del Sistema, ¿qué puede esperar un pobre preso por delitos del código penal, un inmigrante sin papeles o un preso político?

Es obvio que en este momento el gobierno y las autoridades judiciales y policiales no quieren echar más leña al fuego, sobre todo en vista de las próximas elecciones del mayo que viene. Las declaraciones nazis del ministro de Justicia Athanasíu a principios del año sobre el traslado de los prisioneros más “peligrosos” a la cárcel de Domokós dentro de los 100 días  palabras vacías de contenido. En general se observa que ha parado el proceso de la creación de “cárceles de máxima seguridad”.

Para nosotros esta es una primera pequeña victoria, la cual no habría sucedido si no hubiera acontecido todo lo que hemos mencionado anteriormente. Pero acabamos de ganar una batalla, no la guerra. Seguimos en alerta, nos estamos informando mejor, y estamos listos para dar el siguiente paso, cuando esto sea necesario.

La movilización se mantiene activa y los presos en todas las cárceles contribuyen a ella, cada uno según la manera que pueda. Estamos a la espera sin retroceder ni dar un solo paso atrás. No vamos a consentir que los presos vivan la pesadilla de un Guantánamo griego.

Les damos las gracias a todos los que hayan estado a nuestro lado desde el primer momento, y hayan contribuido a su manera a la demolición de los muros de nuestro aislamiento, transfiriendo nuestra voz fuera, en las calles.

La lucha continúa…

Iniciativa de presos, 24 de abril de 2014

 Texto de Anastasios Theófilos sobre las condiciones especiales de encierro que se planean y la reestructuración de las instituciones penitenciarias griegas.

De acuerdo con las publicaciones en prensa, el Ministro de Justicia tiene intención de plantear un proyecto de Ley ante el Parlamento, en el cual se propone un endurecimiento en el funcionamiento de las prisiones y en especial, su regulación interior en niveles graduados de control disciplinario y castigo, siguiendo una lógica que apunta por la gestión represiva de la población presa. Las cárceles, de acuerdo con los planes del ministerio, se dividirían en tres categorías. En las ya existentes penitenciarias de tipo B, se agregarían las de tipo A, las cuales alojarían los delitos de «cuello blanco» (los deudores, así como los de delitos leves), y las de tipo G, que constituirán las modernas cárceles disciplinarias.

Las cárceles de tipo G, que en esencia constituirán una «Kérkira»1 de alta tecnología, funcionarán con un código penitenciario especial y ninguno de los que estén encerrados allí tendrá derecho a permisos o a libertad condicional, las comunicaciones serán vigiladas, se controlará su contenido y podrá censurarse el mismo, el preso se mantendrá en la celda por 23 horas al día desprovisto de cualquier práctica creativa, contacto o interacción humana, condenado a la absoluta inactividad. Una cárcel dentro del la cárcel. Un tipo de encarcelamiento en contra del cual durante la década de los 90 se libraron duras luchas, cientos de presos fueron torturados y hubo decenas de huesos rotos. Un castigo de tipo medieval, mediante el cual el principal objetivo no es lo corporal, sino la amputación máxima de lo espiritual y «civilizado» del castigado.

En estas cárceles se encerrará a todos los acusados o condenados en base a la ley «anti»terrorista, miembros del crimen organizado y todos aquellos que se «sublevan organizadamente» durante su encierro. Mediante esta brutal medida, la creación de cárceles disciplinarias, y teniendo en cuenta por un lado el problema de la superpoblación y por el otro la problemática de la precariedad en la alimentación, la calefacción y la atención sanitaria, el gobierno intenta minimizar cualquier posibilidad de movilización y protesta dentro de los muros por la mejora de las condiciones de encierro, creando un fuerte terror. La posibilidad de que algún preso se encuentre en estas condiciones inhumanas influye incondicionalmente en cualquier forma de resistencia frente a las arbitrarias autoridades penitenciarias arrastrando su punto más estricto a todas las cárceles. Por otro lado, es una medida que por supuesto tiene como objetivo la exterminación de los presos políticos, en los cuales se aplicará como proyecto piloto.

Las nuevas cárceles disciplinarias de tipo G, funcionarán como los prototipos de las cárceles de EEUU, según la táctica del gobierno de introducir constantemente conocimientos represivos especializados provenientes del Estado que introdujo y aplicó por primera vez el dogma de Ley y Orden, cuya consecuencia fue el aumento de la población reclusa en las cárceles estadounidenses hasta el 1% del total de la población del país (en Grecia al igual que en el resto de Europa, el porcentaje se encuentra más o menos en el 0,15%).

No es de poca importancia que este método el cual fue utilizado por primera vez en la cárcel de Pelican Bay en California, EEUU en 1984, en un principio para «categorías especiales de presos» y posteriormente en para un espectro más amplio, haya recibido críticas tanto de organizaciones políticas y humanitarias, las cuales organizan campañas para la derogación de estos métodos, como por los mismos presos de la cárcel, los cuales luchan por el mismo objetivo. El ejemplo más cercano es la huelga de hambre de 30.000 presos en la cárcel de California en el verano de 2013 que consiguió mostrar la cuestión a nivel internacional.

Este tipo de encierro, que como media dura unos 7,5 años y que en muchos casos pasa de la década, en esencia inutiliza al preso creándole un conjunto de enfermedades psicosomáticas. Al mismo tiempo funciona como una profecía autocumplida para los partidarios de esta doctrina ya que bajo estas condiciones el preso se deshumaniza y se vuelve cada vez más violento. Las violentas rupturas que provocan en el preso estas condiciones en esencia lo condenan al círculo vicioso del castigo disciplinario, lo cual le imposibilita el poder salir de este régimen de encierro. Es demostrable que, de acuerdo con el informe de Amnistía Internacional, estas condiciones de encierro violan los acuerdos internacionales para la protección de los derechos humanos.

