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Es la tercera vez que la la familia de Francisco Chamorro Giménez convoca una concentración para exigir públicamente su excarcelación por enfermedad grave e incurable. Ya se hizo una el 22 de mayo, frente a los juzgados de Castellón, y otra el 23 de junio, ante la cárcel de castellón I. El miércoles, 17 de octubre, unas veinte personas acudieron una vez más ante la puerta de los juzgados. De 11:00 a 14:00 horas, exhibieron  pancartas y carteles, repartieron panfletos y pidieron en voz alta la libertad de Francisco y de todas las personas presas gravemente enfermas. A él lo tienen ahora en la cárcel de Castellón II, lleva 17 años encerrado y está enfermo de cáncer de estómago y VHC. Según la Constitución y las leyes penal y penitenciaria, debería ser clasificado en tercer grado y puesto en libertad condicional, por tratarse de un enfermo “muy grave con padecimientos incurables” y por respeto a su dignidad de ser humano. La deficiente sanidad penitenciaria no hace posible que reciba, como exige la ley, un tratamiento médico-sanitario equivalente al que recibe en la calle cualquier ciudadano. Lejos de eso, no está siendo tratado adecuadamente y ha perdido varias veces las visitas con el médico especialista porque el ministerio del Interior no ha sido capaz de trasladarle a tiempo al hospital. Aunque ya había sido clasificado en tercer grado “a efectos de libertad condicional” en la cárcel de Madrid VII, al llegar a Castellón, la junta de tratamiento de la cárcel y el juzgado de vigilancia le negaron la suspensión de pena porque, supuestamente, habiendo mejorado su estado gracias al tratamiento recibido en un hospital, en su caso “no se evidencia una dificultad para delinquir y una escasa peligrosidad” y porque no se encuentra “en un estado terminal”. Aplicando el contenido de la instrucción 3-2017 de la SGIP, denunciado comotrato cruel, inhumano y degradante contra las personas presas. Además, la junta de tratamiento tomó arbitrariamente la decisión de quitarle el tercer grado, confirmada por el juzgado de vigilancia y en tra´mite de recurso. Él ya ha cumplido más las tres cuartas partes de la condena de 20 años que pesa sobre él, y podría ser puesto en libertad condicional sólo por eso.

¿Con qué intención se le mantiene preso? ¿Es que el objeto de la excarcelación de los enfermos incurables no es mejorar sus condiciones de vida para que puedan ser atendidos dignamente? ¿Es que se trata simplemente de que se mueran en la calle? No podemos consentir esa inhumanidad. Exigimos que, de acuerdo con la ley, se libere a Francisco para que pueda recibir un tratamiento médico y unos cuidados adecuados y, si tiene que morir, que sea dignamente y rodeado de su familia.

Arriba se puede ver una foto de algunas de las personas concentradas sosteniendo pancartas y carteles reivindicativos. En el recuadro de abajo, ponemos los artículos de la diversas leyes que hacen obligatoria la liberación de Francisco como la de todas las personas presas gravemente enfermas y con padecimientos incurables. Y a continuación, una grabación en audio realizada durante la concentración, donde Rosa, la madre de Francisco, nos explica la situación.

Constitución española. Artículo 43:

1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.

2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.

(…)

Ley Orgánica General Penitenciaria. Artículo 3 LOGP:

La actividad penitenciaria se ejercerá respetando, en todo caso, la personalidad humana de los recluidos y los derechos e intereses jurídicos de los mismos no afectados por la condena, sin establecerse diferencia alguna por razón de raza, opiniones políticas, creencias religiosas, condición social o cualesquiera otras circunstancias de análoga naturaleza.

En consecuencia:

(…)

4. La Administración penitenciaria velará por la vida, integridad y salud de los internos.

(…)

Reglamento Penitenciario. Artículo 208. Prestaciones sanitarias

1. A todos los internos sin excepción se les garantizará una atención médico-sanitaria equivalente a la dispensada al conjunto de la población. Tendrán igualmente derecho a la prestación farmacéutica y a las prestaciones complementarias básicas que se deriven de esta atención.

Código Penal. Artículo 91 CP

1. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior [que regula los requisitos generales para la libertad condicional], los penados que hubieran cumplido la edad de setenta años, o la cumplan durante la extinción de la condena, y reúnan los requisitos exigidos en el artículo anterior, excepto el de haber extinguido las tres cuartas partes de aquélla, las dos terceras partes o, en su caso, la mitad de la condena, podrán obtener la suspensión de la ejecución del resto de la pena y la concesión de la libertad condicional.

El mismo criterio se aplicará cuando se trate de enfermos muy graves con padecimientos incurables, y así quede acreditado tras la práctica de los informes médicos que, a criterio del juez de vigilancia penitenciaria, se estimen necesarios.

2. Constando a la Administración penitenciaria que el interno se halla en cualquiera de los casos previstos en los párrafos anteriores, elevará el expediente de libertad condicional, con la urgencia que el caso requiera, al juez de vigilancia penitenciaria, quien, a la hora de resolverlo, valorará junto a las circunstancias personales la dificultad para delinquir y la escasa peligrosidad del sujeto.

(…)

Reglamento Penitenciario

Artículo 104.4: Los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables, según informe médico, con independencia de las variables intervinientes en el proceso de clasificación, podrán ser clasificados en tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo a la dificultad para delinquir y a su escasa peligrosidad.

Artículo 196. Libertad condicional de septuagenarios y enfermos terminales:

1. Se elevará al Juez de Vigilancia el expediente de libertad condicional de los penados que hubiesen cumplido setenta años o los cumplan durante la extinción de la condena. En el expediente deberá acreditarse el cumplimiento de los requisitos establecidos en el Código Penal, excepto el de haber extinguido las tres cuartas partes o, en su caso, las dos terceras partes de la condena o condenas.

2. Igual sistema se seguirá cuando, según informe médico, se trate de enfermos muy graves con padecimientos incurables. Cuando los servicios médicos del Centro consideren que concurren las condiciones para la concesión de la libertad condicional por esta causa, lo pondrán en conocimiento de la Junta de Tratamiento, mediante la elaboración del oportuno informe médico.

(…)

Más información sobre la situación de Francisco Chamorro

 

