En la cárcel de A Lama (Pontevedra), de siniestra fama, al menos dos presos están en huelga de hambre. El 26 de junio, informábamos de la que iniciaba el canario Ruymán Armas Santana denunciando la desatención sanitaria, los malos tratos continuos, los cacheos arbitrarios, las condiciones infrahumanas del módulo de aislamiento y otros abusos de los carceleros. Hoy nos llega la noticia de que el pasado 1 de julio se puso también en huelga de hambre José Adrián Poblete Darre, que ya estuvo 78 días en huelga de hambre entre febrero y abril y varios más en huelga de hambre y sed en mayo y ha venido participando en la propuesta de lucha colectiva de ASPRELA (Asociación de Presos en Lucha Activa). Reivindica la excarcelación de lxs presxs enfermxs, el fin del régimen de castigo y la limitación de su condena, y denuncia las represalias contra la gente de ASPRELA y la criminalización de los grupos de apoyo, expresando especialmente su solidaridad con las Nais Contra A Impunidade.
A continuación, unos fragmentos de una carta suya, donde explica sus motivos y reivindicaciones:
Un abrazo para todos los compas que luchan dentro y fuera de estos muros de hormigón. para todos ellos y ellas un abrazo fuerte y lleno de rebeldía. Bueno, te comentaré que la huelga de hambre la empezaré el día 1 de julio de 2016 reivindicando que las personas que tengan enfermedades terminales se vayan a sus casas; el acoso hacia mí y mis compas por haber hecho ASPRELA o estado en ella; (…) que se me aplique nuevamente el triple de la mayor; el cierre de los primeros grados y el fin del artículo 10. Y, sobre todo, mi solidaridad con todos aquellos que luchan contra este sistema opresor, especialmente con las Nais Contra A Impunidade, que no dejan de meterse con ellas tratándolas como de lo peor, por el solo hecho de reivindicar los derechos a este Estado capitalista. Un abrazo a mis compas de Tokata. Compas, esta vez llegaré más lejos. Mi objetivo es que la gente se dé cuenta de lo que realmente pasa en estos centros de exterminio, tanto aquí como en otros países, como Chile. Cómo el Estado nos trata de aborregar con leyes más duras y opresoras para el pueblo, donde el rico se hace más rico y el pobre sufre las consecuencias (…).
Nos podrán quitar nuestra libertad, pero no nuestra dignidad.