Carmen Badía Lachos Continúa En Huelga De Hambre En La Prisión De Ponent Por Su Excarcelación Por Enfermedad Grave O Al Menos Su Traslado Cerca De Su Familia

Continúa en La cárcel de Ponent la huelga de hambre de Carmen Badía Lachos, iniciada a primeros de diciembre, exigiendo su excarcelación por estar enferma de cáncer o, al menos, su traslado a una cárcel más cercana a su familia. Continúa igualmente, pese a las dificultades que está poniendo la administación carcelera catalana, la labor de apoyo y difusión de este caso iniciada por el Grup de Suport a Presxs de Lleida, secundada por alguna otra gente en otros lugares. Publicamos una carta de Carmen recibida por un compañero que se está escribiendo con ella y el cartel elaborado por lxs compas de Lleida, junto con un comunicado explicando una vez más el caso.

Cárcel de Ponent, 24-I-18

Hola, Juli

Recibo con gran alegría tu carta, la cual además de llenarme de alegría me ayuda a continuar esta lucha que he emprendido, aun a costa de dejar mi vida en ello, para que toda España sepa la grandísima corrupción que existe en Instituciones Penitenciarias de la Generalitat de Catalunya. De saberlo, lo sabe muchísima gente, Juez de Vigilancia Penitenciaria, Juez de guardia, Fiscalía de Lleida, Audiencia de Lleida, Audiencia nacional, etc. tantos y tantos que miran hacia otro lado como si no les interesara, hacen caso omiso de las denuncias que durante años están haciendo los presos catalanes y que de momento no sirven para nada. Mi huelga de hambre no es por motivos médicos, te explico. Llevo doce años y medio presa por un crimen que no cometí, me condenaron por “INDICIOS”, esto quiere decir por suposiciones que tienen quienes llevan la investigación y, como no pued3n encontrar al culpable, pues lo fabrican.

Mi huelga es porque desde el año 2010 se me está pidiendo dinero por hacer el DEVI (delitos violentos) y que me lo aprueben. He hecho dos DEVIs, 2012/2013 y 2013/2014, pero, como no les entregué el dinero “EN NEGRO”, no me los dieron por buenos. Esa petición de dinero es habitual en Cataluña a quienes queremos salir de la cárcel, no olvides que Instituciones Penitenciarias catalanas tiene transferidas las competencias de Justicia (es la única en toda España), eso quiere decir que si el juez deniega los permisos a los/as internos/as, ellos pueden dar permisos de 48 horas a quienes quieran, la mayoría de los caso en las largas condenas previo pago, claro.

Tampoco se me permite salir de Cataluña, porque ellos lo arreglan de tal manera que, cuando piden mi traslado a Madrid en los informes diga que tengo vínculos familiares en Cataluña, y eso no es cierto, soy aragonesa y mi familia reside en Aragón. Ahora, por cuestiones de mi enfermedad (padezco cáncer de mama) dicen que no es conveniente por razones de tratamiento, cuando lo cierto es que solo son controles lo que me hacen en el Hospital. En cuestión de médicos no tengo queja, tanto los de la cárcel como los del Hospital bien me han tratado. Me piden, para darme permiso de 48 horas, la cantidad de 200.000 euros, sí, lo has leído bien, al principio era de 100.000 euros, pero desde que estoy enferma la tarifa se ha doblado (…). Supongo te habrás enterado de mi caso por el Observatorio del Sistema Penal o por Suport als presos de Lleida, ya me lo dirás.

No olvides que las cárceles son un gran negocio, la de dinero que estarán embolsándose a cuenta nuestra, así como lo que cobra de más el CIRE 8empresa adherida a la Generalitat) y que lleva los economatos catalanes, con unos precios abusivos, y los talleres donde trabajan los/as presos/as muchos/as de ellos/as sin seguro, por 2 euros diarios (algunos/as ni a eso llegan9, o sea, explotación laboral, aquí no tenemos ningún derecho, solo obligaciones. Son tantas y tantas las injusticias y tanta la mierda que será muy difícil erradicarlo.

Recibe un fuerte abrazo y, si no nos vemos nunca, pues llevaré mi huelga hasta el final, recibe mi apoyo y mucha suerte.

Carmen

COMUNICADO DE APOYO A CARMEN BADIA LACHOS

Centros de reclusión presentes en cada ciudad podrida dominada por este sistema perverso, que priva de libertad a todas aquellas personas que no cumplen las leyes que interesan a los que gobiernan. Pensamos que es imprescindible dar nuestro máximo apoyo a las personas que en estas condiciones tan duras y con tantas dificultades para expresarse libremente y ser escuchadas, se rebelan y se reivindican, asumiendo las represalias que esto pueda llevar.

En la cárcel de Ponent (Lleida), en el Módulo de mujeres, está Carmen Badia Lachos. Una presa que actualmente está en huelga de hambre, y que sabemos que ha perdido ya al menos 12 kilos. Exige un traslado para estar más cerca de su familia, ya que sufre un cáncer de mama.

Ella nunca ha reconocido el delito por el que se la acusa, y es por eso que no le permiten disfrutar de los permisos que van asociados a los programas de «reinserción» que ya ha realizado; le ponen la condición de asumir y mostrar arrepentimiento por el delito que se le atribuye. Para tener acceso a dichos permisos la obligan a mandar cartas de disculpa a los familiares de la víctima; hecho que ella, al no reconocer el delito, siente ridículo y se niega a hacer. Por eso solicitó un traslado fuera de Catalunya, ya que al parecer, fuera de las competencias penitenciarias catalanas, no la obligarían a asumir el delito y mandar carta de arrepentimiento como condiciones para obtener permisos y otros beneficios.

Carmen está cumpliendo una condena de 24 años, y ya lleba 12. Estuvo hasta finales del 2014 en la cárcel de Brians (Barcelona) antes de ser trasladada a Lleida. En los dos sitios asegura graves hechos de corrupción, como que se le diga que si paga dinero obtendrá los permisos que quiere.

El 26 de junio del 2017 fue operada de cáncer de pecho en el hospital, y el 29 del mismo mes la trasladaron de nuevo hacia el centro penitenciario, aún con drenajes de la operación. Como en la cárcel de Ponent no hay Departamento de enfermería para mujeres, la mandaron directa a la celda, teniendo que ayudarla las compañeras a ducharse y limpiar el espacio. Explica como la tenían que llevar entre varias a la ducha porqué no había ni una silla de ruedas. También comenta que recién operada le seguían realizando registros integrales, destrozando la habitación, haciendo que sus compañeras tuvieran que recogerla.

Queremos señalar que esta situación no es un hecho aislado ni en la cárcel de Ponent, aquí en Lleida, ni en el resto de cárceles del Estado Español o de cualquier Estado. Porque las cárceles no obedecen a supuestas políticas de reinserción, sino al castigo y al miedo, donde las personas presas son vistas como una mercancía con la cual muchas empresas ganan millones de euros. La cárcel es un mecanismo que se ha desarrollado en esta sociedad para que cumpla distintas funciones, como mantener el orden establecido y el desequilibrio económico, sin que haya riesgos para los ricos. Y abrir la puerta tanto a aquellas personas que según sus criterios de «justicia» han sobrepasado las leyes (a menudo para sobrevivir), como a las que quieren subvertir el orden establecido.

Pedimos difusión del caso e implicación para mandarle cartas mostrando el apoyo de las que estamos fuera y la tenemos presente.

Grup de Suport a Presxs de Lleida

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