Actividad en la calle Familias Frente a la Crueldad Carcelaria La cárcel mata

Actividad en la calle La cárcel mata

Actividad en la calle Familias Frente a la Crueldad Carcelaria

El sábado, 23 de junio, tuvo lugar la concentración ante la cárcel de Castellón I convocada por su familia para exigir la excarcelación de Francisco Chamorro Giménez, preso en esa cárcel y enfermo de cáncer, por lo que debería ser excarcelado en aplicación de las leyes vigentes. De hecho, ya había sido clasificado en tercer grado, paso necesario para la libertad condicional, en la cárcel de Madrid VII, donde estaba hace unos meses. Pero al llegar a Castellón y habiendo mejorado algo su estado, después de recibir en un hospital de Madrid un tratamiento de quimioterapia, el juez de vigilancia penitenciaria le negó la libertad condicional, porque la gravedad de su estado no aseguraba que no pudiera volver a delinquir y porque su enfermedad no era todavía terminal. Esto último no lo menciona ni define la ley en ningún momento como condición para la excarcelación, sino la “enfermedad muy grave con padecimientos incurables”. Entonces, la junta de tratamiento de Castellón I decidió, inexplicablemente, retirarle el tercer grado. Si no fuera por eso, Francisco podría salir ya en libertad condicional, pues ha cumplido las tres cuartas partes de la condena de 20 años que padece, habiendo pasado 16 años preso. Esa liberación sería indispensable, si se aplican los criterios de humanidad que teóricamente animan la ley, ya que Francisco, no está recibiendo el tratamiento adecuado a su estado de salud, ya que ni siquiera se le está sacando a visita con el especialista del hospital, ni se le proporciona la alimentación adecuada. Se puede decir que se está haciendo lo necesario para que su enfermedad avance rápidamente y muera pronto. Quizá entonces, cuando ya estuviera asegurada su muerte a corto plazo, se le excarcelaría, según la macabra política que ha seguido hasta ahora la SGIP en casos parecidos. De momento, no sólo no se está cuidando de su salud y de su vida, como exige la ley, sino que se le está privando de su dignidad humana. Varias autoridades carceleras de Castellón I han llegado a amenazarle, exigiéndole que cese la ejemplar actividad reivindicativa que está desplegando su familia para conseguir su excarcelación, o que solo saldrá de allí “con los pies por delante”. Él mismo nos lo cuenta en las dos cartas que insertamos a continuación. En la última edición de Tokata Y Fuga se puede escuchar una grabación del ambiente de la concentración y aquí arriba se pueden ver algunas fotos. Asistieron unas cuarenta personas, entre familiares de Francisco, vecinos y vecinas suyas y gente solidaria de Valencia y Castellón. Se mostraron pancartas, se repartieron panfletos entre la gente que entraba y salía de comunicar y se habló y se gritó durante varias horas -de 1.00 a 14:00- proclamando la injusta e inhumana situación que hacen soportar a Francisco y a su familia y exigiendo el remedio: su excarcelación inmediata. Ni la familia ni quienes la apoyan piensan parar hasta conseguir la liberación de Francisco.

Castellón, 6 de junio de 2018

Un saludo cordial y gracias por parte de los internos que nos encontramos en la enfermaría de la prisión de Castellón I.

Soy Francisco Chamorro y os estoy muy agradecido por vuestro interés en mi situación y el ánimo que nos estáis dando que nos hace mucha falta. Sólo de pensar que sigue habiendo humanidad en la sociedad que vivimos. Radio Tokata y todos los que hacen posible que se oigan las voces de las personas más desamparadas y aisladas de la sociedad, que somos los enfermos que nos encontramos en las enfermerías de las prisiones. Perdón por mi letra, pero estoy perdiendo mucha fuerza en los dedos, en las piernas y en general. Esto es un calvario continuo, quiero resumir todo lo que nos está pasando, en especial a mi madre, Rosa, y a mí, Francisco, que estoy perdido, no me responde mi cuerpo y psicológicamente, si quieres que sea sincero, muchas veces me pongo a llorar sin saber que lo estoy haciendo. Estoy en el punto en que la locura se apodera de mí. No puedo casi comer, me arrastro con una muleta. Por favor, que me dejen tranquilo.

Desde el 19 de enero que ingresé en esta prisión, en la enfermería, estoy sufriendo con las dudas de si alguna vez se acabará todo esto. El trato es brutal, no tengo fuerzas para seguir. Desde que mi madre y otras muchas personas se manifestaron en el juzgado, solo recibo amenazas por parte del educador y el trabajador social, mandados por la subdirectora de tratamiento. Hoy se me han presentado estos dos señores por quinta vez diciéndome que pare a mi madre, que ya puede hacer lo que quiera que me como la condicional con papas, y que haga un escrito a la subdirectora pidiéndole disculpas. Y que el día que tiene prevista la manifestación que la aborde en la puerta de la prisión, que le impida seguir dando por culo. Esas han sido sus palabras, que las consecuencias las voy a pagar yo, que ya las estoy pagando. No me hacen caso ni los médicos; cuando con estos malditos dolores bajo a pedir ayuda, o no está el médico o se niega a atenderme sin palabras. Pues, chico, Paracetamol o Nolotil pinchado, tengo las nalgas llenas de bultos de tanto pinchazo. Hoy, harto de tantas mentiras y a causa de lo que me está pasando con el educador y el trabajador social, le he preguntado al subdirector médico qué pasa con lo que pidieron los médicos del hospital en febrero, que se me enviase a casa, ya que en la prisión no llevo el tratamiento correspondiente. Su contestación es que él ya había hecho ese mismo informe, porque hablaron con otra doctora y lo entregaron el 24 de febrero a la subdirectora. ¡Pero, por los clavos de Cristo! ¿Qué quiere esta señora? ¿Qué tiene contra mí? ¿Quién está mintiendo? Solo quiero recuperarme, aunque sea como lo estoy haciendo. Quiero vivir y que no me atormenten tanto, porque me están haciendo mucho daño, ya que los presos no tenemos la misma atención médica que el que está en la calle.

El mes pasado, mayo, día 8, tenía que salir al hospital, a una gastroscopia y lo suspendieron para un mes más tarde. Hoy, 9 de junio, tengo la salida a las 9:30. Me han dicho que esté preparado, son casi las 2 de la tarde y sigo esperando en ayunas. Por favor, que se acabe todo esto ya. La gastroscopia es importante, porque, desde que caí enfermo, en abril de 2017, el médico me decía que era normal que vomitara tanto, que era del hígado. Se jubila en julio como subdirector médico. Y a mediados de abril la doctora Rosa me saca al hospital general y dicen que estoy muy bien. Me llevan de conducción vomitando sangre negra. Era un vómito que olía muy mal; no era sangre todo, sino mezclada con líquidos del estómago. En Picassent, el médico dice que los que pasan en tránsito solo se nos da la medicación ya prescrita. Le conté lo que me estaba pasando y me dijo que me esperase a llegar a Estremera. En Villena, con todo el dolor que tenía, cuando vino la ATS, no me dejó ni hablar, que no era su problema. De hecho, por una rejilla de la puerta, me tiró la medicación y se fue: Almax y paracetamol de 1000 mg. Al otro día, al salir de la celda, me desmayé, me metieron en una habitación y, cuando desperté, estaba dentro del autobús y me dolía mucho la cara. Cuatro días después, llego a Navalcarnero y un preso me dijo. “¿Cómo estás? Porque no veas los guantazos que te daban en Villena los funcionarios. No recordaba nada, pero, cuando me vi en el espejo, tenía la cara llena de golpes. Pero los funcionarios de Valdemoro ni me hicieron caso y me sacaron a enfermería. El médico no me preguntó por qué tenía la cara toda llena de moratones, pero sí me preguntó por qué me quejaba tanto y le conté lo que me estaba pasando. Me hizo una ecografía y me dijo: “Tienes algo en el estómago, tendrás que aguantar hasta llegar a Estremera.