En el marco de un continuo, ingenuo y morboso copy-paste de las prácticas americanas, la extremaderecha camorrista de Athanasiou – Déndias, calca tal cual otra medida del país que fundó Guantánamo. Según las publicaciones en la prensa una parte del cuidado y la gestión de los presos pasará a la policía, en la que actualmente se están creando grupos policiales del tipo EKAM (GEOS), entrenados en la represión de desórdenes en las cárceles, los cuales tendrán el permiso de las autoridades para disparar armas de fuego, cuando lo consideren «necesario». El cuerpo semejante en EEUU, los grupos SERT, está caracterizado por los «delicados» escándalos en relación a sus armas que los responsabilizan de decenas de asesinatos de presos.

Al igual que el trabajo, la salud, la educación y el transporte, también el encarcelamiento se vuelve un campo que entra en el punto de mira de los ajustes del memorándum, de manera que se adapte a los nuevos términos del capital. Por un lado se endurece y por el otro de privatiza. Actualmente se transforma en el vértice de un modelo de gestión política basado en el dogma de Ley y Orden. Un modelo de gestión política que da sentido y justifica al Poder idolatrando la ley y el orden en contraposición con la desintegración y devaluación del bienestar social. Un modelo de gestión política que concentra la parte más conservadora de la sociedad y traspasa la responsabilidad de arriba a abajo, considerando que el problema social no es la pobreza en sí misma, sino la delincuencia de los pobres y queriendo decir que problemas sociales, como la pobreza, influyen negativamente sobre los sujetos y que no están conectados a la política social sino a la política de lucha contra la delincuencia.

Así como el modelo keynesiano es abandonado, la represión penal en Grecia se adapta a las condiciones de crisis sistémica generalizada, expandiendo y profundizando su rol, responsabilizándose del papel de único asegurador de la cohesión social. Por un lado se expande incluyendo parte de la destituida clase media, a los nuevos pobres y los deudores, y por otro lado profundiza aumentando la intensidad de la represión, aumentando las penas y endureciendo las condiciones de encierro a su «tradicional» público, de encerrados y delincuentes. El encarcelamiento y la represión se convierten sucesivamente en la única respuesta para los problemas que deberían considerarse sociales, sustituyendo al Estado de bienestar. La cárcel se vuelve la única solución y su papel es ya el de acoger a todos los que no consiguieron hacer frente al actual ajuste capitalista y a las nuevas condiciones de vida que plantean los memorándums.

Por lo tanto de esta manera, la reestructuración de las cárceles y de la represión hacia un mayor endurecimiento no concierne sólo a activistas políticos y delincuentes. No es una cuestión simplemente de sensibilidad elemental y humanidad si una sociedad deja a su parte más delicada, los presos, presa de los planes de los dos ministros siameses con tono Napoleónico. Concierne a todos aquellos que ven su fuerza laboral degradada y por ello quedan expuestos a una cada vez más estricta represión penal. La actual gestión política basada en el dogma de Ley y Orden se ha provisto de formas de castigo más leves, con los brazaletes-GPS, y los penales de encierro tipo A, para incluir bajo control directo de la represión penal una gran gama social, que hasta hace poco –mientras funcionaba el modelo keynesiano– se consideraban privilegiados.

La reestructuración de las cárceles que emprenden en común el Ministerio de Justicia y el de Orden Público (Interior), prevé ser el tiro de gracia a una sociedad que se arrastra bajo la pobreza y los memorándums, ya que el endurecimiento hasta el límite de lo inhumano que se va a imponer, se unirá con la extensión de su pobreza social.

La cárcel es una institución vergonzosa para la humanidad. Una institución que será derrocada junto con la transformación revolucionaria de la sociedad. Junto con la superación de la organización social que tiene necesidad de tan salvaje institución. Sin embargo hasta entonces se da por supuesto que existe la necesidad de los ajustes, pero no naturalmente hacia una mayor brutalidad sino hacia algo más humano.

Por supuesto que las cárceles en Grecia tienen problemas, por supuesto que son vergonzosas incluso para las mismas cárceles. El problema en las cárceles griegas no es que cada dos años se realiza una fuga, sino que miles de personas son amontonadas como ratones, desnutridas, desprovistas de agua y de calefacción. El problema en las cárceles griegas es la especulación por medio de los elevados costes de las llamadas telefónicas y de los materiales de primera necesidad. El problema es la imposibilidad de visitas regulares debido a que la mayoría de las cárceles son construidas cientos de kilómetros alejadas de los centros urbanos y cientos de metros de zonas habitadas.

El problema es que no existe previsión de un lugar para visitas privadas entre cónyuges como ocurre incluso hasta en países tercermundistas. El problema es que en el año 2014 se les prohíbe a los presos el acceso a internet.

El problema es que una gran parte de los presos se encuentra en la cárcel sin pruebas, simplemente en base al monstruoso-artículo 187 sobre organizaciones criminales. El problema es que cientos de presos son privados de permisos de salida a los que tienen derecho porque existen fiscales y directores de prisiones cagados de miedo, incluso aunque el porcentaje de violación de permisos de salida en las cárceles griegas se encuentra entre los más bajos a nivel mundial. Existen millones de problemas en las cárceles griegas y seguramente cualquier inexistente forma de «indulgencia», de una manera u otra, no es uno de ellos.

Cárcel de Domokó 11/03/2014

Fuentes:

Verba Volant

Barcelona.indymedia

Contra Info

3 de comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.