En mayo, día 8, ingreso en el módulo 1. La médica, en este caso, pasaba consulta cada 15 o 20 días, pero esta señora me decía que no siguiese contando cuentos. Todo el mes de mayo, me sacaban a urgencias de la enfermería de la prisión y siempre lo mismo. El 22 de junio, ya empecé a vomitar mucha sangre y a perder el conocimiento, y esta doctora, que está denunciada, me dice: “Te voy a sacar al hospital, pero, como no tengas nada, ya hablaremos tú y yo”. Me hicieron analíticas y más placas y me diagnosticaron cólico de vesícula. Otra vez al furgón, como un perro, y para la cárcel. Yo confiaba en los médicos. Fueron tres veces las que me sacaron a urgencias del Gregorio Marañón, hasta la última, que una doctora me dijo: “te voy a hacer una gastroscopia”. Y la dieron para el 12 de septiembre, esto a finales de junio, y ese mismo día, estando en el módulo de la UTE tres meses, otra vez me desmayé y todos los compañeros se pusieron en pie de guerra, reclamando que, por una vez, me viese un médico, no un matasanos. Y, por fin, metido en un furgón, esposado y vomitando, una hora de viaje, que me creí que me moría por el camino. Me ingresan y el médico Víctor, internista y el cirujano me dicen lo que tengo: cáncer de estómago, el 13 de septiembre, y que pintaba mal, en diez días me tenían que operar y quitarme todo el estómago, lo demás ya lo pone en los informes. Ahora, todo lo que me pasa en este hospital: dos infecciones de sangre, me atraviesan los pulmones por varios sitios, de estar pesando 84 kilos, voy bajando progresivamente de abril a septiembre de 2017, hasta los 46 kilos.

Hoy, 8 de junio, después de suspenderme en mayo la gastroscopia, me dice un ATS que no me han sacado porque no había policía para el traslado, pero a otro compañero sí lo han sacado con la policía al mismo hospital. Un funcionario me dice que por parte del médico de la prisión sí estaba preparada la salida, pero de arriba no habían firmado mi traslado al hospital. Pero, por favor, que están acabando conmigo. ¿Qué es lo que quieren de mí? ¿Me corto el cuello y me mato o esperan a que me vuelva loco? No sé ni lo que hacer ya. El educador y el trabajador social incordiando con que haga el escrito de disculpas a al subdirectora. La psicóloga no se ha dignado en estos seis meses a atender mis instancias. El jurista lo mismo. No quiero hacer sufrir más a mi madre, porque ella ya ha sufrido bastante con las palizas que le daba mi padre fallecido. Le pegaba con palos, puñetazos, patadas… hasta le abrió la cabeza con una piedra. Quería matarla, pero ella se escapó con mis dos hermanos a casa de mi abuela, en Vilareal. Yo me quedé, pero mi madre no paró hasta que la guardia civil vino con ella y con mi abuela y me llevaron con ellas. Mi madre ha sufrido mucho de verdad. El otro día, cuando la vi en la televisión, me emocioné, no se merece que la engañen de esta forma ni que no le den ninguna clase de información como están haciendo. Y lo que le dijo la subdirectora de tratamiento, delante del abogado: “ponte el teléfono fijo que en dos semanas tu hijo está contigo”. ¿Por qué nos hacen esto?

Castellón, 10 de junio de 2018

Buenos días, primero quiero decir en este día muchas gracias a la Asociación y a ti, por supuesto y a toda persona que ha escuchado a mi madre. Mi madre, que es la persona que más quiero. Por otra parte, han soltado a un compañero que estaba conmigo en esta enfermería de la cárcel de Castellón I y que está sufriendo lo insufrible, lo han soltado, pero cómo. Con metástasis por todo el cuerpo, cuando ya no se podía mover de su cama. Él mejor que nadie sabe todos los abusos que se están cometiendo en esta prisión. ¡Cuídate, amigo, y que Dios nos dé salud para vernos en la calle! Él bajaba al economato, se pegaba sus partiditas al dominó, pero fue decayendo hasta quedar postrado en la cama. Yo no quiero llegara a ese extremo, por eso prefiero arrastrarme con una muleta, aunque no siempre puedo y también me quedo en cama de los dolores y sin fuerzas. Me mantengo con los 20 euros que me ingresa mi madre, solo para poder comer un poco de jamón cocido y cereales, aunque es todo carísimo, pero, bueno, así me voy manteniendo.

Aunque no quería tocar el tema, te voy a hablar de mi esposa Manuela, que falleció en la prisión de Albolote, en Granada, el 26 de febrero de 2012, de un paro cardiaco. Te cuento lo más breve posible, porque no hay día que no recuerde a mi esposa. Tenemos cuatro hijos y nueve nietos que apenas conozco. El día 15 de febrero, estando trabajando en cocina, me llama la trabajadora social diciéndome que llamase a casa. Llamé a mi hijo Francisco y me dijo: “La Mama está en coma en el hospital”. Caí al suelo desvanecido, porque yo hablaba con Manuela dos veces al mes, por teléfono, lo permitido entonces. Solicité más información sobre su estado, pero no tenía contestación de nadie, estando en un módulo de máximo respeto. Pero nada, no sabía nada, nadie me decía nada. Susana, la trabajadora social, el educador D. José Espejo, que este tío ha sido el que más daño me ha hecho. ¡Cómo son en esta cárcel! Por fin, un funcionario me dejó ir a enfermería y hablé con Don Rafael. Él llamó a sus compañeros de la otra prisión y me dijo: “Siéntate, Francisco, tu esposa está muy mal, le han dado el tercer grado, está en coma, que te lleven lo antes posible”. Total, que llamé al funcionario y le expliqué que quería ver a mi esposa, que estaba muy mal. Fueron pasando los días y nadie me decía nada. No comía, no dormía, solo hacía que llorar y pidiendo por favor que me llevasen, que estaban mis hijos en el hospital y no dejaban de llamar aquí para que me llevaran para Granada.

Ya, por fin, se presenta Dª Celia, el día 20 o 21 de febrero, diciéndome estas palabras: “¿Qué te pasa? ¿Por qué das tanto por culo?”. “¿Qué no lo sabe? Que Manuela está muy mal”. “Bueno, ¿qué quieres?”. “¿pero qué pregunta es esa? Me quiero ir al lado de mi esposa y mis hijos”. “Pues echa la baja de cocina y del módulo”. Pero me lo dijo de malas formas. Y no queda todo ahí. Me sacan de conducción el día 26 de febrero, el mismo día que mi amor se me fue para siempre, de4s`pués de diez años en la cárcel. Hago noche en Picassent, paso por Murcia, campos del Río, donde también hago noche y, sobre las tres dela mañana, me llama un funcionario y me dice que me volvía a Castellón. Entré en cólera. Y al otro día, otra vez lo mismo, a Picassent y, al día siguiente, a Castellón I. allí, me cambian a otro autobús, a Tarragona. Cuando llego, un funcionario preguntó por mí y me dejó llamar. Llama a mi hijo Francisco y me dice: “Papa, a la mama la hemos enterrado hace cuatro días”. A día de hoy, no me creo que mi esposa Manuela está fallecida. No ha conocido ni a los nietos que tiene. Mis hijas, Tamara y Sheila, cayeron en depresión. La pequeña, Tamara, que hoy tiene 17 años, cuando hablo con ella por teléfono, me sigue preguntando por su madre inconscientemente. Dios mío, llevo 16 años en prisión. Todo está denunciado. Por lo de mis esposa estoy esperando respuestas. ¿Qué pasó realmente? Porque le entra un ataque a las 13:15 y la ingresan en el hospital a las 17:35. ¿Qué están encubriendo?

Bueno, hay mucho más, que me gustaría contaros en directo en vuestro programa de radio y a la asociación, si logro que la Señora Jueza de Vigilancia Penitenciaria me dé la oportunidad de seguir mi tratamiento en libertad, que me pertenece, con los controles que me exijan. No aguanto más toda esta presión a la que estoy sometido hace 16 años y algo más. Me comprometo ante toda España a ser referente para todas las personas de luchador y, sobre todo, que mi sitio cabe en la sociedad. Le mando unos documentos de todo lo que he trabajado en la prisión, cobrando y sin cobrar, cocina, mantenimiento, talleres… y cursos, por los que solo te dan hojas meritorias. Tengo méritos por buen comportamiento, pero a mí me han negado siempre mis beneficios penitenciarios. En estos momentos, estoy enfermo y no se me están haciendo los controles que se le tiene que hacer a una persona con cáncer de estómago, demostrado hace 9 meses. Y, para que no digan que soy una persona que ha pasado por la prisión dejando que pasen los años sin hacer nada, os permito a todo que veáis lo que Francisco Chamorro Giménez ha luchado por su libertad. Podéis ver los documentos que demuestran lo que vengo diciendo, desde mi diagnóstico de enfermo y que sea el Pueblo el que juzgue.

Gracias a todos.

Un abrazo a ti y a todos los que forman la asociación.

Francisco Chamorro Giménez

Más información en Tokata sobre la lucha por la excarcelación de Francisco

Actividad en la calle Familias Frente a la Crueldad Carcelaria La cárcel mata

La familia de Francisco Chamorro convoca una concentración para exigir su excarcelación para que pueda ser tratado y cuidado adecuadamente de las graves enfermedades y padecimientos incurables que sufre, el sábado, 23 de junio, a partir de las 11:00, frente a la cárcel de Castellón I (Ctra. de Alcora, km. 10). Se pide, además, que el próximo viernes, 8 de junio, nos dirijamos al mismo tiempo la mayor cantidad de personas posible, usando los canales que tengamos más a mano, al menos a alguna de las autoridades responsables, cuyas señas ponemos a continuación. la convocatoria da prioridad al envío de fax, así que anotamos los números aparte, siempre entre paréntesis. Pero, para cada institución, hay un enlace donde se pueden encontrar más señas, para dirigirse a ellas, por ejemplo, por correo, por teléfono, por correo electrónico, etc. El texto de más abajo puede servir de modelo para el fax, para las cartas o para los correos.

[picar en el texto para descargarlo en pdf]

[box] Para Dirigirse a las autoridades «competentes»:

Directorio de la SGIP (fax: 913354052)

“Defensor del Pueblo” (fax: 913081158)

Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Castellón (fax:  964621932)

Cárcel de Castellón I (fax: 964219292)[/box]

 

Actividad en la calle Familias Frente a la Crueldad Carcelaria La cárcel mata

Rosa Giménez convocó para el martes, 22 de mayo, durante toda la mañana, una concentración en la «Ciudad de la Justicia» de Castellón, para ezigir al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria  la excarcelación de su hijo, Francisco Chamorro Giménez, preso en la cárcel de Castellón I, y gravemente enfermo de cáncer de estómago y de VHC. Según la ley penal  (artículo 91 CP) y penitenciaria (artículos 104.4 y 196 RP), debería ser clasificado en tercer grado y puesto en libertad condicional por tratarse de un “enfermo muy grave con padecimientos incurables”. Además de eso, Francisco ya ha cumplido las tres cuartas partes de la condena que pesa sobre él, de forma que podría ser puesto en libertad condicional aun sin aplicar los artículos mencionados.

Pero la política, que puede ser calificada de verdaderamente criminal, de la administración carcelera, el ministerio del interior y el gobierno de España, totalmente identificada con el populismo punitvo, consiste en no excarcelar a ningún enfermo mientras no sea seguro que va a morir en los tres meses siguientes. A Francisco ya le habían tramitado el tercer grado “a efectos de condicional” en la cárcel de Madrid VII, donde estaba hasta hace unos meses. Fue trasladado a Castellón, donde la autoridad carcelera y el juez de vigilancia, han decidido devolverle a segundo grado, porque, según ellos, en su caso “no se evidencia una dificultad para delinquir y una escasa peligrosidad” y porque no se encuentra “en un estado terminal”.

Según parece, se trata de que las personas presas enfermas mueran en la calle, para que su fallecimiento no figure en las estadísticas carcelarias. ¿No sería más humano excarcelar a la gente enferma para que reciba en la calle los mismos cuidados que cualquier otro ciudadano, como exige la ley, y que la deficiente sanidad penitenciaria no puede ni quiere prestarles? ¿No sería más humano que pudieran vivir o morir rodeados de su familia en lugar de abandonados en un patio inmundo y maltratados por la máquina carcelaria, como suele suceder?

A la concentración acudieron unas treinta y cinco personas, familiares, amistades y vecindario de Francisco en su mayor parte. Permanecieron ante el edificio de los juzgados durante toda la mañana, repartiendo panfletos como el que se puede ver más arriba, exhibiendo algunas pancartas y carteles e informando a las personas que pasaban con un megáfono. Se mostraron dispuestas a enfrentarse a la inhumanidad de las autoridades con todos los medios a su alcance, dando a conocer la situación, por ejemplo, presentando todos los recursos judiciales posibles, de lo que se está encargando un abogado, y movilizándose como en esta ocasión. No piensan parar hasta que liberen a Francisco Chamorro Giménez, como se debe hacer con cualquier persona presa gravemente enferma, para que pueda ser cuidada dignamente de sus enfermedades, rodeada de su familia.

La noticia en un falsimedio local: [1]; [2]

Actividad en la calle Familias Frente a la Crueldad Carcelaria La cárcel mata

Emitimos unas grabaciones del ambiente de la concentración del sábado pasado frente a la cárcel de Albocàsser en apoyo de la huelga de hambre rotativa por la excarcelación de lxs presxs enfermxs y contra las torturas. Leemos algunos comunicados de compañeros presos, uno de ellos, Francisco Chamorro, enfermo grave que debería ser excarcelado, el otro, Paco Piyayo, en su turno de la huelga de hambre rotativa.

Actividad en la calle Cárcel=Tortura Familias Frente a la Crueldad Carcelaria Huelga de Hambre Rotativa 2019-2020 La cárcel mata Presxs en lucha Radio: Tokata Y Fuga

Hablamos de la convocatoria para el sábado, 21 de septiembre, de una concentación frente a la cárcel de Albocàsser, de los grupos convocantes, de los antecedentes de otros años y de los motivos que existen, además del apoyo a la huelga de hambre rotativa por la excarcelación de las personas presas gravemente enfermas, para fijar la atención en esa cárcel donde se tortura a los presos, se les degrada de diversas maneras, se les mata, como a Daniel Sánchez Molina, Adrián Macho Plaza o Manuel Fernández Jiménez, o se les «deja morir» sin excarcelarles a pesar de estar gravemente enfermos, como Francisco Chamorro. Hablamos otra vez con Lola, madre de Omar, preso en Albocàsser que está sufriendo torturas y malos tratos desde finales del mes pasado. Comentamos las nuevas crueldades a las que ha sido sometido, junto a otros dos compañeros, esta semana pasada. Leemos un comunicado del compañero que está haciendo los segundos diez días de la huelga de hambre rotativa y el caso de un preso a quien tienen en régimen de castigo a pesar de su enfermedad mental.

Cárcel=Tortura Familias Frente a la Crueldad Carcelaria Huelga de Hambre Rotativa 2019-2020 Presxs en lucha Radio: Tokata Y Fuga

El martes, 10 de septiembre, cogió Peque el relevo de la huelga de hambre rotativa por la excarcelación de las personas presas gravemente enfermas y por las 14 reivindicaciones de lxs presxs en lucha. Hizo llegar el siguiente escrito dirigido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estarsburgo, uno de los que va a enviar durante sus diez días de huelga a diferentes instituciones internacionales, europeas y españolas, explicando los motivos de la movilización. La foto de la pancarta y el cartel vienen de Galicia donde también se está moviendo algo en apoyo de lxs presxs en lucha.

Cárcel de Picassent, 10 de septiembre de 2019

Yo, Jośe Ángel Martins Mendoza, actualmente interno en una sucia celda de aislamiento en el centro penitenciario de Picassent, vengo a interponer la presente demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Hace más de tres años que una serie de internxs venimos denunciando todas las irregularidades que se cometen día a día en todas las cárceles del Estado español. Solo existen sus normas, pero no nos aplican nuestros derechos, contemplados en la Constitución, la Ley Orgánica Penitenciaria y el Reglamento  Penitenciario.

El primero y principal motivo de esta queja, en apoyo de la que realizo una huelga de hambre de 10 días, es exigir la aplicación de los artículos 91 del código penal, 104.4 y 196 del reglamento penitenciario, que regulan la excarcelación de las personas presas que sufran enfermedades graves con padecimientos incurables. Pongo un ejemplo, Carmen Badía Lachos, que se encuentra en la enfermería de la cárcel española de Zuera (Zaragoza), lleva 14 años presa, tiene una edad de 62 años, un cáncer la está matando cada día que pasa, anda en silla de ruedas y casi todo el día está enchufada a la bombona de aire… ¿Cómo se puede tener presa a una persona en esas condiciones? ¿Qué derechos humanos y fundamentales existen aquí? ¿Qué pretenden entregarles a su madre, hija y demás familiares? ¿Un cadáver?

Y algo muy parecido pasa con Francisco Chamorro Giménez, preso en la cárcel de Albocàsser, enfermo de cáncer de estómago, sometido a un fuerte tratamiento de quimioterapia, que se está viendo dificultado, así como las correspondientes pruebas diagnósticas, por el hecho de estar en la cárcel. Ha cumplido a pulso, día por día, casi 18 de los 20 años que tiene de condena y podría ser puesto en libertad condicional, aun sin tener en cuenta su gravísima enfermedad, sus sufrimientos y que se está viendo privado de unos cuidados médicos y afectivos que podrían prolongar su vida o al menos ayudarle a morir con dignidad. Pero le tienen semiabandonado en una enfermería carcelaria, agonizando en miserables condiciones de vida. ¿Qué sentido tiene eso?

Es vergonzoso que tanto la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias como el Juzgado de Viglancia Penitenciaria ignoren nuestras demandas, que son derechos y que tengamos que recurrir, como hizo Carmen en mayo pasado, a las huelgas de hambre o, como ha hecho la famila de Francisco durante todo 2018, a las concentraciones ante el juzgado y la cárcel, para que suelten a estxs compañerxs, pues, si no, serían asesinatos Y ellxs solo son algunas de tantas personas presas en cárceles españolas que están sufriendo enfermedades gravísimas e incurables sin que se piense en excarcelarlas hasta que  se encuentren al borde de la muerte.

También hay compañerxs que llevan en prisión 30, 35 años y más y para ellxs no existen los derechos humanos. Muchxs entraron en la cárcel con 16 o 18 años, ya tienen 50, 60 o más y les siguen torturando en las cárceles del Estado español. Exigimos la abolición de los dos tipos de cadena perpetua que existen, una encubierta que sufren lxs presxs con diferente bloques de condena entre los que no existe «conexidad», pudiendo acumular varios «máximos de cumplimiento» de entre 20 y 40 años, y la otra oculta bajo el eufemismo de «prisión permanente revisable»- Exigimos también una nueva revisión del código penal para que nos devuelvan la «redención de penas por el trabajo» que hasta el 95 teníamos y cuya supresión supuso un endurecimiento considerable de las penas de cárcel.

Yo, ahora mismo, me encuentro en el departamento de aislamiento, clasificado en artículo 91.3 del reglamento penitenciatio  y en régimen FIES 5 desde hace más de 9 años, 7 de ellos en el régimen especial de castigo definido en el artículo mencionado.  Pues, aun sabiendo que los internos en aislamiento sufren un gran deterioro por la dureza de ese régimen y reconociendo la LOGP que, debido a ello, se les tiene que tener en esta situación el menor tiempo posible, yo ya llevo 16 meses en ese régimen, no veo que quieran progresarme y otrxs muchxs compañerxs, incluso yo en otras ocasiones, hemos estado en él mucho tiempo más. A algunxs nos dan por irrecuperables y se cierran en ello, en lugar de preguntarse qué nos hace falta, cómo pueden facilitar nuestra «reinserción». De hecho, estamos sin actividades culturales, deportivas, educativas, sin acceso a las bibliotecas ni nada que se parezca, pese a que la ley dicta lo contrario, nuestro derecho a un «tratamiento» orientado a la reintegración y reinserción social».

Les voy a contar cómo funciona el médico aquí, en el departamento de aislamiento de la cárcel de Picassent. Tiene dos galerías de dos pisos, en una estamos dos personas en 91.3 RP («modalidad de vida en departamentos especiales») en la planta baja y cuatro en el piso superior, en 91.2 RP («régimen cerrado»), y en la otra galería hay siete internos, o sea, trece internos en total en todo aislamiento. Si se apunta alguien al médico, pues normalmente nadie quiere verlo, el servicio médico consiste en visitas cada dos semanas, que a menudo se convierten en 16 o 17 días. Y, a pesar de que en las celdas existe una puerta de seguridad con barrotes, además de la maciza que da al pasillo, en lugar de abrir esta primera puerta, para vernos la cara, el médico manda a los funcionarios que abran el pasa-bandeja, de 5 cm de altura y 30 de ancho, y habla con nosotrxs a través de él, y con el funcionario al lado, oyéndolo todo. el juramento hipocrático quedará muy bonito colgado en su oficina, pero todo lo demás se cae por su propio peso.

Lógicamente, nos quejamos a seguridad, al director, al juez de vigilancia penitenciaria, pero no sirve de nada, el corporativismo tiene que seguir su curso, aunque en el camino muchxs se queden tiradxs o muertxs. No nos dan tiempo ni ocasión a enfrentarnos con un gigante burocrático como Instituciones Penitenciarias y el Ministerio del Interior.

Por otro lado, a lxs internxs y también a nuestras familias y a las personas y asociaciones que nos ayudan sin ninguna clase de lucro, se nos castiga y somos trasladadxs una o dos veces al año a cientos de kilómetros de nuestros hogares para que prevalezca un total desarraigo. Vuelve a darles igual lo que dicen las leyes sobre tenernos en nuestros lugares de origen o lo más cerca que se pueda o sobre tratarnos de una forma que facilite la reinserción social. El pasado mes de julio, en un vis a vis realizado con un compañero que consta como mi allegado, le hicieron un cacheo integral, algo totalmente sorprendente, pues llevando yo únicamente tres meses en esta cárcel y habiendo comunicado vis a vis tres veces, de repente sucede esto. No llevaba ni tabaco, ya que ni siquiera fuma, pero esta humillación que sufrimos, eĺ y yo también, cuando me lo contó, es inaceptable.

Exigimos que haya terapeutas, educadores, psicólogos, psiquiatras, médicos… verdaderos profesionales independientes de la administración penitenciaria y no sometidos a criterios carcelarios «de seguridad», que realicen programas verdaderos de reintegración social, para ayudar a nuestrxs compañerxs a mejorar como personas en lugar de degradarles y dejarles tiradxs en un patio. Exigimos, por ejemplo, que los llamados «módulos de respeto» no sean espacios para denigrar a las personas con falsos incentivos, permisos y «beneficios» que nunca les llegan. Las prisiones del Estado español están totalmente jerarquizadas y, según el partido político que gobierna, comerás mejor o peor, pero las medidas que los juristas exigían para una verdadera reinserción, y lo digo habiendo pagado veintisiete años y medio de prisión, ni existen, ni existieron ni parece que vayan a existir nunca. Pues desde que entras en la cárcel no intentan prepararte para un futuro, solo intentan robotizarte y humillarte ante el resto de reclusxs, así todxs cogerán miedo, pero en ningún caso quieren que te realices como persona.

Y, mientras tanto, nuestrxs compañerxs siguen muriendo por causas dudosas en las celdas de aislamiento, por quemar un colchón, que en un minuto podrían sacarte de la celda. Otrxs aparecen ahorcadxs cuando están a punto de salir. A otrxs les dejan morir en las enfermerías de las cárceles, aunque tengan las condenas casi extinguidas, y otrxs muchxs mueren por la mala praxis de los «equipos médicos», al repartir alegremente las medicaciones psiquiátricas y los tratamientos con metadona sin hacer después los correspondientes seguimientos. Les sale casi gratis y pueden tener a un alto porcentaje de la población reclusa dormida. Les hinchan a pastillas y al día siguiente aparecen infladxs de las horas que llevan muertxs, ese es el control que existe, ninguno. Tienen en régimen cerrado a chavalxs que están verdaderamente mal de la cabeza, pues no saben dónde situarles en el módulo y, en vez de hacer un informe para que sean tratados convenientemente, se lavan las manos y todo queda en casa. Son crónicas de muertes anunciadas, pero a lxs «trabajadorxs» penitenciarios que trabajan o debieran trabajar con personas, aunque estén presas, les da igual lo que pueda pasarles.

Debido a todxs los abusos que afectan a mis compañerxs, quiero dejar constancia de esta huelga de hambre y de que nos mantendremos en lucha hasta que nuestros derechos «constitucionales» dejen de ser pisoteados día tras día por culpa de haber nacido en barrios marginales y ser pobres.

Propuesta De Lucha Colectiva Para Ser Difundida Y Debatida Dentro Y Fuera (Renovada)

Más Información En Tokata Sobre la Huelga De Hambre Rotativa Por La excarcelación De Las Personas Presas Gravemente Enfermas

¡No Olvidéis A Lxs Presxs En Lucha! [Lista Actualizada, 2-IX-2019]

Actividad en la calle Huelga de Hambre Rotativa 2019-2020 Presxs en lucha

No sabemos qué pasa con la huelga de hambre de Carmen Badía Lachos reivindicando su excarcelación por enfermedad grave con padecimientos incurables. Según noticias de compañerxs que la estaban apoyando directamente, la dejó el día 3 de mayo, después de 55 días de ayuno, y la reanudó, después de solamente ocho días de descanso, el 11 de mayo. Ya dijimos que nos parecía una mala noticia, pues la compañera no había tenido tiempo para recuperarse ni lxs presxs en lucha y grupos de apoyo de la calle para reflexionar sobre qué hacer colectivamente, buscando la eficacia y sin que nadie se tenga que jugar la vida o agravar su estado de salud, para apoyarla a ella y al resto de las personas presas que deberían ser excarceladas por enfermedad y siguen en la cárcel, donde no se les presta una asistencia médica digna. Ni siquiera había terminado entonces la huelga de hambre colectiva de mayo. Ahora sí que ha terminado, y se ha iniciado el debate sobre la experiencia correspondiente, el cual no podrá menos que girar alrededor de la desesperada lucha de Carmen –ya nos han llegado algunas cartas que publicaremos enseguida– y de las muertes en prisión, empezando por la de Pedro Escudero Gallardo, relacionada también con una manera de luchar individualista y desesperada. Carmen ya llevaría 15 días más sin comer, después de los 55 anteriores y con muy poco tiempo de recuperación en medio, pero no sabemos nada de ella, no ha llegado ninguna carta ni nadie ha publicado la menor noticia. Esté pasando lo que esté pasando, tenemos serios motivos para preocuparnos. De momento, publicamos unos comentarios autocríticos de un compañero preso en lucha, que tratan, sobre todo, de la huelga de Carmen. Hace tiempo que llegaron, pero, aunque los hemos leído en la radio, no queríamos publicarlos hasta que la compañera volviera a comer. A estas alturas, nos parece que van a venir bien, sea como sea, estos pensamientos, de lo más juiciosos y bienintencioandos en nuestra opinión. Como hemos dicho otras veces, no nos parece que la crítica honrada entre compañerxs nos vaya a debilitar lo más mínimo, sino todo lo contrario, es un factor importante de nuestra fuerza común.

Cárcel de Albocàsser, 15 de marzo de 2019

A lxs presxs que luchan en comunidad y a los grupos de hechos

Salud y libertad a lxs que estáis ahí dentro y fuera con hechos.

En primer lugar, quiero hacer autodrítica sobre mis hechos individuales porque los voy considerando errores que no debería haberme permitido, pero lo hice y veo que no está bien, a mi entender, el hecho de haber reivindicado por unxs pocxs enfermxs crónicxs (Francisco Chamorro, Carmen Badía, Ruyman Armas, Pedro Escudero, Antonio Nieto, etc.), cuando nuestro objetivo principal es apoyar y reivindicar a todxs lxs presxs con enfermedades terminales y hacerlo de la otra manera es dejar de lado al resto, lo cual no es justo, ni horizontal tan siquiera.

Ahora, el 15 de marzo de 2019, me entero de que Carmen Badía está en huelga de hambre y no comparto, como ya dije el año pasado y el anterior, que se inicie una huelga de hambre sin avisar al resto de lxs compañerxs para que decidamos si queremos secundarla, ni se debata siquiera lo que está pasando. Por tanto, no secundo la huelga de Hambre de Carmen Badía por ese motivo. Si cada unx vamos a ir por nuestra cuenta, esto deja de ser una comunidad de lucha para ser no sé qué, un desastre de coordinación nula.

Eso sin tener en cuenta que una huelga de hambre individual y estando enferma, Carmen, no te beneficia en nada en cuanto a tu salud y, como reivindicación individual, no creo que tenga repercusión, que sirva en realidad para algo. Comunícate, compañera, y vayamos a una todxs. Yo he cometido ese error ya en varias ocasiones y te hablo desde mi vivencia personal, Así no creo que vayamos a ningún lado, Carmen, compañera, y me pongo yo el primero en la autocrítica, que he estado reivindicando por algunxs de vosotrxs, como sabes, tirando de boli, porque para mí las huelgas de hambre individuales, por arranques de ira o desesperación se acabaron, son un fracaso. De todos modos, no te lo recrimino como persona, sino como parte de un grupo de presxs en lucha en el que ya se debatió cómo hacer que las revindicaciones fuesen un poco más visibles y efectivas. Sin pretender coartar para nada tu libertad y sin que dejes de hacer lo que mejor te parezca, no faltaría más, pero intentando también lo mejor en este caso para tu salud y para el colectivo de presxs.

Continuando con mi propia autocrítica, y para que veas que sigo cometiendo errores y procuro aprender de los mismos, decidí en enero hacer campaña por Antonio Nieto Galindo y, una vez comprometido, no voy a recular, pero creo que hay más presxs en su situación y, habiendo conocido el caso de cadena perpetua encubierta que sufre también Enrique Del Valle González, en La Moraleja (Palencia), le voy a incluir también en las reivindicaciones que decidí como compromiso personal con Nieto Galindo. A sabiendas de que no son loxs únicxs presxs que la sufren, pero sí son los casos que conozco. Una vez pasada la huelga de hambre colectiva de mayo, reivindicaré, como siempre, por todxs, tanto lxs enfermxs crónicxs como lxs que sufren cadenas perpetuas encubiertas, siempre que sean presxs con legitimidad moral y espíritu de lucha.

La cuestión es articularnos como un cuerpo coordinado, con el apoyo externo que se nos quiera ofrecer. Esa es la conclusión de mi crítica y de mi autocítica, creo que ya hablamos todxs de este modo de operar, para que lo que hacemos tenga un sentido, primero como comunidad de lucha. Y como compañerxs presxs fuera y dentro, contra el sistema que nos oprime a todxs por igual, en distintas circunstancias que varían poco. Ahora bien, si algo ha cambiado en el modo de realizar las acciones y ya no hay diálogo, ni propuestas, ni coordinación, ¿en qué hemos ganado? Parece que siempre seamos lxs mismxs quienes tengamos que hacer las críticas para no perder el objetivo de vista, y os aseguro que, en mi caso, no me gusta ni un poco hacerlo, pero cuando veo que damos un paso adelante y dos atrás, no me voy a quedar mirando como se jode todo aquello por lo que estamos luchando y mucho menos sabiendo que tenemos un montón de personas ahí fuera currándoselo por nosotrxs, y que dentro nos hemos comprometido a articularnos como grupo y no como individuos a su blondi.

Quizá los criterios a los que lleguemos de mutuo acuerdo y en base a un diálogo, no sean lo suficientemente útiles, en cuyo caso deberíamos buscar otras alternativas que sean menos conformistas, oportunistas y mejor basadas en el desarrollo de conceptos críticos y que sirvan de verdad para no tener que ser un cuerpo, sino fragmentos que gravitan en la órbita de las concertinas. Así me expreso ya, porque entiendo que pueden ser quizás el cinismo y la ironía la forma de no mandar todo al carajo y continuar por mi camino en mi silencio y en mis actos del todo individuales.

No pretendo ni ofender ni agradar a nadie, pero sí he de ser claro y sincero, tengo todos los inconvenientes en callarme, dejarlo pasar todo y no opinar, no hacer lo que como compañero considero es ya una forma de vida y ocultarme en el pasotismo y en no ser crítico ni autocrítico, sino simplemente un triste vegetal. el problema es que nos soy capaz de tales incoherencias y, aunque mi tono no guste, es el que tengo hoy, porque veo venir el desplome de lo que tanto costó retomar y, antes de eso, prefiero que se me tache de lo que cada quien crea mejor, en lugar de ver cómo el tejido colectivo se deshilacha por no tener claro lo que se pretende.

Dicho esto, hago una llamada al diálogo, a que se replanteen los medios de lucha y, si no son válidos, se pongan encima de la mesa las ideas que nos lleven de forma inteligente a lograr oponer la resistencia de la que pretendemos formar parte. Me despido hoy con cierta incertidumbre de qué hostias estamos haciendo y permitiendo, sin atrevernos a ser críticos, aunque nada de esto va a condicionar mi posicionamiento anticarcelario, ni voy a permitir que varíe mi rumbo hacia la abolición de los talegos. Eso sí, tengo los oídos pendientes de lo que aportéis y responderé siempre en la medida de mi capacidad comunicativa y hasta donde me aguante la paciencia. Os mando desde aquí mis fuerzas y el ánimo que quizás hoy me falla. salud y libertad. Por una sociedad sin jaulas.

Toni Chavero

Cárcel de Estremera, 10 de abril de 2019

Crítica y autocrítica desde dentro al grupo de presxs en lucha

Salud compañeros, soy Toni Chavero. Escribo para comunicaros mi percepción del grupo o comunidad de lucha dentro de las cárceles del estado español.

La comunicación dentro-dentro es inexistente, no recibo ninguna carta de presxs desde la última de Peque, hará más de 6 meses. Sólo he sabido de las propuestas de Peque y del Cabrero, por personas de fuera, he contestado a dichas propuestas de huelga de hambre del 1 de mayo de Peque y a la de Llopis sobre las instituciones europeas e internacionales. A mí no me ha llegado respuesta ninguna, ni de dentro ni de fuera, sobre la reflexión del año 2018. Ninguna reflexión y yo envié la mía, bastante extensa, por cierto. No sé si esta la habéis recibido.

Sobre los puntos 13 y 14 para aumentar la tabla reivindicativa que puse a diálogor, nadie me ha contestado tampoco, ni ningún preso dentro, nadie. Me pregunto dónde está el diálogo. No creo que exista ningún diálogo real dentro de las cárceles en esta comunidad de lucha y, si lo hay, yo no formo parte del mismo, dada la radical incomunicación dentro-dentro en la que me encuentro. Yo no me puedo excusar en tener durante más de cuatro años intervenidas las comunicaciones, contra la cual he ido luchando por los talegos donde voy pasando, pero cuando estoy pendiente de los últimos recursos de apelación o de amparo ante el Tribunal Constitucional, me trasladan y a empezar de nuevo. Otra treta de la SGIP que no me sorprende.

Aun así he ido contestando a lxs que han propuesto acciones enmarcadas en el diálogo, los acuerdos y las acciones coordinadas, tal como quedamos, articulándonos todos a una, tanto dentro como fuera. Lo he hecho a través de comunicados, dada la intervención y la limitación de correo a dos cartas semanales. Me hubiese gustado poder responder directamente a las propuestas carteándome con quien las lanza y pone a debate, pero la experiencia del correo directo, por ejemplo con el compañero Peque, ha tenido como consecuencia que se han enterado antes los hierofantes y han retrasado nuestro correo 2-3 meses intentando romper a toda costa que éstas se puedan llevar a la práctica. Nada nuevo bajo el sol.

Por otro lado, las acciones que se emprendan a nivel individual, sin ponerlas a diálogo, ni tan siquiera comunicarlas, como la huelga de hambre de Carmen Badía, no las he apoyado por ese mismo motivo, porque cuando me he enterado ya estaba todo hecho. Así pues, sin previo debate ni comunicación ninguna, imposibilitando que nos podamos articular como comunidad de lucha, uniéndonos a dicha huelga de hambre. A mi entender, y creo que de esto ya se ha hablado hasta la saciedad, no es la forma de movernos como un solo cuerpo. Estos actos individualistas generan división dentro de la comunidad de lucha, ya que algunos pensaran en unirse a la huelga de hambre sin debate previo y otros, como yo, no lo haremos.

Creo del todo lícitos los argumentos que tenga Carmen para iniciar su huelga de hambre, eso no lo pongo en duda, pero no se hace de la manera acordada, por lo tanto, se genera división en lugar de unión. Estos actos debilitan la comunidad de lucha anticarcelaria, dividiendo y debilitando a todxs Por no decir que, estando Carmen enferma de cáncer, realizar dicha huelga de hambre por su cuenta y riesgo empeorará su situación, poniendo en peligro su vida

Con eso no estoy de acuerdo, porque en esta comunidad sólo se pretende luchar unidxs, todxs, para conseguir a corto plazo, que se cumplan unas mínimas medidas que faciliten algunos «derechos» y, a largo plazo, la abolición y destrucción de los talegos, no de lxs presxs. No se buscó en esta lucha ningún objetivo en el sentido de convertirnos en mártires, solo somos personas presas en lucha contra la inutilidad de las cárceles y por su destrucción, nunca por la destrucción de lxs presxs. Debilitarnos no es el objetivo, sino fortalecernos, pero no engrosar las listas extensas de personas presas muertas en las cárceles del estado español.

Creo que tenemos que reflexionar en cuanto a la comunicación dentro-dentro, aunque esta no sea directa entre nosotros, por las intervenciones, pero sí por ejemplo a través de comunicados con la ayuda del exterior, al menos lxs qe estamos intervenidxs. Mi percepción al respecto ya la he dicho, no creo que exista dicha comunicación y no estoy dispuesto a contestar solo a las propuestas que lancen mis compañerxs en lucha y no recibir respuesta de las que yo propongo, no lo veo ni horizontal ni justo. La consecuencia de todo, la incomunicación y las acciones individuales, es que rompen del todo los acuerdos establecidos desde el principio y, por tanto, rompen la comunidad de lucha. Dicho esto, no es que me sienta excluido del grupo de dentro sino que mis dos únicos nexos de unión son dos personas en Valencia y una en Madrid y ninguno de ellos está presx dentro, sino fuera.

No sé si esto mismo lo siente algunx más de vosotrxs dentro, yo sí lo siento así, no me siento parte de ningún grupo, me siento parte de tres personas ahí fuera y me siento parte de nuestros 14 puntos reivindicativos así como del decálogo de la APDHA, es decir que mi carrera de fondo la estoy haciendo en base a esto y a lxs presxs asesinadxs en las cárceles del estado español. Por lo demás, el grupo de presxs en lucha me resulta más virtual que físico y, en cuanto a quienes aplauden acciones individualistas que pueden tener como resultado la muerte de una persona presa y enferma, me parece patético, nada práctico y ausencia total de amor fraternal y de compañerismo (no sé de qué vais, sinceramente). Pero no estáis destruyendo las cárceles, sino a una persona presa. A cada quien, ya sean grupos de apoyo o presxs que animáis a que el declive de la salud de la compañera continúe y se agrave su estado hasta la muerte, os pido que os replanteéis qué hostias estáis haciendo. Una llamada a la lógica, a la autoorganización, a luchar unidxs, a comunicarnos, a debatir y a actuar de mutuo acuerdo, articulándonos tanto dentro como fuera, como lo que se supone que somos, una comunidad de lucha unida, no fraccionada. El individualismo dentro de esta comunidad lo veo como egocentrismo y de un narcisismo que sobra entre nosotros.

Creo que, aunque mi forma de expresarme no sea cómoda ni busque agradar de nadie, solamente pretendo que nos respetemos y reflexionemos sobre la unión y todo lo que esto significa, dado que veo venir la autodestrucción de esta comunidad de lucha por la que tanto luchamos, retomando la lucha anticarcelaria desde 2015 y que, si se ha llegado a 2019 ha sido en base a la solidaridad y la unión, sobre todo desde el esfuerzo que han hecho los grupos desde fuera, desde aquel 2015, no han cesado y todavía siguen ahí, les debemos un mínimo de respeto a estas personas y grupos de apoyo.

Sé que habéis recibido un escrito autocrítico titulado «Campañismo y Anticampañismo. Crítica de la ideología presista», de la Asamblea de Solidaridad de Valencia, junio 2012. Dicho texto es desgarrador a más no poder y está fuertemente enmarcado en la ideología anarquista, que no deja de ser un nexo con nosotros ya que pretendemos la destrucción de las cárceles por ser estas la mayor forma de dominación que sufrimos. Habiendo analizado el texto desde mi traslado de Albocàsser a Estremera y, luego, ya más pausadamente, veo la dificultad que supone una verdadera lucha a día de hoy contra la bestia cárcel. Aun así, dentro del contexto de todas las luchas anticarcelarias y del proletariado hay algo que es una constante, el diálogo, la unión, la solidaridad, los acuerdos mutuos o de una mayoría y las acciones conjuntas. Hay muchas más, claro está, como el amor fraternal, el compañerismo y una indómita voluntad de rebelarse contra el orden impuesto por el capital, la ideología eclesiástica de la culpa, el miedo a la represión y un largo etcétera de basura dominante.

Yo creo que, unxs más y otrxs menos, nos encontramos de acuerdo en lo fundamental al menos. Pero está claro que estamos perdiendo esa unión que es al final lo que nos hace fuertes. Sin ella estamos perdidxs. Así lo veo yo y así lo siento, mejor o peor expresado. Pero qué importa eso, si al final de lo único que trato es de llamar a la reflexión, a la unión y a los actos comunes en base al un diálogo y a los acuerdos.

No hay duda de que me siento cansado de ser siempre yo quien da la chapa, pero al menos no me acomodo en la cobardía del silencio. Eso no es, a mi entender, compañerismo alguno, es simple conformismo.

Os comunico que tras la huelga de hambre del 1-15 de mayo y, tras cumplir mi compromiso de hacerlo tal como ya comuniqué, me voy a replantear seriamente si esto es una comunidad de lucha en la cual yo tenga un lugar, porque a día de hoy, y esto no viene de repente ni de los actos que aquí comento, sino de mucho más atrás, me siento desplazado de este grupo al que tanto he dedicado. Una vez reflexione qué hostias pinto yo, qué aporto yo a esta comuna y qué se ha conseguido desde 2015, os comunicaré si sigo con vosotrxs o por mi cuenta con las personas de ahí fuera que me aportan algo por lo que vivir. Ni que decir tiene que mi lucha continuará igualmente adelante, lo que no sé es si lo haré unido a vosotrxs o no, ya que desunido es como me siento hace tiempo ya.

Sin mucho más que decir, solo que habría mucho que aprender del texto citado de la Asamblea de Solidaridad de Valencia de 2012, me despido de vosotrxs con un fuerte abrazo fraternal pero también con cierto desapego al que me veo relegado por incomunicación e individualismo.

Eso sí, mis fuerzas para esta huelga de hambre del 1 al 15 de mayo y mis mejores deseos y compañerismo.

Salud y Libertad. Por una sociedad sin jaulas.

Toni Chavero

Huelga de Hambre Mayo de 2019

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